FAO en Colombia

La Tierra, donde todas las historias tienen un comienzo

16/04/2025

Pensarnos el Territorio más allá del espacio que habitamos, una invitación de la FAO con ocasión del Día Internacional de la Madre Tierra.

  • El hambre no es por falta de tierra, es por falta de acceso justo a ella. En Colombia el 16,1% de los hogares en 2023 el 26,1% de los hogares en Colombia no logró acceder a las tres comidas básicas al día, mientras que el 4,8% solo logró tener una de estas comidas y en muchas ocasiones ni siquiera una.
  • De acuerdo con cifras del IGAC y el DANE, las grandes fincas de más de 200 hectáreas, que suman el 43,9 % de la tierra en el país, está en manos solo de un 1,6 % de los propietarios.
  • De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el 70% de los alimentos en Colombia son producidos por la agricultura campesina, familiar, étnica y comunitaria. Somos de la Tierra, pero estamos dejando solas a las manos que la cuidan.
  • La Tierra nos da vida, alimento e identidad, pese a ello, en 2024 la deforestación creció un 35% en Colombia, de acuerdo con el último reporte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Instituto de Hidrología, Meteorología, y Estudios Ambientales (IDEAM).
  • El cambio climático no solo sube la temperatura, pone en riesgo nuestra comida y a quienes la producen. Según la FAO, es en los productores agropecuarios de pequeña escala en quienes recae el mayor porcentaje de pérdidas y daños por impactos climáticos: el 80%.

Bogotá, 16 de abril de 2025._ ¿Qué significa la Tierra para las personas? Una misma pregunta con múltiples respuestas. Haciendo uso de la inteligencia artificial, y confirmando estas respuestas con personas de la vida real; para quienes habitan en las ciudades, la Tierra es un recurso vital para la vida en el planeta, que proporciona alimentos, agua y oxígeno.

¿Pero para quienes viven en el campo?

  • Para los pueblos indígenas, la tierra es la base de su vida, cultura e identidad, y es la fuente de sus recursos. La consideran su madre y la veneran como tal.
  • Para las comunidades negras, la tierra es un elemento fundamental, ya que les permite desarrollar su cultura, tradiciones y producción.
  • Y para los campesinos, la tierra es fundamental ya que les provee sustento, es parte de su cultura y le da sentido a sus vidas.

Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el significado de la Tierra va más allá de un recurso económico del cual nos beneficiamos como humanidad, es un espacio en el que se desarrolla nuestra vida, recreamos nuestra identidad cultural y a través de ella alcanzamos la garantía de derechos como la alimentación, la vivienda y el trabajo, entre otros.

Con esta percepción, el Día Internacional de la Madre Tierra, conmemorado el 22 de abril desde 1970, cobra un sentido mayor, que crece en un contexto como el colombiano, donde la Tierra vibra en cada territorio en medio de su diversidad y biodiversidad.

De cara al Foro Global de la Tierra, un evento del que Colombia será país anfitrión este año del 13 al 19 de junio, y camino a la II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR) +20, que se realizará en Colombia en febrero de 2026, proponemos abrir la conversación sobre la Tierra y el Territorio en el país.

De la Tierra y el Territorio, un ecosistema del que hacemos parte: #SomosdelaTierra

El campo, donde la tierra nos brinda alimentos, agua, bosques y una amplia biodiversidad, es el hogar de más de 15 millones de colombianos (30,1% de la población, de acuerdo con cifras del DANE para julio de 2024). Sin embargo, ha sido también escenario de conflictos que han ocasionado que al menos 8,6 millones de personas salgan desplazadas de sus territorios, según cifras del registro de la Unidad para las Victimas.

Datos que permiten dimensionar la importancia de abordar estos temas, y que desde la FAO proponemos como conversación con ocasión del Día Internacional de la Tierra con la campaña #SomosdelaTierra 2025, una iniciativa que busca concienciar sobre el derecho a la tierra y el territorio como base de una vida digna. Teniendo en cuenta que el derecho a la tierra y el territorio va más allá del acceso a un terreno, y que este derecho implica decidir sobre su uso, producción y beneficios, así como participar en políticas de ordenamiento territorial y desarrollo, la campaña destaca que la tierra no es solo un recurso económico, sino un espacio vital para la identidad cultural, el trabajo y la garantía de derechos esenciales.

La Tierra nos permite contar con una mejor producción, que retorna a campos y ciudades en forma de alimentos para una mejor nutrición, pero que no hacerlo de forma respetuosa de los ecosistemas y recursos naturales para tener un mejor medioambiente, pondría en riesgo la estabilidad y el futuro de la alimentación; luego es la Tierra una fuente magnífica de recursos, recursos que son administrados por personas, que a través de su labor conectan a la ruralidad con lo urbano con el propósito de brindar una vida mejor para todos y todas.

Veamos con cifras y un ejemplo, cómo estos temas se conectan.

Pedro, un campesino de tradición que vivía desde su infancia en un municipio del sur de Colombia, producía al mes unas 20 toneladas de diversos alimentos que vendía, en asocio con otros productores agropecuarios de su territorio, a la plaza municipal de mercado.

Con parte de las ganancias, Elena, su esposa y administradora de la asociación, junta a otras mujeres de su comunidad abrieron un comedor para que los niños y niñas fueran a degustar recetas tradicionales de su pueblo indígena, luego de salir de la escuela, evitando así que los índices de malnutrición se elevaran.

Juanita, la mayor de las hijas de esta familia, consciente de la riqueza ambiental de su territorio que comenzaba a verse afectada por prácticas como la minería y la deforestación, decidió unirse con otros jóvenes para armar un grupo salvaguarda y con este abrir una nueva línea de negocio de la asociación ofreciendo a propios y visitantes una ruta de turismo de naturaleza.

Todo iba de maravilla, hasta que en los noventa esta comunidad, que reunía a unas 200 familias (más de mil personas), quedó en medio del conflicto armado. Pedro, una de las víctimas mortales, dejó un vacío enorme pues era quien desde su juventud lideraba las apuestas comerciales de la asociación.

Elena y sus hijos quedaron a la deriva, pues su municipio era lo único que conocían. Ante la imposibilidad de seguir viviendo allí, varias cosas pasaron… Además del desplazamiento masivo que produjo el conflicto, Elena y sus hijos terminaron en las calles de Bogotá, luego de intentar rehacer sus vidas en varios pueblos del Huila, Tolima y Cundinamarca.

Los sueños de Juanita y su grupo juvenil cambiaron radicalmente, ahora ya no había tiempo de estudiar ni soñar, era momento de poner los pies en la tierra y reconocer que si no trabajaban sus madres (mujeres indígenas, ya mayores, que no hablaba español ni habían recibido mayores estudios), ni sus hermanos tendrían que comer.

Lo que sigue en la historia es ya una escena conocida para muchos… Falta de alimentos, de trabajo, de estudio, de garantías para la vida, la salud y el bienestar, hacen parte de las consecuencias de perder no solo el derecho a la tenencia de su tierra, sino además de perder su territorio.

Pero de lo que no se habla a menudo, es sobre el impacto que estas situaciones traen para Colombia. En este caso, por ejemplo, el impacto en el comercio de alimentos en el municipio fue inmediato, no solo porque ya no había quien los produjera, sino además porque ya tampoco había quien los vendiera y menos quien los comprara. Situación que, con el paso de un corto tiempo, fue ampliando su impacto, en el departamento, del que este municipio era productor del 70% de los alimentos que allí se vendían; e incluso hasta Ecuador, a donde exportaban otro 20% de esta producción.

¿Y en lo ambiental? Si, también hubo consecuencias radicales que cambiarían el paisaje y funcionamiento de los ecosistemas. El territorio fue transitando de ser una zona rica en territorios boscosos y fuente de manantiales de agua que irrigaban ríos cercanos, a quedar estar deshabitada y con ríos secos que hoy solo tenían como testigos a enormes rocas.

¡Haz parte de la conversación! #SomosdelaTierra

En el #MesDeLaTierra, te invitamos a compartir lo que representan para ti la tierra y el territorio. Acompáñanos a ampliar la conversación con los numerales #SomosdelaTierra #SomosTerritorio.

Descarga aquí plantillas para que puedas personalizar tu imagen con la campaña: #SomosdelaTierra 2025

 

Etiquétanos en redes sociales:

X (antes Twitter): @FAO_Colombia

Facebook: @faoenespanol

Instagram: @fao

TikTok: @fao

 

Contactos de prensa:

Damaris Castillo Romero, coordinadora Of. Comunicaciones

Ana Reyes Arias, enlace de medios e información

Oficina de Comunicaciones

Representación de la FAO en Colombia