Durante más de 100 años, en el subcontinente indio se ha practicado la reserva y ordenación de los bosques, mediante planes de trabajo detallados basados en la elaboración de inventarios y en datos de producción, así como en las investigaciones.
El concepto de areas protegidas en la India se remonta incluso más atrás del siglo IV a.C. por lo menos, cuando se propuso el establecimiento de las Abhayaranyas (reservas forestales) (Singh 1985). Sin embargo, en tiempos recientes, desde el establecimiento de la actual red de reservas forestales la población humana se ha más que triplicado y la ganadería ha crecido 2,5 veces (Shyamsunder y Parameswarappa 1987; en UICN 1991b). El país contiene ahora alrededor del 15 por ciento de la población humana total, con un crecimiento del 2 por ciento anual aproximadamente y se espera que alcance 1 400 millones de habitantes hacia el año 2025 (VRI 1990). Debido a las presiones del aumento demográfico y la necesidad de desarrollo económico, particularmente durante el período de 1950 a 1980, la India ha perdido grandes superficies de bosque tropical. En 1952 la Política Nacional Forestal revisada dispuso que se reservara a bosque un tercio de la superficie total de tierras, objetivo que se ha mantenido en la revisión de la Política realizada en 1988, en la cual se reforzaba la atención creciente prestada al papel de los árboles en los sistemas de aprovechamiento de la tierra dentro y fuera de las reservas forestales. Mientras en las primeras políticas y programas se había hecho hincapié en satisfacer las necesidades de materias primas para las industrias madereras, la política de 1988 dio prioridad a la conservación del medio ambiente y a las necesidades de las poblaciones locales. En los programas tanto del gobierno nacional como de los gobiernos estatales pasó a ser una medida prioritaria la mejora de la utilización de grandes superficies de tierras degradadas, resultantes de pasadas deforestaciones y aprovechamientos inadecuados. En 1985, la creación del Consejo Nacional para el Desarrollo de Tierras Baldías constituyó un núcleo central de coordinación para el programa de reforestación masiva (que abarcó aproximadamente 9 millones de hectáreas durante el 7o Plan Quinquenal) para el desarrollo de suministro de leña y forraje. Mediante la reorganización de la investigación y la capacitación forestales, se puso más atención sobre los aspectos sociales y comunitarios de los bosques y la reforestación, de acuerdo con la Política Forestal revisada. Al mismo tiempo, se redujo sustancialmente el ritmo de la deforestación y se intensificaron los esfuerzos de conservación.
La protección de la vida silvestre tiene también una larga tradición en la India y hacia 1988 había 65 parques nacionales y 407 santuarios de vida silvestre que ocupaban un área aproximada de 131 800 km2, es decir, el 4,4 por ciento de la superficie total de tierras (UICN 1991b), a pesar de que una importante proporción de ellos no había alcanzado todavía un estatuto jurídico completo. La red de 16 reservas de tigres, con una extensión de 26 000 km2, incluidas grandes áreas de bosque tropical húmedo, ha sido reconocida internacionalmente como uno de los mayores éxitos en el campo de la conservación. No obstante, persisten aún algunos problemas importantes para asegurar una red nacional suficiente de areas protegidas para la conservación de la biodiversidad y los recursos genéticos. Para completar estas áreas será necesario poner un interés especial en la protección y ordenación de los ecosistemas, las especies y los recursos genéticos fuera de la red de areas protegidas y, particularmente, dentro de la reservas forestales, cuidando al mismo tiempo de no ahondar más en los conflictos que ya existen con las necesidades de leña, pastos y otros productos forestales, de las poblaciones locales que rodean estas reservas y areas protegidas. Entre las áreas más importantes que merecen una atención más especial a este respecto, están los bosques tropicales pluviales supervivientes, confinados en las islas de Anadaman y Nicobar, en zonas de los estados nordorientales y en los bosques del Ghat occidental del sur de la India.
Los bosques del Ghat occidental ocupan el dominio de las altas colinas que se extienden a lo largo de cerca de 1 600 km, desde el punto más al sur de la India hasta la costa oeste, 21°N., aproximadamente. Dentro de ellos se han reconocido tres regiones principales (Pascal 1982) ocupando las superficies mayores y mejor conservadas del bosque original la región central, dentro del estado de Karnataka. Aquí las colinas poseen alturas que van desde los 700 hasta casi los 1 900 m s.n.m. Las precipitaciones varían a lo largo de tres gradientes: sur-norte, este-oeste (con una sombra marcada de lluvia sobre la banda oriental) y altitudinalmente. Los totales anuales muestran una gran variación, pero se concentran en unos pocos meses (p.ej., en Agumbe, la mayor parte de los 7 000 mm anuales se concentra en 128 días) con una estación seca que dura desde los 3 meses (en las cotas altas del sur) hasta los 8 meses, dependiendo de la localidad. Todos los ríos principales del sur de la India nacen en los Ghats occidentales y su importancia medioambiental fue la primera razón en las primeras delimitaciones, reservas y protecciones de las áreas más importantes de las reservas forestales de esta zona durante los pasados 120 años, desde los años setenta del siglo pasado.
A pesar del estatuto jurídico de reservas forestales y los esfuerzos de un Servicio Forestal del Estado eficiente, se perdieron grandes superficies a causa de embalses, minas y cultivos, incluido un considerable número de ocupación ilegal de terrenos. Cerca del 60 por ciento del bosque que queda está clasificado como degradado, gran parte de él gravemente, pero permanece todavía en el “corazón” una superficie importante de bosque perennifolio o semiperennifolio (Sinha 1988), de máxima importancia ecológica y de la que se puede sostener que merece un grado de prioridad igualmente elevado, en términos generales, que cualquier otro bosque tropical húmedo del mundo. Los bosques del Ghat occidental están entre los bloques de bosques pluviales africanos e indomalayos y aislados de otras áreas vecinas de bosques pluviales. Aunque los niveles de diversidad biológica total son más bajos que los que están presentes en muchos otros bosques pluviales tropicales de Asia, son ricos en especies endémicas.
De las 15 000 plantas más altas que están registradas en la India, cerca de 4 000 especies se encuentran en los Ghats occidentales (el 5 por ciento de la superficie total de tierras) y de ellas, 1 800 son endémicas y se encuentran principalmente en los bosques de hoja perenne que quedan (UICN 1991b). Se incluyen aquí 130 especies arbóreas endémicas de los Ghats (Bor 1953) y seis mamíferos endémicos, entre ellos el macaco de cola de león (Macaca silenus), mientras que 84 de los 112 anfibios endémicos de la India se encuentran aquí (Inger y Dutta 1987). Respecto de los árboles y arbustos, la diversidad de especies y la variación intraespecífica, adaptadas al medio ambiente local, poseen claramente una gran importancia potencial. En ninguna otra parte del mundo se encuentran bosques pluviales de hoja perenne en estos climas estacionales (Rai y Proctor 1986), y las adaptaciones de las poblaciones vegetales a las condiciones climáticas, en particular muchos árboles maderables valiosos, puede que sean aún más apreciables en el contexto de un posible cambio climático.
Entre las maderas más valiosas de importancia internacional están Dalbergia latifolia (palisandro de la India), Calophyllum inophyllum, Pterocarpus marsupium, Tectona grandis, Terminalia crenulata, T. paniculata y otras especies útiles para muebles, puertas, ventanas, construcción de interiores y otras aplicaciones de gran valor. Muchas más son de gran importancia local para construcción de casas, puentes, carros, utensilios agrícolas y del hogar, etc. Como resultado de una sobreexplotación y particularmente, cortas ilegales de madera, pastoreo abusivo, fuegos, usurpaciones por parte de agricultores y otras presiones ejercidas por las poblaciones en crecimiento, el área efectiva y la regeneración de los bosques han sufrido una grave reducción. En las áreas limítrofes hay casi más ganado que gente y se estima que al menos el 10 por ciento depende del pastoreo libre en el bosque. Mientras en el pasado esto se ha regulado, dentro de los límites permisibles, tal control se ha hecho imposible a causa del elevado número en cuestión (UICN 1991b). Probablemente, como resultado de estas presiones, el efecto de la reducción y eliminación local de la regeneración sobre los recursos genéticos de las poblaciones arbóreas sea cada vez más grave.
A pesar de que durante más de 100 años una política clara, una legislación correcta y un Servicio Forestal eficiente ha logrado proteger las reservas forestales, resultó evidente que la regeneración efectiva y su supervivencia a largo plazo estaban cada vez más amenazadas. Si bien se esperaba que los programas intensivos de reforestación mitigaran las presiones, era preciso aplicar medidas más rigurosas para conservar los ecosistemas naturales y sus excepcionales recursos genéticos. En 1988, el Departamento Forestal del Estado de Karnataka elaboró la propuesta de un proyecto de Desarrollo Integrado de los Bosques en los Ghats Occidentales para tratar de reconciliar satisfactoriamente las principales demandas conflictivas a las que estaban sometidos los bosques, en particular la necesidad primordial de conservar los ecosistemas y los recursos genéticos. El elemento central de esta estrategia era el reconocimiento de tres conjuntos de objetivos de ordenación, principalmente ecológicos, económicos y sociales (“necesidades locales”). La conservación de los recursos genéticos de las especies arbóreas y arbustivas está relacionada de diferentes formas y en grados diferentes con los tres grupos de objetivos. Sin embargo, las operaciones efectivas necesarias para lograr la conservación variarán desde la protección estricta, que comportará la exclusión de cualquier otra actividad humana, hasta programas agrosilvícolas. El concepto incluye un planteamiento multidisciplinar y el reconocimiento de que la población local, responsable en gran parte de la presión biótica sobre el bosque, debe participar en la planificación, la ordenación y la protección de los recursos forestales. El medio para conseguir reconciliar los objetivos de desarrollo y conservación es el sistema de Planificación y Ordenación Conjunta Forestal (POCF), que proviene de las prácticas que está elaborando el Departamento Forestal de Karnataka (DFK).
Los dos elementos esenciales son:
Planificación Conjunta - un proceso consultivo por el que el DFK y la población local examinan juntos la condición ecológica y medioambiental de una determinada área del bosque y posibilidades de que satisfaga las necesidades específicas.
Ordenación Conjunta - para determinadas áreas, donde el DFK y los usuarios del bosque lleguen a un acuerdo sobre la división de las responsabilidades en la ordenación y los procedimientos. Las disposiciones precisas variarán de un área específica a otra y, donde sea apropiado, la ordenación conjunta podrá aplicarse a todas las categorías de árboles y otros vegetales presentes o sólo a algunas de ellas.
Un elemento clave es la división del bosque en cuatro zonas, con una zona adicional que comprenda un área inmediatamente fuera de la reserva forestal que será objeto de ordenación conjunta para satisfacer las necesidades de los pueblos contiguos. Dentro de ésta, una zona fronteriza de bosque, que también será sometida a ordenación conjunta con la población local, servirá para objetivos análogos. La ordenación de la parte principal del bosque tendrá por objeto la producción de madera y otros productos; será dividida en dos zonas, dependiendo de si existen o no poblaciones que vivan en el bosque. Por último, el “corazón” se reserva estrictamente para objetivos de conservación. Un aspecto importante de la ordenación, en todas las áreas donde se actúa con responsabilidades conjuntas, es la preparación de acuerdos contractuales forestales, en consonancia con planes específicos de micronivel. La propiedad y la responsabilidad estatutaria de la ordenación sobre la totalidad de la reserva forestal corresponde al DFK, incluso donde la responsabilidad de gestión pueda estar compartida por acuerdo contractual.
Los planes de trabajo futuros para la ordenación del bosque se prepararán por zonas. En el “corazón” el plan estará orientado a la investigación, relacionada con la autoecología y las relaciones entre especies, y con estudios que sirvan de “control” por comparación con los estudios de regeneración, crecimiento y rendimiento de las zonas de producción, que estarán concebidos para recoger los datos necesarios para las actividades de ordenación, silvícolas y de explotación.
La armonización satisfactoria de los diferentes objetivos e intereses depende no sólo del proceso de planificación y ordenación conjunta, sino también de la incorporación de la nueva información que se recoja en el curso del proyecto dentro del proceso de ordenación, con miras a un mejor conocimiento de las relaciones ecológicas y socioeconómicas; y también de la obtención y distribución de beneficios procedentes de la mejora en la ordenación de los recursos. Además de este estudio biológico directamente relacionado con la conservación y ordenación de los recursos genéticos del bosque, se requiere también un estudio sobre aspectos sociales y económicos y la incorporación de los aspectos de capacitación del personal y de enseñanza en el programa.
A continuación se ilustra la relación conceptual entre los objetivos de satisfacer las necesidades de la población local, restablecer y mantener la productividad de los recursos forestales y conservar la diversidad genética y los recursos genéticos generales.
Un aspecto importante de la estrategia será la recopilación eficaz de datos, su manejo y análisis utilizando la capacidad reforzada de los SIG, bases de datos taxonómicos y, cuando proceda, elaborando modelos de crecimiento, rendimiento y otros elementos del sistema de producción. Donde a causa de la grave reducción de la regeneración dentro de los bosques y la necesidad de restablecer poblaciones viables se planifique el desarrollo de plantaciones complementarias y de relleno de calveros, se necesitará una selección y documentación cuidadosas de las fuentes de semilla para proteger la integridad genética de las poblaciones locales. En algunas circunstancias, particularmente en las zonas más exteriores, puede se oportuno utilizar especies exóticas incapaces de hibridarse con las poblaciones nativas. Sin embargo, se cuenta con importantes oportunidades de reforzar in situ la conservación de los recursos genéticos del bosque original mediante la regeneración artificial reuniendo a las fuentes locales de semilla. Para algunas especies, la estrategia puede incluir también aspectos de conservación ex situ, posiblemente asociados con el Jardin Botánico de Trivandrum en el vecino Estado de Kerala, que ha emprendido un nuevo programa de conservación de plantas raras y endémicas procedentes de centros de endemismos seleccionados dentro de los Ghats occidentales.
