Diversidad, igualdad e inclusión agroalimentaria

Mujer rural

©Duyệt Trần Văn/Pixabay

02/08/2022

Bajo el lema “I+A: Igualdad y Agricultura en Femenino” el pasado 6 de julio se celebró en el Palacio de Congresos de la ciudad de Zaragoza, España, el VI Foro Nacional Business Agro Mujeres Agroprofesionales (#MujerAGRO), organizado por Siete Agromarketing y eComercio Agrario, en el que se constató aún la brecha que existe entre hombres y mujeres para alcanzar la igualdad real en el sector agroalimentario, la agricultura y la ganadería.

Uno de los asuntos que más se repitieron, y que, por tanto, pone de relieve su importancia para lograr la igualdad real, es la implicación de toda la sociedad, la que integra la actividad agraria. Todos y todas de la mano deben caminar para alcanzar la meta, un sector igualitario en el que el género deje de ser portador de barreras. Es una lucha que no deben liderar solo las mujeres, como repitieron los expertos participantes, sino que los hombres den pasos hacia adelante, eliminando prejuicios que aún quedan en el campo.

En la cuarta mesa redonda, que se desarrolló bajo el paraguas de la ‘Diversidad, Igualdad e Inclusión Agroalimentaria’, se puso de manifiesto, en el marco de la diversidad, lo que aporta la mujer, resaltando el talento y la normalización para trabajar todos juntos por la igualdad.

Intervinieron en este debate María Ángeles Benítez Salas, directora de la Representación de la Comisión Europea en España; Elisabetta Recine, miembro del Comité directivo del Grupo de Alto Nivel de Expertos en Seguridad Alimentaria y Nutrición (GANESAN) de Naciones Unidas; Jorge Jordana Butticaz, patrono director de la Fundación LAFER; y María Sasot Berges, presidenta de Directivas de Aragón.

Elisabetta Recine defendió la diversidad como fórmula para ampliar la comprensión de la realidad, “que es múltiple y multidimensional”. La diversidad de puntos de vista, cultura y género aporta diferentes perspectivas para analizar la realidad, identificar los retos y, sobre todo, encontrar caminos y soluciones. La diversidad amplía las habilidades y competencias, lo que da como resultado algo con mucha más calidad que la simple suma, explicó la profesora Recine.  

"Necesitamos abordar las causas estructurales de la desigualdad de género, incluyendo el acceso restringido de las mujeres a la tierra, los servicios financieros y otros recursos productivos".

Elisabetta Recine_Compromiso colectivoAsimismo, la experta añadió que es necesario  promover un cambio transformador, identificando y creando oportunidades únicas para el cambio de las normas discriminatorias y la desigualdad de poder, lo que requiere un compromiso colectivo para reconocer y respetar el liderazgo de las mujeres y las niñas, para la transformación exitosa de las relaciones desiguales de poder y los sistemas, instituciones y estructuras sociales discriminatorios. 

En relación a las cuotas, consideró que son necesarias para reducir las desigualdades. “Si las desigualdades son resultado de siglos y diferencias de oportunidades, el movimiento de la sociedad no es suficiente en el corto plazo. Una discriminación positiva es una medida necesaria para lograr resultados positivos y lograr oportunidades para las mujeres”.

"Teniendo en cuenta todas las desigualdades, asimetrías de poder y oportunidades en este momento me parece estratégico fortalecer las estrategias de discriminación positiva - acción afirmativa, para que se amplíe, a medio plazo, la presencia de las mujeres en los procesos y puestos de toma de decisiones a todos los niveles y en todas las esferas para garantizar la representación equitativa de las mujeres en los puestos de liderazgo y gestión en los sectores público y privado, así como garantizar la igualdad de género en el acceso a la educación de calidad".

Finalmente, para promocionar a las mujeres en la alta dirección de empresas o de instituciones, Recine indicó una serie de medidas fundamentales:

  • Empoderar a las mujeres y niñas reconociéndolas como titulares de derechos, agentes de cambio y líderes. "Necesitamos potenciar a las mujeres jóvenes como la próxima generación de líderes. Esto significa promover y financiar la formación en liderazgo para las mujeres y las niñas, y garantizar que completan la educación secundaria y apoyar su entrada en la educación terciaria para poder participar en la toma de decisiones a todos los niveles. Asimismo, hay que promover el trabajo decente y otras medidas que incluyan el acceso a los sistemas de protección social", aclaró la experta. 
  • Fomentar sistemas, recursos y procesos educativos transformadores de género para promover la igualdad de género y obtener resultados educativos más equitativos para niñas y niños. 
  • Promover la alfabetización digital de las mujeres y las niñas en la educación, y abordar las normas y estereotipos de género, así como las barreras estructurales y de infraestructura que socavan el acceso de las mujeres y las niñas a las tecnologías digitales. La educación de las mujeres y las niñas es una prioridad de desarrollo estratégica. 
  • Adoptar estrategias específicas para aumentar el acceso de las mujeres al empleo agrícola y no agrícola y a la propiedad en el sector de la agricultura, incluyendo la educación técnica y profesional y la formación y el desarrollo de habilidades, así como un aumento de las inversiones públicas y privadas que tengan en cuenta las necesidades y prioridades específicas de las mujeres. 
  • Apoyar la transición de las mujeres de la economía informal a la y reducir la segregación del mercado laboral.  
  • Reconocer y proteger los salarios y derechos laborales de las mujeres que trabajan en el sector formal y informal.
  • Reforzar las intervenciones políticas transformadoras, abordar la brecha salarial de género y promover el trabajo decente. 
  • Necesitamos acciones que promuevan el arbitrio y la autonomía de las mujeres y las niñas, de forma individual y colectiva, participando de forma activa y significativa en la toma de decisiones para controlar sus propias vidas y reforzar las opciones estratégicas que afectan a sus vidas y medios de vida. Es vital promover su participación y el liderazgo plenos e igualitarios.

Los desafíos pueden ser más pronunciados para las mujeres de las comunidades rurales e indígenas" —destacó en sus conclusiones Recine— debido al acceso inadecuado a los servicios esenciales y de apoyo social y a la falta de oportunidades para estar representadas en las funciones de toma de decisiones".

Elisabetta Recine_Diversidad