La FAO visitó a la Cooperativa Obrera en Argentina: un modelo con más de 100 años que se constituye como "la empresa social de los propios consumidores"

“La Coope” es la segunda cooperativa de consumo más importante de América Latina. Sus supermercados se ubican en más de setenta localidades de seis provincias argentinas y dan empleo digno a más de cinco mil personas. Cuenta con tarjeta propia para facilitar el acceso al crédito a sus asociados, promueve el desarrollo de proveedores regionales Pymes y ofrece capacitaciones. Además, a través de su programa Alimentos Solidarios realiza donaciones a diferentes instituciones que trabajan con sectores vulnerables de la población.
Especialistas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizaron una visita a la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca. El objetivo fue fortalecer la alianza estratégica entre ambas instituciones y destacar el papel fundamental que asumen los supermercados cooperativos y las cooperativas de consumo en el actual contexto global de distribución de alimentos.
La FAO, comprometida con la seguridad alimentaria mundial, busca establecer alianzas con actores clave en el sector agroalimentario para desarrollar soluciones sostenibles que combatan el hambre y la malnutrición. Los supermercados cooperativos han surgido como un modelo exitoso en esta lucha, debido a su enfoque en la comunidad y su apoyo a productores locales de alimentos.
La Cooperativa Obrera, con más de 100 años de historia, se ha convertido en un referente en la región por su gestión cooperativa y compromiso con la comunidad. Su modelo se basa en la propiedad compartida y la toma de decisiones participativas, permitiendo que los consumidores sean también dueños del negocio. Hoy “la Coope”, como es conocida por sus consumidores, cuenta con más de 2 millones de asociados, 146 sucursales en distintas provincias de Argentina y se posiciona como la segunda cooperativa de consumo más grande de América Latina.
La delegación estuvo compuesta por Ignacio Moncayo, consultor coordinador del Área de Cooperativas de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y El Caribe y Elizabeth Kleiman, especialista del Área de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de FAO Argentina. Junto al equipo directivo de la cooperativa recorrieron algunas de las sucursales de sus supermercados, proveedores locales de alimentos e instalaciones de la organización. Destacaron el programa de abastecimiento local de la cooperativa que establece alianzas directas con productores de cercanía para ofrecer productos frescos y de calidad, a precios justos.
Asimismo, se realizó una reunión con el Intendente de Bahía Blanca, Hector Gay y su equipo técnico, con un nutrido diálogo sobre el rol de los gobiernos locales en la promoción de prácticas sostenibles a partir de espacios cooperativos.
Ignacio Moncayo elogió el modelo cooperativo puesto en práctica en Bahía Blanca y lo calificó como ejemplo para la región.
"Supermercados cooperativos como este desempeñan un papel esencial en la promoción de sistemas alimentarios sostenibles, en la mitigación del cambio climático y en generar vínculos de largo plazo con las comunidades y territorios donde se insertan. Su enfoque en las personas y el apoyo a los productores locales son ejemplos claros acerca de cómo la colaboración puede marcar una diferencia en la seguridad alimentaria y en multiplicar los impactos positivos de las cooperativas en nuestros países", destacó el especialista.
Elizabeth Kleiman de FAO Argentina, explicó que la visita a esta cooperativa se produce en el marco de un proyecto regional sobre la agenda alimentaria urbana, que en Argentina es orientado hacia la integración de la cadena del cooperativismo de consumo, junto con el desarrollo de proveedores.
“El proyecto estimula alianzas, procesos asociativos y vinculación comercial de productores locales. El de Cooperativa Obrera es un verdadero modelo de gestión solidaria que se compromete con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que apoya la FAO, porque crea oportunidades e incluye a los productores familiares locales en la elaboración de opciones más saludables, nutritivas y accesibles”, declaró Kleiman.
La especialista del Área de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles destacó que “con su programa Alimentos Solidarios, la cooperativa recupera de las góndolas productos no aptos para comercializar y en condiciones de ser consumidos, para donarlos a instituciones sociales y educativas que sostienen a personas en situaciones vulnerables. Esta acción es realizada por voluntarios, y se vincula con el mandato de la FAO, y con el ODS 2 de Hambre Cero, a través de la gestión de pérdidas y desperdicios de alimentos, generando círculos virtuosos, y el ODS 12 de producción y consumo responsables”.