El país avanza en la construcción de un diseño nacional para monitorear la biodiversidad del suelo, con el fin de mejorar la gestión sostenible de los recursos ecosistémicos.

Este proceso cuenta con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Alianza Nacional por los Suelos y las Tierras (ANST) y socios internacionales.

“El suelo es un recurso vivo y limitado. Contar con datos sólidos sobre su biodiversidad es fundamental para tomar decisiones informadas que garanticen la producción de alimentos, la conservación de los ecosistemas y la resiliencia frente al cambio climático”, destacó Natalia Rodríguez Eugenio, especialista de la FAO. 

En un taller que reunió a cerca de 40 representantes del gobierno, academia, sector privado, organizaciones agrícolas y organizaciones no gubernamentales, quienes intercambiaron conocimientos y compartieron herramientas innovadoras para evaluar la biodiversidad de los suelos. Durante la actividad también se identificaron brechas en infraestructura y redes de colaboración, y se reconocieron proyectos y capacidades técnicas que podrían servir de base para el nuevo sistema de monitoreo.

El encuentro fue un paso clave hacia la gestión sostenible de los recursos y fue organizado por la FAO, en colaboración con la Alianza Mundial por el Suelo (GSP) y la Red de Observación de la Biodiversidad del Suelo (SoilBON).

Este esfuerzo forma parte del plan de acción de la Iniciativa Internacional para la Conservación y el Uso Sostenible de la Biodiversidad del Suelo, adoptado en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y del Marco Mundial de la Biodiversidad Kunming-Montreal.

La FAO, a través del Observatorio Global de la Biodiversidad del Suelo (GLOSOB), busca impulsar el desarrollo de sistemas nacionales capaces de monitorear indicadores biológicos del suelo, mismos que son esenciales para mantener la salud de los ecosistemas, la productividad agrícola y la seguridad alimentaria.

El encuentro incluyó presentaciones de personas expertas a nivel nacional e internacional y un panel de discusión sobre el estado actual del monitoreo en Costa Rica (incluyendo los desafíos y oportunidades para su implementación).

El evento hizo un llamado a reforzar la cooperación entre instituciones públicas, sector privado y organizaciones de personas productoras, reafirmando el compromiso de Costa Rica con la gestión sostenible de sus recursos naturales y con las metas globales de conservación establecidas en el Marco Kunming-Montreal.