FAO en Costa Rica

Identificar oportunidades para prevenir el desperdicio de alimentos

29/09/2021

 

  • Conversatorio identifica las mejores prácticas para que en el sector agrícola, los servicios de alimentación y en los hogares se reduzca el desperdicio de alimentos y se logre una producción y consumo más sostenible

 

 Hoy se conmemora el Día Internacional para la concienciación de la reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA), con el objetivo de identificar las oportunidades para prevenir el desperdicio de alimentos en el contexto de la pandemia por COVID-19.

“Las acciones de prevención y reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos mediante agregación de valor, innovación, redistribución y concienciación siempre tendrán un lugar de preferencia en la solución de esta problemática, sin dejar de lado que si las PDA se dieron, aún podemos visualizar opciones de recuperación y reciclaje, como veremos en este conversatorio”, comentó Laura Brenes Peralta, coordinadora de la Red Costarricense para la Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos. 

“En el Programa Integral de Mercadeo Agropecuario (PIMA) , con el   Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos  (CENADA), desde el 2019 se desarrolla el programa de aprovechamiento de productos con limitado valor comercial y reducción de los residuos de la comercialización mayorista de la Central más importante del país; gracias a ello, 28 organizaciones se han visto beneficiadas con el aprovechamiento de 84 diferentes productos agropecuarios, para un total de 756 toneladas recolectadas de alimentos que pasaron de ser posible “desecho” a ser 2,4 mil platos de comida. Reconocemos que este tema es un gran reto y nos alegra que nuestros concesionarios se sumen mediante esta gran donación que tiene la claridad de contribuir a la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos”, Gabriela Brenes Mendieta, gerente general del PIMA.

Detrás de las toneladas de alimentos que se pierden hay una serie de procesos y recursos involucrados como el agua, tierra, horas de trabajo y los esfuerzos tecnológicos que igualmente son desperdiciados. Además, prevenir botar alimentos que aún son inocuos y saludables podría significar tener más alimentos disponibles para la población. 

“Reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos debe ser una prioridad fundamental porque no solo tiene efectos en la inseguridad alimentaria, sino que también genera graves consecuencias sociales, económicas y un gran impacto ambiental”, comentó Andrea Padilla, representante asistente de programas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Costa Rica.

Según el último reporte del Panel Internacional de Expertos en Cambio Climático, entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están relacionados a la pérdida y desperdicio de alimentos. 

Por lo tanto, la Red Costarricense para la Disminución de PDA, a través de sus miembros, la Universidad Nacional (UNA) y el International Life Sciences Institute (ILSI) Mesoamérica, organizaron el “V Conversatorio Nacional Cero desperdicios de alimentos: producción y consumo responsable” para visualizar la situación de Costa Rica, y buscar concienciar e identificar buenas prácticas para que en el sector agrícola, en los servicios de alimentación y en los hogares, se reduzca el desperdicio. 

Reducir las pérdidas y el despilfarro de alimentos puede apuntar a mejorar el rendimiento económico, la seguridad alimentaria, la nutrición y la sostenibilidad ambiental.

La Red Costarricense para la Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, cuyo coordinador es el Tecnológico de Costa Rica y su Secretaría Técnica la ejerce la FAO, es una plataforma multisectorial, la cual convoca a cerca de 30 organizaciones del sector público, privado, académico y de ciudadanía organizada. Los miembros de la Red están comprometidos con la problemática, y se reúnen periódicamente para generar estrategias sostenibles sobre la ruta a trazar de cara al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el desperdicio cero de alimentos.