Fortalecimiento de capacidades

Escuelas de campo de pastores en África Oriental: una adaptación climática innovadora en la práctica

04/09/2017

El pastoreo y el agropastoreo, sistemas de sustento predominantes de los secanos de África Oriental, afrontan nuevos desafíos relacionados, entre otros, con el cambio climático, los cambios en la tenencia de la tierra, los conflictos y las enfermedades emergentes del ganado. Todo ello hace que los pastores necesiten urgentemente complementar sus conocimientos y prácticas  tradicionales. A esa situación responde el enfoque innovador en fortalecimiento de capacidades de las Escuelas de campo para pastores (ECP) que reforzará los conocimientos y las prácticas de las personas así como la formación en colaboración.

Escuelas de campo de pastores: un enfoque innovador en fortalecimiento de capacidades

Basadas en una adaptación del enfoque1 de las Escuelas de campo de agricultores, las ECP equivalen a “escuelas sin muros” en las que se fortalece la capacidad apoyándose en los conocimientos locales existentes. Éstas se orientan en torno a los principios siguientes:

  • Aprender haciendo y basándose en problemas;
  • El ganado y el paisaje deberán ser el principal terreno de aprendizaje;
  • Utilizar herramientas de aprendizaje basadas en procesos de descubrimiento que  estimulan la curiosidad y la innovación;
  • Contar con facilitadores capacitados que orienten el proceso de formación facilitando y no enseñando.

Una escuela de campo de pastores generalmente tiene de 25 a 30 pastores que se reúnen regularmente en un marco campestre orientados por un facilitador capacitado. Éstos comentan sobre la producción ganadera y los ecosistemas de pastizales, centrándose en un tema de estudio y comparando sus efectos con prácticas alternativas. Como consecuencia de las observaciones y análisis realizados directamente en el lugar, los participantes toman decisiones sobre la manera de mejorar sus prácticas. Todas las ECP siguen un proceso de formación activo en el que las acciones principales son: observación, reflexión, discusión en grupo, análisis, toma de decisiones y planificación de la acción.

La función del facilitador es fundamental para el buen funcionamiento de las ECP ya que orientan el proceso y ofrecen una asistencia sistemática para el seguimiento; ello asegura el traslado del  aprendizaje a la práctica.

Al combinar diversas actividades de fortalecimiento de capacidades (como facilitar la compartición de experiencias, exposición/visitas de estudio, aprender haciendo), el enfoque de las ECP constituye un buen ejemplo de cómo diseñar intervenciones de fortalecimiento de capacidades asegurando su sostenibilidad.

La adaptación al cambio climático por medio de las ECP: un éxito en África Oriental

El concepto de las ECP, que se desarrolla en Kenia y Uganda, está siendo adoptado por otros países como Etiopía y Yibuti y por diversos agentes como las ONG y gobiernos. Para afrontar en mejores condiciones de manera colectiva el riesgo de sequía, el enfoque de las ECP ha sido aplicado complementariamente por el enfoque de gestión comunitaria en la Reducción del Riesgo de Desastres (CMDRR, por sus siglas en inglés) y por potentes plataformas de acción colectiva que han surgido en lugares donde se han producido intervenciones como Karamoja, en Uganda y Turkana, en Kenia. 

El proceso del CMDRR cuenta con las comunidades locales al analizar riesgos y peligros, como las sequías, y produce un plan de acción para mitigar los efectos de los riesgos prioritarios. Por ejemplo, la comunidad Amethek de Turkana realizó un análisis de riesgo e identificó a la variabilidad pluviométrica y la deforestación como causas de su inseguridad alimentaria y de la hambruna. El grupo definió señales de alerta del deterioro, incluyendo entre otras la floración de las acacias, la sequía de pozos, la aparición del cometa y cambios en el croar de las ranas.

Los grupos de las ECP utilizaron estas señales de alerta precoz como base para el desarrollo de sus planes de acción y programas de aprendizaje. Seguidamente identificaron soluciones potenciales y nuevas ideas que sometieron a prueba con experimentos comparativos.

Como consecuencia, algunos grupos en el condado de Turkana organizaron planes de pastoreo rotativo para manejar los prados durante períodos de poca lluvia. Otros se concentraron en el acopio de forrajes para el ganado o en la mejora del manejo de sus recursos hídricos como medio alternativo de preparación para una sequía. Algunos grupos de ECP movilizaron a los agricultores para construir presas alrededor de sus campos para limitar las escorrentías y mejorar la producción de secano. Otras comunidades plantaron árboles, utilizaron caballones y aterrazaron para restaurar sitios degradados o recurrieron a la protección de las demarcaciones para reducir la erosión del suelo.

Con estas actividades, los grupos de ECP obtuvieron ingresos considerables de la producción y venta de forrajes o del engorde de animales. Más aun, diversificaron sus fuentes de ingresos y medios de sustento abordando cultivos o la cría de aves de corral como actividades complementarias a la ganadería.
 

Un cambio de mentalidad

Se ha podido observar un cambio de mentalidad en los participantes de las ECP como consecuencia de este proceso de aprendizaje al desplazarse el centro de interés de la supervivencia a una actitud más empresarial.

Las comunidades también han evolucionado hacia una mayor comprensión del proceso de planificación y mitigación de desastres y reconocen que factores sociales como los conflictos o la desigualdad de género pueden exacerbar los efectos de los desastres.
 
A diferencia de la mayoría de los enfoques de extensión que transfieren tecnología de manera descendente o impositiva, las escuelas de campo de pastores han demostrado que, para los pastores, son un enfoque de fortalecimiento de capacidades innovador y habilitador. Mediante la fusión de sus conocimientos tradicionales con información del exterior, los pastores se identifican y adoptan las prácticas y tecnologías más adecuadas para que sus sistemas de vida y sustento se vuelvan más productivos, rentables y resilientes al cambio climático.
 

Más información:

Sobre las escuelas de campo de pastores

Sobre fortalecimiento de capacidades         

Contactos:



1 El enfoque de las Escuelas de campo de agricultores fue desarrollado en 1989 por la FAO en el Sudeste de Asia para ayudar a los pequeños productores arroceros a controlar las plagas del arroz. Basándose en ese demostrado éxito , el enfoque de las ECA se difundió rapidamente a otros países y con mayor alcance  que el mero control de plagas.

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