El Director General de la FAO destaca el potencial de la bioeconomía para promover sistemas agroalimentarios sostenibles
20 de noviembre de 2020, Roma/Berlín – El Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Sr. QU Dongyu, destacó hoy la importancia de la bioeconomía para ayudar a promover sistemas agroalimentarios sostenibles y también para abordar el impacto de la COVID-19.
“Una bioeconomía que promueva las tan esperadas y necesarias bioinnovaciones debería ser fundamental en el marco de una recuperación posterior a la pandemia para reconstruir mejor y en especial para incrementar el valor de la biomasa in situ, aumentando la eficiencia de los procesos de producción y minimizando las pérdidas y el desperdicio de alimentos", dijo el Director General.
En su intervención en la Cumbre Mundial sobre Bioeconomía de 2020, que se celebró de forma virtual, subrayó que la innovación es fundamental para aprovechar el potencial de la bioeconomía, incluyendo las inversiones en biotecnología y los productos digitales y la elaboración de políticas nuevas y propicias. Mencionó cinco aspectos importantes en los que debe centrarse la comunidad internacional:
i) la colaboración internacional entre los gobiernos y los investigadores públicos y privados;
ii) los parámetros y datos exhaustivos para los sistemas de seguimiento;
iii) la vinculación con los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente, como el Acuerdo de París sobre el cambio climático;
iv) el fortalecimiento de la capacidad del capital humano en la interfaz científico-normativa;
v) la promoción de programas de investigación, desarrollo e innovación para fomentar la colaboración mundial.
El Director General también pidió a la comunidad internacional reformular la producción y el consumo de alimentos, así como los aspectos pertinentes de la cadena de valor de los alimentos.
“Tenemos que centrar nuestra atención en un consumo de alimentos basado en datos objetivos científicos y en cómo producir alimentos. Considerar las repercusiones medioambientales y cambiar los modos y métodos de producción, contribuyendo al desarrollo sostenible. La eficiencia alimentaria debe revisarse en términos de repercusiones ambientales, no sólo en relación con la ingesta de nutrientes”, añadió.
“Aquí es donde entran en juego, como formas de transformar y racionalizar nuestros sistemas alimentarios, la digitalización y otras soluciones modernas como el comercio electrónico. La forma de reutilizar los residuos alimentarios en la alimentación, los piensos, los fertilizantes y el combustible debería diseñarse de forma global”, añadió.
El Sr. Qu destacó que la FAO estaba fomentando los conceptos de la bioeconomía mediante el apoyo a la cooperación Sur-Sur y triangular en materia de investigación, desarrollo e innovación, al tiempo que creaba nuevas asociaciones multigubernamentales a través del Grupo de Trabajo Internacional para una Bioeconomía Sostenible, liderado por la FAO, que reúne a representantes de más de 20 países.
Asimismo, subrayó que la FAO había creado una Oficina de Innovación; que había establecido una Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente, que coordinaba los esfuerzos de la FAO en pro de una bioeconomía sostenible; y que recientemente había nombrado a su primer Científico Jefe. Señaló que la emblemática Iniciativa Mano de la mano de la FAO, que pone en contacto a los donantes con los países que tienen las tasas más altas de pobreza y hambre, era otro medio para compartir la ciencia y la tecnología más recientes.
“La FAO está generando conocimientos y productos innovadores, y esto se está haciendo profundizando en las asociaciones, no sólo con los gobiernos, sino también con el mundo académico, la sociedad civil y el sector privado” indicó el Sr. Qu.
El Director General elogió además al Gobierno alemán, anfitrión del evento, por su papel e inversión en la bioeconomía.
La Ministra alemana de Alimentación y Agricultura, Julia Kloeckner, aseguró que Alemania estaba trabajando para reducir su dependencia de los combustibles fósiles en un esfuerzo por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030. La Ministra señaló que el Gobierno alemán había invertido este año mil millones de euros en investigación y desarrollo relacionados con la bioeconomía y apoyó con entusiasmo el Grupo de Trabajo Internacional de la FAO para una Bioeconomía Sostenible.
La Cumbre Mundial de Bioeconomía es una conferencia internacional bienal de alto nivel que convoca a los representantes gubernamentales, del mundo científico y la innovación, las empresas y la sociedad civil a centrarse en el desarrollo futuro de una bioeconomía sostenible. La Cumbre fue establecida por el Consejo de Bioeconomía del Gobierno Federal de Alemania en 2015 y vincula estrechamente la política de bioeconomía con los programas mundiales de desarrollo sostenible y sobre el clima.