FORO INTERNACIONAL DE ASTANA 2025 Mesa redonda de la FAO: La seguridad hídrica como inversión clave para el futuro sostenible de Asia central Discurso de apertura
del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO
29/05/2025
Excelencias,
Señoras y señores,
Estimados colegas:
Me complace darles la bienvenida a la mesa redonda de la FAO sobre la seguridad hídrica como inversión clave para el futuro sostenible de Asia central.
La seguridad hídrica es parte esencial de nuestra aspiración común de unir puntos de vista y configurar un futuro sostenible, fiable, pacífico y próspero.
El año 2025 reviste una importancia especial, ya que se cumple el 80.º aniversario de la FAO: ocho decenios de acción colectiva en favor de la paz, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, y la seguridad hídrica es un requisito previo fundamental para la seguridad alimentaria.
El agua es vida. Supone alimentos. Es energía, dignidad y oportunidad, pero el agua no es un regalo divino. Debemos valorar el agua y utilizarla de manera eficiente, eficaz y sostenible.
Sin seguridad hídrica no hay salud ni desarrollo.
Pero la seguridad hídrica requiere inversiones específicas a gran escala y con un diseño integral, en torno a los ríos y las montañas, porque el agua no tiene fronteras, circula en todo el mundo.
En Asia central, el agua es un recurso compartido: desde un glaciar, una montaña o un río, fluye a través de las fronteras, vinculando naciones, comunidades y civilizaciones.
En esta región árida y semiárida, donde la agricultura es la actividad que más agua consume y los ríos atraviesan las fronteras nacionales, el agua es más que un reto común: es un destino compartido. El agua no solo se destina a la agricultura, sino también a la silvicultura, la ganadería, la acuicultura y muchos otros sectores.
La región se enfrenta a una combinación de fenómenos climáticos extremos, una creciente demanda de agua e infraestructuras cada vez más degradadas.
En Asia central, las inundaciones y las sequías son cada vez más frecuentes y graves —como el año pasado, cuando el Foro tuvo que cancelarse debido a las inundaciones— y cuestan vidas, medios de subsistencia y casi 14 000 millones de USD en daños cada año. Estos datos solo remiten a los daños cuantificables y no cifran los efectos sociales, ambientales y económicos.
Sin seguridad hídrica no hay resiliencia ante las perturbaciones climáticas.
Como se destaca en el informe Europe and Central Asia Regional Overview of Food Security and Nutrition 2024 (Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en Europa y Asia Central 2024), la seguridad hídrica es muy desigual en toda la región.
Muchos países de Asia central —entre ellos Kazajstán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán— se encuentran entre los más afectados, lo que pone en peligro los sistemas agroalimentarios, los medios de vida rurales y la estabilidad económica.
Pero Asia central no es solo una región de riesgos, es una región de oportunidades. Siempre digo que una moneda tiene dos caras: hay que mirar siempre las cosas desde una perspectiva integral y abordar los problemas en su conjunto.
Para aprovechar las posibles oportunidades, debemos:
En primer lugar, reforzar la cooperación regional, porque los ríos no se detienen en las fronteras. Una gobernanza del agua eficaz, equitativa y con visión de futuro debe basarse en la confianza, la transparencia y los beneficios compartidos.
En segundo lugar, la innovación es clave para el éxito. Esto incluye instrumentos digitales como la inteligencia artificial (IA), pero no debemos limitarnos a la IA —término de moda en este momento—, sino que debemos referirnos a la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación, que depende del nivel de infraestructuras de cada país. ¡Todavía nos queda mucho por hacer!
En tercer lugar, debemos invertir sabiamente en el agua, por ejemplo, mediante sistemas de riego resilientes al clima, para abrir las puertas a un futuro más sostenible e inclusivo.
Aquí es donde las instituciones financieras internacionales son fundamentales para diseñar marcos de inversión que armonicen las necesidades locales con la estabilidad regional y las medidas a corto plazo con la sostenibilidad a largo plazo. Aliento encarecidamente a las instituciones financieras internacionales a invertir con sensatez y a no confundir a los políticos. Si se invierte en una presa, es necesario contar con un diseño adecuado que permita utilizarla para el reciclaje, las energías renovables, la acuicultura, el ganado, ¡para una vida mejor!
No se trata solo de construir una presa, que luego supone un problema para otros. Tenemos que trabajar de manera científica.
En la FAO, nos enorgullece apoyar a los países para que alcancen la seguridad hídrica, en especial a través de nuestro Centro de Inversiones, impulsando el progreso hacia el logro de la visión de las cuatro mejoras de la FAO, tal como figuran en el Marco estratégico de la FAO para 2022-2031, aprobado por la totalidad de sus 194 miembros: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.
Estamos convirtiendo esta visión en una realidad concreta a través de ideas de gran repercusión como la Iniciativa Mano de la mano de la FAO, que fomenta las alianzas para acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios y el desarrollo rural inclusivo.
Por eso establecimos el Foro Mundial de la Alimentación durante la pandemia, en 2020. Este año acogeremos la quinta edición, sobre la base del gran éxito de las ediciones anteriores, en especial la celebrada el año pasado, que contó con un número histórico de participantes, tanto presenciales como conectados virtualmente.
A través del Foro de Inversión de la Iniciativa Mano de la mano de la FAO, que se celebra anualmente como parte del Foro Mundial de la Alimentación, ofrecemos una de las iniciativas mundiales más eficaces del sistema de las Naciones Unidas, que vincula a los países con posibles inversores.
Ponemos en contacto a ministros, ministerios y, sobre todo, relacionamos el desarrollo rural conectivo con los inversores necesarios.
Me complace destacar la puesta en marcha del nuevo Programa de asociación entre Kazajstán y la FAO para la gestión sostenible de los recursos hídricos y el riego, que se acordó durante la reunión que celebré el año pasado, en Roma, con el Excmo. Sr. Presidente de Kazajstán.
Ha llegado el momento de pasar a la acción. Necesitamos menos palabras y más hechos.
Estimados colegas y amigos:
Trabajemos juntos invirtiendo no solo en la mejora de las infraestructuras, sino también en reforzar la resiliencia.
No invirtamos solo en tecnología innovadora, sino también en gobernanza eficaz.
Y no solo en políticas propicias, sino también en las personas, en especial en los agricultores en pequeña escala, las mujeres y los jóvenes, que son los custodios del agua sobre el terreno.
No dejemos a nadie atrás mientras construimos un futuro mejor y con mayor seguridad alimentaria e hídrica para todos: para las personas, para el planeta y para la prosperidad y el desarrollo equitativo en las zonas rurales.
Gracias.