Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

Las plagas y enfermedades transfronterizas son aquellas que se caracterizan por su alta capacidad y velocidad de migración desde zonas infectadas/infestadas a zonas libres, diseminándose de este modo rápidamente entre países. Así mismo, las plagas y enfermedades emergentes son aquellas que se encuentran en un proceso de incidencia temprano, por lo que si bien potencialmente es posible incidir en su instalación definitiva en los territorios, a la vez generalmente se desconocen cuáles son las estrategias y metodologías más adecuadas para su prevención y mitigación.

Una de las principales plagas transfronterizas emergentes que ha surgido en los últimos años en América Latina y el Caribe es el HLB. Desde su primer reporte en 2004 en Brasil, a la fecha el HLB se encuentra en 12 países de la región.

Gestión Regional del Huanglongbing (HLB) en América Latina y el Caribe

Plagas y enfermedades transfronterizas emergentes

Las plagas y enfermedades transfronterizas emergentes se constituyen en una seria amenaza para la agricultura en los países de América Latina y el Caribe, ya que debido a las características de este tipo de amenazas, los agricultores y las instituciones ven limitada su capacidad de respuesta y en definitiva están en condiciones de reaccionar cuando el problema ya es de proporciones y la mayor parte del daño es inevitable.

Cabe recalcar que además este tipo de plagas, aunque afecta a todas las escalas y tipos de agricultura, en la mayoría de los casos afecta en mayor medida y compromete los medios de vida de pequeños agricultores familiares para los cuáles el incremento en los costos de producción y/o la introducción de cambios en sus sistemas productivos suele ser más difícil de absorber.

En este contexto, la principal estrategia de gestión de plagas y enfermedades transfronterizas se constituye en la prevención y una vigilancia efectiva. Sin embargo, la prevención requiere de una curva de aprendizaje que muchas veces impide una reacción a tiempo. Por ello surge la oportunidad de enfrentar las plagas y enfermedades transfronterizas emergentes desde una estrategia regional donde se rescaten las experiencias y lecciones aprendidas.

Huanglongbing de los Cítricos (HLB)

Una de las principales plagas transfronterizas emergentes que ha surgido en los últimos años en América Latina y el Caribe es el HLB. Desde su primer reporte en 2004 en el estado brasileño de San Pablo, a la fecha el HLB se encuentra en 12 países de la región.

El HLB es una enfermedad que afecta diversas especies de las plantas del género Citrus, originaria de Asia, siendo actualmente considerada como la enfermedad más devastadora de los cítricos a nivel mundial, debido a los daños que causa, a la dificultad de su diagnóstico y a la velocidad de su dispersión.

El nombre común de la enfermedad es "HLB", "Huanglongbing", "Enverdecimiento de los Cítricos" o "Dragón Amarillo", y "Citrus Greening", en inglés. El agente causal del HLB es una bacteria del género Candidatus Liberibacter, Gram negativa, vascular, limitada al floema y transmitida por insectos vectores. Se conocen actualmente tres especies: Candidatus Liberibacter asiaticusCandidatus Liberibacter africanus" y Candidatus Liberibacter americanus. En la región sólo es posible encontrar la de origen asiático y la de origen americano.

La principal forma de dispersión de la bacteria causante del HLB es a través de dos vectores: Diaphorina citri (Kuwayama) para las especies asiática y americana, y Trioza erytreae (Del Guercio) para la especie africana. Únicamente Diaphorina citri se encuentra presente en la Región.

Por otro lado, el HLB es una enfermedad que afecta a todas las especies comerciales de cítricos y a otras especies de la familia Rutaceae. Afecta severamente a la naranja (Citrus sinensis), mandarina (Citrus reticulata) y cítricos agrios, como lima mexicana (Citrus aurantifolia) y lima persa (Citrus latifolia). Sin embargo, muchas otras especies de cítricos pueden manifestar síntomas en diferentes niveles de expresión.

Factores de diseminación en espacio y tiempo del HLB

Como se aprecia en el esquema, el HLB y su diseminación en espacio y tiempo es resultado de una compleja interacción entre el hospedero (cítrico), el patógeno asociado (bacteria), el vector que lo transmite (Diaphorina citri en el caso de ALC), y el ambiente (principalmente factores climáticos), que incrementan o disminuyen las probabilidades de incidencia de la enfermedad de acuerdo al efecto del clima en la biología e interacciones entre hospederos, vectores y agente causal.

La enfermedad y los costos de su manejo traen consigo pérdidas directas en el rendimiento, volumen y valor de la producción con consecuencias económicas, sociales y ambientales negativas. El impacto económico del HLB está asociado a la importancia de los hospedantes, entre los que se encuentran todas las especies comerciales de cítricos. La muerte económica de la planta se produce paulatinamente después de la infección por el patógeno, debido a defoliación, deformación y caída de los frutos, con la consiguiente reducción del valor comercial de éstos, y culmina con su muerte biológica. Por esta razón y a la falta de métodos eficientes de manejo, se estima que a nivel global la enfermedad ha provocado la pérdida de más de 60 millones de árboles (10 millones sólo en Brasil), provocando en países como Sudáfrica, hasta el 100 % de pérdidas de la cosecha.

Por otro lado, tomando como referencia el caso de Florida en Estados Unidos, el HLB ha ocasionado un incremento en los costos de producción de hasta el 50%. En México, durante el primer año desde que el HLB fue detectado se estima que causó una reducción en el rendimiento de los árboles afectados de hasta un 50 %, estimándose que en un plazo de cinco años, bajo un escenario de alto impacto de la enfermedad, las pérdidas potenciales de las zonas productoras serían de cerca de 3 millones de toneladas, equivalentes al 41 % de la producción total del país.

Estas pérdidas han provocado que en algunos casos, como son los de África y Asia, a que la citricultura sea reubicada para prosperar en lugares no favorables para el desarrollo del vector (África y Asia) y/o al patógeno (África).

El incremento en los costos de producción convierte a los pequeños y medianos productores, quienes son los menos tecnificados y poseen menor capital, en vulnerables a pérdidas económicas y en los más afectados por el HLB.

La reducción y pérdida en la producción de cítricos afecta directamente al empleo, tanto en campo como en la agroindustria, y en empresas relacionadas a la producción, procesamiento y distribución de cítricos.

A todo esto, se suman impactos ambientales asociados principalmente a la eliminación y quema de millones de árboles y al uso intensivo de plaguicidas químicos.

La estrategia regional para la prevención y mitigación del HLB

En este contexto FAO se encuentra colaborando con los países de América Latina y el Caribe en la implementación de una estrategia regional, con el fin de contribuir a la sostenibilidad de la citricultura regional en beneficio de un amplio sector agrícola, en particular de zonas de alta vulnerabilidad. Para ello FAO ha promovido a través de varias iniciativas y proyectos la cooperación entre países de manera de aprovechar al máximo la experiencia de aquellos que ya cuentan con instrumentos y personas capacitadas en la gestión regional del HLB.

Una de las premisas de esta cooperación entre países es que el estatus actual de la enfermedad y el riesgo de la misma, conduce a la necesidad de una estrategia regional para desarrollar una defensa coordinada y vigorosa para el control de esta epifitia, ya que con la operación de programas en forma aislada, existe el riesgo de que se presente una resistencia poco eficaz, con la incertidumbre de que países con recursos limitados para manejar la enfermedad se transformen en reservorios de inóculo, lo que constituiría un riesgo permanente para el manejo del HLB en la región y una amenaza para la sustentabilidad de la citricultura.

La estrategia regional implica la implementación de una serie de medidas y acciones integrales y coordinadas a nivel local, nacional, subregional y regional, orientadas a las siguientes metas:

  • Reducir las fuentes y carga de inóculo de forma eficaz y oportuna.
  • Reducir la población de psílidos infectivos en áreas geográficas ya infectadas.
  • Reducir el riesgo de infestaciones por poblaciones de psílidos externos que migren desde un área geográfica a otra no infestada.

Como paso inicial para alcanzar estas metas se conformó un Comité Regional de Expertos, el cual reúne investigadores, funcionarios y técnicos con amplia experiencia en la Gestión del HLB, tanto desde el punto de vista técnico, como de organización del capital humano a nivel nacional. El Comité cuenta con expertos de Belice, Brasil, Chile, Jamaica y México, con fortalezas en diferentes áreas del conocimiento ligadas a la Gestión del HLB.

Fruto del trabajo del equipo técnico de FAO y del Comité Regional de Expertos se encuentran disponibles para los países de la Región lineamientos técnicos para la operativización de la estrategia a nivel nacional, subregional y regional, los que se mencionan a continuación:

  • Marco Estratégico para la Gestión Regional del HLB en América Latina y el Caribe
  • Plan de Acción Nacional Marco para la Gestión Regional del HLB
  • Protocolos para la Gestión del HLB, incluyendo adaptaciones de protocolos ya desarrollados por instituciones nacionales y subregionales.

Hacia la construcción de una estrategia regional para la gestión de plagas y enfermedades transfronterizas

Desde la experiencia y lecciones aprendidas en la implementación de la gestión regional del HLB, la FAO visualiza la oportunidad de utilizar un enfoque regional en la gestión de otras plagas y enfermedades transfronterizas emergentes, permitiendo una defensa coordinada y vigorosa para el control de estas epifitias.

Componentes de una estrategia de gestión regional de plagas y enfermedades transfronterizas

Al igual que en el caso del HLB, a nivel operativo, la gestión regional de cualquier plaga trasfronteriza emergente implica un importante contingente de actividades e interacciones que tienen lugar a diferentes niveles territoriales de actuación. Tales interacciones deben entenderse como las vías de enlace entre todos los que participan de la gestión regional, pero con énfasis en el sector público, ya que éste es el actor privilegiado para facilitar el flujo de información y acciones que contribuyen a hacer efectivas las ventajas potenciales de una gestión regional.

La gestión regional del HLB y sus diferentes líneas de acción implica la participación de múltiples actores (públicos y privados) que juegan distintos papeles, y que tienen acceso privilegiado a distintos tipos de recursos para el logro de las metas de la gestión regional del HLB. Entre estos actores destacan los Organismos Regionales de Protección Fitosanitaria (ORPF), los Organismos Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) y los agricultores, quienes en definitiva son los principales agentes de vigilancia, prevención y mitigación.

En resumen, una estrategia de gestión regional de plagas y enfermedades transfronterizas debe considerar cuatro componentes interrelacionados entre sí:

  • Sistema dinámico información
  • Normas y estándares armonizados
  • Identificación de medidas actuales para el manejo del HLB
  • Desarrollo de capacidades a nivel institucional

Estos componentes deben ser implementados en tres niveles: nacional, subregional y regional, tal como se observa en la ilustración.

El rol de la FAO en la gestión regional del HLB

El rol de la FAO es el de facilitador del proceso de implementación de una Estrategia de Gestión Regional, como lo ha venido haciendo en el caso del HLB, promoviendo al mismo tiempo la cooperación entre países en base a sus experiencias y lecciones aprendidas.

Para ello, como una herramienta primordial la FAO destaca el rol del Comité Regional de Expertos, ente que ha sido fundamental en el éxito de la gestión regional en el caso del HLB. Los expertos que conforman el Comité Regional son identificados por los mismos países y se constituyen en la base de la cooperación que es en definitiva la que permite la implementación de una estrategia regional. En trabajo conjunto con el Comité Regional de Expertos, la FAO propone lineamientos estratégicos a los países en función de las experiencias ya existentes sobre la gestión de plagas transfronterizas emergentes.

En todos los aspectos mencionados, es importante destacar la necesidad del desarrollo de estrategias para la gestión regional de plagas transfronterizas emergentes en el marco de políticas de desarrollo rural con enfoque territorial, que consideren el conjunto de necesidades de recursos y actividades, más allá del enfoque sectorial tradicional y que estén alineadas con el enfoque de intensificación Sostenible de la Producción Agrícola (ISPA), propuesto por FAO.