Director General QU Dongyu

JOHANNESBURGO (SUDÁFRICA): PRIMERA REUNIÓN DE MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES DEL G-20 Segunda sesión: Declaración en el debate sobre la situación geopolítica mundial

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

20/02/2025

Excelencias,

Señoras y señores:

Felicito a la presidencia sudafricana del Grupo de los Veinte (G-20) por seguir manteniendo la seguridad alimentaria y la nutrición mundiales en un lugar destacado de su agenda.

Los sistemas agroalimentarios sustentan un derecho humano básico, los recursos naturales, los medios de vida y el desarrollo económico, empleando a más de 1 200 millones de personas y apoyando a más de 3 800 millones en todo el mundo.

En África, casi el 50 % de los trabajadores dependen de este sector, pero la inestabilidad y la falta de oportunidades amenazan su futuro, especialmente en regiones como el Sahel, donde el 65 % de la población es menor de 25 años.

En países como el Chad, Malí, el Níger, Nigeria, la República Democrática del Congo y el Sudán, la degradación de los sistemas agroalimentarios —intensificada por los efectos de las catástrofes naturales y políticas fallidas— ha incrementado las tensiones entre agricultores y pastores que compiten por recursos limitados.

Estas dificultades amenazan nuestra capacidad para garantizar sistemas agroalimentarios estables y corren el riesgo de agravar las desigualdades mundiales.

Muchas de las debilidades de nuestros sistemas agroalimentarios obedecen a un acceso desigual a la innovación, la tecnología, los recursos naturales, los servicios públicos y las dietas saludables.

Hoy en día, 733 millones de personas padecen hambre crónica, lo que representa una de cada 11 personas en el mundo. Pero aquí en África, son una de cada cinco.

Asimismo, 2 300 millones de personas en todo el mundo sufren inseguridad alimentaria, mientras que 2 800 millones carecen de acceso a dietas saludables.

Los conflictos siguen siendo una de las mayores amenazas para la seguridad alimentaria.

La FAO continúa ampliando los esfuerzos de emergencia y rehabilitación para proteger a las comunidades rurales vulnerables.

Más allá de los conflictos, la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos se suman a estos desafíos.

El calentamiento global y las condiciones climáticas extremas perturban la producción alimentos, aumentando los riesgos para los agricultores, afectando los patrones de enfermedades y acelerando la migración, todo lo cual socava nuestros esfuerzos por acabar con el hambre.

En este contexto de riesgos e incertidumbres, el comercio internacional desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial al garantizar que los alimentos se transfieran de manera eficiente de las regiones excedentarias a las deficitarias.

El buen funcionamiento de los mercados estabiliza la disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad de los alimentos, así como su diversidad, en particular para las naciones dependientes de las importaciones que se enfrentan a graves catástrofes naturales y perturbaciones políticas provocadas por el ser humano.

El Sistema de Información sobre los Mercados Agrícolas —una iniciativa del G-20 auspiciada por la FAO desde 2011—, desempeña un papel clave en la mejora de la transparencia de los mercados y la coordinación de las políticas.

La seguridad alimentaria no es solo una cuestión de políticas, sino también de paz, estabilidad y dignidad humana.

Se trata de transformar los sistemas agroalimentarios mundiales para que sean más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles bajo la orientación general de las cuatro mejoras de la FAO: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

Debemos actuar ahora para garantizar el compromiso político y las inversiones necesarias para que todas las personas tengan acceso a alimentos nutritivos y saludables.

Gracias.