En el Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, el Director General de la FAO alude a desbloquear la inversión del sector privado mediante la reducción de riesgos y la creación de entornos propicios
©FAO/Eduardo Soteras
Addis Abeba – “Al adentrarnos en este debate sobre la transformación de los sistemas agroalimentarios, es fundamental tener presente la situación mundial para entender con claridad la necesidad imperiosa de estrechar la colaboración, la necesidad de armonizar nuestras medidas relativas a las inversiones y la necesidad de que rindamos cuentas”, señaló hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en sus palabras de apertura de la sesión plenaria titulada “Transforming Food Systems Together” (Transformar juntos los sistemas alimentarios) del Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
El acto, que tuvo lugar el último día de la cumbre y estuvo dirigido conjuntamente por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), se centró en la necesidad de adoptar medidas coordinadas a escala nacional y mundial, contar con una gobernanza inclusiva y apoyarse en la colaboración para lograr sistemas agroalimentarios más sostenibles, equitativos y resilientes.
Ante la limitación de recursos, los gobiernos lidian a menudo con iniciativas desconectadas que no siempre se ajustan a las prioridades nacionales. Los sistemas agroalimentarios, que suponen el sustento de más de 4 500 millones de personas pero siguen siendo vulnerables a las perturbaciones, deben ocupar un lugar central en las iniciativas mundiales destinadas a erradicar el hambre, reducir la pobreza y hacer frente a la intensificación de los fenómenos climáticos.
Es fundamental abordar el déficit de financiación.
El Director General de la FAO señaló que “no solo se debería obtener financiación a través del sector público y los donantes tradicionales, sino que también es el momento de centrarse en estrechar la colaboración con el sector privado”. La labor para la participación de las empresas llevada a cabo en la Cumbre contribuyó de manera fundamental a forjar esta asociación. El Director General añadió que era imprescindible desbloquear la inversión del sector privado, desde pequeños agronegocios hasta agroindustrias internacionales, y que deberíamos recordar la importancia de los pequeños agricultores como inversores.
En el acto se expusieron las diversas perspectivas de varios oradores, entre ellos, el Excmo. Sr. Roberto Albino Mito, Ministro de Agricultura, Medio Ambiente y Pesca de la República de Mozambique, el Excmo .Sr. Franklyn Derick Wasi, Ministro de Agricultura y Ganadería de las Islas Salomón, y el Sr. Marco Antonio Oviedo Cajas, Viceministro de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura y Ganadería del Ecuador. Los oradores estuvieron acompañados por representantes de instituciones financieras internacionales, el sector privado, la sociedad civil e instituciones académicas para poner de relieve iniciativas transformadoras que demostraban la manera en que las inversiones en sistemas agroalimentarios podían generar rendimientos financieros así como repercusiones sociales y ambientales. El Excmo. Sr. Salah Ahmed Jama, Vice Primer Ministro de la República Federal de Somalia, pronunció las observaciones conclusivas.
En la sesión se trazó un camino a seguir y se abordó el déficit de inversión, al tiempo que se recalcó que los líderes deberían rendir cuentas no solo de la forma en que se movilizan y ajustan los recursos, sino también de su compromiso con la transformación a largo plazo.
Sistemas agroalimentarios más inclusivos en los planos local y nacional
Partiendo de la visión más amplia establecida en la sesión plenaria, la mesa redonda ministerial, codirigida por el Gobierno de Italia y la Unión Africana, se centró en fortalecer la soberanía alimentaria como elemento catalizador de la transformación de los sistemas agroalimentarios, con el respaldo de políticas e inversiones para ampliar soluciones locales.
En la sesión se destacó que las prácticas agrícolas, pesqueras y pastoriles tradicionales estaban en peligro y necesitaban adaptarse a los desafíos ambientales, sociales y económicos. Dado que los riesgos de carácter múltiple, entre ellos, la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, los conflictos geopolíticos y las perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales, seguían amenazando la disponibilidad de alimentos y el acceso a ellos, la ampliación de la producción local y la resiliencia revestía cada vez más importancia.
En sus observaciones, el Director General de la FAO subrayó la necesidad de intensificar la acción en las comunidades rurales e hizo hincapié en iniciativas como la Iniciativa de las aldeas digitales de la FAO, que integra herramientas, tecnologías digitales y finanzas para velar por que los pequeños agricultores también se puedan beneficiar.
La mesa redonda reunió a ministros de Etiopía, Italia, Mozambique, el Senegal, Somalia, Sudáfrica y la República Unida de Tanzanía, junto con representantes de organizaciones internacionales y grupos de productores agrícolas, a fin de intercambiar buenas prácticas que demostrasen que las culturas locales y los conocimientos tradicionales podían impulsar la soberanía alimentaria y la autodeterminación.