Tradicionalmente, los gobiernos y la comunidad internacional han solido centrarse en el desarrollo urbano y rural como “sectores” y problemas separados, y normalmente desde la perspectiva del progreso sectorial. Desde la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (en particular, el ODS 2, el ODS 10 y el ODS 11), la Nueva Agenda Urbana , el Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición y el Pacto de Milán sobre política alimentaria urbana han marcado un giro significativo y sin precedentes hacia la anulación de la dicotomía entre lo rural y lo urbano y la reestructuración del entorno de políticas con arreglo a un enfoque más holístico de políticas integradas.
Durante su 43.º período de sesiones, celebrado en 2016, el CSA organizó un Foro sobre urbanización, transformación rural e implicaciones para la seguridad alimentaria y la nutrición con el objetivo de lograr una mejor comprensión de las cuestiones en juego y determinar las esferas clave de intervención normativa, así como las posibles funciones del CSA.
Como complemento del Foro, y tras la aprobación de la Nueva Agenda Urbana en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la vivienda y el desarrollo urbano sostenible (Hábitat III), el Comité compiló experiencias y enfoques normativos eficaces centrados primordialmente en los vínculos entre zonas rurales y urbanas y relacionados con la gobernanza, la sostenibilidad, los sistemas alimentarios y la equidad social y económica. En el documento resultante, “Abordar la seguridad alimentaria y la nutrición en el contexto de dinámicas rurales-urbanas cambiantes: experiencias y enfoques normativos eficaces” , se ponen de relieve algunas implicaciones fundamentales en materia de políticas y lagunas en los conocimientos que se debatieron en el 44.º período de sesiones del CSA, en octubre de 2017.
Para estudiar más a fondo las implicaciones en materia de políticas, el CSA organizará dos actos en 2018-2019 en los que se examinarán las consecuencias de la urbanización y la transformación rural, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y la nutrición, para los grupos de ingresos más bajos y para la promoción de la participación y el empleo de los jóvenes y las mujeres en los sistemas alimentarios a lo largo del continuo rural-urbano. Estos actos ayudarán al CSA a determinar la viabilidad de nuevos trabajos en materia de políticas sobre estas cuestiones.