Vinculando las convenciones internacionales con la reducción del riesgo de plaguicidas en el campo


Endosulfan, un insecticida organoclorado de amplio espectro de acción y uso, ha sido registrado en la lista del Convenio de Rotterdam sujeto al procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo (abreviadamente PIC en inglés) desde el 2011. También ha sido igualmente registrado por el Convenio de Estocolmo como una sustancia contaminante persistente (abreviadamente POP en inglés) y estipulada para su eliminación global. Esto resultó en la necesidad de identificar alternativas para reemplazar el uso de endosulfan. El secretariado del Convenio de Rotterdam apunta a establecer un nexo entre el conocimiento de FAO y las ONG relevantes dentro de la comunidad de los Convenios, y promover soluciones alternativas sostenibles y ambientalmente sensatas, particularmente el MIP (Manejo Integrado de Plagas). En este contexto un número de actividades se han desarrollado en cooperación con otros grupos de FAO, oficinas sub-regionales, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ONG.   

Estudio global de la experiencia de FAO en MIP como alternativas para el reemplazo de endosulfan
Un estudio global sobre la experiencia de FAO en MIP como alternativas al uso de endosulfan ha sido iniciado. Se hizo un llamado a los funcionarios técnicos de la sede y las oficinas (sub) regionales para la recopilación de la información pertinente. Una investigación adicional y entrevistas fueron realizadas para llenar las lagunas de   información existentes y facilitar una evaluación en profundidad.

  • El estudio enfatiza el principio básico de la intensificación sostenible de la producción agrícola.
  • También introduce el enfoque básico de comunidad de MIP, el cual significa el desarrollo del manejo sostenible por una comunidad de los recursos agrícolas y ecológicos. El propósito es el de cultivar plantas sanas a través de buenas prácticas agronómicas (como puede el uso reducido o no uso de insecticidas; observaciones regulares de campo) y una comprensión profunda de la especificidad local de los agro-ecosistemas (incluyendo las dinámicas poblacionales de insectos y la protección de los enemigos naturales).
  • El estudio también presenta una gama amplia de experiencia técnica de proyectos anteriores o en ejecución de FAO en materia de MIP. También apunta a los cultivos y plagas donde se han hecho algunas exenciones de uso de endosulfan dentro del Convenio de Estocolmo (café, caupí, frijoles, tomates, quimbombó, berenjena, cebolla, patata,  pepino, manzana, mango, maíz, trigo, maní, yute, té, tabaco y mostaza). Los hallazgos técnicos demostraron la efectividad del MIP y que la protección del cultivo es factible sin tener que usar endosulfan.


Análisis de caso real cultivando café sin endosulfan
El uso continuo de endosulfan en las compañías constituye un incumplimiento con los grandes estándares de sostenibilidad, incluyendo Fairtrade, Rainforest Alliance, UTZ Certified y el llamado 4C Código de Conducta, ya que estos estándares requieren la suspensión de uso de las sustancias incluidas en los Convenios, como el de Rotterdam y el de Estocolmo, y esto puede derivar en el retiro de los certificados o licencias de sostenibilidad.

El proyecto de cultivar café sin endosulfan fue iniciado a principios de 2013 y liderado por la Red de Acción en Plaguicidas (PAN en el Reino Unido) con el apoyo del secretariado del Convenio de Rotterdam. Este proyecto incluye las siguientes actividades:

  • Estudios teóricos: información sobre alternativas para el control de la broca del café, las mejores prácticas fueron identificadas
  • Visitas de campo en Colombia, Nicaragua y El Salvador: tecnologías alternativas validadas a través de entrevistas con los agricultores que han dejado de usar exitosamente endosulfan.  
  • Un video fue realizado, que contiene los hallazgos del análisis de este caso, el cual puede ser usado para fines de capacitación y elevar la conciencia sobre el problema en las Escuelas de Campo para Agricultores, y que estará disponible en línea al público, incluyendo  YouTube.


Proyectos para fortalecer la capacidad de los países para vigilar  e informar los incidentes de salud humana relativos al uso de formulaciones severamente peligrosas en Colombia, República Dominicana, El Salvador y Nicaragua
Colombia, la República Dominicana, El Salvador y Nicaragua están implementando proyectos de creación de capacidad para fortalecer la capacidad de vigilancia e información de los problemas causados por formulaciones severamente peligrosas (abreviadamente SHPF en inglés). Desde octubre de 2013, las Autoridades Nacionales Designadas están coordinando la ejecución de los planes nacionales de trabajo para poder implementar el Convenio de Rotterdam, específicamente cubriendo las actividades de creación de capacidad para vigilar e informar de los problemas con los SHPF, y a su vez identificando alternativas para sustituir el uso de endosulfan. Las encuestas de envenenamiento con plaguicidas ya han sido realizadas en tres países, y los informes presentados describen los impactos negativos de algunos plaguicidas sobre la salud humana y el ambiente. Las autoridades nacionales en cada país han identificado un número de plaguicidas que causan severos problemas en la salud bajo condiciones normales de uso. Más información detallada se está recopilando para ampliar la base de las acciones nacionales de carácter regulatorio, y para informar al secretariado del Convenio de Rotterdam sobre tales plaguicidas peligrosos dentro del Artículo 6 del Convenio.    

La asistencia técnica aportada por el Secretariado del Convenio de Rotterdam ha permitido a las autoridades de Nicaragua y El Salvador de establecer un número limitado de Escuelas de Campo para Agricultores a fin de identificar alternativas al uso de endosulfan en el control de la broca del café. Como resultado alentador, el uso de Beauveria bassiana, un patógeno natural de la broca del café, ha sido ensayado y promovido.

Desde febrero de 2013 un amplio número de actividades de creación de capacidades fueron implementadas en los países, donde las audiencias interesadas fueron involucradas en la importación, distribución y uso de plaguicidas, y la vigilancia de sus impactos en la salud. Los resultados de las encuestas indican que los impactos en la salud son muy severos, por lo que se requiere de acción inmediata regulatoria. Varias formulaciones de plaguicidas de alta peligrosidad han sido identificadas, lo que obliga a una revisión y validación de la información.  

Próximos pasos
Las herramientas desarrolladas en el marco de los proyectos anteriormente mencionados serán integrados en el aporte de asistencia técnica a las partes de los Convenios y estarán disponibles para otras actividades de campo de FAO que así lo requieran.  Este es un ejemplo de vinculación de los convenios internaciones relativos a la reducción del riesgo de plaguicidas en campo.

La conciencia se ha elevado en los países que han recibido asistencia técnica limitada. La rápida creciente demanda de asistencia técnica adicional requiere la preparación de propuestas de proyectos para su consideración por los posibles donantes.

 

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