El 30 de agosto de 2021, el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajpaksa, declaró la emergencia económica. La decisión se tomó para frenar el acaparamiento de artículos de primera necesidad y controlar la inflación, ya que el país se enfrenta a una escasez de alimentos y a una fuerte subida de los precios de los productos básicos.

En abril, el presidente Rajapaksa anunció que sólo se permitiría la agricultura ecológica en Sri Lanka, con el objetivo de convertirse en el primer país en hacerlo. El 27 de abril de 2021, el Consejo de Ministros de Sri Lanka prohibió la importación de más de 600 artículos, incluidos los fertilizantes químicos y alimentos como la avena, la leche de soja, los productos lácteos y el zumo de manzana. En su discurso ante la pre-cumbre de la Cumbre del Sistema Alimentario de las Naciones Unidas, celebrada del 26 al 28 de julio de 2021, Rajapaksa citó como motivos de la prohibición los problemas crónicos de salud generalizados y la destrucción ecológica del país a causa de los productos agroquímicos.

Hay dos temporadas de cultivo en el país: yala (de abril-mayo a agosto-septiembre) y maha (de septiembre-octubre a febrero-marzo). La mayoría de los agricultores de Sri Lanka ya han utilizado los fertilizantes químicos proporcionados por el gobierno en la actual temporada de yala. La pérdida de rendimiento, si la hay, tras la cosecha de esta temporada de yala, estará relacionada con la agricultura basada en fertilizantes químicos y no tiene nada que ver con la orgánica, dijo a Down To Earth Suresh Del Mel, miembro del grupo de trabajo presidencial de Sri Lanka sobre agricultura orgánica. La crisis está relacionada con factores económicos que han llevado al agotamiento de las reservas de divisas y a las restricciones a la importación de alimentos. La decisión de Sri Lanka de pasarse a la agricultura ecológica no está detrás de su escasez de alimentos, ya que la mayoría de los agricultores ni siquiera han iniciado el proceso de transición.

Una transición fluida de la agricultura basada en productos químicos a la agricultura orgánica o natural requiere un plan bien pensado, una hoja de ruta y un plan de transición.

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