Doscientos pescadores de Tirúa y Quidico recibieron máquinas de hielo en escamas
Dos máquinas de hielo en escamas permitirán a los pescadores artesanales de las caletas de Tirúa y Quidico, en la región de Bio-Bio, conservar los recursos marinos que extraen, para obtener un mejor precio de venta.

Santiago de Chile, 02 de agosto de 2011 ? Dos máquinas de hielo en escamas permitirán a los pescadores artesanales de las caletas de Tirúa y Quidico, en la región de Bio-Bio, conservar los recursos marinos que extraen, para obtener un mejor precio de venta.
La donación de las máquinas a los sindicatos de pescadores de Tirúa y de Quidico busca restaurar y mejorar las capacidades productivas de los pescadores artesanales afectados por el terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010. ?FAO está orgullosa de poder colaborar fortaleciendo las capacidades de los pescadores artesanales en Tirúa y Quidico, ya que su labor es clave para la seguridad alimentaria de los habitantes del país?, señaló Alan Bojanic, Representante de la FAO en Chile.
Hace años que los pescadores de ambas caletas sufrían la ausencia de un sistema de refrigeración para los recursos marinos, lo que disminuía su capacidad de negociación con los intermediarios, ya que se veían obligados a vender sus productos rápidamente. Tampoco podían comercializar sus productos en mercados cercanos, ni mantener un stock de calidad adecuada para la venta directa a consumidores.
Las máquinas donadas por la FAO a los sindicatos de pescadores de Tirúa y Quidico permiten mantener un promedio de 2 toneladas de pescados durante dos a tres meses. El apoyo a la recuperación de las caletas pesqueras más afectadas del país tras el maremoto fue definido, según el gobierno, a través de la Subsecretaría de Pesca, y en consulta con las organizaciones de pescadores artesanales respecto sus necesidades.
La entrega de las dos máquinas de hielo en Quidico y Tirúa es parte de un proyecto de la FAO de US$ 1 millón provenientes del Fondo Central de Respuesta de Emergencia de las Naciones Unidas (CERF, por sus siglas en inglés) para beneficiar cerca de 6.900 personas de las regiones del Maule, Biobío y la Isla Juan Fernández en la región e Valparaíso, tras el maremoto.
?Las máquinas permitirán mejorar la calidad de la pesca en la región, tener mayor poder de negociación, vender más y un mejor producto?, señaló Segundo Lorenzo Collío, presidente del Sindicato de Pescadores N°2 de Tirúa.
De manera complementaria, FAO movilizó US$ 30,000 provenientes del programa de Ayuda Humanitaria del Fondo FAO-Brasil, a fin de financiar la construcción de las instalaciones necesarias para las máquinas de hielo: una red de energía eléctrica trifásica y red de suministro de agua potable. Dichos fondos también cubrieron los gastos de operación y mantenimiento, además de capacitar a los pescadores para su gestión, operación y mantención.
?Estamos muy agradecidos con la donación de la máquina de hielo. Ahora, podremos vender el pescado a mejor precio, además de no necesitar comprar los mil kilos de hielo diario en Lebu?, dijo Heriberto Arévolo, presidente del Sindicato Nº1 de Quidico.
Vender más y mejor producto
En Tirúa el sector pesquero absorbe la mayor cantidad de mano de obra: el 36 % de su población realiza actividades de pesca extractiva, por lo que las nuevas máquinas de hielo son un apoyo fundamental para la economía y la seguridad alimentaria de sus habitantes. En los próximos meses, se realizará la capacitación y el entrenamiento de los operadores de la máquina y de los encargados de su administración.
?El hielo es para los pescadores como el invento de la rueda para la humanidad. La preservación de recursos naturales depende del frío, por lo tanto, con las máquinas de hielo, los pescadores de Tirúa y Quidico podrán extraer mayor valor agregado a la venta de sus productos?, dijo Ludwig Ziller, Director Zonal de Pesca de la Subsecretaria de Pesca.