COFO-2001/6 Supp.1


COMITÉ DE MONTES

Tema 8 b) del programa provisional

15º PERÍODO DE SESIONES

Roma, Italia, 12-16 de marzo de 2001

RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS FORESTALES DE 2000 (ERF 2000)

Nota de la Secretaría

INTRODUCCIÓN

1. La Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de 2000 (ERF 2000) fue la evaluación más completa en su 50 años de historia y por primera vez se acordó una definición mundial de bosque que se utilizó en todo el mundo. Esta evaluación fue una empresa conjunta realizada por la FAO en cooperación con sus países miembros y cierto número de colaboradores. Algunos de los más destacados expertos forestales del mundo elaboraron el programa de la ERF 2000 en una consulta de expertos celebrada en Kotka, Finlandia, en 1996. En 1997, el Comité de Montes de la FAO (COFO) y el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques (GIB IV) aprobaron las conclusiones de la consulta y recomendaron que la FAO actuara como organismo principal para la evaluación, trabajando en colaboración con otras instituciones en lo que se refiere a su ejecución. Un colaborador especialmente importante fue la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, que actúo como coordinador de los países industrializados de la zona templada y boreal. La síntesis de la información de los países industrializados y en desarrollo constituye la evaluación mundial.

2. La ERF 2000 recogió y analizó toda la información disponible sobre la extensión, composición, protección y utilización de los bosques para cada país. También se prestó especial atención a la estimación del índice de variación de los recursos forestales y a la documentación de los diferentes factores responsables de estas variaciones. La evaluación se efectuó como un proceso transparente y de gran participación, que publicará todo el material de base y los análisis. Fue el estudio de referencia más completo, fiable y autorizado sobre los recursos forestales realizado hasta la fecha.

3. Además del estudio por países, la ERF 2000 incluyó un estudio pantropical objetivo de la variación de la cubierta forestal realizado por teledetección, un conjunto de mapas mundiales de la cubierta forestal y las zonas ecológicas y estudios especiales sobre diversos aspectos de la interacción entre la población y los bosques. Los resultados generales pueden consultarse ya en Internet (http://www.fao.org/forestry) y la versión publicada estará disponible dentro de poco tiempo.

LOS BOSQUES DEL MUNDO EN EL AÑO 2000

4. Es indispensable disponer de información fidedigna sobre la extensión, la situación y los cambios de los bosques para poder elaborar programas forestales sostenibles y para determinar las zonas problemáticas donde es necesario adoptar medidas correctivas a fin de impedir el agotamiento de los recursos o su degradación. La FAO ha proporcionado esta información a nivel mundial y regional desde 1947 mediante sus evaluaciones periódicas realizadas a intervalos de cinco a diez años1. La ERF 2000 es el último de estos estudios, y abarca el período de 1990 hasta 2000.

5. La evaluación llegó a la conclusión de que la cubierta forestal mundial en el año 2000 era de unos 3 900 millones de hectáreas, o aproximadamente de 0,6 hectáreas por habitante. La distribución regional de los bosques del mundo mostró que Europa (incluida la Federación de Rusia) tiene el 27 por ciento de los bosques; Sudámerica, el 23 por ciento; África, el 17 por ciento; América del Norte y central, el 14 por ciento; Asia, el 14 por ciento; y Oceanía, el 5 por ciento. Se estimó que la deforestación bruta, a nivel mundial, durante el decenio había sido de unos 11,5 millones de hectáreas por año, mientras que la deforestación mundial neta (deforestación bruta menos reforestación y aforestación) había sido de unos 9 millones de hectáreas por año. La pérdida de bosques en los trópicos se atribuyó en gran parte a la conversión de terrenos en tierras destinadas a la agricultura permanente y migratoria y a pastizales.

6. La reducción de la deforestación neta (o el aumento de la superficie forestal), tanto en los países en desarrollo como industrializados, se debió fundamentalmente a un considerable incremento de las plantaciones forestales y el establecimiento de bosques en las tierras agrícolas abandonadas. En 2000, las plantaciones forestales cubrían una superficie estimada en más de 187 millones de hectáreas, que en su mayor parte correspondían a países en desarrollo. La extensión de las plantaciones en los países industrializados es menos clara, puesto que muchos de estos países no hacen distinción entre plantaciones forestales y bosques naturales en sus inventarios. Además, como en estas zonas los árboles han sido plantados en el curso de largos períodos de tiempo, con frecuencia tienen largos períodos de rotación (hasta 100 años), y generalmente se utilizan especies de origen natural, aunque no es fácil distinguir entre masas forestales naturales y plantadas.

7. Mundialmente se establecieron nuevas plantaciones forestales a un ritmo de 4,5 millones de hectáreas por año, y Asia y Sudamérica registraron un mayor número de nuevas plantaciones que las demás regiones. De los 187 millones de hectáreas estimados de plantaciones, Asia registró, por amplio margen, la mayor superficie. En lo que respecta a la composición por géneros, Pinus (20 por ciento) y Eucalyptus (10 por ciento) siguen siendo predominantes, aunque la diversidad general de especies plantadas aumentó. De las plantaciones forestales mundiales, las plantaciones industriales representaron el 48 por ciento, mientras que las no industriales y las no especificadas representaron el 26 por ciento cada una.

8. Los diez países con mayores superficies de plantación forestal fueron China, 24 por ciento; India, 18 por ciento; Rusia, 9 por ciento; Estados Unidos, 9 por ciento; Japón, 6 por ciento; Indonesia, 5 por ciento; Brasil, 3 por ciento; Tailandia, 3 por ciento; Ucrania, 2 por ciento; e Irán, uno por ciento; lo que representa el 80 por ciento de toda la superficie de las plantaciones forestales. Más del 50 por ciento del total se encuentra en la región de Asia. Además, por primera vez la ERF realizó estudios sobre árboles fuera de los bosques, con inclusión de su importancia económica y social. Si bien la información disponible fue más descriptiva que cuantitativa, se realizó una valiosa labor preparatoria para tratar esta nueva e importante cuestión.

9. Se calcularon el volumen total (con corteza) y la biomasa leñosa aérea para los bosques naturales en 139 países, que representan el 96 por ciento de la superficie forestal natural en todo el mundo. Las estimaciones, sujetas a comprobación, muestran que el total mundial es de 500 mil millones de m3 de madera, equivalente a 350 mil millones de toneladas de biomasa leñosa aérea. Casi una tercera parte se encuentra en Sudamérica y sólo en el Brasil se encuentra el 18 por ciento de la biomasa leñosa aérea de todo el mundo. El volumen mundial de la madera en pie fue de 126 m3/ha, equivalente a 90 toneladas por hectárea. Sudamérica tenía el mayor volumen medio, 172 m3/ha, mientras que Oceanía tenía el menor volumen con 73 m3/ha. Sudamérica tiene también el mayor promedio de biomasa por hectárea, 128 t/ha.

10. Los graves incendios forestales que se registraron en todo el mundo fueron objeto de la atención internacional durante el decenio de 1990. Millones de hectáreas se quemaron en 1997 y 1998, y el humo cubrió grandes regiones de la cuenca amazónica, Centroamérica, México y el Asia sudoriental, desorganizando la navegación aérea y marítima y creando graves problemas de salud pública. Se sufrieron considerables pérdidas de vegetación forestal y biomasa leñosa, con repercusiones a largo plazo en el medio ambiente. Incluso ecosistema que en general no están sujetos a incendios, tales como el bosque pluvial del Amazonas en el Brasil y el bosque nuboso de Chiapas en México, sufrieron cuantiosos daños. Aunque en menor escala, en 1999-2000 la situación mundial de los incendios fue nuevamente grave. Los incendios forestales fueron muy extensos en Indonesia en 1999 y 2000, pero no en una escala comparable a la de 1997-1998. Los principales incendios en el año 2000 se produjeron en Etiopía, el Mediterráneo oriental y la parte occidental de los Estados Unidos.

11. No existen estadísticas mundiales generales sobre incendios forestales necesarias para hacer una comparación fiable de su presencia en todo el mundo en los decenios de 1980 y 1990. En efecto, millones de hectáreas de tierras arboladas, así como algunos bosques, son objeto cada año de incendios que no se comunican. Sin embargo, cabe hacer algunas observaciones generales. En ambos decenios se registró una elevada variabilidad anual en los incendios forestales regionales y nacionales y sus efectos. Los episodios de El Niño, como los observados en 1982-1983 y 1997-1998, fueron los factores climáticos más importantes que influyeron en las superficies quemadas y los efectos de los incendios en ambos decenios. En esos años la mayor parte del Asia tropical, África, las Américas y Oceanía experimentaron situaciones extremas por lo que respecta a los incendios forestales. En 1997-1998, el número de incendios causados intencionalmente con diversos propósitos, pero que escaparon a todo control, aumentó en las regiones de los bosques ecuatoriales de Asia sudoriental y Sudamérica. Muchos de estos incendios tuvieron su origen en el desbroce de tierras para dedicarlas a la agricultura, el pastoreo y la infraestructura. Las zonas septentrionales de bosques templados y boreales sufrieron sequías especialmente graves en algunos años de ambos decenios. El Asia centrooriental se vio afectada más gravemente en 1987, especialmente en Siberia y China nordoriental. El lejano oriente de Rusia también se vio gravemente afectado por la sequía en 1998.

12. En el último decenio se ha dado cada vez más importancia al logro de una ordenación forestal sostenible. Este método asegura el equilibrio entre los objetivos ambientales, socioculturales y económicos de la ordenación forestal con arreglo a los Principios relativos a los bosques convenidos en la CNUMAD en 1992. Este hecho ha estimulado la adopción de legislación y cambios en la política forestal de muchos países. Un indicador del compromiso político respecto de ese concepto es el número de países (149) que participan actualmente en iniciativas internacionales para desarrollar y aplicar criterios e indicadores para una ordenación forestal sostenible. Sobre el terreno, se registraron cambios positivos en los objetivos de la ordenación, las prácticas de ordenación y la participación pública en la planificación y la ordenación forestal.

13. Los resultados de la ERF 2000 para los países industrializados (que representan el 45 por ciento de toda la superficie forestal del mundo, situada en su mayor parte en las zonas templadas y boreales) indicaron que el 88,7 por ciento de estos bosques eran objeto de ordenación de conformidad con planes de ordenación oficiales o no oficiales. No se dispuso de estadísticas nacionales sobre ordenación forestal en un gran número de países en desarrollo, entre ellos muchos de los países más grandes de África y algunos importantes países de Asia. Sin embargo, los resultados preliminares de los países en desarrollo mostraron que, de una superficie forestal total de 2 123 millones de hectáreas, por lo menos 117 millones de hectáreas, o sea el 5,5 por ciento, están reguladas por planes oficiales de ordenación forestal, aprobados nacionalmente, que abarcan un período de 5 años como mínimo. Sin embargo, no fue posible evaluar su aplicación efectiva.

14. Los productos forestales no madereros desempeñan una importante función en la vida cotidiana de millones de personas. En el último decenio se ha registrado un fuerte aumento en el interés y las actividades relacionadas con estos productos. Están en marcha muchos proyectos para promover su utilización y comercialización como medio para mejorar el bienestar de las personas rurales y, al mismo tiempo, conservar los recursos forestales existentes. En especial, las poblaciones rurales y las poblaciones pobres dependen de los productos locales para satisfacer necesidades tales como alimentos, forraje, medicinas, gomas, resinas y material de construcción.

15. Sólo unas pocas especies de las que se obtienen productos forestales no madereros son importantes a nivel mundial, y esta es una de las razones por las cuales no se mencionan en las estadísticas mundiales de productos forestales publicadas por la FAO. Sin embargo, cuando se consideran como categorías generales (plantas medicinales, fibras, etc.) muchas tienen importancia mundial. En el caso de los países industrializados de las zonas templadas y boreales, se dispuso de algunos datos sobre cantidades y valores monetarios, por ejemplo, árboles de Navidad, corcho, hongos, trufas, bayas, plantas medicinales, follaje decorativo, carne de caza, pieles, miel y nueces.

16. Los productos forestales no madereros comercializados contribuyen a satisfacer las necesidades diarias y proporcionan empleo e ingresos, especialmente para las poblaciones rurales y en particular las mujeres. Los productos comercializados internacionalmente, tales como bambú, rotén, corcho, goma arábiga, aceites aromáticos y plantas medicinales, tienen un valor relativamente elevado, y por tanto contribuyen al desarrollo económico nacional. Sin embargo, la mayoría de los productos forestales no madereros se utilizan con fines de subsistencia y en pequeñas empresas de carácter familiar. A pesar de su importancia real y potencial, las instituciones nacionales en general no han vigilado sistemáticamente estos recursos ni han evaluado su contribución socioeconómica.

17. El interés en la protección oficial de los bosques, principalmente para la conservación de la diversidad biológica, aumentó considerablemente durante el último decenio. Para la ERF 2000 se utilizó la clasificación de zonas protegidas de la UICN. Este sistema tiene seis categorías diferentes, según el tipo de zona y el grado de protección acordado. Sin embargo, la interpretación del concepto de zonas protegidas difiere considerablemente entre muchos países, lo que hace difícil agregar estadísticas a nivel mundial. Por ejemplo, algunos países sostenían que prácticamente todos sus bosques estaban protegidos de conformidad con la categoría V de la UICN como consecuencia de la legislación forestal general. También se evaluaron las cuestiones relacionadas con la diversidad biológica, que serán tratadas en el informe final.

18. La ERF 2000 se basó en las estadísticas presentadas por los países y en una base de datos espacial desarrollada por el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación para obtener estadísticas sobre protección forestal. La comparación de estas dos fuentes de datos reveló que todavía es necesario trabajar mucho para armonizar los datos nacionales e internacionales, e incluso los datos procedentes de diferentes organismos en un mismo país. Sin embargo, los resultados generales indicaron que aproximadamente el 10 por ciento de los bosques mundiales eran objeto de alguna forma de protección oficial o jurídica, tales como parques y reservas. En el plano regional, América del Norte y Centroamérica tienen el 17 por ciento de sus bosques sometidos a protección; Sudamérica, el 16 por ciento; África, el 11 por ciento; Oceanía, el 10 por ciento; Asia, el 9 por ciento; y Europa (incluida la Federación de Rusia), el 5 por ciento.

19. Los nuevos mapas mundiales de la cubierta forestal y de las zonas ecológicas proporcionaron una definición espacial de las estadísticas sobre superficie de los distintos países y regiones. El mapa de la cubierta forestal ofrece una visión sinóptica de la cubierta forestal mundial. Un mapa por zonas ecológicas mundiales es un medio importante para proceder a la agregación de la información mundial sobre bosques u otros recursos naturales, de conformidad con su carácter ecológico, cuando se utilizan conjuntamente con el mapa de la cubierta forestal. El mapa de la cubierta forestal fue elaborado utilizando imágenes de satélite de baja resolución, mientras que el mapa ecológico se compiló a partir de mapas existentes, nacionales y regionales, de la vegetación potencial, con arreglo a la orientación de expertos internacionales. Cada mapa se basó en una base de datos computadorizada del sistema de información geográfica. Esto permitió combinarlos con diferentes datos espaciales y estadísticos, lo que facilitó nuevas perspectivas de los bosques de todo el mundo. Se pusieron a disposición versiones digitales de los mapas por conducto del sitio web de la ERF.

20. La ERF 2000 efectuó también un estudio mediante teledetección de bosques tropicales para evaluar los cambios en ellos. En ese estudio se utilizaron técnicas de muestreo con imágenes de satélite. Los resultados indicaron que en todo el mundo se habían perdido bosques tropicales a un ritmo de unos 8,6 millones de hectáreas anualmente en el decenio de 1990, en comparación con un ritmo de unos 9,2 millones de hectáreas por año durante el decenio anterior. Durante ese mismo período, la tasa anual de pérdida de bosques densos disminuyó de 8,0 millones de hectáreas en el decenio de 1980 a 7,1 millones de hectáreas en el decenio de 1990. Si bien esta reducción de la tasa de deforestación entre los dos decenios no fue probablemente importante en sí misma, la estimación de los cambios para el decenio de 1990 coincidió perfectamente con los resultados obtenidos por países. El análisis de estos resultados y de los resultados de determinados países sigue en marcha.

21. El estudio mediante teledetección reveló que la mayoría de las pérdidas de bosques se debían a su conversión en tierras dedicadas a la agricultura, el pastoreo y el cultivo migratorio. Las tasas de deforestación eran comparables durante los dos decenios. Entre los productos importantes generados por el estudio cabe citar las matrices de los cambios para los trópicos en su conjunto y para cada región. Estas matrices demostraron las distintas clases de bosques y cubiertas de tierras y la forma en que se habían modificado durante los últimos dos decenios. Este estudio fue el primero que proporcionó una metodología coherente para medir e ilustrar los cambios forestales entre dos períodos de evaluación.

22. Para apoyar la ERF 2000, el Programa de evaluación de los recursos forestales elaboró un complejo sistema de información para archivar, analizar y difundir información utilizando la WWW. Se utilizó tecnología de Internet a fin de crear un foro abierto para el diálogo con los Estados Miembros y aumentar la transparencia de las fuentes y métodos estadísticos de la FAO. Gracias a esta nueva metodología, la FAO estimuló una mayor conciencia, interacción y participación nacional y pública en el proceso de evaluación. Al terminar la evaluación, el sistema estará plenamente incorporado al programa ordinario de la FAO para el mantenimiento y desarrollo futuros.

23. Para concluir, la constante y elevada tasa annual de pérdida de la cubierta forestal tropical y el desencadenamiento de grandes incendios forestales durante el último decenio, en contraste con un mayor desarrollo de las plantaciones, el éxito de la ordenación forestal sostenible y el aumento de las zonas protegidas, muestran un cuadro complicado del pasado y el posible futuro de los bosques mundiales y de la interacción de la humanidad con ellos. Las futuras evaluaciones mundiales deberían tratar de mejorar tanto la precisión como la profundidad de la información proporcionada aumentando la capacidad de los países, elaborando normas de evaluación de alcance mundial y alentando el desarrollo de un sistema mundial de investigación forestal. Quienes toman las decisiones deben participar plenamente en la definición de las futuras necesidades de información que responderán a sus preguntas y preocupaciones acerca del estado y la evolución de los bosques de todo el mundo.

__________________________

1 El Artículo 1 de la Constitución de la FAO dispone que "la Organización reunirá, analizará, interpretará y divulgará las informaciones relativas a la nutrición, alimentación y agricultura. En esta Constitución el término "agricultura" y sus derivados comprenden también la pesca, los productos del mar, los bosques y los productos primarios forestales".