COMITÉ DE PROBLEMAS DE PRODUCTOS BÁSICOS

62º período de sesiones

Roma, 12-15 de enero de 1999

PERSPECTIVAS A MEDIO PLAZO DE LOS PRODUCTOS AGROPECUARIOS: PROYECCIONES DE LOS PRODUCTOS AGROPECUARIOS HASTA EL AÑO 2005


A. RESUMEN Y CONCLUSIONES

1. En el presente documento se resumen las últimas proyecciones a medio plazo de la FAO hasta el año 2005 relativas a la producción, demanda, comercio y precios de algunos importantes productos agropecuarios y en relación con casi todos los países del mundo. Los resultados completos, que se publicarán en 1999, comprenderán también proyecciones relativas a productos no incluidos en el presente documento, como azúcar, cacao, banano y caucho natural, sobre los que se está trabajando actualmente. Tomando como base algunos supuestos sobre el crecimiento económico y demográfico, el cambio tecnológico, las condiciones atmosféricas normales y el mantenimiento de las políticas agrícolas (como a mediados de 1998), se ha preparado un escenario "central o de referencia" para las proyecciones sobre la producción, demanda y comercio de cada uno de los productos. Conviene insistir en que los resultados previstos son indicativos de lo que ocurriría si se confirmaran los mencionados supuestos macroeconómicos, demográficos y relativos a los distintos productos, sin olvidar en ningún momento el margen de incertidumbre con que se deben interpretar estas previsiones. Se han efectuado simulaciones con distintos escenarios de políticas, que reflejan la desaceleración del crecimiento económico mundial tras la crisis económica/financiera que se declaró a mediados de 1997, y el efecto de las posibles situaciones de escasez de producción en diferentes partes del mundo; los resultados así obtenidos se han comparado con el marco hipotético de referencia. En el presente documento se incluye un breve análisis de sus resultados.

2. Las proyecciones relativas al complejo cereales-piensos-ganado-grasas y aceites se han generado utilizando el Modelo Alimentario Mundial de la FAO, modelo recurrente de equilibrio de los precios. Las proyecciones de los otros productos están basadas en diversas técnicas, desde modelos econométricos relativos a productos concretos hasta proyecciones de la oferta y la demanda basadas en precios y políticas constantes. En cada caso, los resultados finales se han ajustado teniendo en cuenta la opinión de expertos agrícolas y especialistas en los distintos productos1.

3. Las perspectivas de la producción y demanda de los principales productos agropecuarios apuntan a unas tasas de crecimiento superiores a las del decenio anterior, aun cuando se tengan en cuenta las tasas últimas --más bajas-- de crecimiento de la economía mundial. Pero la expansión es todavía lenta, ya que la producción y el consumo per cápita revelan sólo un aumento moderado (0,7 por ciento anual) después de su estancamiento en el decenio precedente. En los países en desarrollo, la producción y el consumo de los principales productos agropecuarios crecerán, según las proyecciones, un 1,4 por ciento anual, cifra ligeramente inferior a la del decenio anterior, en que la producción y el consumo per cápita crecieron, respectivamente, un 1,6 por ciento y un 1,7 por ciento anual. El deterioro del crecimiento previsto de la economía mundial situará el aumento previsto entre un 1,2 y un 1,3 por ciento al año.

4. La desaceleración anteriormente observada en el comercio mundial de productos agropecuarios, a pesar de los beneficiosos efectos de las reformas normativas, continúa apareciendo todavía en los pronósticos, pero la situación es muy compleja ya que se prevé un aumento de las tasas de crecimiento de los cereales, productos lácteos, té y café y algunas materias primas. La desaceleración del comercio se basa en la fuerte caída del crecimiento previsto en el caso de las grasas, aceites, harinas oleaginosas, carnes, frutas y algodón. No obstante, la desaceleración en los mercados de los principales productos agropecuarios aquí contemplados podría verse compensada por el crecimiento de algunos otros sectores no incluidos aquí, en particular en lo que se refiere a los productos alimentarios elaborados, pero todavía no se dispone de pruebas convincentes que confirmen esta suposición, aun cuando las tasas de crecimiento en el pasado hayan sido superiores a la media.

5. Partiendo de estas proyecciones, se prevé un deterioro del saldo neto del comercio de productos agropecuarios de los países en desarrollo, por lo que es probable que en el futuro éstos sean importadores netos de productos agropecuarios. Especialmente preocupante resulta el aumento previsto, incluso a precios constantes, en el costo total de las importaciones de alimentos de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, lo que hace todavía más urgente la necesidad de buscar incentivos para incrementar su capacidad de producción de alimentos a través, por ejemplo, del Programa Especial. La situación de los grupos de países menos adelantados y de países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios (decisión de Marrakech) es semejante, pues se prevé un nuevo aumento del costo total de las importaciones de alimentos, incluso a precios constantes.

6. Es notoria la dificultad de ofrecer previsiones sobre las perspectivas de los precios de los alimentos en los mercados mundiales, ya que estos precios no obedecen simplemente a los factores económicos fundamentales de sus propios mercados sino que dependen también de la evolución de otros mercados, incluido el sector financiero. No obstante, el Modelo Alimentario Mundial de la FAO ha generado algunos resultados que, incluso teniendo en cuenta el reciente deterioro de la perspectiva económica mundial, apuntan a un nivel semejante al registrado en 1993-95 --es decir, inmediatamente antes del último episodio de fuerte subida y posterior descenso-- y ligeramente superior a los niveles actuales (enero-octubre de 1998). Al examinar las perspectivas de los precios a medio plazo es siempre difícil evitar tener en cuenta la situación actual en los mercados mundiales, pero hay que intentarlo por todos los medios.

7. Independientemente del nivel tendencial en torno al cual fluctúan los precios, el alcance de la oscilación de éstos es objeto de constante preocupación. Para calibrar el alcance de esas fluctuaciones, se han examinado dos marcos hipotéticos o "escenarios": el primero, más realista, prevé un nivel más bajo de crecimiento de los ingresos, y en él se observa que los precios de los alimentos básicos en el año 2005, después de introducir todos los ajustes necesarios a largo plazo, serían entre un 2 y un 4 por ciento inferiores a los previstos en el escenario de referencia; la otra simulación supone que la producción mundial de cereales en un año (2005) será un 1,8 por ciento inferior a la de referencia, lo que supondría un aumento del 15 por ciento en los precios de los cereales y una fuerte utilización de las existencias, que compensaría el 60 por ciento de merma de la producción. En la actualidad, se producen periódicamente (uno de cada tres años, más o menos) caídas de la producción del 2,0 por ciento o más, lo que puede explicar la relativa periodicidad con que se producen las subidas de precios. La reducción de las existencias, por un total de más de 20 millones de toneladas, no supondría un problema demasiado grave en años normales, pero no podría decirse lo mismo en años con bajos remanentes o cuando la producción sufre pérdidas durante durante dos años seguidos o se contrae en forma mucho más pronunciada. Estos escenarios requieren la estrecha y constante supervisión del coeficiente entre existencias y consumo mundiales.

8. Las efectos de la caída de los ingresos y/o la subida de los precios de los alimentos como consecuencia de las crisis de producción repercuten especialmente en los países en desarrollo, como demuestra el examen de los dos escenarios mencionados. Una moderada caída de la producción del 1,8 por ciento cuando se cuenta con un volumen suficiente de existencias, daría lugar a una caída del 2,2 por ciento en el consumo de cereales, mientras que en el supuesto de unos ingresos más bajos el consumo de cereales disminuiría un 0,8 por ciento (y todavía más en el caso de otros alimentos con mayor elasticidad en función de los ingresos). Estas previsiones ponen de manifiesto la vulnerabilidad de muchos países en desarrollo ante los cambios en los factores externos a los mercados de productos agropecuarios básicos --las condiciones atmosféricas y la evolución macroeconómica-- y, por tanto, la necesidad de una preparación adecuada para salvaguardar su seguridad alimentaria.

B. SITUACIÓN GENERAL

Supuestos sobre la población y los ingresos

9. La demanda mundial de muchos productos básicos está fundamentalmente vinculada al crecimiento económico y demográfico y, sobre todo en los países en desarrollo, a los desplazamientos de la población del campo a la ciudad. Las proyecciones sobre los productos básicos hasta el año 2005 están basadas en la variante media de las Naciones Unidas, según la cual la producción mundial crecerá un 1,3 por ciento anual entre 1993-95 y el año 2005, lo que supone un descenso frente al 1,6 por ciento anual registrado en el decenio anterior. En los países en desarrollo se prevé que la población crecerá un 1,6 por ciento anual; en los países desarrollados el crecimiento será del 0,5 por ciento, y en el economías en transición no se prevé crecimiento ninguno (Cuadro 1 del Anexo).

10. El producto interno bruto (PIB) mundial en precios de 1987 aumentaría, según proyecciones del Banco Mundial en 1997, un 3,2 por ciento anual, lo que supone una aceleración con respecto al decenio anterior. El PIB per cápita mundial crecería un 1,9 por ciento anual hasta el año 2005, frente al 1,0 por ciento anual durante el decenio precedente. En los países en desarrollo, crecería un 3,8 por ciento anual y en las economías en transición un 3,3 por ciento anual. No obstante, la revisiones a la baja de las tasas de crecimiento del PIB estimadas por el Banco Mundial en septiembre de 1998, como consecuencia de la desaceleración del crecimiento económico mundial, han generado un escenario de "disminución de los ingresos", en el cual se prevé que el PIB mundial crecerá un 2,9 por ciento anual hasta el año 2005, y el ingreso per cápita un 1,6 por ciento. La desacelaración del crecimiento, aunque sería un fenómeno general en el que participarían de alguna manera casi todas las regiones, alcanzaría especial relieve en la CEI y en Asia. No obstante, este descenso será especialmente pronunciado en los primeros años y el efecto sería mucho menor al llegar al año 2005.

Crecimiento de la producción, demanda y comercio de productos agropecuarios

11. El crecimiento de la producción y demanda de alimentos y productos agropecuarios comprendidos en este estudio será, según las previsiones, de un 2,0 por ciento annual, es decir, ligeramente superior al del decenio precedente y por encima de las tasas previstas de crecimiento demográfico (Cuadros 2 a 5 del Anexo). El crecimiento del volumen agregado del comercio de alimentos y productos agropecuarios bajará del 2,5 por ciento anual en 1984*-1994* al 2,2 por ciento anual en 1994*-2005*, a pesar del aumento previsto en el volumen del comercio de trigo, cereales secundarios, yuca, productos lácteos y bebidas tropicales en relación con el decenio anterior.

12. Los factores que determinan el aumento previsto de la demanda mundial son, entre otros, el crecimiento económico relativamente firme todavía previsto en los países en desarrollo y la recuperación de la demanda en algunas de las economías en transición. Las tasas agregadas de crecimiento de la producción, que según las proyecciones aumentarán de forma significativa en el caso de los cereales y los productos lácteos, se deben a factores como la mayor flexibilidad en las decisiones de siembra y la intensificación de las investigaciones que permiten incrementar el rendimiento. El conjunto de estos factores debería permitir a la producción crecer al mismo ritmo que la demanda, sin significativas subidas de precios. El comercio de muchos productos básicos se verá especialmente afectado por los acontecimientos registrados en la ex URSS, gran importadora de varios de esos productos en el pasado, y en China, donde se prevé que el aumento de la producción interna reduzca las importaciones y, en algunos casos, convierta a China en exportadora neta. Otros factores que influyen en el comercio son los ajustes introducidos en las políticas internas para aplicar las disposiciones del Acuerdo de la Ronda Uruguay y la tendencia de algunos productos, incluidas las materias primas agrícolas, hacia un aumento del consumo y elaboración en los propios países productores.

13. Los países en desarrollo representarán una buena parte del crecimiento de la demanda global de productos básicos, debido a una expansión considerablemente firme del PIB per cápita y a la mayor capacidad de respuesta de la demanda ante el crecimiento de los ingresos. Por el contrario, se prevé una desaceleración del crecimiento de la demanda, ya que el alto nivel actual del consumo per cápita y el lento crecimiento demográfico limitarán el ritmo de aumento de la demanda de muchos productos. La producción agregada de alimentos básicos en los países en desarrollo crecerá, según las proyecciones, un 3 por ciento anual durante el período 1994*-2005, es decir, por debajo del 3,6 por ciento anual del decenio anterior, pero aun así podrán registrarse aumentos de la producción per cápita. Por el contrario, el aumento previsto de la producción anual será del 1,1 por ciento en los países en desarrollo, y de sólo el 0,3 por ciento en las economías en transición. Las importaciones agregadas de los países en desarrollo, en lo que se refiere a los productos incluidos en las proyecciones, aumentarán rápidamente durante el período 1994*-2005, lo que incrementará su parte en las importaciones agrícolas desde una media del 43 por ciento en 1993-95 hasta el 49 por ciento en el año 2005. Por las mismas razones, se prevé también que las importaciones de las economías en transición crezcan de forma significativa durante el período previsto. En consecuencia, las tasas de crecimiento de las exportaciones de los países desarrollados aumentarán en forma notable durante el período contemplado con respecto al decenio anterior.

14. El gasto total de los países en desarrollo en importaciones de alimentos aumentará, según las previsiones, de forma sustancial debido sobre todo al mayor volumen importado pero también, en cierta medida, al ligero aumento de los precios reales. Ello se debería fundamentalmente a la persistencia de las anteriores tasas de crecimiento, pero aun así el costo total de las importaciones de alimentos incluidos en las proyecciones subiría desde 63 000 millones de dólares EE.UU. en 1994* a 90 000 millones de dólares en el año 2005, o desde 78 600 millones de dólares en 1994* a 112 400 millones de dólares, si se incluyen otros alimentos y se supone que crecerán al mismo ritmo del 3,3 por ciento anual (Cuadro 6 del Anexo). Al mismo tiempo, los ingresos derivados de la exportación de todos los productos agropecuarios aquí examinados crecería un 2,9 por ciento al año, por lo que las importaciones netas de los países en desarrollo aumentarían con bastante rapidez, pasando de una situación de práctico equilibrio en 1993-95 a un déficit que representaría en torno al 7 por ciento de sus ingresos de exportación en el año 2005. Esta tendencia se puso de manifiesto en las anteriores proyecciones de la FAO hasta el año 2000 y, por ello, este estudio más reciente confirma el temor de que los países en desarrollo puedan convertirse en importadores netos de productos agropecuarios en los próximos años mientras que, por el contrario, el resto del mundo pasaría a ser exportador neto. Dadas las diferencias en la fase de desarrollo económico, ello representa en cierta forma una sorpresa.

15. El saldo del comercio de alimentos de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) es también motivo de preocupación, ya que el costo total de sus importaciones de alimentos básicos incluidos en las proyecciones (cereales, productos pecuarios y semillas oleaginosas, grasas y aceites) se deteriorará considerablemente, según las previsiones, pasando de un total neto de 14 600 millones de dólares en 1994* a 23 900 millones de dólares en el año 2005, a precios reales constantes. Ello se explicaría, sobre todo, por el fuerte aumento de sus importaciones netas de carne y grasas, aceite y harinas oleaginosas. En ambos casos, estos cambios se deben al crecimiento de las importaciones y al lento aumento de las exportaciones. Si los precios reales se refuerzan algo, tal como se prevé en el Modelo Alimentario Mundial, su déficit podría ser todavía mayor (Cuadro 7 del Anexo).

16. La situación de los países menos adelantados y de los países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios es análoga. Sus importaciones netas de alimentos, a precios constantes, ascenderán desde 14 100 millones de dólares EE.UU. en 1994* a 21 900 millones de dólares en el año 2005, aun cuando no se registre un fortalecimiento de los precios (Cuadro 8 del Anexo).

17. Los mercados internacionales de alimentos básicos deberán alcanzar una situación bastante equilibrada entre la oferta y la demanda, suponiendo que las condiciones atmosféricas sean normales. En términos generales, para el año 2005 los precios reales, según proyecciones del escenario de referencia, serán marginalmente superiores a los niveles de 1994*, prescindiendo de las fluctuaciones interanuales. Por ejemplo, se prevé que en el año 2005 los precios de los cereales serán entre un 2,7 y un 6,0 por ciento más elevados que en el período de referencia, mientras que los de cuatro tipos diferentes de carne serán entre un 2,8 y un 5,5 por ciento más elevados que en 1994*. Se prevén aumentos del orden del 4-5 por ciento en las grasas, aceites y harinas oleaginosas, mientras que para los productos lácteos se prevén aumentos menores. Este resultado se moderaría algo en el supuesto (más realista) de una disminución de los ingresos, de que se habla más adelante.

C. EXAMEN DE LOS SECTORES PRINCIPALES

Trigo

18. Según las proyecciones, para el año 2005 la producción mundial de trigo crecerá 97 millones de toneladas, es decir un 18 por ciento, alcanzando los 644 millones de toneladas; aproximadamente el 60 por ciento de esa cifra se deberá a los mayores niveles de rendimiento. En torno al 57 por ciento del aumento tendrá lugar en los países en desarrollo y el 29 por ciento en los países desarrollados.

19. Según las previsiones, la demanda mundial de trigo crecerá un 14 por ciento y alcanzará los 642 millones de toneladas en el año 2005, lo que representa un aumento de 80 millones de toneladas, que tendrá lugar sobre todo en los países en desarrollo, donde el promedio del consumo de alimentos per cápita aumentará 2,4 kilogramos debido en gran parte al mayor crecimiento del PIB y a la sustitución de alimentos tradicionales, como el arroz, por productos derivados del trigo.

20. El comercio mundial de trigo aumentará un 19 por ciento, es decir, aproximadamente 19 millones de toneladas, entre el período de referencia y el año 2005, debido únicamente a la demanda de importaciones por parte de los países en desarrollo. Entre los principales cambios previstos cabe señalar la evolución de Europa oriental que de importadora neta se convertirá en exportadora neta, mientras que se reducirá la dependencia de importaciones de trigo en la CEI.

Cereales secundarios

21. Según las proyecciones, la producción mundial de cereales secundarios crecerá 171 millones de toneladas (sobre todo de maíz), lo que representa un aumento del 20 por ciento, y permitirá alcanzar un total de 1 009 millones de toneladas en el año 2005, debido sobre todo a los mayores rendimientos. Aproximadamente la mitad del crecimiento se concentrará en los países en desarrollo, y otro 42 por ciento en los países desarrollados, mientras que el resto corresponderá a los países en transición.

22. La demanda mundial de cereales secundarios crecerá 149 millones de toneladas, alcanzando los 1 007 millones de toneladas en el año 2005, que se destinarán en su mayoría a la alimentación animal. Los países en desarrollo protagonizarán aproximadamente el 70 por ciento de ese aumento, y el principal destino será la alimentación animal, en respuesta al fuerte crecimiento previsto en la demanda de productos pecuarios. El crecimiento total del consumo de alimentos se debilitará probablemente, mientras que el crecimiento de otros usos (sobre todo industriales) se reforzará en comparación con el decenio anterior.

23. Entre el período de referencia y el año 2005 las importaciones mundiales de cereales secundarios crecerán casi un 22 por ciento, situándose entre 116 millones de toneladas, y casi todo el aumento se concentrará en los países en desarrollo. Según las previsiones, los países en transición dejarán de ser importadores netos para convertirse en exportadores netos de cereales secundarios.

24. Los precios del trigo y el maíz, principales cereales, aumentarán en cifras reales aproximadamente un 6 por ciento en cada caso entre el período de referencia y el año 2005. Los precios del sorgo/mijo y otros cereales secundarios (sobre todo cebada) registrarán un crecimiento más lento, del 4,7 y el 2,9 por ciento, respectivamente.

Arroz

25. Entre 1994 y el año 2005, la producción mundial del arroz aumentará a un ritmo más lento que en el decenio anterior, pero lo mismo ocurrirá con la demanda, en cuyo caso se prevé únicamente un crecimiento marginal del consumo per cápita. Las reservas mundiales crecerán de forma moderada en términos absolutos, pero más lentamente que el consumo, lo que dará lugar a una pequeña contracción de la relación existencias-utilización con respecto al período de referencia. De la misma manera, el comercio internacional aumentará con mayor lentitud que en el decenio anterior, mientras que los precios reales evolucionarán al alza.

26. Existe la posibilidad de que la producción de arroz tropiece con dificultades que impidan el acceso de la población a este producto en muchas zonas del mundo, pero pueden darse también algunos progresos que podrían facilitar ese acceso. Entre los obstáculos cabría citar la mayor competencia por el agua, la tierra y la mano de obra como consecuencia de una urbanización más intensiva y/o de la industrialización. Al mismo tiempo, la necesidad de aumentar los rendimientos, debido a los límites a la expansión de la superficie y a la preocupación por la seguridad ambiental , llevarán probablemente a una investigación más intensa sobre variedades genéticamente modificadas, que sean más resistentes a las enfermedades y a los ataques de plagas y compitan mejor con las malas hierbas, aunque habrá que observar de cerca otros efectos secundarios de esas investigaciones.

Carne

27. Según las proyecciones, la producción mundial de carne alcanzará un total de 268 millones de toneladas en el año 2005, lo que representa un crecimiento anual implícito de casi el 3 por ciento desde 1993-95, el mismo que en los diez años anteriores. Aunque la carne de aves de corral y la de cerdo continuarán siendo las de crecimiento más dinámico entre las diversas categorías de carne, el aumento previsto en los precios de los piensos podría disminuir su ritmo de expansión situándolo en niveles algo inferiores a los de mitad de los años ochenta. Desde una perspectiva regional, se prevé que los países en desarrollo continuarán siendo los principales determinantes del crecimiento de la producción mundial de carne, aunque es probable que su ritmo de crecimiento sea más lento que en el decenio anterior. La producción de carne en los países desarrollados podría crecer también más lentamente, debido a la desaceleración del crecimiento de la demanda interna y a problemas ambientales. Sólo se prevé una modesta recuperación en los países en transición.

28. El fuerte crecimiento de los ingresos deberá contrarrestar los efectos negativos de la subida de los precios y promover un notable aumento del consumo medio de carne per cápita, que en el año 2005 alcanzará un nivel de 41 kg, es decir, 6 kg más que en 1993-95. Es probable que en el futuro próximo continúe la tendencia hacia un mayor consumo de carne de aves de corral, sobre todo a expensas de la carne de vacuno, pero la modesta expansión prevista en el consumo de carne de cerdo deberá permitir a ésta continuar siendo la más consumida a escala mundial. A pesar de un crecimiento mucho más rápido, el consumo per cápita de los países en desarrollo continuaría siendo considerablemente inferior al del resto del mundo.

29. El comercio internacional de carne (incluido el comercio de animales en pie, en equivalente de peso en canal) se ha visto impulsado desde los primeros años noventa por un crecimiento repentino de las importaciones por parte de las repúblicas de la ex URSS y de China. En el futuro el crecimiento se reducirá a la mitad, es decir, el 3 por ciento anual, lo que situará el comercio internacional de carne en 20 millones de toneladas en el año 2005. La mayor parte de la expansión deberá ser consecuencia del aumento de las corrientes comerciales de carne de aves de corral y de vacuno. Los países desarrollados podrían consolidar su condición de exportadores netos, mientras que se prevé un crecimiento del déficit comercial de los países en desarrollo y de las economías en transición.

30. Según las proyecciones, los precios mundiales de la carne aumentarán en cifras reales, siguiendo muy de cerca la evolución de los precios de los piensos. No obstante, los mayores niveles de eficiencia deberían contribuir a mantener los precios de la carne de cerdo relativamente bajos.

Aceites y grasas

31. Durante el período incluido en las proyecciones, los sectores de las semillas oleaginosas, aceites y harinas oleaginosas continuarán su crecimiento, aunque a un ritmo inferior al de los dos o tres decenios anteriores. La contracción relativa prevista en la producción y el consumo mundiales se debe a una significativa desaceleración de los mercados de los países desarrollados, mientras que es probable que la mayor parte de los países en desarrollo disfruten de un crecimiento sostenido de la demanda de productos derivados de las semillas oleaginosas, lo que estimulará la producción local. Si bien la expansión global del comercio internacional se producirá a ritmo más lento, el grueso del crecimiento previsto se concentrará en los países en desarrollo. El que éstos se beneficien en mayor o menor medida de la expansión de los mercados dependerá de su capacidad de desarrollar su producción y comercio de productos de mayor valor añadido y de ampliar sus industrias oleoquímicas. El comercio mundial de productos derivados de las plantas oleaginosas continuará estando dominado por un número limitado de países, y la proporción de suministros mundiales que llegan al comercio internacional será superior a la de la mayor parte de los otros alimentos básicos.

32. La influencia del Acuerdo de la Ronda Uruguay se hará cada vez más manifiesta durante el período incluido en las proyecciones. El Acuerdo contribuirá a la reducción de la injerencia directa de los gobiernos en la producción, comercialización y comercio internacional, y de sus posibles efectos de distorsión en los mercados. En algunas regiones está llegando a su fin la expansión, inducida por las políticas, de la producción de artículos de alto costo, mientras que la tendencia a introducir formas de ayuda con menores efectos en la producción deberá aumentar la capacidad de los productores de responder a las señales del mercado. La mayor transparencia de las políticas comerciales está favoreciendo una competencia más intensa de las exportaciones y una apertura gradual de los mercados de importación, tendencia que deberá continuar para que los mercados puedan ampliarse y crezca el comercio Sur-Sur.

33. Las proyecciones continúan estando sujetas a varias incertidumbres, en particular con respecto a los imprevisibles reveses económicos de los distintos países o regiones, así como en lo que se refiere a los efectos de una mayor preocupación ambiental por la producción/elaboración de cultivos oleaginosos y la repercusión en el comercio de las innovaciones tecnológicas, como los recientes avances en la manipulación genética de las semillas.

Leche

34. Según las previsiones, la producción mundial de leche ascenderá a 616 millones de toneladas para el año 2005, lo que representará un aumento anual medio de poco más del uno por ciento. La demanda de leche y productos lácteos crecerá lentamente. El crecimiento más fuerte de la demanda procederá de los países en desarrollo, donde se prevé que crecerá a un ritmo del 3 por ciento anual. En el año 2005 el comercio mundial de productos lácteos podría alcanzar un total de 44 millones de toneladas, es decir, 9,5 millones de toneladas más que en el período de referencia.

35. Según las proyecciones, la producción de leche se desplazará progresivamente de los países de alto costo a los de costo más bajo, y el crecimiento se centrará en las regiones con una creciente demanda de leche y productos lácteos. Dentro de este proceso, la producción de leche a nivel mundial se irá desplazando hacia los países en desarrollo, cuya parte en la producción total pasará del 35 por ciento en el período de referencia al 41 por ciento en el año 2005. Algunos países de este grupo, en particular los del Cono Sur, participarán más activamente en los mercados de exportación. No obstante, en conjunto, los países en desarrollo continuarán importando considerables cantidades de productos lácteos, y el grueso de las exportaciones procederá de los países desarrollados. En ellos, los países productores de bajo costo de Oceanía se harán con una cuota del mercado a expensas de los países productores de alto costo del hemisferio norte. En lo que se refiere al total de la producción de leche, el porcentaje de la leche comercializada se mantendrá por debajo del 10 por ciento, lo que pone de manifiesto que en la mayor parte de los países los cambios en la demanda estimularán ante todo la producción nacional de leche.

Yuca

36. Para el año 2005, la producción mundial de yuca alcanzará, según las proyecciones, un total de 209 millones de toneladas (peso en fresco), lo que significa que crecerá un 2,2 por ciento anual, como en el pasado, debido tanto a unos mayores rendimientos como a la expansión de la superficie. En África, la tasa de crecimiento será más rápida (2,9 por ciento) que en América Latina y el Caribe (1,4 por ciento) y Asia (1,5 por ciento) pero más lenta que en el decenio anterior.

37. Según las proyecciones, la utilización mundial de la yuca crecerá un 2,3 por ciento anual y alcanzará los 209 millones de toneladas. El 60 por ciento de la demanda total se destina al consumo humano, y el resto a piensos y otros usos. En África, el crecimiento será más lento que en los decenios anteriores, debido a la caída del consumo alimentario per cápita de yuca fresca, debido a la urbanización. La demanda global para piensos crecerá ligeramente, después de haber disminuido a mitad de los años noventa como consecuencia de acontecimientos registrados en buena parte en la CE, que ha favorecido la utilización de cereales para la alimentación animal.

38. El comercio mundial de yuca crecerá un 1,6 por ciento y en el año 2005 habrá alcanzado un total de 5,8 millones de toneladas (peso en seco), frente a los 4,8 millones de 1993-95; ello se deberá al moderado crecimiento de la demanda de importaciones de piensos de yuca y de nuevos productos de yuca con destino a la alimentación humana y a otros usos. No obstante, la yuca para piensos continuará representando más de las tres cuartas partes del comercio mundial de este producto, y el resto corresponderá a harinas y almidones para la alimentación humana y usos industriales.

Fruta

39. Según las previsiones, la demanda de importaciones de fruta tropical fresca continuará aumentando como consecuencia del mayor nivel de ingresos en los países desarrollados, que representan aproximadamente el 80 por ciento del mercado, y de un mayor interés de los consumidores por esta fruta, así como un mejor conocimiento de la misma. En lo que se refiere a las cuatro principales frutas que son objeto de comercio internacional, a saber, piña, mango, aguacate y papaya, la demanda de importaciones crecerá a un ritmo anual del 3,0-4,5 por ciento de ahora al año 2005. Europa continuará siendo el mercado más importante, con casi el 50 por ciento de las importaciones mundiales, seguido de América del Norte (casi el 30 por ciento) y el Japón (10 por ciento). Los suministros de fruta tropical fresca se consideran suficientes para atender las necesidades futuras del mercado. No obstante, para que el crecimiento potencial se haga realidad en los mercados, la producción debe estar mejor organizada a fin de mejorar la calidad y garantizar la competitividad y eficiencia. Además, se necesitan sistemas mejores de envasado y distribución para desarrollar y ampliar los mercados de frutas tropicales en zonas donde los consumidores pueden elegir entre una gran variedad de otras frutas.

40. En lo que se refiere a las demás frutas, los cítricos son con gran diferencia los que representan una mayor proporción tanto en la producción como en el comercio. En el período comprendido hasta el año 2005, la producción de cítricos continuará creciendo, aunque a un ritmo más lento que en el pasado. Aunque se prevé una desaceleración del crecimiento de la demanda de fruta, existen oportunidades de ampliar el consumo de los mismos países productores de cítricos, y también en los mercados emergentes; por consiguiente, deberán intensificarse los esfuerzos para ampliar los mercados y promover los beneficios sanitarios y nutricionales del consumo de cítricos. Aunque las disponibilidades de exportación de algunas variedades de fruta podrían superar la demanda de importaciones a medio plazo, lo que indica que los precios podrían sufrir cierta presión a la baja, los precios de las tangerinas podrían continuar siendo remunerativos, mientras que los de los limones se mantendrán en general favorables, especialmente en lo que se refiere a los limones amarillos y las limas "fuera de temporada".

Bebidas tropicales

41. Según las previsiones, si se mantienen los precios de referencia de 1993-95, la producción mundial de té será aproximadamente un 3 por ciento superior a la demanda en el año 2005. La producción mundial crecerá casi un 3,0 por ciento anual y alcanzará los 2,7 millones de toneladas, mientras que el consumo ascenderá a un ritmo medio anual del 2,7 por ciento, hasta alcanzar los 2,6 millones de toneladas. Los países en desarrollo concentrarán la mayor parte del crecimiento del consumo mundial, y llegarán a representar el 73 por ciento del total mundial. Las proyecciones indican también un desequilibrio en el comercio internacional. El excedente exportable de 66 000 toneladas (5 por ciento del total de las exportaciones) ejercería una presión a la baja sobre los precios. El aumento de las importaciones de los países en transición, en particular de la Federación de Rusia, había estado en la base del fortalecimiento de los precios desde finales de 1995. No obstante, existen indicios de que las actuales crisis económicas de la Federación de Rusia y el debilitamiento de las economías en otros países de la CEI pueden influir negativamente en la demanda mundial de té hasta el año 2005. Diversas medidas, como el actual programa de promoción genérica y los intentos de aplicar una norma de calidad mínima para el té de exportación, pueden aliviar hasta cierto punto la presión sobre la oferta en el mercado mundial del té, pero quizá haya que introducir ajustes en los niveles de producción.

42. Según las proyecciones, en el año 2005 la demanda y la oferta mundial de café estarán casi en relación de equilibrio. No obstante, el resultado final dependerá en gran parte de los esfuerzos realizados por los países productores para racionalizar el aumento de la producción. Según esas mismas proyecciones, la producción anual de café crecerá a un ritmo medio anual del 2,1 por ciento, mientras que la demanda aumentaría un 1,9 por ciento al año hasta alcanzar los 6,8 millones de toneladas. Las disponibilidades para la exportación y las necesidades de importación se situarán en torno a los 5,2 millones de toneladas en el año 2005. América Latina y el Caribe será la principal región productora, y sólo el Brasil producirá 1,7 millones de toneladas, es decir, el 25 por ciento del total mundial. Otros grandes productores serán Colombia y México y, en Asia, Indonesia, la India y Viet Nam. Uganda continuará siendo el mayor productor de África. El consumo seguirá estando concentrado en los países desarrollados, que representarán el 67 por ciento del total de la demanda mundial en el año 2005.

Materias primas agrícolas

43. Además del aumento de los ingresos y del crecimiento demográfico, principales factores que han impulsado el constante aumento del consumo y comercio mundial del algodón en los últimos decenios, el mercado mundial de productos textiles recibirá también un impulso gracias a las reformas de las políticas que rigen el comercio de dichos productos, en particular la eliminación gradual del Acuerdo Multifibras (AMF). No obstante, los beneficios conseguidos por el sector del algodón como consecuencia de este impulso estarán limitados por la competencia de las fibras artificiales, así como por el constante aumento de los costos de producción, que se agravará probablemente debido a la desaceleración del aumento de los rendimientos.

44. En consecuencia, se prevé que el consumo mundial de algodón crecerá un 1 por ciento anual, sólo la mitad de la tasa de crecimiento del consumo agregado de fibras, y en el año 2005 alcanzará un total de 21,8 millones de toneladas. El comercio mundial del algodón continuará aumentando menos del uno por ciento anual, situándose en 6,6 millones de toneladas en el año 2005.

45. Por el contrario, el futuro de las distintas fibras naturales industriales es más bien divergente pero por lo general menos prometedor. La producción y consumo mundial de yute, kenaf y fibras afines se mantendrá en torno a su volumen actual de 3 millones de toneladas anuales, y las perspectivas de aumento de la producción se verán limitadas ya que otros cultivos más remuneradores competirán por la utilización de la tierra, mientras que las perspectivas de mercado se verán también condicionadas por la competencia de los productos sintéticos y otras formas alternativas de envase. Las exportaciones de fibra de yute se mantendrán bastante estables, mientras que las de las manufacturas se reducirán. El sisal y el henequén, grupo que representa la mayor parte del valor de la producción y comercio de fibras duras, ha conocido una situación de debilitamiento de la demanda durante varios decenios, y se prevé que la producción se reduzca a unas 250 000 toneladas en el año 2005. El mercado tradicional, de bramante agrícola, se ha visto fuertemente erosionado por la utilización de fibras sintéticas y por la adopción de técnicas que no utilizan bramante. También el mercado del bonote se está contrayendo en los países importadores tradicionales, pero se está encontrando nuevos mercados en la India, principal país productor, y es probable que en él la producción continúe aumentando. Anualmente se producen unas 85 000 toneladas de abacá, que tienen un mercado activo gracias a la fuerte demanda de varias aplicaciones especializadas en las grandes economías industriales, y parece probable que la producción y el comercio continúen su expansión. Aunque la diversificación de todas estas fibras para nuevos usos pueda compensar en parte las pérdidas en los usos tradicionales, su influencia será pequeña en lo que respecta al volumen.

46. La producción mundial de cueros y pieles de vacuno continuará aumentando menos del uno por ciento anual, ya que el crecimiento de los países en desarrollo se ve contrarrestado por la disminución que se observa en los países desarrollados. La producción mundial de pieles de ovino y caprino crecerá con mayor rapidez que la producción de cueros y pieles de vacuno debido a la mayor productividad y mejor aprovechamiento de los productos pecuarios en las regiones en desarrollo. La demanda mundial de artículos de cuero crecerá probablemente, impulsada por el aumento de los ingresos, aunque a corto plazo se verá perjudicada por las dificultades económicas que están atravesando muchos países. Las exportaciones netas de cueros y pieles de vacuno, cuero y productos de cuero (en equivalente en bruto) continuarán creciendo, sobre todo las de los países en desarrollo, hacia donde continuarán transfiriéndose las actividades de curtido y manufactura de productos de cuero que todavía se realizan en países desarrollados.

D. ESCENARIOS ALTERNATIVOS

Pérdidas de cosechas de cereales

47. El escenario de referencia supone unas condiciones atmosféricas normales. No obstante, podrían producirse grandes fluctuaciones de la producción debido a los caprichos del clima. Además, las inclemencias climáticas podrían provocar simultáneamente situaciones de escasez de la producción en una gran variedad de cultivos, así como en más de una región geográfica. Para evaluar las consecuencias de las fluctuaciones del suministro en los mercados de cereales, se consideraron varios escenarios para el año 2005, aunque aquí se hace sólo referencia al que presupone una pérdida generalizada de las cosechas de todos los cereales. Conviene destacar que los supuestos en que se basan los análisis siguientes no son predicciones de lo que va a ocurrir sino que ilustran las consecuencias generales de posibles situaciones de escasez de la producción. Todas las simulaciones se han llevado a cabo en el marco del Modelo Alimentario Mundial de la FAO.

48. Este escenario simula el efecto de una escasez simultánea de todos los cereales por un total de 38,4 millones de toneladas, es decir, aproximadamente el 1,8 por ciento de la proyección de referencia sobre la producción mundial de cereales. Ello representa una reducción del 7 por ciento en determinados países, entre ellos los principales exportadores de trigo, cereales secundarios o arroz. Aunque hay sólo una pequeña probabilidad de que se registren malas cosechas en una zona geográfica tan extensa, conviene señalar que se producen de hecho situaciones de una magnitud semejante. La producción mundial de cereales disminuyó más del 2 por ciento en siete ocasiones durante los 20 últimos años.

49. Como consecuencia de las malas cosechas, se utilizarían unos 23 millones de toneladas de las reservas de cereales previstas para el año 2005. Con ello se cubriría aproximadamente el 60 por ciento de la pérdida de producción. La reducción de las existencias sumaría unos 8,2 millones de toneladas de trigo, 5,5 millones de toneladas de arroz elaborado y 9,1 millones de toneladas de cereales secundarios. Como la utilización de las existencias no compensaría totalmente la pérdida de producción, los precios de los cereales en los mercados mundiales subirían aproximadamente un 15 por ciento en general, en comparación con el nivel previsto en el escenario de referencia.

50. Los países en desarrollo experimentarían una reducción de sus importaciones netas de cereales de casi 24 millones de toneladas, debido a su dificultad para adquirir suministros adicionales con unos precios mundiales más altos. El total del consumo de cereales en los países en desarrollo disminuiría 27,6 millones de toneladas, es decir, el 2,2 por ciento con respecto a su nivel de referencia previsto. Más del 67 por ciento de la reducción correspondería al consumo de alimentos, mientras que en los países de ingreso alto más del 80 por ciento de la reducción del consumo se produciría en la utilización de cereales para piensos.

Menor crecimiento de los ingresos

51. Los resultados de las proyecciones examinadas en las secciones precedentes se basaban en los supuestos dominantes hasta mediados de 1998, fecha de elaboración de los datos, sobre las condiciones demográficas y macroeconómicas que se registrarían durante el próximo decenio. Como la población tiende a aumentar gradualmente, no es probable que el crecimiento efectivo a medio plazo se aleje notablemente del nivel previsto. En cambio, el crecimiento de los ingresos es menos previsible y más incierto.

52. De acuerdo con las últimas previsiones económicas del Banco Mundial (septiembre de 1998), el PIB real mundial crecerá un 2,9 por ciento anual durante el período 1995-2005, frente al 3,3 por ciento anual de su anterior evaluación. Estas revisiones a la baja de los pronósticos sobre el crecimiento del PIB son más considerables en el caso de la región de la ASEAN y en la CEI que en los países desarrollados. Además, los efectos de las actuales dificultades económicas en el crecimiento del PIB mundial y regional parecen más graves a corto plazo, lo que permite suponer una recuperación de la situación actual a medio plazo.

53. Para evaluar las repercusiones de la crisis en los mercados alimentarios mundiales, se han utilizado los pronósticos económicos revisados del Banco Mundial para generar un escenario alternativo con un nivel más bajo de ingresos, que se ha comparado con las proyecciones de referencia. Este análisis se ha limitado a los productos incluidos en el Modelo Alimentario Mundial.

54. En lo que se refiere al conjunto mundial, el menor crecimiento de los ingresos daría lugar a una reducción general de la producción, la demanda y los precios de todos los alimentos básicos. En particular, la demanda mundial de cereales disminuiría aproximadamente 11 millones de toneladas, sobre todo de trigo y arroz, y la producción mundial de cereales disminuiría casi en la misma proporción, es decir, el 0,5 por ciento de la producción prevista en el escenario de referencia. Las necesidades de importación neta de cereales de los países en desarrollo descenderían también, situándose en 134 millones de toneladas frente a los 138 millones previstos en la hipótesis de referencia. En lo que se refiere a la mayor parte de los demás alimentos, la demanda sería mucho más baja. Por ejemplo, la demanda de grasas y aceite bajaría un 1,8 por ciento, es decir, 2,2 millones de toneladas, con respecto al escenario de referencia. La demanda de carne descendería también un 0,9 por ciento, es decir, unos 2,5 millones de toneladas, y la de mantequilla un 1,9 por ciento. Los efectos de este menor crecimiento de los ingresos en la demanda total de los países desarrollados serían moderados debido a la falta de elasticidad de la demanda de muchos productos. La caída más llamativa sería la de proteínas de harinas oleaginosas (-1,4 por ciento con respecto a las cifras de referencia).

55. Los precios mundiales de los alimentos básicos serían en general más bajos que los previstos en el escenario de referencia, y la reducción oscilaría entre el 2 y el 5 por ciento, con la única excepción de las harinas oleaginosas. Por lo tanto, los precios mundiales en el año 2005 serían sólo marginalmente superiores a los de 1993-95 en el caso de los cereales, grasas y aceites y carne, y se mantendrían prácticamente sin cambios en el de los productos lácteos.

56. Se invita a los delegados a que examinen los resultados de las proyecciones y formulen observaciones al respecto.