La Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) establece normas (llamadas NIMF) para el transporte inocuo y seguro de plantas y productos vegetales, con la finalidad de prevenir la extensión internacional de plagas y enfermedades vegetales. El cumplimiento de las obligaciones de la CIPF y las NIMF es esencial para que los países puedan comerciar a escala internacional y para la seguridad alimentaria. Estas normas son importantes ya que permiten proteger a los consumidores, los productores y el medio ambiente de los países de los riesgos que representan las plagas introducidas, y porque ayudan a los exportadores a demostrar que sus productos son inocuos. El Portal Fitosanitario Internacional contiene toda la documentación de relevancia para el programa de trabajo de la CIPF, incluidas las normas aprobadas y propuestas, y supervisa la aplicación de la Convención en los países. La FAO, junto con la Secretaría de la CIPF, ayuda a los países en desarrollo a mejorar la capacidad de sus servicios fitosanitarios para que puedan aplicar las normas acordadas y los procedimientos de la CIPF.

El Convenio de Rotterdam, hospedado conjuntamente por AGP y la División de Productos Químicos del PNUMA, se ocupa del comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos con la finalidad de proteger la salud humana y el medio ambiente. Los plaguicidas representan una categoría principal de los productos químicos peligrosos objeto de comercio. El Convenio también contribuye al uso de dichos productos químicos de manera que respeten el medio ambiente y asegura el intercambio de información sobre sus características mediante el establecimiento de un proceso de toma de decisiones sobre las exportaciones y las importaciones nacionales y la difusión de estas decisiones a las partes.

AGP colabora estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir los riesgos derivados del uso de plaguicidas y, particularmente, en el seno del principal órgano asesor de la Comisión del Codex Alimentarius: la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas, con el objeto de recomendar los niveles máximos de residuos en alimentos y piensos y de proporcionar orientaciones sobre el establecimiento de límites máximos para residuos, y la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre las Especificaciones de Plaguicidas, con el objeto de desarrollar parámetros de calidad de los plaguicidas para fines reglamentarios y comerciales.
AGP participa principalmente en la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas en la revisión de los patrones de utilización de plaguicidas, datos sobre las características químicas y la composición de los plaguicidas, el destino ambiental, el metabolismo en el ganado y los cultivos, los métodos de análisis de los residuos de plaguicidas y los estudios de elaboración. Los expertos de la OMS se ocupan principalmente de la evaluación de los datos toxicológicos asociados.

Las comisiones regionales de lucha contra la langosta de la FAO representan una red de colaboración internacional fundamental para el intercambio de datos sobre los brotes presentes y potenciales entre países vecinos. La facilitación de las comisiones corre a cargo de AGP, específicamente el programa sobre plagas y enfermedades vegetales transfronterizas del Sistema de prevención de emergencia (EMPRES).

La Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CRGAA) y su Grupo de trabajo técnico intergubernamental sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, y la Secretaría del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura son órganos importantes que promueven la conservación y el uso sostenible de los recursos genéticos. La función de AGP consiste en proporcionar sus conocimientos técnicos especializados sobre aspectos de la producción vegetal y prestar apoyo a procesos internacionales, como la supervisión de la aplicación nacional del Plan de acción mundial sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura.

La Comisión Internacional del Arroz, fundada en 1949, cuenta con 62 miembros y su objetivo es promover medidas nacionales, regionales e internacionales en el ámbito de la producción, la conservación, la distribución y el consumo de arroz.

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura es un acuerdo internacional que tiene el objetivo general de apoyar la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria mundial. El Tratado, que entró en vigor en 2004, permite que los gobiernos, los agricultores, los institutos de investigación y las agroindustrias trabajen juntos reuniendo sus recursos genéticos y compartiendo los beneficios derivados de su utilización. La distribución justa de los beneficios que se deriva de la utilización de estos recursos ha sido aplicada por primera vez en el ámbito internacional a través de su Sistema Multilateral y el Acuerdo de transferencia de material normalizado.