©Ricardo Stuckert/PR
En el primer día de su nuevo mandato, el presidente de Brasil, Lula da Silva, restableció el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA), como una herramienta importante para la lucha contra el hambre, una prioridad clara para la nueva administración.
Elisabetta Recine, profesora de la Universidad de Brasilia y actual miembro del Comité directivo del GANESAN, estuvo al frente del organismo hasta su extinción en 2019 y ahora regresa a su presidencia.
La Sra. Recine también es miembro del Comité Directivo de la Alianza Brasileña por una Alimentación Sana y Adecuada, una red de organizaciones de la sociedad civil y académicos para la promoción de políticas de seguridad alimentaria y nutricional, así como miembro del Comité Asesor de la Red Brasileña de Investigación en Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
El CONSEA es un órgano asesor de la presidencia brasileña integrado por representantes del gobierno y de la sociedad civil que, durante sus años de existencia (1993–2019), sirvió como espacio de diálogo y articulación entre diferentes actores y se convirtió en un facilitador clave para la formulación de políticas como la Política y Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, el Programa de Adquisición de Alimentos, el Programa Nacional de Alimentación Escolar y las Directrices Alimentarias de Brasil.
61,3 millones de personas se encontraban en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave en Brasil en 2020 (FAO, SOFI 2022).
En 2014, la noticia de que el país había salido del Mapa del Hambre de la FAO fue noticia nacional. A pesar de ser uno de los mayores productores de alimentos del mundo, Brasil volvió ahora al Mapa del Hambre, ocho años después de reducir en un 82% la población de brasileños considerados desnutridos y ser eliminados de la lista.
