FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.3, Junio 2000 - Page 3

Previous PageTable Of ContentsNext Page

SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS

PANORAMA GENERAL

Los riesgos naturales, la sequ�a, los ciclones y las inundaciones registrados desde el principio del a�o han menoscabado gravemente la seguridad alimentaria de millones de habitantes de todo el mundo, provocado muchas muertes humanas y obligado a miles de personas a emigrar. Es m�s, en algunas zonas los problemas naturales se han visto agravados por las guerras y los disturbios civiles, mientras que en otros los problemas econ�micos contin�an afectando a la producci�n y el suministro de alimentos. En el Africa oriental, alrededor de 16 millones de personas, de los cuales m�s de la mitad en Etiop�a, est�n atravesando una grave situaci�n de escasez de alimentos, debido principalmente a la sequ�a. Se supone que debido al retraso de las precipitaciones y a la reciente escalada de la guerra aumentar� ulteriormente el n�mero de las personas necesitadas de asistencia alimentaria tanto en Etiop�a como en Eritrea. En Kenya, unos 3,7 millones de personas necesitan con urgencia asistencia alimentaria, mientras que en Somalia son m�s de 650 000 las personas que padecen una necesidad semejante, pese a alguna mejora registrada en los suministros alimentarios. En Tanzan�a, Uganda y el Sud�n, a pesar de una situaci�n alimentaria en general estable, se necesita asistencia alimentaria para varios cientos de miles de personas afectadas por malas cosechas o conflictos civiles. En el Africa septentrional, con la excepci�n de Egipto, las perspectivas para las cosechas de cereales son en general desfavorables debido a la insuficiencia de las precipitaciones recibidas desde comienzos del a�o. En cambio, en el Africa austral, pese a la situaci�n dif�cil del suministro de alimentos debida a las inundaciones y ciclones registrados en el sur de Mozambique y Madagascar, las perspectivas generales de las cosechas siguen siendo favorables en la subregi�n, con la probabilidad de que la producci�n total supere a la del a�o pasado.

En el Cercano Oriente y Asia, las emergencias alimentarias y humanitarias m�s recientes se deben a una grave sequ�a que devast� los cultivos y el ganado en algunos pa�ses. En el Afganist�n, se pronostica un descenso de la producci�n a casi la mitad de la producci�n menguada del a�o pasado, mientras que millones de personas tienen poco acceso a los alimentos. Se necesita con urgencia ayuda alimentaria ya que es probable que la situaci�n empeore en los meses venideros al ir agot�ndose los pocos medios de subsistencia que quedan. En la Rep�blica Isl�mica del Ir�n, la producci�n agr�cola corre peligro a causa de la sequ�a, aunque es probable que las p�rdidas sean menos graves de lo previsto. En el Pakist�n y la India, algunas zonas quedaron tambi�n asoladas por la sequ�a, que provoc� grandes p�rdidas de ganado y la emigraci�n de miles de personas en busca de agua y alimentos. Mucho depende del comportamiento de las lluvias monz�nicas que deber�an comenzar ahora. En la RPD de Corea persisten las dificultades cr�nicas del suministro de alimentos, aunque van surgiendo signos optimistas a medida que van cobrando impulso las iniciativas concertadas para resolver los problemas econ�micos del pa�s. En Mongolia, la situaci�n alimentaria de los pastores n�madas sigue siendo inestable despu�s de un invierno considerado el peor en treinta a�os. En los pa�ses asi�ticos de la CEI, se pronostica una disminuci�n de la producci�n de cereales de 2000. Es probable que la situaci�n de los suministros alimentarios se mantenga estable en general, aunque sigue habiendo preocupaci�n por las poblaciones vulnerables de Armenia, Azerbaiy�n, Georgia y Tayikist�n, debido a la contracci�n econ�mica y a unos disturbios civiles prolongados. En Tayikist�n la producci�n de alimentos se ha visto afectada, adem�s, por la sequ�a. Contin�a la crisis humanitaria en Chechenia, donde se necesita una asistencia internacional en gran escala, lo mismo que en los Balcanes. Pero en la Provincia de Kosovo est� disminuyendo el n�mero de los beneficiarios gracias al mejoramiento de la situaci�n econ�mica. En los pa�ses sudamericanos y caribe�os, no obstante la sequ�a imperante en algunas partes de M�xico y Jamaica, la producci�n agr�cola deber�a continuar recuper�ndose de los desastres naturales devastadores de 1998.

SITUACION POR REGIONES

Africa

En el Africa oriental, donde hasta ahora han sido escasas las precipitaciones ca�das en la subregi�n durante la campa�a actual, las perspectivas iniciales para las cosechas de 2000 son en general desfavorables, lo que hace pensar en la probabilidad de que la cr�tica escasez de alimentos experimentada actualmente persista hasta bien entrado el a�o 2001. Ya hay en la subregi�n 16 millones de personas que est�n atravesando una grave situaci�n de escasez de alimentos.

En Etiop�a, se prev� una p�rdida casi total de la cosecha "Belg", debida a una sequ�a persistente. Ya hay m�s de 8 millones de personas para las que escasean gravemente los alimentos. El conflicto fronterizo con Eritrea contin�a agravando las dificultades alimentarias. La situaci�n es particularmente grave en las zonas pastorales del este y el sur, en las que se se�alan muertes relacionadas con la inanici�n, particularmente entre los ni�os. En Eritrea, la reanudaci�n de las hostilidades con Etiop�a ha creado una crisis humanitaria que oblig� a unas 750 000 personas a abandonar sus casas y fincas, y muchas de ellas se cruzaron al Sud�n. Hay, adem�s, 211 000 damnificados a causa de la sequ�a en las zonas del litoral del pa�s. En Kenya, la situaci�n del suministro de alimentos es alarmante en los distritos pastorales septentrionales, orientales y nordoccidentales, asolados por varias sequ�as consecutivas. Tambi�n se ha perdido en gran parte la campa�a actual de "lluvias largas", por lo que las perspectivas alimentarias para 2000/01 son malas. En vista del gran n�mero de personas que est�n sufriendo una situaci�n de grave escasez de alimentos, el Gobierno ha lanzado �ltimamente un llamamiento pidiendo asistencia internacional en gran escala. En Somalia, pese a alguna mejora experimentada en la situaci�n del suministro de alimentos en el sur, donde al final de febrero se recolect� una cosecha secundaria Deyr mejor, m�s de 650 000 personas siguen haciendo frente a una grave escasez de alimentos y, adem�s, unas lluvias fuertes han causado inundaciones y algunos da�os en las partes centrales y meridionales del pa�s. En Tanzan�a, a pesar de que la situaci�n del suministro de alimentos se ha estabilizado, se necesita asistencia alimentaria para cerca de 800 000 personas aquejadas de inseguridad alimentaria, principalmente en Dodoma, Mara, Shinyanga, Singida, Tabora, Tanga y sur de Mwanza, que sufrieron una tercera mala cosecha consecutiva. En el Sud�n, pese a la estabilidad de los suministros de alimentos, alrededor de 2,4 millones de personas afectadas por la sequ�a y los prolongados conflictos civiles contin�an dependiendo de la asistencia alimentaria. En Uganda, la situaci�n del suministro de alimentos sigue siendo inestable en los distritos septentrionales de Kotido, Morito, Gulu y Kitgum y en el distrito occidental de Bundibugyo, debido principalmente a los disturbios civiles pero tambi�n a la mala cosecha obtenida en el norte en la �ltima campa�a.

El 6 de junio de 2000, las Naciones Unidas hicieron un llamamiento interinstitucional pidiendo 378 millones de d�lares EE.UU. para prestar asistencia a alrededor de 13,4 millones de personas damnificadas de Etiop�a, Kenya, Eritrea, Somalia y Djibouti.

En el Africa austral, la recolecci�n de las cosechas de cereales est� muy avanzada. Pese al tiempo seco imperante durante el per�odo vegetativo, seguido de un exceso de lluvias, ciclones e inundaciones que causaron da�os graves a la infraestructura y a los cultivos, en general la producci�n de la subregi�n deber�a ser buena. Los pron�sticos m�s recientes indican una producci�n total de cereales superior a la del a�o pasado y a la media, gracias a las condiciones favorables reinantes en las principales zonas productoras de ma�z. Sin embargo, el impacto de las condiciones atmosf�ricas en la producci�n de este a�o var�a seg�n los pa�ses y, dentro de �stos, de una regi�n a otra. En Sud�frica, el principal productor de la subregi�n, las estimaciones provisionales indican una producci�n de ma�z de 9 640 000 toneladas, una tercera parte m�s que el a�o anterior y un volumen superior a la media. Ello se debe a un aumento de la superficie sembrada y de los rendimientos, no obstante los graves da�os causados en algunas provincias por las inundaciones. El excedente exportable de ma�z en la campa�a comercial 2000/01 se estima en 1,5 - 2 millones de toneladas. En Malawi, gracias a las lluvias abundantes recibidas entre febrero y abril se pudo recuperar la cosecha de ma�z, afectada por el tiempo seco registrado en las principales zonas productoras. La producci�n se calcula en 2,3 millones de toneladas, cifra casi igual a la del nivel m�ximo alcanzado el a�o pasado. Se prev�n excedentes exportables por segundo a�o consecutivo. En Zimbabwe, pese a una mejora de las condiciones de crecimiento de los cereales, los crecientes disturbios civiles registrados a partir de abril, unidos a una grave escasez de combustible, han trastornado las operaciones de recolecci�n y la producci�n podr�a resultar escasa. En Mozambique, los graves da�os causados por las inundaciones en las partes meridionales y una ligera disminuci�n de los rendimientos en las principales zonas productoras han redundado en una merma de la producci�n de ma�z con respecto al buen nivel del a�o pasado, a 994 000 toneladas. Mientras en las zonas septentrionales hay excedentes de ma�z, en las provincias meridionales el suministro de alimentos es extremadamente dif�cil. En Zambia, pese a unas inundaciones localizadas, las precipitaciones abundantes ca�das desde febrero permitieron la recuperaci�n de la principal cosecha de ma�z, estimada en 918 000 toneladas, un 7 por ciento m�s que el a�o pasado. En Angola, la producci�n de cereales secundarios disminuy� del 6 por ciento respecto al a�o pasado, a 500 000 toneladas, debido principalmente a la irregularidad de las lluvias recibidas durante el per�odo vegetativo. La persistente inseguridad contin�a provocando desplazamientos de poblaciones en gran escala. El n�mero de PDI ha aumentado a 2,6 millones, de los cuales 1,9 millones necesitan asistencia alimentaria de urgencia. En Swazilandia, el exceso de lluvias y las inundaciones registradas durante la campa�a, as� como la disminuci�n del 10 por ciento de la superficie plantada, determinaron un fuerte descenso de la producci�n de ma�z de este a�o. La cosecha principal de ma�z se calcula en 72 000 toneladas, un 37 por ciento menos que en 1999. En cambio, en Namibia, las lluvias abundantes ca�das durante la campa�a beneficiaron a los cultivos de ma�z y mijo. Los pron�sticos m�s recientes indican que la producci�n de cereales secundarios duplicar� con holgura el nivel medio del a�o pasado. En Lesotho, la producci�n de ma�z se pronostica en 116 000 toneladas, 7 por ciento menos de la cosecha casi normal del a�o pasado. El tiempo seco imperante al comienzo de la campa�a, seguido de unas lluvias excesivas ca�das desde febrero, perjudic� a los rendimientos. En Botswana, los pron�sticos m�s recientes indican una producci�n de cereales secundarios superior al nivel del a�o pasado; el aumento de la producci�n de sorgo compens� con creces la merma de la producci�n de ma�z afectada por las grandes inundaciones registradas en las provincias orientales y meridionales.

En el Africa septentrional, las perspectivas para las cosechas de cereales de 2000 que se est�n recolec-tando ahora son en general desfavorables, excepto en Egipto. Como consecuencia de las precipitaciones insuficientes ca�das desde mediados de enero, la producci�n total de cereales para la subregi�n se pronos-tica en alrededor de 22,9 millones de toneladas, 14 por ciento menos que el a�o pasado. La producci�n de trigo, situada en 9,2 millones de toneladas, deber�a ser inferior en un 18 por ciento a la de 1999, mientras que la de cereales secundarios se pronostica en 8,1 millones de toneladas, 15 por ciento menos que la pro-ducci�n inferior a la media del a�o anterior. En Argelia y Marruecos, las escasas precipitaciones recibidas desde mediados de enero, unidas a unas temperaturas anormalmente elevadas, provocaron p�rdidas en m�s de la mitad de la superficie plantada con trigo y cebada. Como consecuencia, se prev� una producci�n muy menguada, que incluso podr�a llegar a ser la mitad de la producci�n reducida a causa de la sequ�a del a�o pasado. En T�nez, pese a una plantaci�n de nivel medio, las precipitaciones inferiores a lo normal y mal distribuidas en marzo y abril afectaron gravemente a los rendimientos del trigo y la cebada. En cambio, en Egipto, gracias a unas condiciones de crecimiento satisfactorias, la producci�n de trigo se calcula oficialmente en 6,6 millones de toneladas, frente a la buena cosecha de 6,3 millones del a�o pasado.

En el Africa occidental, la estaci�n de las lluvias comenz� en el Sahel a finales de abril y mayo en el sur de Burkina Faso, el Chad, Guinea Bissau y Mal�, el extremo sudoeste del N�ger y el extremo sudeste del Senegal. A principios de junio, predominaron condiciones secas en el resto del Senegal, Cabo Verde, Gambia y Mauritania, conforme al r�gimen meteorol�gico normal del Sahel. En el N�ger, en cambio, las llu-vias se retrasaron algo, pero una vez empezadas han comenzado los preparativos de la tierra y las siem-bras. Tambi�n se ha dado comienzo a la siembra de secano en Mauritania y el N�ger. Los cultivos est�n despuntando satisfactoriamente en el sur de Burkina Faso, el Chad y Mal�, pero se necesitan lluvias mejora-das en las semanas venideras. La disponibilidad de semillas es en general suficiente gracias a las cosechas entre superiores a la media y de nivel m�ximo obtenidas en 1999 en la mayor�a de los pa�ses sahelianos. Con respecto a las plagas, la situaci�n se mantiene tranquila. A mediados de abril aparecieron algunas langostas del desierto en el sudeste de A�r, en el N�ger, y durante mayo en Adrar (Mauritania). Es probable que aparezcan langostas adultas en el sur de Mauritania en n�mero reducido, y que desoven al comenzar las lluvias.

En el sur de Benin, C�te d'Ivoire, Ghana, Nigeria y el Togo, se est� desarrollando satisfactoriamente la cosecha principal de ma�z plantada en marzo. Las escasas lluvias ca�das a principios de marzo se vieron contrarrestadas por las abundantes precipitaciones recibidas al final del mes. En abril/mayo, la siembra del mijo y sorgo coincidi� con el comienzo de las lluvias en el norte. En Liberia, la plantaci�n del arroz est� muy avanzada. En Sierra Leona, las actividades agr�colas y la distribuci�n de semillas y aperos se vieron trastornadas por el recrudecimiento de los disturbios civiles en mayo.

En el Africa central, el ma�z plantado �ltimamente se est� desarrollando en forma satisfactoria en el Camer�n y la Rep�blica Centroafricana. Las perspectivas agr�colas mejoraron en la Rep�blica del Congo despu�s del acuerdo de paz. En cambio, en la Rep�blica Democr�tica del Congo, en la que se est� a punto de recolectar otra mala cosecha de la campa�a B, la agricultura sigue vi�ndose limitada por los disturbios civiles.

Asia

La temporada principal del arroz est� muy avanzada en los pa�ses de la zona ecuatorial, mientras que en muchos otros pa�ses han comenzado o est�n a punto de comenzar los preparativos de la tierra y la siembra, principalmente del arroz y los cereales secundarios, coincidiendo con la llegada de las lluvias monz�nicas. En el Jap�n, Filipinas, la Rep�blica Democr�tica del Congo y la Rep�blica de Corea, la siembra de las cosechas de arroz y ma�z de la temporada principal terminar� en junio, y se recoger�n en octubre/noviembre. Las perspectivas iniciales son satisfactorias, aunque se se�alan condiciones excesivamente secas en la RPD de Corea. En China, se prev� que la siembra de los cultivos tempranos e intermedios de arroz terminar� dentro de poco, mientras que en Tailandia, Camboya, Laos y Viet Nam ha comenzado la siembra de los cultivos de la temporada principal h�meda, que representa la mayor parte de la producci�n total de arroz. En el subcontinente, la plantaci�n del arroz y los cereales secundarios de la temporada principal khariff comenzar� en breve, en coincidencia coincidir con la llegada de las lluvias monz�nicas del sudoeste, que comenzaron a su debido tiempo. Al sur del ecuador, est� casi terminando la recolecci�n de la cosecha principal de arroz, y dentro de poco dar� comienzo la siembra de los cultivos de la segunda temporada, la temporada seca.

Las emergencias alimentarias y humanitarias m�s recientes que se produjeron en la regi�n se deben a una grave sequ�a que ha devastado los cultivos y el ganado en algunos pa�ses, particularmente en el Afganist�n, la Rep�blica Isl�mica del Ir�n, el Pakist�n y la India. En el Afganist�n, una reciente misi�n de evaluaci�n de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA observ� que el pa�s est� al borde de una crisis alimentaria de proporciones, ya que millones de personas tienen poco o ning�n acceso a los alimentos debido a una grave sequ�a y a los continuos problemas econ�micos. La necesidad de importaci�n de cereales en la actual campa�a comercial se calcula en 2,3 millones de toneladas, cifra sin precedente y m�s del doble del volumen del a�o pasado (1,1 millones de toneladas). En la Rep�blica Isl�mica del Ir�n, la producci�n de este a�o se ve nuevamente amenazada por la sequ�a en 18 provincias del pa�s, prin-cipalmente en el sur, el este y el centro. Entre los grupos vulnerables, particularmente de las zonas rurales, la situaci�n del suministro de alimentos es un motivo de preocupaci�n. En el Pakist�n, una grave sequ�a devast� la provincia de Baluchist�n y parte de la provincia de Sindh, provocando una gran escasez de agua y alimentos en las zonas m�s afectadas. Adem�s, varios millones de cabezas de ganado se encuentran en una situaci�n precaria. En la India, algunos estados centrales y occidentales resultaron tambi�n gravemente damnificados por la sequ�a y la consiguiente escasez de agua y piensos. Entre los otros estados afectados figuran Rajast�n, Madhya Pradesh, Andhra Pradesh y Orissa. En Orissa, la sequ�a se a�ade al cicl�n devastador del a�o pasado que caus� la muerte de varios miles de personas y la salinizaci�n de las zonas agr�colas. Como consecuencia, este a�o no hubo cosecha de invierno y una gran parte de la poblaci�n de ese estado contin�a dependiendo de la asistencia alimentaria prestada por el Gobierno.

En otras partes, la situaci�n alimentaria de los pastores de Mongolia sigue siendo inestable despu�s del invierno pasado, considerado el peor en 30 a�os, que caus� la muerte de numerosas cabezas de ganado y destruy� los medios de vida de miles de pastores. El Gobierno ha pedido ayuda alimentaria y humanitaria internacional para la poblaci�n damnificada. Contin�an las dificultades cr�nicas del suministro de alimentos en la Rep�blica Popular Democr�tica de Corea, lo que hace pensar que continuar� dependiendo de la asistencia alimentaria. Hay, sin embargo, signos que permiten nutrir un moderado optimismo gracias al impulso que van cobrando los esfuerzos concertados para resolver los problemas econ�micos del pa�s. La situaci�n del suministro de alimentos contin�a mejorando en Timor Oriental debido a la ayuda alimentaria internacional y a las cosechas mejoradas de ma�z y arroz de este a�o, que se vieron menos afectadas de lo previsto por los disturbios civiles del a�o pasado.

En cuanto a los ocho pa�ses de la CEI situados en la regi�n asi�tica, ahora se est� plantando trigo en Kazajst�n, el mayor productor. A principios de junio, se hab�an plantado 11 de 12 millones de hect�reas. Las langostas representan una amenaza potencial para los cultivos. Se prev� que la producci�n ser� inferior a la de la excelente cosecha del a�o pasado (14 millones de toneladas). En los restantes pa�ses, los infor-mes m�s recientes indican que la superficie total sembrada con cereales de invierno ha disminuido s�lo en Georgia y Armenia, debido en parte a la competencia de las importaciones y al notable aumento de los pre-cios del combustible. Sin embargo, el tiempo caluroso y seco imperante en abril y mayo afect� gravemente a los cultivos de secano en los pa�ses de Asia Central. En Tayikist�n, donde alrededor de la mitad de los cultivos es de secano, las perspectivas son malas debido tambi�n a la persistente escasez de insumos. En Uzbekist�n y Turkmenist�n, la superficie sembrada con cereales de invierno ha aumentado. Las condicio-nes de crecimiento han sido en general satisfactorias hasta ahora para las tierras de regad�o, y, si continua-ra un tiempo normal hasta la terminaci�n de la cosecha, la producci�n del trigo de invierno podr�a continuar aumentando. Se est� terminando de plantar el arroz, los cereales secundarios de primavera y el algod�n.

En general, las perspectivas iniciales indican que en los ocho pa�ses de la CEI clasificados como asi�ticos la producci�n total de cereales y legumbres de 2000 ser� inferior a la de 1999 (24 millones de toneladas). Pese a que los pron�sticos se�alan una disminuci�n de la cosecha de trigo, es probable que la situaci�n del suministro de alimentos se mantenga en general estable, salvo en Tayikist�n, donde es probable que, como efecto de una mala cosecha, la necesidad de importaci�n de trigo exceda de la necesidad habitual de mercado de ese pa�s, y aumente tambi�n la necesidad de ayuda alimentaria en vista del car�cter end�mico de la pobreza. En todos estos pa�ses, las estad�sticas globales no dejan ver las disparidades cada vez mayores de los ingresos de los individuos ni la existencia de personas social y econ�micamente vulnerables que apenas logran sobrevivir. En Armenia, Azerbaiy�n, Georgia y Tayikist�n, pa�ses en los que la fuerte disminuci�n del PIB posterior a la independencia se vio agravada por prolongados disturbios civiles, las poblaciones vulnerables (incluidos los refugiados y las PDI) contin�an necesitando asistencia alimentaria.

En el Cercano Oriente, la persistencia de la sequ�a y de la inseguridad contin�a afectando a la producci�n agropecuaria en muchas partes. En el Iraq, dos a�os consecutivos de sequ�a y de insuficiente disponibilidad de insumos agr�colas esenciales afectaron gravemente a la agricultura, exacerbando una situaci�n alimentaria ya de por s� dif�cil. En Jordania, pese a algunas lluvias beneficiosas ca�das en la campa�a agr�cola de invierno, la insuficiencia general de las precipitaciones afect� a la producci�n en algunas partes. En Turqu�a, las lluvias favorables recibidas �ltimamente y una cubierta de nieve contin�an beneficiando el desarrollo del trigo que se recoger� a partir de junio, modificando radicalmente los efectos que hab�a producido al principio de la campa�a el tiempo seco. Seg�n las previsiones, la cosecha de trigo ser� buena.

 

América Latina

En Am�rica Central y el Caribe, entre las principales actividades agr�colas figuran la plantaci�n, al comenzar la estaci�n de las lluvias en mayo, de los cultivos de cereales y frijoles de la primera temporada de 2000/01. La superficie plantada con ma�z, el cereal principal, en Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Nicaragua deber�a ser de nivel medio, semejante al de 1999/2000. En Honduras, las perspectivas han mejorado desde el pron�stico anterior y se prev� que la plantaci�n de ma�z estar� en torno a la media, lo que representa una recuperaci�n con respecto al a�o pasado. En M�xico, donde varios estados del norte han sido declarados zonas de desastre debido a una sequ�a prolongada, se ha comenzado a plantar la cosecha de primavera/verano sobre todo en los principales estados de la zona centromeridional. La superficie prevista deber�a situarse en torno a la media. En el Caribe, una sequ�a grave y prolongada ha afectado a los cultivos alimentarios en Jamaica, principalmente las hortalizas, ra�ces y tub�rculos. En cambio, en la Rep�blica Dominicana, Cuba y Hait�, el tiempo normal registrado �ltimamente benefici� a los cultivos en desarrollo.

En las partes meridionales de Am�rica del Sur se ha comenzado a plantar la cosecha de trigo de 2000/01 y se est� recogiendo la cosecha de ma�z de 2000. En la mayor�a de los pa�ses se prev� una superficie plantada de nivel medio. En la Argentina, la producci�n de ma�z deber�a ser ligeramente superior a la media, lo que significa una importante recuperaci�n respecto al a�o pasado. En el Brasil, tambi�n se prev� una producci�n entre media y ligeramente superior a la media. En Chile, se espera una recuperaci�n sustancial de la producci�n de ma�z respecto a la cosecha afectada por la sequ�a del a�o pasado. En el Paraguay y el Uruguay, ha vuelto a llover en forma normal pero la cosecha ha sido escasa debido a una grave racha seca que dur� varios meses.

Europa

Las perspectivas para las cosechas de cereales de 2000 son en general favorables en la mayor�a de los pa�ses de la CE. En las partes meridionales las condiciones mejoraron notablemente a finales de abril y principios de mayo gracias a unas buenas precipitaciones. La FAO pronostica ahora la producci�n total de trigo en 105,6 millones de toneladas (1999: 97,6 millones de toneladas) y la de cereales secundarios en 105,7 millones de toneladas (1999: 102,2 millones de toneladas). En otras partes de Europa, las perspectivas para las cosechas de cereales de este a�o han empeorado algo en los pa�ses sudorientales debido a la persistencia de un tiempo seco a lo largo de varias semanas. Los informes m�s recientes indican que en muchas partes los rendimientos ser�n semejantes a los niveles reducidos, a causa de la sequ�a, del a�o pasado. En los pa�ses balc�nicos contin�a prest�ndose asistencia internacional en gran escala a las poblaciones vulnerables. En la Rep�blica Federativa de Yugoslavia (excluida la provincia de Kosovo), alrededor de 1,1 millones de beneficiarios contin�an recibiendo asistencia alimentaria, incluidos los refugiados, las PDI y las personas marginadas econ�mica y socialmente. En la provincia de Kosovo, el n�mero total de los beneficiarios se ha reducido de 900 000 a 600 000, gracias a las mejoras de la situaci�n econ�mica de la provincia y a una disminuci�n de los gastos invernales. En Albania y la ex Rep�blica Yugoslava de Macedonia se sigue prestando asistencia a la poblaci�n vulnerable damnificada por la guerra de Kosovo.

En los cuatro pa�ses de la CEI situados al oeste de los Urales (Belar�s, Moldova, la Federaci�n de Rusia y Ucrania) las perspectivas han empeorado. Las estimaciones m�s recientes indican que la superficie sembrada con cultivos de invierno (principalmente trigo y centeno) para la cosecha de este a�o es mayor que el a�o pasado. Las condiciones invernales han sido en general favorables, con predominio de temperaturas m�s benignas y precipitaciones suficientes en la mayor�a de las zonas. En primavera, sin embargo, el tiempo ha sido muy variado. Unas heladas ca�das a destiempo en mayo, as� como la sequ�a, han causado da�os a los cultivos en algunas partes de Belar�s, Moldova, el sur de Ucrania y Rusia y han retrasado demasiado las plantaciones de cereales y legumbres de primavera en los Urales y las Nuevas Tierras. Como consecuencia, la superficie total sembrada con cereales y legumbres de primavera disminuir�. En otras partes, las siembras de primavera (con excepci�n del ma�z) est�n casi terminando. En vista del empeoramiento de la situaci�n de la cosecha, el pron�stico de la FAO relativo a la cosecha de cereales y legumbres de 2000 se ha rebajado a 67 millones de toneladas, frente a los 60 millones de toneladas de 1999. En Ucrania, la incertidumbre sobre la superficie sembrada en las fincas reorganizadas �ltimamente dificulta el acceso al cr�dito, y el uso cada vez m�s insuficiente de insumos apunta a una producci�n no mucho mayor que la mala cosecha del a�o pasado (27 millones de toneladas). En Belar�s, las continuas dificultades econ�micas y el mal tiempo deber�an limitar los rendimientos. En Moldova, la helada y la sequ�a han mermado el potencial de la cosecha, y se pronostica que la producci�n ser� inferior al bajo nivel de 2,2 millones de toneladas alcanzado en 1999.

La producci�n total de la cosecha de cereales y legumbres de 1999 en los cuatro pa�ses de la CEI que est�n en la regi�n, calculada por la FAO en 93 millones de toneladas, super� s�lo en un 3 por ciento a la mala cosecha de 1998 y fue muy inferior a la media. Como consecuencia, la situaci�n del suministro de cereales y legumbres sigue siendo dif�cil en los cuatro pa�ses, y los precios de los cereales est�n subiendo. Las necesidades del consumo humano se est�n cubriendo con importaciones, pero la disponibilidad de piensos es muy limitada y es probable que la producci�n pecuaria se contraiga ulteriormente en 2000. Las importaciones totales de cereales para estos cuatro pa�ses se estiman actualmente en cerca de 10 millones de toneladas, m�s del doble del a�o pasado, debido a un aumento de las importaciones particularmente de Belar�s y la Federaci�n de Rusia. En la Federaci�n de Rusia, pese a que ahora se estima que las importaciones de cereales aumentar�n de forma pronunciada, de alrededor de 3 millones de toneladas en 1998/99 a cerca de 8 millones de toneladas en 1999/2000, no hay posibilidad de reponer las existencias utilizadas en 1998/99. Si se movilizaran fondos suficientes, las importaciones de cereales de Belar�s podr�an alcanzar los 1 350 000 toneladas, como consecuencia del m�nimo hist�rico alcanzado por la cosecha del a�o pasado (3,6 millones de toneladas). La cosecha de 1999 en Moldova (2,2 millones de toneladas) es casi suficiente para cubrir las necesidades de consumo. Ucrania, a pesar de la muy mala cosecha obtenida en 1999 (estimada en 27 millones de toneladas), seguir� siendo un exportador neto con exportaciones de hasta 3,1 millones de toneladas de cereales, principalmente trigo y cebada.

Las poblaciones de Chechenia y de las rep�blicas vecinas continuar�n necesitando una dosis considerable de asistencia humanitaria para cubrir una amplia gama de necesidades b�sicas en materia alimentos, vivienda, salud, nutrici�n, agua y saneamiento. La salud sigue siendo un problema importante tanto en Chechenia como en Ingushetia, debido a la insuficiencia de los servicios de agua y saneamiento. En Chechenia, las perspectivas alimentarias para este a�o son malas, debido a los da�os causados a la infraestructura, al ganado y a la industria vitivin�cola, y a la muy limitada disponibilidad de fondos e insumos para reanudar la producci�n, as� como a la necesidad de retirar las minas de las tierras cultivables. Las poblaciones repatriadas necesitar�n una cantidad considerable de asistencia humanitaria en los meses venideros.

 

América del Norte

En los Estados Unidos, las perspectivas para la cosecha de trigo de 2000 siguen siendo en general favorables y la producci�n total de trigo (de invierno y primavera) se pronostica oficialmente en 60,9 millones de toneladas, s�lo un 3 por ciento menos que el a�o anterior. La mayor parte de la cosecha de cereales secundarios se plant� al final de mayo, poco antes del calendario previsto, y unas lluvias importantes recibidas �ltimamente mejoraron las condiciones de crecimiento afectadas anteriormente por una sequ�a. En base a los informes sobre las superficies plantadas, y suponiendo precipitaciones suficientes durante el resto de la campa�a, la producci�n total de cereales secundarios de los Estados Unidos se pronostica en 271,3 millones de toneladas, 2,8 por ciento m�s que el a�o anterior. Con respecto al arroz, se prev� para este a�o una disminuci�n de la superficie plantada como efecto de los precios considerablemente bajos de ese producto en la campa�a anterior. La superficie sembrada con trigo deber�a mantenerse pr�cticamente inalterada respecto al a�o anterior, mientras que todo pareciera indicar un aumento de la superficie plantada con cereales secundarios.

Oceanía

En Australia, unas condiciones atmosf�ricas favorables han beneficiado a la plantaci�n de las cosechas de trigo y cereales secundarios de invierno de 2000. La superficie plantada con trigo de invierno deber�a ser de 11,8 millones de hect�reas, pr�cticamente sin modificaciones respecto del a�o anterior. Por lo que se refiere a la ce-bada, el cultivo principal de los cereales secundarios, todo parece indicar una fuerte recuperaci�n de la super-ficie plantada a casi 3 millones de hect�reas, tras la disminuci�n sufrida el a�o pasado. Sin embargo, aunque las condiciones atmosf�ricas para la plantaci�n y el desarrollo inicial de los cultivos de cereales de invierno son favorables, las cosechas corren peligro a causa de un brote de langostas. Se necesitar�n medidas de lucha intensiva en los meses venideros para prevenir el peligro de pestes muy perjudiciales m�s avanzado el a�o.


Previous PageTable Of ContentsNext Page