Planes Integrales de Desarrollo Agropecuario y Rural con Enfoque Territorial (PIDARET), herramientas de planificación para el desarrollo rural sostenible, con proyección a 20 años. Construidos de manera participativa con y para los territorios, a partir de la identificación de sus necesidades y oportunidades.

Hoy, todos los departamentos del país tienen una hoja de ruta para el desarrollo del campo a 20 años, hecha a la medida de cada territorio porque fue construida con la participación activa de los actores locales. Son los Planes de Desarrollo Agropecuario y Rural con Enfoque Territorial (PIDARET), liderados por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), con la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

Según la ADR, los PIDARET “son un instrumento de gestión para el desarrollo agropecuario y rural de los territorios del país, mediante el cual se determinan objetivos, metas, prioridades y estrategias del departamento y sus subregiones para los próximos 20 años, como producto del trabajo consensuado con los actores en el territorio”. 

A la fecha, la alianza ADR – FAO ha diseñado los PIDARET de todos los departamentos más el municipio de Buenaventura, con la participación de más de 7.000 líderes y lideresas de las organizaciones sociales, la sociedad civil, la academia, la institucionalidad local, las organizaciones no gubernamentales, los organismos de cooperación internacional y la empresa privada. 

“El PIDARET es uno de los ejercicios de planeación más integrales que existe porque abre espacios amplios de participación de todos los actores locales interesados en el futuro del campo, parte de lo que ya se ha hecho, reconoce la experticia, el conocimiento y el desarrollo departamental y a partir de ese punto diseña conjuntamente una planeación a 20 años con presupuestos, aliados y proyectos que realmente le apuesten a la modernización del área rural”, dijo Alejandra Rubiano, líder del PIDARET en la FAO. 

Efectivamente, el proceso de construcción de los PIDARET comienza con la conformación de la Unidad del Plan integrada por un representante territorial de la ADR, de la FAO y un delegado de la Gobernación que por lo general es el secretario de Agricultura o de Desarrollo Económico.
 

Construir sobre lo construido

La realización de la arquitectura del PIDARET incluye un análisis detallado de los estudios, investigaciones y diagnósticos realizados en cada departamento en los últimos 10 años. Paralela a esta labor se inicia una convocatoria abierta para que se vinculen todos los interesados en participar en la construcción del Plan. 

A partir de ese primer análisis, comienzan a contrastarse los hallazgos con la experiencia local desde las voces de los que viven el día a día en el campo. “Si bien hay algunos elementos comunes con el resto de los departamentos, lo cierto es que al final se vuelve un documento que refleja la historia, la experiencia y las expectativas territoriales”, precisó Alejandra Rubiano. 

El diseño participativo tiene unos momentos que van desde el alistamiento, diagnóstico, prospectiva, planeación estratégica hasta el seguimiento y evaluación.
 

Hablan las voces de sus participantes

En departamentos donde ya se realizó esta planeación, esta se ha convertido en un ejercicio fundamental para imaginar el futuro del campo: “El PIDARET es de gran relevancia ya que se constituye en una herramienta de planificación del sector agropecuario dentro de los próximos 20 años. Esto significa que el departamento va a tener una hoja de ruta orientada a mejorar los procesos de producción, poder articular el tejido social, y los componentes ambientales y económicos que pueden tener un alto impacto en los pobladores del sector agropecuario”, dijo Olga Lucía Duarte González, profesional de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de la Gobernación de Risaralda. El PIDARET de este departamento se terminó de construir en el 2020. 

Desde Vaupés, Gisella Arroyave, líder indígena afirmó: “Este espacio de participación nos ha servido para reconocernos que, aunque somos todos indígenas y estamos en el mismo departamento, nuestras condiciones en la agricultura son diferentes. Nos hemos podido reunir los lideres y las lideresas para identificar cuáles son las problemáticas que nos han afectado en el campo durante muchos años y buscamos soluciones reales que se ajusten al territorio”. 

Por su parte, Fernando Chaparro, de la Fundación Universitaria del Área Andina, quien participó en la construcción del PIDARET de Cundinamarca señaló que “las cadenas de producción del departamento van a ganar en competitividad por utilizar las tecnologías contemporáneas, mejorar las vías de penetración al campo y, obviamente, eso conduce a la generación de empleo. Eso va de la mano de integrar a los campesinos al desarrollo del departamento y a fortalecer la asociatividad. Todo eso le aporta el PIDARET al departamento”. 

Para la líder indígena María Cristina Martínez, de Vaupés hay que trabajar en red: “Es muy importante darles seguimiento a estos trabajos, articular con las instituciones, las fundaciones, las asociaciones de campesinos, los cabildos y demás actores para trabajar de la mano y lograr juntos el mismo propósito de mejorar el campo”. 

Belisario Macías de la Gobernación de Santander describe así el documento: El PIDARET de Santander se constituye en el instrumento de desarrollo agropecuario y rural de nuestro departamento, mediante el cual se determinan objetivos, metas prioridades y estrategias del departamento y sus siete provincias”.
 

El siguiente paso

Una vez construido el PIDARET se socializa con los actores participantes en su elaboración y luego es sometido a las Asambleas Departamentales para transformarlo en una ordenanza, es decir, en una política pública que adopta esta ruta. En algunos casos las gobernaciones incorporan los acuerdos en la estructura de sus planes de desarrollo departamental. 

La meta es que una vez aprobado el PIDARET este trascienda los periodos administrativos y se convierta en la hoja de ruta del futuro del campo.
 

Consulte aquí los Pidarets.

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Nancy Villescas Sánchez
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