La necesidad de capacitación de los dirigentes rurales de Uruguay
Los docentes de la Fundación para las Ciencias Sociales que trabajaron para el Programa de Formación de Líderes Rurales de la FAO, destacan la importancia de reunir a distintas organizaciones de todo el país para la capacitación de sus futuros directivos.
El Programa de Formación de Líderes Rurales impartido por la FAO en el marco del proyecto GCP/RLA/173/BRA "Fortalecimiento de espacios de diálogo entre FAO, Gobiernos y Sociedad Civil", culminó su último taller en el departamento de Soriano, habiéndose desarrollado los otros dos en Rocha y Canelones.
Este curso está destinado a jóvenes y adultos de las asociaciones de base rural y su gestión la realiza un Comité Nacional integrado por delegados de la Comisión Nacional de Fomento Rural, la Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay, la Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay, Redes Amigos de la Tierra y la Red de Semillas Criollas y la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
La propuesta procura dar respuesta a los desafíos que han enfrentado los países latinoamericanos vinculados a transformaciones económicas, sociales, culturales, ambientales y políticas que han impactado en el mundo rural, producto de la aplicación de diferentes modelos de desarrollo, lo cual ha afectado directamente a las organizaciones rurales.
El fortalecimiento y formación de las organizaciones de la sociedad civil, en especial las de representación rural, a través de la formación de nuevos liderazgos sumados a la participación ciudadana en el diseño de políticas públicas dirigidas al sector rural, son temas que han aparecido nuevamente en la agenda de discusión de los países y organismos de cooperación internacional, como una tarea pendiente.
Este curso pretende entonces que los líderes y organizaciones campesinas de la región, fortalecidas en su red de alianzas y en sus capacidades para la gestión de territorios rurales y la promoción de la seguridad alimentaria, tengan un papel activo en las políticas públicas de manera más eficaz y propositiva.
En conversación con uno de los docentes, Diego Piñeyro, explicó que el equipo contó con 13 profesores para un total de 32 inscriptos de diferentes lugares del país.
Piñeyro destacó que "dentro de la producción familiar, el problema que siempre se encuentra es la capacitación de los futuros directivos de las sociedades de fomento o de las distintas asociaciones de productores familiares. Este curso trabajó con un grupo especialmente elegido de productores familiares y directivos de asociaciones sobre temas específicos como desarrollo territorial rural, el significado de la producción familiar y la manera de ubicarse en Uruguay, problemas de sucesión y género, temas sobre soberanía alimentaria y el posicionamiento de la agricultura familiar frente al desarrollo de las cadenas de valor en los distintos ámbitos de los módulos de producción".
Temas como la seguridad alimentaria eran poco conocidos, entonces despertaron el interés de los participantes, ya que se trabajó sobre la problemática de la tierra, la concentración y extranjerización. Otros como el de sucesión familiar produjeron gran debate.
Por su parte el coordinador pedagógico, Joaquín Márquez, mencionó las conclusiones que se extrajeron: "se trataron temáticas no habituales ligadas a la problemática de la agricultura familiar, dentro de los que se encuentran los temas de la soberanía de la tierra y la alimentaria, que se trata de la posibilidad de los agricultores familiares de acceder a la tierra para tener un desarrollo de la producción amigable con la salud. En cuanto al módulo de las cadenas de valor, también tuvo cierta novedad".
El otro resultado que se consideró positivo es la "experiencia del trabajo colectivo en los distintos módulos e inter módulos. Porque además de adquirir los conocimientos, hay que ver la manera de llevarlos al área política institucional de las organizaciones y de la política pública".
Piñeyro destaca por su parte la participación del Plan Ceibal que cedió 30 computadoras para que los participantes trabajaran con ellas durante los tres meses que duró el curso. Esto fue propicio para que muchas personas tuvieran contacto por primera vez con las "nuevas tecnologías de la información". El resultado consistió en la elaboración de un boletín de noticias para cada organización, que fue útil para evaluar a los talleristas como para que las instituciones consideraran la adopción de esta herramienta de comunicación.
Ramón Gutiérrez, coordinador operativo de los cursos, hizo hincapié en el papel del comité de gestión nacional, representado por todas las organizaciones, en la conducción del curso. "Si bien la entidad capacitadora tuvo un rol preponderante sobre el contenido, las organizaciones participaron activamente en la definición de todos los cursos, tuvieron un nivel de compromiso alto con la necesidad de formar a sus dirigentes".
Gutiérrez mencionó que las personas destacaron este espacio de encuentro, ya que es difícil lograrlo porque vienen de diferentes sitios del país. "Es muy relevante haber reunido a cuatro organizaciones de alcance nacional y la gente necesita salir de lo cotidiano para poder mirar la realidad en su conjunto. Como también volver a su territorio transformado para incidir aún más en las cosas que le afectan". El coordinador manifestó finalmente la importancia del viaje a Brasil como cierre de los cursos, donde los que asistieron regresaron muy animados, para pensar que existen alternativas en políticas públicas que pueden aplicarse en Uruguay.