El derecho a la alimentación adecuada se ejerce cuando todo hombre, mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, tiene acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla. 

Entendido como el derecho a alimentarse dignamente, el derecho a una alimentación adecuada es un Derecho Humano internacional al que se han comprometido muchos países, entre ellos Colombia. Así, en las últimas décadas varios países han desarrollado e implementado reformas constitucionales, leyes nacionales, estrategias, políticas y programas que tienen como objetivo el cumplimiento de este. 

En Colombia, aunque ya la constitución contempla la garantía de este derecho para niños, niñas y madres gestantes, la firma del Acuerdo de Paz abre la oportunidad para que el Estado aborde el tema alimentario y nutricional del conjunto de la población desde la perspectiva del derecho humano a la alimentación adecuada (DHAA), a partir del punto número uno “Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral”. 

En este punto se establece el compromiso de implementar acciones que contribuyan a la garantía del DHAA, tomando como elemento central la producción de alimentos, siendo considerada como prioridad para el desarrollo del país y la política de desarrollo agrario integral, y orientada a asegurar progresivamente que todas las personas tengan acceso a una alimentación adecuada, saludable y sostenible. 

De acuerdo con esta orientación Prosperidad Social y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebraron un convenio con el objetivo de fortalecer la participación social en favor del DHAA, y fortaleciendo los procesos de incidencia para que este sea incluido en las diferentes políticas y programas a nivel territorial. 

Así nació la Escuela de Gestión Social para la Acción Colectiva en Defensa del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada, un escenario de participación, diálogo y construcción colectiva, que el pasado 15 de julio cerró su primera cohorte de 2021. 

“La alimentación adecuada no debe ser solo un derecho, sino también un deber de todos” señaló la doctora Brasilia Romero Sinisterra, Directora de Inclusión Productiva de Prosperidad Social, en la apertura del evento. 

Construir conocimiento de manera participativa y con enfoque territorial es muy importante para que entre todos construyamos país, agregó al dar paso a la clausura de los 57 líderes y lideresas campesinos, afrodescendientes e indígenas de Boyacá, Caquetá, Guainía, Guaviare, Meta, Vaupés, Valle del Cauca y Vichada. 

Graduandos que, tras un proceso de encuentros virtuales realizados entre el 3 de febrero y el 24 de junio de 2021, construyeron una ruta de incidencia para la acción colectiva en defensa del DHAA, trabajo de grado. 

Dicha hoja de ruta fue presentada en la clausura de la Escuela. Una ruta clara en la que identificaron cuáles son las dificultades que encuentran en su departamento para la garantía del DHAA y, frente a estas, qué acciones y con qué aliados las pueden desarrollar. 

Como resultado de esta construcción, a la fecha los ocho departamentos cuentan con un plan de trabajo que se ha venido conversando con instituciones de carácter municipal y departamental para su inclusión en los planes y programas locales. 

Este ha sido un proceso intersectorial que, en paralelo a la gestión de la Escuela, el equipo del convenio ha desarrollado en cada uno de los departamentos mencionados. Mesas intersectoriales, con participación de sociedad civil, instituciones y academia, han sido el escenario de acuerdos que, como en el caso de Caquetá, hoy dan sus primeros frutos. 

El primer ‘Capitulo Indígena’ será incluido en el Plan Departamental para la Garantía Progresiva del Derecho Humano a la Alimentación en Caquetá. Institucionalidad, el convenio FAO – Prosperidad Social y 16 autoridades indígenas del departamento, concertaron la ruta y metodología para poder materializar la construcción del documento que tendrá duración del 2023 al 2033. 

La Escuela de Gestión Social, es un proceso que tuvo inicio en 2019 y que ha puesto en marcha las recomendaciones del Comité Mundial de Seguridad Alimentaria como, en relación con: i) su importancia en la reconstrucción del tejido social, ii) el enfoque de soberanía y autonomía alimentarias, iii) la asignación de recursos para la política pública DHA, y, iv) la integración de experiencias y conocimientos, explicó Michela Espinosa, Especialista senior del área de Alimentación y Lucha contra la Malnutrición de FAO Colombia. 

Se espera dar continuidad a la réplica de esta Escuela a lo largo y ancho del país, buscando también que los graduandos de cada cohorte amplíen los conocimientos compartidos y su participación en el proceso con sus comunidades e instituciones locales.
 

Contacto de prensa:
Ana Milena Reyes Arias
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia