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2. Entorno nacional

Guatemala tiene una superficie territorial de 108,889 km² y se encuentra dentro de las coordenadas geográficas 13º 44’a 87º 03’ Latitud Norte y de 87º 03’ a 92 13’ Longitud Oeste, en el Meridiano de Greenwich; limita al Norte y Oeste con México; al Sur, con el Océano Pacífico y al Este, con Belice, Hondura, El Salvador y el Océano Atlántico. Es un país territorialmente pequeño pero con una alta diversidad natural y cultural. Su condición de puente entre dos masas continentales, la variedad edáfica y de formas terrestres, la amplitud pluvial, térmica y altitudinal, entre otros factores, son responsables de la existencia de una alta variedad de ecosistemas y de especies.

Los aspectos socio-culturales, se determinan inicialmente por una población de aproximadamente 11,237,196 habitantes; el idioma oficial es el Español, aunque existen 21 idiomas que se hablan en distintas regiones del país, y según la Academia de Lenguas Mayas, la población guatemalteca maya constituye más del 60 por ciento de la población total del país. Además, se indica que la sociedad guatemalteca está conformada por cuatro etnias: la Xinca, la Garifuna, la Ladina y la Maya.

2.1 Población

2.1.1 Población total

Según los datos del XI Censo Nacional de Población y VI de Habitación realizado en el 2003, la población guatemalteca en el año 2002, alcanzó la cifra de 11 237 196 habitantes (INE, 2003). La densidad poblacional media es de 103 habitantes por km2

El crecimiento natural (nacimientos-defunciones) anual de la población guatemalteca es de 2.8 por ciento, y si se toma en cuenta el saldo migratorio, éste baja a 2.6 por ciento, lo que se considera es todavía un crecimiento elevado, y si se mantiene ese ritmo de crecimiento, la población se duplicará cada 27 años. Este ritmo de crecimiento tiene un efecto significativo en el potencial de desarrollo del país y tiene efectos sobre múltiples factores y procesos: los recursos disponibles, la formulación e implementación de las políticas económicas y sociales y sobre los niveles de pobreza existentes.(PNUD, 2002)

2.1.2 Población económicamente activa (PEA)

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y del Censo de Población de 1994, se estima que la población económica activa (a partir de 10 años) para el área urbana esta alrededor de cuatro millones de habitantes y para el área rural en un millón de personas.

Estimaciones realizadas desde 1986, con varias encuestas de medición sobre aspectos económicos y en las que se ha incluido la Población Económicamente Activa e Inactiva (PEI), permiten observar un deterioro de las condiciones de ocupación de la población guatemalteca, tal y como se observa en la figura 1.

La tendencia visualiza una mayor disponibilidad de la población económicamente inactiva a partir de 1989, la cual se ha venido incrementando, ampliando el margen de separación entre ambas lo cual denota problemas en la obtención de empleo; situación que se ha agravado con la crisis provocada con la caída de los precios internacionales del café que ha dado lugar a efectos negativos en el ámbito económico, social y ambiental en Guatemala. En el ámbito socioeconómico se ha acentuado la tendencia observada desde inicios de la crisis, a una reducción en el uso de los insumos y en el número de jornales aplicados a la labores del cultivo reduciéndose de 221 a 71 jornales por hectárea, lo que significa que se han dejado de emplear un total de 19 millones de jornales que equivalen a 77 500 empleos. (CEPAL, 2002).

Figura 1 Tendencia histórica de la PEA y PEI en Guatemala

Fuente: SEGEPLAN (2,002)

A lo alargo de los años 90, la población en edad de trabajar creció 2.6 por ciento anualmente y simultáneamente, tanto la población económicamente activa, como la población ocupada creció al 3.2 por ciento al año (PNUD, 2001).

El análisis de la población ocupada en las diferentes ramas de actividad productiva; muestra que la agricultura, sigue siendo la rama de actividad económica, donde se encuentra el mayor porcentaje de población (figura 2), esto explica la relación de la población con los recursos naturales y de alguna manera, la incidencia de las actividades de aprovechamiento con la condición de los mismos.

Figura 2 Población ocupada por rama de actividad en Guatemala para el 2002.

Fuente: SEGEPLAN (2,002)

Como se observa en la figura 2, el empleo en la mayor parte de la población se refiere a actividades económicas que no siempre tienen relación con los aspectos forestales. En términos de análisis de la población económicamente activa, son las actividades agrícolas las que ofrecen mayor empleo; dichas actividades están relacionadas con el área rural y es donde el acceso a satisfactores básicos no es el adecuado y donde se presentan los peores índices de desarrollo humano. Esta situación limita el desarrollo de actividades alternas de creación de empelo y de acceso a mejores niveles de vida.

2.1.3 Distribución de la Población

La distribución por sexo de la población guatemalteca es prácticamente mitad hombres (48.9%) y mitad mujeres (51.1%). En cuanto a la composición por edad, el porcentaje de los grupos de edades entre 0 a 14 años se estima en 44.3 por ciento; en el grupo de 15 a 64 años en 51.6 por ciento y mayores a 65 años del 4.1 por ciento. Esto muestra que en relación a edad de sus pobladores Guatemala es un país eminentemente joven: de cada 10 habitantes cuatro son menores de 15 años (PNUD 2002).

El análisis de los cambios en la estructura por edades de los últimos 50 años pone de manifiesto la ocurrencia de una lenta disminución del peso relativo de los más jóvenes y un aumento relativo de los mayores de 65 años. Tales cambios plantean en el corto y mediano plazo, una disminución de la proporción dependiente (menores de 15 años) respecto de aquella en edad productiva, que potencialmente podría favorecer un despegue en la acumulación económica, pero evidentemente tal posibilidad depende de las condiciones sociales y laborales existentes.

En cuanto a grupos étnicos, el 43 por ciento de la población guatemalteca se define como indígena. Este grupo poblacional se evidencia como el más vulnerable y marginado de la sociedad, arrojando los más bajos niveles de alfabetización y de ingresos (PNUD, 2002).

2.1.4 Relación población urbana versus rural

En Guatemala aproximadamente el 65 por ciento de los habitantes vive en la zona rural (PNUD, 1999). Esta situación implica que el crecimiento poblacional traerá mayor presión sobre los recursos naturales en general, ante una mayor demanda de tierras para uso agrícola o pecuario, y como ha venido sucediendo en las últimas décadas serán las tierras con cobertura forestal o de aptitud preferentemente forestal (tierras del norte del país) las que servirán de válvula de escape a esa presión; con las consecuentes repercusiones negativas sobre los bosques. Por otra parte se espera un incremento en la demanda de productos forestales, especialmente leña y bajo el sistema actual también implicara una pérdida de recursos boscosos.

2.1.5 Producto Interno Bruto (PIB)

Según el Banco de Guatemala -BANGUAT-, el Producto Interno Bruto (PIB) generado por la actividad productiva de Guatemala en el año 2001, fue de 20 176 millones de dólares; de los cuales el sector agropecuario en el cual se contabilizan las actividades derivadas de la silvicultura, aportó el 22,6 por ciento (4 560 millones de dólares). El subsector forestal y sus actividades conexas aporta al PIB aproximadamente el 2.5 por ciento y representa el 6.6 por ciento del total agropecuario.

La Contribución del sector forestal al PIB nacional en términos reales es mucho mayor que el que se registra en las cuentas nacionales; esto debido a que no se contabilizan muchos de los aportes del sector, por ejemplo al sector energético (leña), ni tampoco se contabilizan los servicios ambientales que las masas boscosas prestan a la sociedad guatemalteca, debido a que el Sistema de Cuentas Nacionales no está actualizado y se sigue un patrón de cálculo desarrollado desde 1958 que no permite visualizar en toda su magnitud los aportes del sector forestal al PIB nacional.

El crecimiento de la economía guatemalteca alcanzó su máximo nivel en la década de los noventa, cuando el nivel de crecimiento fue del 6 por ciento; no obstante y por el ajuste económico realizado, este disminuyó como consecuencia de fenómenos naturales como el paso del Huracán Mitch y la baja en los precios del café y a nivel internacional las crisis de las economías de Rusia y Asia.

PIB percápita

El PIB real promedio por habitante luego de la caída de 18 por ciento que tuvo entre 1980 y 1985 había registrado incrementos continuos hasta 1999 y en el 2002 el PIB real descendió a niveles de 1999 (figura 3), lo que significa que la producción nacional por habitante ha permanecido estancada. (ASIES 2003). La reducción del PIB real promedio por habitante a generado un aumento de la incidencia de la pobreza, en virtud que menor producción se traduce en deterioro de las condiciones de empleo e ingresos de la población.

Entre los determinantes del menor crecimiento económico, destaca el estancamiento de la inversión (pública y privada) como porcentaje del PIB real. La inversión privada en términos reales disminuyó de 9.7 por ciento en 1999 a 8.9 por ciento en el 2002; mientras que la inversión pública también disminuyó de 3.5 a 2.8 por ciento del PIB real en ese mismo período. Según estudio realizado sobre gobernabilidad y calidad institucional por el Banco Mundial en 175 países, Guatemala se encuentra ente el 13 por ciento de países del mundo con más baja observancia del Estado de Derecho; el estudio concluye que el ingreso promedio por habitante y la calidad de la gobernabilidad están fuertemente correlacionados, y en el caso de Guatemala, el deterioro de la gobernabilidad ha contribuido al menor crecimiento, generando un inapropiado clima de negocios que ha afectado la inversión, tanto nacional como extranjera (ASIES, 2003).

Figura 3 Variación anual de Producto Interno Bruto real por habitante, período 97-2002

2.1.6 Inflación

En Guatemala la inflación se ha mantenido durante los últimos 20 años, entre el ocho y 16 por ciento, aunque ha tenido algunos años en los que esta ha sido mayor. La mayor variación en la inflación se presentó en el quinquenio 85-90, con su máxima expresión en 1990.

En Guatemala el tipo de cambio (nominal) ha permanecido más o menos constante en torno a 7.7 y 8.1 quetzales por dólar, lo que ha dado lugar a que la inflación sea mayor que la de otros países. Esto ha encarecido las exportaciones y abaratado las importaciones (PNUD, 2003)

2.1.7 Balanza Comercial

La balanza comercial de Guatemala en la última década (1990-2001) ha sido en gran medida negativa (figura 4). Las exportaciones han estado basadas principalmente en los cultivos tradicionales de exportación como el café, azúcar, banano, cardamomo y de otros productos con destino a Centroamérica, como las hortalizas y productos maderables; mientras que las importaciones se refieren a bienes de consumo, materias primas para las diversas actividades productivas, incluyendo la agricultura, combustibles y lubricantes, bienes de capital y otros. La balanza de los últimos 20 años, a excepción del año de 1,986 ha sido negativa y se ha ido incrementando, tal como se muestra en la figura 4.

De acuerdo a análisis realizados por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA, 2002), la economía guatemalteca enfrenta un persistente deterioro en su balanza comercial, problema que se ha agravado como resultado de la apertura y el comportamiento errático de los precios de los principales productos de exportación; y aunque éste déficit se ha cubierto parcialmente con las remesas familiares, pero dado que éstas no son previsibles y es probable que disminuyan a consecuencia de los problemas de recesión de la economía estadounidense, deberán hacerse esfuerzos para diversificar y aumentar la oferta exportable, de manera tal que se logre reducir la brecha entre las importaciones y las exportaciones.

Figura 4. Balanza comercial de Guatemala, durante el periodo de 1990-2001

Fuente : Banco de Guatemala 2002.

La SIECA (SIECA, 2002) advierte que es evidente que en Guatemala existen prácticas abusivas en materia comercial de bienes y servicios, derivadas, en parte, de abusos de posición dominante en el mercado y de la falta de regulaciones para prevenirlas o sancionarlas; recomienda aprobar la normativa de competencia, que corrija tales prácticas y brinde mayor protección al consumidor. Asimismo y para enfrentar los desafíos internos y que el país no quede marginado del proceso de globalización, habrá que continuar los esfuerzos para mejorar las condiciones de acceso a terceros mercados.

2.1.8 Tasa de Interés

En los últimos años las tasas de interés han mantenido una moderada tendencia a la baja; no obstante persiste el amplio diferencial entre las tasas activas y las pasivas. Por otra parte, pese a la tendencia decreciente de las tasas de interés, la inversión productiva en los últimos años ha mostrado un comportamiento también hacia la baja, lo cual confirma que las tasas de interés no son el único determinante de las decisiones de inversión (ASIES, 2003).

Las tasas de interés anual promedio ponderada, para los años 2000, 2001 y 2002 fue de 20.1, 17.9 y 16.2, respectivamente. Para el caso de las tasas de interés pasiva, para los mismos años fue de 11.0, 8.5 y 6.9 (BANGUAT, 2002).

2.2 Conclusiones del entorno macro

La sociedad guatemalteca presenta una economía impulsada por factores, que se caracterizan por poseer fuerza de trabajo abundante y bajos niveles de calificación, recursos naturales abundantes y bajos niveles de procesamiento y de especialización, como se observa en la distribución de la ocupación de la población, donde casi el 40 por ciento se ubica en actividades agrícolas. Por tanto, basa sus procesos productivos en la explotación de sus recursos primarios y de los llamados factores patrimoniales, el capital natural.

Los índices de crecimiento de la población, el nivel de satisfacción de las necesidades básicas y la participación de los beneficios de ese crecimiento económico, hacen necesario volver a poner en discusión la aparente dicotomía entre crecimiento y equidad; en ese sentido se debe prestar mayor atención a la población, especialmente con aspectos de educación, y acceso a servicios de salud y vivienda.

Guatemala enfrenta una situación caracterizada por ciertas debilidades macroeconómicas, siendo las más importantes: a) la existencia de un persistente déficit fiscal; b) la resistencia política a implementar un ajuste fiscal profundo que incluya los necesarios ajustes en tasas impositivas, incluyendo la tasa del IVA, c) tasas de interés que a pesar de ser decrecientes, aún son elevadas (Edwards, 2000).

Según la Secretaria de Integración Económica Centroamericana -SIECA-, Guatemala, como muchos otros países en desarrollo, ha implementado toda una variedad de medidas de política económica -desregulación, privatización, apertura-, acordes con el pensamiento económico prevaleciente; sin embargo, los problemas de pobreza y desempleo, lejos de resolverse, se han agravado. La condición de los recursos naturales se torna difícil, pues para generar crecimiento se tiene que aprovechar el capital natural y este ha sido diezmado en gran proporción (Diario La Hora, 2002).

Según estudios realizados por Naciones Unidas PNUD (PNUD, 2003), no basta con un tipo de cambio competitivo, con estabilidad macroeconómica y acceso a mercados externos para promover el crecimiento con equidad; es necesario impulsar nuevos motores de crecimiento, también se requiere acompañar las políticas macroeconómicas y de comercio exterior con políticas sectoriales y territoriales para el fomento productivo y empresarial, partiendo de una concentración de actores públicos y privados, con el fin de fortalecer la articulación y capacidad competitiva de los diferentes sistemas productivos locales.

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