SESIÓN SOBRE ECONOMÍA FRATERNAL Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo “Cómo garantizar que la financiación llegue a los más pobres de entre los pobres” Observaciones
del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO
02/04/2025
Señoras y señores,
Estimados y estimadas colegas:
La Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, que se celebrará este año, representa una oportunidad para garantizar que la financiación para el desarrollo llegue a los más pobres —a menudo la población rural, los pequeños agricultores, las mujeres, las comunidades indígenas, los jóvenes y otros grupos vulnerables—, que son quienes están más expuestos al hambre, la malnutrición, la escasez de servicios públicos y la pobreza multidimensional.
Proporcionar financiación adicional para la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales a fin de que sean más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles puede ayudar a prevenir y mitigar las crisis alimentarias y garantizar que la financiación llegue a los más pobres.
En todas las regiones, el 80 % de las personas en situación de pobreza extrema residen en zonas rurales y casi dos tercios trabajan en los sistemas agroalimentarios. La pobreza rural y la inseguridad alimentaria están estrechamente relacionadas. En 2023, alrededor de 733 millones de personas en todo el mundo padecían hambre.
Los principales desafíos que impiden a los agricultores pobres y rurales acceder a la financiación son los siguientes:
En primer lugar, los riesgos elevados y la falta de garantías. Los frecuentes desastres naturales, las fluctuaciones de los precios de los productos básicos y otros factores impredecibles pueden hacer que los ingresos agrícolas sean poco fiables, lo que disuade a las instituciones de crédito de conceder apoyo financiero a estos agricultores.
En segundo lugar, los costos elevados y la baja rentabilidad. Llegar a las comunidades pobres que se encuentran en zonas remotas es muy caro debido a la deficiencia de las redes de infraestructuras, y la distancia entre las zonas rurales y las instituciones financieras dificulta el acceso de los agricultores a los bancos, las instituciones de microfinanciación o los programas de crédito.
En tercer lugar, la baja alfabetización y la falta de competencias. Muchos agricultores rurales no están alfabetizados y adoptan prácticas agrícolas muy básicas y menos eficientes.
La FAO desempeña un papel fundamental a fin de facilitar el acceso de la población rural pobre y los agricultores a servicios financieros formales, en particular mediante la colaboración con las instituciones financieras internacionales con miras a apoyar el establecimiento y el fortalecimiento de formas de financiación a pequeña escala en el ámbito comunitario, como la que se basa en el modelo del Banco Grameen creado por el profesor Mohammad Yunus, galardonado con el Premio Nobel.
De esta manera, los agricultores más pobres pueden acceder a una primera forma de financiación tras haber recibido apoyo a través de intervenciones sociales, tales como programas de transferencia de efectivo y formación profesional.
Para los agricultores pobres que pueden llegar a obtener financiación, la FAO promueve y favorece la adopción de modelos de financiación innovadores, como los planes de seguros de cosechas, la financiación de la agricultura climáticamente inteligente y la financiación digital.
Estos modelos están concebidos para reducir los riesgos de los prestamistas y hacer que la financiación sea más accesible para los pequeños agricultores.
El acceso a financiación va más allá del mero capital: también se trata de crear capacidad y reforzar las instituciones.
Una parte significativa de la labor de la FAO tiene la finalidad de incrementar la alfabetización financiera en las comunidades rurales, educando a los agricultores y empoderándolos con conocimientos sobre los instrumentos y servicios financieros.
La FAO fomenta activamente las asociaciones entre los pequeños agricultores y el sector privado, como los agronegocios, los bancos y otras instituciones financieras.
Al poner en contacto a los agricultores con los compradores, los mercados y los servicios financieros, la FAO contribuye a crear cadenas de valor sostenibles y rentables que mejoran el acceso de los agricultores a la financiación y los mercados.
Señoras y señores,
Estimados y estimadas colegas:
Para lograr una transformación verdaderamente inclusiva de los sistemas agroalimentarios, necesitamos políticas públicas integradas y específicas destinadas a eliminar los obstáculos y la discriminación que impiden a los grupos marginados acceder a la financiación y facilitarles el acceso a los mercados.
Esto implica dirigir los flujos de capital hacia proyectos e iniciativas que tengan en cuenta las necesidades de estos grupos y que no acentúen las desigualdades existentes.
Las mujeres desempeñan un papel esencial en todos los segmentos de los sistemas agroalimentarios
—aproximadamente el 36 % de las trabajadoras de todo el mundo se encuadran en este sector— y satisfacer sus necesidades financieras puede facilitar la financiación de los más pobres.
Sin embargo, a pesar de su papel esencial, las mujeres se ven más afectadas por la pobreza multidimensional que los hombres, y las disparidades de género obedecen a desigualdades estructurales y a normas sociales discriminatorias.
En la actualidad, hay un gran déficit en la cantidad y calidad de la financiación para el desarrollo canalizada a través de proyectos e inversiones que buscan promover activamente la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en los sistemas agroalimentarios de los países en desarrollo.
Es fundamental contar con mecanismos de financiación más amplios, eficientes, equitativos e innovadores en aras de la transformación de los sistemas agroalimentarios a fin de abordar los desafíos mundiales más acuciantes, llegar a los más pobres de entre los pobres y reducir el hambre y la pobreza.
Debemos abordar urgentemente estas necesidades incidiendo en la forma en que la financiación pública, privada e innovadora llega a la población más pobre.
Juntos, podemos construir una arquitectura financiera que no deje a nadie atrás y garantice que cada inversión contribuya a un futuro en el que la seguridad alimentaria, el desarrollo económico, la sostenibilidad ambiental y la equidad social vayan de la mano.
La FAO está resuelta a seguir colaborando estrechamente con todos los asociados en este ambicioso programa con objeto de alcanzar la aspiración de las cuatro mejoras planteadas en el Marco estratégico de la Organización para 2022‑2031: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.
Gracias.