Fortalecimiento de capacidades

Buenas Practicas

Para acabar con el hambre y conseguir seguridad alimentaria para todos es fundamental el intercambio de conocimientos y la sistematización de las buenas prácticas. La FAO y sus socios, adquieren constantemente un conocimiento considerable por medio de sus experiencias, proyectos y programas. Si las prácticas son analizadas, documentadas y compartidas sistemáticamente, todos los participantes pueden adaptar lo que funciona bien y comprender porqué lo hace. De esa manera, estarán en condiciones de replicar y redimensionar las buenas prácticas identificadas, incorporarlas en las políticas y aplicarlas con eficacia en los programas. Por medio de su participación en este proceso constante de sistematización, la FAO y sus socios fortalecen su capacidad de obtener mejores resultados y consiguen un mayor impacto.

¿Qué es una buena práctica?  Una buena práctica es una experiencia positiva, probada y replicada en contextos diversos y que, por consiguiente,  puede ser recomendada como modelo. Merece ser compartida para que el mayor número de personas pueda adaptarla y adoptarla.

Las buenas prácticas están documentadas en una metodología paso por paso. (Ver la herramienta práctica “Cómo captar e intercambiar buenas prácticas para generar cambios”). Si desea más información, puede consultar el curso a distancia sobre Sistematización de experiencias (en inglés).

La documentación de buenas prácticas ya ha demostrado su utilidad en diversos programas:

 

 

 

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