Director General QU Dongyu

COMITÉ DE ALTO NIVEL SOBRE GESTIÓN Observaciones preliminares

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

03/04/2025

Señoras y señores,

estimados colegas: 

Me complace darles la bienvenida a la Sede de la FAO, en Roma. Puede que algunos de ustedes estén aquí por primera vez; tal vez pensaban que estábamos en el campo, pero, como pueden ver, la FAO se ubica en el corazón de Roma. Al otro lado de la calle se encuentra el Circo Massimo y, si suben a la terraza de la octava planta, podrán observar los puntos más importantes de la ciudad de un solo vistazo.

Con muy poco esfuerzo, se puede lograr un gran resultado y este es también el interés del Comité de Alto Nivel sobre Gestión.

Doy la bienvenida a la Presidenta del Comité y a otros colegas, porque el propósito del Comité de Alto Nivel sobre Gestión es fundamental para garantizar la colaboración eficiente, eficaz, coherente y fraternal en todo el sistema de las Naciones Unidas.

Esto no sería posible sin la orientación que resulta de la coordinación y el liderazgo del Comité y las aportaciones de todos nuestros colegas del sistema de las Naciones Unidas, que nos acompañan hoy para participar en un diálogo constructivo que nos ayudará a coordinar aún más nuestra labor.

También es siempre oportuno hacer lo correcto en el momento adecuado.

La FAO se complace en acoger la 49.ª reunión del Comité. Es un gran honor para mí, especialmente desde que llegué a la FAO. Antes de incorporarme a la FAO como Director General, no formaba parte del personal de las Naciones Unidas. Era el Ministro responsable de la supervisión y el apoyo a las Naciones Unidas y del control del presupuesto relacionado con la agricultura en general, no solo en lo que compete a la FAO.

Sinceramente, creo que necesitamos un cambio. De lo contrario, ustedes no podrían seguir como hasta ahora, sin ver qué sucede al otro lado de la calle, a las personas en el campo, a las personas de las comunidades; por supuesto, algunos políticos en las capitales también son muy importantes porque son los que controlan nuestro presupuesto.

Hace mucho tiempo desde que se celebró la última reunión aquí en la FAO, parece como si hubiera sido en la generación anterior, han pasado unos 20 años.

Cuando trabajaba en la presa de las Tres Gargantas, se invirtieron 40 000 millones de dólares de los EE. UU. para una producción de 1 400 millones de kilovatios al día. Esto significa que cada chino se beneficiaba de 1 kilovatio de nuestro proyecto. Se trataba de energía renovable procedente de una planta hidroeléctrica.  Cuando llegué a la FAO en 2019, solo teníamos 14 000 empleados, de los que más de 3 000 estaban incluidos en el Programa de trabajo y presupuesto de la FAO; ahora, en los últimos cinco años, hemos pasado de 14 000 a 16 000. Es un aumento considerable del que no era consciente, de manera que cuando empezamos a preparar la propuesta de presupuesto para el próximo bienio, le pedí a mi colega, la Sra. Beth Crawford, Subdirectora General, y a otros directivos superiores, que siguieran mis indicaciones y redujeran proactivamente la plantilla en un 10 %. Les digo esto porque necesitamos desarrollo, pero a veces también necesitamos un momento para recobrar el aliento, tomar impulso y volver a ponernos en marcha. Cuando empecé en 2019, mi primer año fue el Año de la Eficiencia; el segundo fue el Año de la Eficacia, y el tercero fue el Año de lo Extraordinario, porque fue después de la pandemia y necesitábamos hacer un esfuerzo extraordinario.

Mis colegas han hecho un trabajo excelente en la FAO en todo el mundo, y la contribución voluntaria total ha aumentado casi en un 50 % durante los últimos cinco años. Seguimos estando muy complacidos con nuestros donantes, asociados e inversores. Seguiremos trabajando según lo previsto para mejorar la eficiencia y adecuarnos a nuestros fines; por lo tanto, el cuarto año será el Año de la Excelencia. La excelencia no tiene fin, pero nosotros la consideraremos una versión 1.0.

Y ahora llegamos a mi segundo mandato, que empezó el año pasado y en el que establecimos las “cuatro erres”: recuperación, reforma, reconstrucción y, cuando esté a punto de dejar mi cargo en agosto de 2027, habremos alcanzado el renacimiento, ¡porque estamos en Italia! Cuando hablo de renacimiento, todos entendemos a qué me refiero en realidad.

El 16 de octubre de este año vamos a celebrar el 80.º aniversario de la FAO. Muchas personas saben que es el Día Mundial de la Alimentación, pero desconocen porqué se eligió esa fecha. Fue un profesor húngaro que era el Ministro de Agricultura quien propuso el Día Mundial de la Alimentación, hace unos 44 años. Durante la Segunda Guerra Mundial, la FAO fue establecida por el Presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Roosevelt, entre el 18 de mayo y el 3 de junio de 1943 en Hot Springs, en Virginia occidental. El primer nombre de la Organización fue Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Agricultura y la Alimentación.

Digo esto porque no debemos olvidar la historia. En aquel momento decían que querían libertad de expresión y libertad de religión, pero él añadió la liberación de la privación. Porque la alimentación es un derecho humano fundamental. Eso fue hace 82 años.

Por este motivo, al entrar en la Sede de la FAO, verán ustedes el muro de la Constitución de la FAO, establecida el 3 de junio de 1963.

La FAO tiene su propia Constitución independiente y sus propios Textos fundamentales, porque es el primer organismo de las Naciones Unidas en elegir directamente a su Director General. Desde el primer Director General, siempre se ha seguido el principio de “un país, un voto”. Ello hace que los Directores Generales de la FAO cuenten con el respaldo total de sus Miembros. Por eso, siempre digo que la FAO pertenece a los Miembros y está dirigida y gobernada por ellos.

El Consejo dispone de tres comités: el Comité de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, el Comité del Programa y el Comité de Finanzas, que me hacen llegar sus sugerencias y luego, las remiten al Consejo.

El Consejo toma las decisiones oportunas y me pide que las ponga en marcha. Luego, cada dos años celebramos la Conferencia Ministerial de todos los Miembros aquí en Roma y, entremedias, celebramos las conferencias ministeriales regionales. El año pasado celebramos todas las conferencias ministeriales regionales y a finales de junio de este año tendrá lugar la Conferencia Ministerial en Roma.

Como dije, en la FAO nos ocupamos de los sistemas agroalimentarios mundiales, pero debemos respetar las diferentes regiones, porque los ambientes naturales difieren de una a otra.

Este período de sesiones es un buen recordatorio de nuestra historia común y de la continua pertinencia de nuestro trabajo colectivo.

La FAO siempre debe estar presente sobre el terreno, porque tenemos 196 Miembros y debemos ofrecerles nuestros servicios a todos ellos, a nuestros agricultores y a nuestros consumidores.

Mucha gente cree que la FAO se ocupa de la producción alimentaria. Pero también aborda la nutrición. Por eso hemos introducido el nuevo Marco estratégico de la FAO para 2022-2031, aprobado por la Conferencia Ministerial y fundamentado en las cuatro mejoras: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor. No “mejores medios de vida”. Una vida mejor incluye una mejor calidad de vida en las diferentes etapas de desarrollo. En la infancia, debemos detener la emaciación infantil, y en la vejez debemos mantenernos sanos mediante una alimentación saludable.

El 95 % de la población no consume medicamentos, pero el 100 % consume alimentos a diario, incluso las personas enfermas. Por eso dije que deberíamos ofrecer un servicio a los consumidores; trabajamos para 8 000 millones de personas, no solo agricultores o productores comerciales o el sector privado.

Deseo asimismo aprovechar esta oportunidad para contarles que este año, junto con el Sr. Mattarella, Presidente de Italia, pondremos en marcha el Museo y Red de la Alimentación y la Agricultura, mediante el cual conectaremos todas las aldeas tradicionales, las tecnologías y cultivos alimentarios nuevos y las comunidades Indígenas. Se trata de algo muy especial, ya que, por un lado, promoveremos la innovación y el nuevo modelo operativo y, por otro, también queremos conectar con nuestra alimentación tradicional y la tecnología. Ese es el equilibrio que queremos conseguir.

Espero que sus directores apoyen a este Comité de Alto Nivel sobre Gestión y que ustedes estén bien preparados para llevar a cabo su trabajo. Yo siempre doy mi apoyo a la Administración, porque es la forma más eficaz en función del costo. El sistema de las Naciones Unidas tiene un gran potencial. Al proceder de un país pobre, sé que el dinero, aunque sea un dólar o un yuan, pueden generar un gran cambio.

Por ejemplo, yo empecé cambiando la cafetería de la FAO. Espero que hayan tenido la oportunidad de visitarla. Después de la renovación, los precios de los alimentos se mantuvieron parecidos a los de 2019 con la misma calidad italiana a precios asequibles. El costo es de entre 2,5 y 7,5 euros, aproximadamente. Soy el primer Director General en comer con los miembros del personal, sentándome con ellos. Además, en la Sede tenemos un buen café que es el más económico de todo el sistema de las Naciones Unidas: ¡tan solo 0,99 € por un expreso!

Cuando nos visitan ministros y líderes, suelo invitarlos a tomar un café para promover la FAO, la cultura alimentaria de las Naciones Unidas y también la cultura de la comida italiana. Agradecemos el compromiso a largo plazo del Gobierno de Italia de respaldar estos cambios.

Ahora, lo último que voy a cambiar, después de la cafetería, las salas de reuniones y los espacios públicos, es el jardín y la zona de aparcamiento. Así pues, espero que algunos de ustedes vuelvan en octubre para celebrarlo con nosotros y ver todos los cambios.

Asimismo, estoy orgulloso de mis colegas (directivos superiores, directores y empleados) como el Sr. Rodrigo de Lapuerta, Director de la División de Servicios Logísticos. Se incorporó a la FAO cuando era muy joven y tuvimos la oportunidad de introducir cambios y de hacer que las personas tuvieran esperanza y estuvieran dispuestas a invertir. Por ello le estoy realmente agradecido.

En conclusión, los animo a todos a intentar que su país anfitrión esté interesado en invertir en sus organizaciones.

Voy a parar aquí. Les deseo una feliz estancia, espero que sus deliberaciones sean provechosas y que formulen las recomendaciones y orientaciones necesarias para que podamos mejorar nuestro trabajo conjunto. Necesitamos más solidaridad. Necesitamos más acción. Necesitamos más cambios.

Si no cambiamos, nos cambiarán. Es lo que aprendí del Sr. Deng Xiaoping, el antiguo líder chino: “Si ustedes no cambian, yo les cambiaré.” A lo que yo digo: “me cambiarán”. 

Vivimos en un mundo competitivo. Soy biólogo y sé que la evolución hizo desaparecer a los dinosaurios sin embargo, los pequeños gusanos siguen estando presentes en el planeta. Por lo tanto, debemos adaptarnos, participar en la evolución a largo plazo, ser fuertes e inteligentes y actuar con agilidad ante cualquier tipo de desafío.

Les aseguro que la FAO está en buenas manos. Estoy muy agradecido a todos los colaboradores, desde el primer hermano hasta los pequeños Estados insulares.

Como he dicho en numerosas ocasiones, la carne es siempre carne, ya sea de elefante o de hormiga.

Así que agradecemos todo el apoyo, grande y pequeño. ¡Manos a la obra!

Muchas gracias.