CFS:2001/Inf.7





COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

27º período de sesiones

Roma, 28 de mayo - 1º de junio de 2001

MOVILIZACIÓN DE RECURSOS PARA LUCHAR CONTRA EL HAMBRE

Indice


CUADROS

Cuadro 2.1 Suministro de energía alimentaria (SEA) per cápita (kcal/persona/día)

Cuadro 2.2 Las dimensiones de la agricultura en los países en desarrollo

Cuadro 3.1 Bienes de capital por trabajador agrícola ($EE.UU. constantes de 1990)

Cuadro 3.2 Valor añadido de la agricultura por trabajador agrícola por categorías
de prevalencia de subnutrición ($EE.UU. constante de 1995)

Cuadro 4.1 Proporción del gasto total gubernamental destinado a la agricultura, por regiones en desarrollo y categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)

Cuadro 4.2: Gasto gubernamental en proporción del PIB agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)

Cuadro 4.3: Gasto público en la agricultura por trabajador agrícola por regiones en desarrollo y categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)
($EE.UU. constantes)

Cuadro 4.4 Proporción del gasto en la agricultura con respecto al gasto total y otros indicadores de la importancia del sector agrícola en los países en desarrollo por categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1993 y 1995-1998)

Cuadro 4.5 Corrientes netas totales de recursos de Estados Miembros1 del CAD
y organismos multilaterales a los países en desarrollo y en transición (Miles de millones $EE.UU.corrientes)

Cuadro 4.6 La ayuda en proporción del PIB, del gasto público y de la inversión interna,
por categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)

Cuadro 4.7 - Asistencia oficial para el desarrollo total y destinada a la agricultura y desarrollo rural (millones de $EE.UU. de 1995)

Cuadro 4.8 Compromisos totales de AOD para la agricultura (definición amplia): Proporciones correspondientes a las principales finalidades (agricultura
y desarrollo rural)

Cuadro 4.9 Préstamos para la agricultura por principales instituciones de financiación

Cuadro 5.1 Necesidades de inversión para alcanzar el objetivo de la CMA
(miles de millones de $EE.UU. de 1995)

Cuadro 5.2 Inversión en el pasado y necesidades futuras en los países en desarrollo - (Agricultura primaria) (miles de millones de $EE.UU. de 1995)

Cuadro 1 del Anexo: Porcentajes de pobreza rural y urbana en países en desarrollo

Cuadro 2 del Anexo: Incidencia de la subnutrición en la población por países, regiones geográficas y categorías de prevalencia

Cuadro 3 del Anexo: Gasto total en la agricultura- Gobierno Central+Local+Estatal (millones $EE.UU.) por países y regiones (1990-1998)

Cuadro 4 del Anexo: Gasto total en la agricultura por Categorías de Prevalencia de subnutrición: Central+Local+Estatal (millones $EE.UU.)

Cuadro 5 del Anexo: Gasto público en la agricultura en porcentaje del PIB de la agricultura, (por regiones)

Cuadro 6 del Anexo: Gasto público en la agricultura en porcentaje del valor añadido
de la agricultura, por Categorías de prevalencia de subnutrición

Cuadro 7 del Anexo: Gasto en la agricultura en proporción del gasto total

Cuadro 8 del Anexo: Compromisos totales de los principales grupos de donantes
de 1990 a 1998

FIGURAS

Figura 2.1 Tendencias de la subnutrición en el pasado por regiones en desarrollo

Figura 2.2 Ejemplo de relación entre la cantidad y calidad de las dietas

Figura 3.1 Prevalencia de la subnutrición y perspectivas de reducción
de la subnutrición hasta 2015 y 2030

Figura 3.2 Prevalencia de la subnutrición en los países en desarrollo

Figura 3.3 PIB per cápita por prevalencia de la subnutrición (en $EE.UU. de 1995)

Figura 3.4 Países pobres muy endeudados entre los países de bajos ingresos
y con déficit de alimentos

Figura 3.5 Bienes de capital por trabajador agrícola por regiones en desarrollo
(Aumento anual desde 1986-90 en $EE.UU. de 1990)

Figura 3.6 Bienes de capital por trabajador agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición (Cambios anuales desde 1986-90 en $EE.UU. de 1990)

Figura 3.7 Valor añadido de la agricultura por trabajador agrícola por categorías de prevalencia de la subnutrición

Figura 4.1 Índice de orientación agrícola por categorías de prevalencia
de subnutrición (1990-1998)

Figura 4.2 porcentaje de la ied destinado a países en desarrollo
por regiones, 1999

Figura 4.3 Compromisos totales para la agricultura contraídos por los principales
donantes bilaterales y multilaterales (millones $EE.UU. 1995)

Figura 4.4 AOD total para la agricultura por principales grupos beneficiarios
en 1990 y 1998 (% del total de $EE.UU.)


RESUMEN

Pese a los notables progresos logrados durante el último decenio por los países en desarrollo en el crecimiento económico general y la mejora de las condiciones de vida, la inseguridad alimentaria sigue estando generalizada y muestra pocos indicios de disminuir. Según estimaciones de la FAO sobre la incidencia de la subnutrición en los países en desarrollo, esta afectaba a unos 792 millones de personas (18 por ciento de su población) en 1996-1998. Aunque la cifra ascendía a 960 millones en 1969-71 (37 por ciento de la población) y ha disminuido durante los dos últimos decenios, el número absoluto de personas subnutridas sigue siendo obstinadamente elevado. Si continúan las tendencias, no se alcanzará el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de reducir a la mitad para 2015 el número de personas con inseguridad alimentaria. Con el fin de acelerar las mejoras en la situación de la seguridad alimentaria, es preciso actuar inmediatamente para movilizar y utilizar eficazmente recursos adicionales que permitan mejorar el acceso a los alimentos especialmente a los grupos pobres y vulnerables.

La movilización de recursos para fortalecer la productividad y la capacidad productiva del sector agropecuario es de importancia fundamental para la seguridad alimentaria en los países en desarrollo. La agricultura es el sector principal en cuanto a ingresos nacionales, pero especialmente en lo que concierne al empleo y a las exportaciones, en la mayoría de los países en desarrollo pobres. Además, la mayor parte de la población pobre (estimada en el 70 por ciento) vive en zonas rurales y obtiene sus medios de subsistencia en el sector agrícola, directamente como agricultores o como trabajadores agrícolas, o del empleo en el sector rural fuera de la explotación agrícola. Este último, a su vez, está integrado por numerosas actividades previas y posteriores a la producción primaria y, por lo tanto, depende decisivamente de la actividad y los ingresos de la agricultura para su supervivencia y crecimiento.

En este documento se centra la atención en las necesidades de recursos para la agricultura con el fin de fomentar la seguridad alimentaria en los países en desarrollo. Es en estos países donde ciertamente se concentrarán casi todos los aumentos de población y donde es preciso mitigar la pobreza extrema, en particular, el hambre. La función de la agricultura, para obtener los suministros alimentarios y los ingresos que permitan para tener acceso a los alimentos, es decisiva en los países en desarrollo, especialmente en los de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA). Sin embargo, se reconoce que el desarrollo agrícola sostenible debe completarse con otros componentes indispensables de una estrategia para mitigar la pobreza y, en particular, la inseguridad alimentaria.

Los recursos para la inversión agrícola proceden de fuentes privadas o públicas, externas o internas. Aunque son los mismos agricultores quienes movilizan principalmente la mayoría de las inversiones, el sector público tiene una función decisiva mediante su asignación del gasto en los sectores agrícola, forestal y pesquero para crear un entorno favorable a dicha inversión primaria (incentivos económicos) y garantizar la disponibilidad suficiente de bienes públicos (infraestructura básica, estado de derecho, paz y seguridad). La mayoría de los países con altos niveles de subnutrición se caracterizan por ingresos per cápita bajos y estancados. Esto implica una escasa capacidad de ahorro y frecuentemente va acompañado de una elevada carga de deuda exterior que absorbe una cantidad sustancial de los recursos que, de lo contrario, podrían utilizarse para desarrollar sectores rurales productivos y aliviar la inseguridad alimentaria. Para los países incluidos en esta categoría, los recursos externos y/o la mitigación de la deuda son imprescindibles.

Los datos de la inversión se examinan en este documento por regiones y grupos de países que padecen una prevalencia similar de niveles de subnutrición. Los datos indican que los bienes de capital por cada trabajador agrícola son muy bajos en el grupo de países pertenecientes a categorías de prevalencia elevada de la subnutrición, en comparación con los del grupo de bajos niveles de subnutrición. La amplia divergencia entre las relaciones capital-trabajo en la agricultura se refleja en diferencias de productividad laboral entre las categorías de prevalencia de la subnutrición: Como en el caso de la relación capital-fuerza de trabajo, hay una profunda brecha entre la productividad laboral de las categorías con menor prevalencia y las demás. Por ello, el valor añadido por trabajador en la agricultura en la categoría de prevalencia más baja era de 14 a 17 veces mayor que en la categoría de prevalencia más alta en el período entre 1990 y 1998, diferencia que es muy superior a la existente en las relaciones de capital-trabajo. Este resultado indica que la productividad de los recursos es más elevada en los países con niveles más bajos de subnutrición. La estructura de las relaciones entre productividad y estado nutricional de los distintos grupos indica que las diferencias en eficiencia pueden explicarse, al menos en parte, por la prevalencia de la subnutrición. Es más, hay cada vez mas pruebas obtenidas de investigaciones recientes de que los altos niveles de subnutrición reducen el crecimiento general de los países directamente (mediante la reducción de la productividad de quienes padecen subnutrición) e indirectamente (por medio del efecto negativo de la subnutrición en la salud).

Aunque la función del gobierno en la actividad económica (incluida la agricultura) ha disminuido drásticamente durante un decenio de reformas estructurales, el gasto público sigue siendo un elemento indispensable para promover el desarrollo agrícola. La infraestructura pública, la transferencia de conocimientos por medio de la investigación y extensión agrarias, y los servicios que facilitan el almacenamiento, transporte y mercadeo son ejemplos de gastos que debe seguir haciendo el sector público, en muchos casos de forma cada vez más descentralizada y en colaboración con el sector privado y la sociedad civil.

La parte del gasto público en la agricultura dentro del gasto total muestra amplias diferencias, ya que varía del 0,015 por ciento al 23 por ciento, pero es inferior al 10 por ciento en el 90 por ciento de los países de los que se tienen datos. Pese a que los países pobres dependen de la agricultura para obtener ingresos y seguridad alimentaria, el gasto público en dicho sector, medido en relación con el PIB agrícola o la fuerza laboral agrícola, es inferior en la categoría de países con mayor prevalencia de la subnutrición.

La asistencia exterior para la movilización general de los recursos y la actividad económica es más importante en los países en que predomina la inseguridad alimentaria. En los países con mayor prevalencia de subnutrición, la asistencia exterior a la agricultura representa todavía hasta un 86 por ciento de la inversión interna bruta y el 51 por ciento del gasto público. Los países en desarrollo se enfrentan con un descenso tanto del total de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) suministrada por los principales donantes bilaterales y multilaterales, como de la parte de la AOD destinada al sector agrícola. Además, la inversión extranjera directa (IED) privada ha dejado de lado hasta ahora a la mayoría de los países pobres y, de la inversión privada total destinada a los países más pobres, es relativamente pequeña la parte que se destina a los sectores de la agricultura y la alimentación en los PBIDA.

El nivel de la movilización de recursos necesaria para la alimentación y la agricultura depende ciertamente de las metas que han de alcanzarse. En efecto, el estancamiento de los recursos para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria debe compararse con los niveles de inversión necesarios para alcanzar el objetivo de la CMA. La Cumbre consideró que no era aceptable la reducción limitada del hambre en el mundo que anunciaban las proyecciones disponibles en el momento (de seguir la situación "como hasta ahora"), y estableció el objetivo más ambicioso de reducir a la mitad, no más tarde de 2015, el número de personas subnutridas. Para alcanzar este objetivo, la inversión total bruta necesaria en la agricultura de los países en desarrollo, incluyendo tanto la agricultura primaria como la infraestructura de almacenamiento, elaboración y apoyo, ha sido estimada por la FAO en 180 400 millones de dólares EE.UU. al año durante el período hasta 2015. En términos de inversión bruta solamente en la agricultura primaria, el déficit entre el escenario de la inversión "como hasta ahora" y el que permitiría alcanzar el objetivo de la CMA era del 12 por ciento en el promedio de todas las regiones en desarrollo, y variaba del 38 por ciento en el África Subsahariana a cero en África del Norte y el Cercano Oriente.

En este contexto, la FAO ha movilizado durante cinco años 230 millones de dólares para el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA). Para ser eficaz y alcanzar sus objetivos en unos 80 PBIDA, el programa necesita una financiación anual de unos 1 400 millones de dólares, incluyendo 500 millones del Fondo Fiduciario del PESA de la FAO, 67 millones de los países receptores, 134 millones de donantes bilaterales, y 670 millones de instituciones de financiación multilateral, lo que equivale a unos 17 millones de dólares por país.

Pero la inversión en los sectores productivos no puede afrontar el problema inmediato de aliviar el hambre y se necesita un enfoque paralelo a la seguridad alimentaria. En efecto, se necesitan intervenciones directas para reducir la actual malnutrición y crear condiciones de vida sanas que acompañen a las políticas (incluidas las prioridades de la inversión pública) encaminadas al desarrollo general y agrícola. Los recursos necesarios para mejorar las condiciones multidimensionales de la salud y la nutrición de las poblaciones de estos países son ciertamente difíciles de cuantificar. El costo de suministrar los alimentos necesarios para que la población subnutrida se alimente a un nivel mínimamente suficiente se ha estimado teóricamente en unos 13 dólares por persona al año para 800 millones de personas, lo que significa 10 000 millones de dólares al año, pero el costo se reduciría a sólo 5 000 millones si se alcanzara el objetivo de la CMA.

En general, la información y los análisis presentados en el documento no presentan pruebas suficientes de que se estén produciendo cambios en una nueva dirección, si bien los datos necesarios para el seguimiento de la situación son escasos y preliminares. No obstante, aun considerando la escasez de la información disponible, el análisis indica tendencias preocupantes en la inversión agrícola en los países que más la necesitan. La falta de inversiones suficientes ha contribuido a su vez a que sean insuficientes los progresos en la mitigación del hambre observados desde comienzos de los años noventa. Además, el análisis muestra que los países que han conseguido reducir la subnutrición parece que son los que dedican más recursos a sus sectores agrícolas. Por consiguiente, el mensaje debe ser claro: para alcanzar el objetivo de la CMA se necesita la voluntad política tanto de los gobiernos nacionales como de los donantes extranjeros internacionales para invertir recursos suficientes en la alimentación y la agricultura de forma que se incremente la productividad, el empleo y el acceso a los alimentos, en particular en las zonas rurales, y se saque a los más pobres de entre los pobres de los graves niveles de subnutrición.


I. INTRODUCCIÓN

1. Pese a los notables progresos logrados durante el último decenio por los países en desarrollo en el crecimiento económico general y la mejora de las condiciones de vida, la pobreza, y en particular la inseguridad alimentaria, está todavía generalizada y muestra pocos indicios de disminuir. Resulta ya evidente que esta situación no cambiará realmente a menos que se actúe inmediatamente para movilizar los recursos adicionales necesarios y utilizarlos eficazmente en programas sostenibles de producción agrícola y en medidas para mejorar el acceso a los alimentos, en particular, para los pobres y los grupos vulnerables (mujeres y niños). La asignación de recursos a la agricultura y desarrollo rural es de primordial importancia ya que la economía rural desempeña una función importante en las vidas de los pobres que son también quienes padecen hambre.

2. La agricultura mundial, en su conjunto, debe incrementar de forma sostenible la producción de alimentos para satisfacer las necesidades de una población creciente y responder a una demanda cada vez mayor. Es en los países en desarrollo donde se concentrará casi todo el incremento futuro de la población y donde deberá realizarse la mitigación de la pobreza extrema, en particular del hambre. La función de la agricultura para generar suministros alimentarios adicionales y los ingresos necesarios para dar acceso a los alimentos es fundamental en los países en desarrollo, especialmente en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA).

3. La inseguridad alimentaria es una de las características más terribles de la pobreza. El número de personas que viven con menos de un dólar al día en el mundo en desarrollo1 era de unos 1 200 millones en 19982, lo que significa que, por término medio, un cuarto de la población de estos países era pobre. Las cifras de la subnutrición que es la condición más extrema de la pobreza3 presentan pautas semejantes. Las cifras más recientes de la FAO indican que en 1996/98 había todavía 792 millones de personas subnutridas en el mundo en desarrollo, cifra que según las proyecciones, descenderá a unos 580 millones en 20154, lo que implica que, de continuar las tendencias, no se conseguirá el objetivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) de reducir para esa fecha a 400 millones el número de personas subnutridas. Aunque la inseguridad alimentaria se concentra en el mundo en desarrollo, es importante señalar que el hambre está presente también en otros países y afecta a unos 34 millones de personas. Aunque la mayoría de estas personas se hallan en los países en transición (28 millones) que están atravesando todavía la etapa difícil de reestructuración de sus economías, existen bolsas de hambre incluso en países de ingresos más elevados.

4. La pobreza se manifiesta de formas concretas, en particular en la inseguridad alimentaria (personas que no tienen acceso fiable a alimentos suficientes y adecuados), por lo que la lucha contra el hambre es una parte fundamental de cualquier estrategia sólida para erradicar la pobreza. El concepto de seguridad alimentaria constituye un instrumento eficaz para orientar, diseñar y supervisar las políticas e iniciativas encaminadas a reducir la pobreza. Esto significa que se pueden usar eficazmente los recursos para destinarlos a quienes padecen inseguridad alimentaria a plazos corto o largo. Existen recursos suficientes y, de hecho, los necesarios para terminar con el hambre son inferiores a los costos humanos y económicos de no hacerlo. Estos últimos incluyen los costos, en términos de gasto público en programas de salud y bienestar, de la mala salud provocada generalmente por la subnutrición, de la escasa productividad laboral y, en último término, de un bajo crecimiento económico.

5. La Declaración Ministerial del Quebec de 1995 empeñaba a la FAO y a sus estados miembros a "promover inversiones adecuadas en los sectores agropecuario, forestal y pesquero"5. En el contexto de la CMA, la FAO6 estimó el volumen futuro de inversiones en la agricultura y en infraestructura y servicios de apoyo necesario para alcanzar el objetivo de la CMA de "reducir el número de personas subnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015". Se calcula que los niveles actuales de la inversión son inferiores en unos 30 000 millones de dólares a los 180 400 millones que se necesitan anualmente par alcanzar el objetivo de la Cumbre.

6. Los recursos para la inversión en la agricultura proceden de fuentes privadas o públicas, externas o internas. Aunque son los mismo agricultores quienes principalmente moviliza la mayoría de las inversiones, el sector público tiene una función decisiva por medio del gasto público en los sectores agrícola, forestal y pesquero para crear un entorno favorable a la inversión privada (incentivos económicos) y asegurar la disponibilidad suficiente de bienes públicos (infraestructura básica, estado de derecho, paz y seguridad). La Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) es un complemento importante de los recursos internos, especialmente para los países afectados por una elevada inseguridad alimentaria. En el documento, junto con tales recursos dedicados a la agricultura, se examinan también las necesidades de inversión estimadas para alcanzar el objetivo de la CMA.

7. Las tendencias hacia el logro de los objetivos de la CMA de reducir a la mitad el número de personas subnutridas para 2015 han sido desalentadores durante el último decenio. La reducción del número de personas subnutridas no ha superado la cifra de ocho millones al año mientras que se necesitaba una reducción de 20 millones para alcanzar el objetivo de la CMA. Con las tendencias actuales, se conseguiría reducir a la mitad la población subnutrida sólo en 2030. Los países con una elevada prevalencia en la subnutrición tienen niveles de ingresos, relaciones entre el capital y la fuerza de trabajo y una productividad laboral en la agricultura inferiores a los existentes en los países de la prevalencia de la subnutrición es baja. Con respecto a los recursos asignados a la agricultura, se espera que algunos países puedan movilizar más recursos internos para sufragar los costos sustanciales necesarios para reducir notablemente la prevalencia de la subnutrición en sus poblaciones. Sin embargo, muchos otros, especialmente los pertenecientes al grupo de países de bajo ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), necesitarán disponer de un flujo mayor de recursos externos. A este respecto, cabe señalar que la asistencia exterior para el desarrollo destinada a la agricultura ha descendido a los niveles más bajos de todos los tiempos, si bien en términos de recursos totales ha habido cierta sustitución de fuentes públicas por privadas. Con todo, la Inversión Extranjera Directa (IED) ha dejado de lado hasta ahora a la mayoría de los países pobres y, de toda la inversión privada destinada a los países más pobres, es relativamente pequeña la parte utilizada para los sectores alimentario y agrícola de los PBIDA. Por consiguiente, cobra una importancia primordial y urgente la cuestión de movilizar un nivel adecuado de recursos y utilizarlos de la mejor forma posible.

II. ¿POR QUÉ MÁS RECURSOS PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y POR QUÉ HACIA LA AGRICULTURA EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO?

8. En el último número de la publicación de la FAO "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo" se estima la incidencia de la subnutrición en los países en desarrollo indicando que afectaba a unas 792 millones de personas (18 por ciento de su población)7 en 1996-1998. Aunque esta cifra ascendía a 960 millones en 1969-71 (37 por ciento de la población) y ha disminuido en los últimos decenios (Figura 2.1), el número absoluto de personas subnutridas sigue siendo obstinadamente elevado. La insistencia en la persistencia de elevadas cifras de personas subnutridas no debe

considerarse como falta de reconocimiento del notable éxito de la agricultura mundial en proporcionar alimentos a una población mundial en aumento continuo. Durante este período, la población de los países en desarrollo aumentó de 2 600 a 4 500 millones. La reducción de la incidencia relativa de la subnutrición (la mitad del porcentaje de la población afectada) ha representado un logro importante.

Figura 2.1. Tendencias de la subnutrición en el pasado por regiones en desarrollo

LAC: América Latina, NENA: Cercano Oriente y África del Norte, SSA: África Subsahariana, ESEA: Asia Orienta y Sudoriental y SA: Asia Meridional, DC's: Países en Desarrollo
Fuente: Estadísticas de la FAO.

9. Estos progresos se reflejan también en los aumentos de una de las variables fundamentales utilizadas aquí para medir las dimensiones de la inseguridad alimentaria en los países, a saber, la disponibilidad de alimentos per cápita para el consumo humano expresada en kcal/persona/día (suministro de energía alimentaria o SEA)8 (Cuadro 2.1).

Cuadro 2.1: Suministro de energía alimentaria (SEA) per cápita (kcal/persona/día)

MUNDO/REGIÓN

1969-71

1979-81

1990-92

1996-98

 

.................. (kcals/día)..................

Mundo

2 410

2 540

2 700

2 780

Países desarrollados

3 130

3 220

3 270

3 240

Economías en transición

3 320

3 390

3 160

2 890

Países en desarrollo

2 110

2 300

2 520

2 650

América Latina y el Caribe

2 470

2 700

2 710

2 810

Cercano Oriente y África del Norte

2 360

2 820

2 980

2 970

África Subsahariana

2 100

2 070

2 120

2 200

Asia Oriental y Sudoriental

2 010

2 320

2 640

2 850

Asia Meridional

2 060

2 070

2 310

2 420

Fuente: Estadísticas de la FAO

10. Como se muestra en el Cuadro 2.1, los progresos en el promedio mundial del SEA reflejan sobre todo aumentos logrados en países en desarrollo cuyo SEA medio creció de 2110 a 2650 kilocalorías per cápita (26 por ciento) entre 1969-71 y 1996-98. Estos progresos en el conjunto de los países en desarrollo dependen decisivamente de los incrementos notables logrados en aquellos con poblaciones más altas. De los siete países en desarrollo con una población de más de 100 millones, sólo uno se ha mantenido durante este período en niveles muy bajos en términos de consumo de alimentos per cápita. Las divergencias en los aumentos logrados en materia de seguridad alimentaria pueden considerarse también en los años más recientes: entre 1990-92 y 1996-98 sólo 40 países han podido reducir la cifra de su población subnutrida (en un total de 100 millones de personas), mientras que en los demás países en desarrollo donde se ha hecho esta evaluación (5 países) no se han registrado progresos e incluso el número de personas subnutridas creció en unos 70 millones. Esta comparación ilustra igualmente las razones para la esperanza y las razones para preocuparse (véase, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, 2000).

11. Es útil observar al respecto que el número de personas que no tienen acceso a un aporte mínimo de energía alimentaria diaria, utilizado ampliamente como medida de la inseguridad alimentaria, no capta todas las dimensiones de la desnutrición (causadas también por el mal estado de salud) y la malnutrición (cuando los desequilibrios dietéticos, especialmente de micronutrientes, ejercen efectos peligrosos en la salud). No obstante, la falta de alimentos suficientes es por sí misma causa de deficiencia de toda una gama de nutrientes necesarios, no sólo de energía. Además, como se ilustra más adelante en una comparación entre la dieta de un adulto bien nutrido y de uno subnutrido, la variedad de la dieta es normalmente mucho menor a niveles más bajos de ingestión de alimentos, lo que se suma a la insuficiencia nutricional de la alimentación de las personas subnutridas (Figura 2.2).

Figura 2.2: Ejemplo de relación entre la cantidad y calidad de las dietas

12. Hay actualmente 33 países en desarrollo donde el consumo de alimentos por persona es inferior a 2 200 kcal y, por consiguiente, existe en ellos una prevalencia bastante alta de inseguridad alimentaria. Para reducir a la mitad el número de personas subnutridas antes de 2015 en cada uno de estos países basándose en un desarrollo económico autodependiente, se necesitan tasas de crecimiento excepcionalmente elevadas en su demanda total de alimentos, junto con una distribución más equitativa de los ingresos. La combinación necesaria de un crecimiento9 de los ingresos y una mejor distribución exigiría muchas cosas, en caso de ser absolutamente viable. Sólo en casos excepcionales algún país ha conseguido en el pasado tales tasas de crecimiento del consumo alimentario total durante períodos prolongados. Por consiguiente, sólo con un esfuerzo excepcional de movilización de recursos en la medida necesaria y mediante su asignación para satisfacer las necesidades más acuciantes de la pobreza rural masiva y la inseguridad alimentaria, se podrá invertir la trayectoria de la falta de progresos suficientes hacia el logro del objetivo de CMA.

13. En conjunto, alrededor del 70 por ciento de la población pobre de los países en desarrollo vive en zonas rurales donde se concentra la pobreza. Esto es especialmente exacto en los países con elevada subnutrición (Cuadro 1 Anexo). Dichos países dependen de la agricultura, directamente o mediante actividades conexas, para obtener la mayor parte del empleo de la fuerza laboral y una proporción elevada de su producto económico e ingresos de exportación. La proporción de la fuerza de trabajo empleada en la agricultura en 1999 era del 56 por ciento por término medio en los países en desarrollo. En África, donde el 34 por ciento de la población padecía subnutrición10 en 1996-98, el empleo en la agricultura asciende hasta un 67 por ciento de la fuerza laboral total (Cuadro 2.2).

Cuadro 2.2: Las dimensiones de la agricultura en los países en desarrollo

 

PROPORCIÓN DE LA POBLACIÓN RURAL A LA TOTAL
(porcentaje)

PROPORCIÓN DE LA FUERZA LABORAL AGRÍCOLA A LA TOTAL
(porcentaje)

PROPORCIÓN DEL PIB AGRÍCOLA AL TOTAL
(porcentaje)

 

1990

1999

1990

1999

1990

1998

             

PAÍSES EN DESARROLLO

66

60

61

56

15

15

             

América Latina y Caribe

29

25

25

20

8

7

Cercano Oriente y África del Norte

46

40

39

34

14

13

África Subsahariana

74

68

72

67

26

29

Asia Oriental y Sudoriental

71

64

68

62

19

18

Asia Meridional

75

72

63

59

27

26

Fuente: Estadísticas de la FAO

14. La población rural pobre depende de la agricultura para obtener los alimentos que consume o generar ingresos. Los hogares rurales generan ingresos de las actividades agrícolas (producto de la venta de productos agrícolas o empleo en la agricultura) y/o mediante su empleo en actividades rurales no agrícolas. El sector rural no agrícola incluye una amplia serie de bienes y servicios que en la mayoría de los casos están vinculados al sector agrícola (preparación de insumos, reparación de aperos agrícolas, elaboración de productos). Además, los ingresos obtenidos de actividades agrícolas se gastan en bienes de producción local y esta demanda es esencial para la supervivencia del sector rural no agrícola. Por lo tanto, el crecimiento del sector agrícola es un componente esencial para reducir la pobreza y lograr la seguridad alimentaria, teniendo en cuenta que los pobres dependen en gran medida del sector para conseguir sus medios de subsistencia. En este documento se hace hincapié en la movilización de recursos para la agricultura, ya que se considera que estas inversiones son un componente esencial para incrementar la capacidad productiva, crear empleo y generar ingresos, en las zonas donde vive la mayor parte de la población pobre y con inseguridad alimentaria.

15. La movilización de recursos para la agricultura es fundamental, pero debe complementarse con inversiones en infraestructura, salud y educación11. La reducción de conflictos, la democracia y el buen gobierno, la educación y la salud, la inocuidad del agua y la apertura de los mercados son objetivos esenciales para la movilización de los recursos de Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) y para actuar a fin de reducir el hambre, junto con la transferencia de tecnología, la investigación y extensión agrarias y la infraestructura rural. La demostración de los grandes beneficios que produce la inversión en mejora del capital humano ha sido una importante contribución a la comprensión del desarrollo económico y de su relación con el desarrollo humano. La función de esa inversión en la mitigación de la pobreza se halla en la base de todas las estrategias de desarrollo ampliamente compartidas por la comunidad internacional, tal como se expresó en la Congreso Social de Copenhague de 1995, en las orientaciones estratégicas de la OECD/CAD para la cooperación al desarrollo12, en el informe sobre el desarrollo mundial, 2000, del Banco Mundial13, y en la Declaración del Milenio.

III. TENDENCIAS DE LA INVERSIÓN EN LA AGRICULTURA
EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO

A. Naturaleza del problema y necesidades de recursos

16. El nivel de la movilización de recursos necesaria para la alimentación y la agricultura depende ciertamente de los objetivos que han de alcanzarse. La CMA consideró que la reducción limitada del hambre en el mundo, prevista según las proyecciones disponibles a la sazón14, no era aceptable y estableció el objetivo más ambicioso de reducir a la mitad, no más tarde de 2015, el número de personas subnutridas. Según las proyecciones más recientes de la FAO sobre el número de personas subnutridas en el mundo, en un escenario "como hasta ahora", no se alcanzaría ese objetivo. De hecho, el estudio indica que, en lugar de 400 millones, el número de hambrientos podía ascender todavía a unos 580 millones y el objetivo de la CMA no podría alcanzarse antes de 2030. En la Figura 3.1 se muestra la prevalencia de la subnutrición y las proyecciones a 2030.


Figura 3.1: Prevalencia de la subnutrición y perspectivas de reducción
de la subnutrición para 2015 y 2030

LAC: América Latina, NENA: Cercano Oriente y África del Norte, SSA: África Subsahariana, ESEA: Asia Orienta y Sudoriental y SA: Asia Meridional, DC's: Países en Desarrollo
Fuente: Estadísticas de la FAO.

17. La aceleración de la lucha contra el hambre en países de alta prevalencia de subnutrición no depende sólo de la voluntad política15, sino también de la disponibilidad de recursos suficientes. La mayoría de los países con altos niveles de subnutrición se caracterizan por ingresos per cápita bajos y estancados. Esto implica una baja capacidad de ahorro, acompañada frecuentemente de una elevada carga de deuda que absorbe una cantidad considerable de recursos que, de lo contrario, podrían utilizarse para desarrollar sectores productivos. El resultado es que los países con elevada incidencia de subnutrición carecen de los recursos necesarios para generar el crecimiento de los sectores productivos. Estas cuestiones se examinan más adelante.

Recuadro. 2.1: Metodología sobre la clasificación de los países
Para exponer las características distintivas de los países en relación con los distintos niveles de subnutrición, se ha agrupado a los países en desarrollo en cinco categorías según la prevalencia de la subnutrición, es decir, la proporción de personas subnutridas en su población16. La proporción de personas subnutridas en la población de los países dentro de cada categoría de prevalencia es la siguiente: menos del 2,5 por ciento (Categoría 1), del 2,5 a menos del 5 por ciento (Categoría 2), del 5 a menos del 20 por ciento (Categoría 3), del 20 a menos del 35 por ciento (Categoría 4) y más del 35 por ciento (Categoría 5). La lista de países incluidos en las categorías de prevalencia, su región geográfica y el grado de subnutrición de la población aparecen en el Cuadro 2 del Anexo17. En términos relativos, se caracteriza la subnutrición como "baja" en las Categorías 1 y 2, "alta" en las Categorías 4 y 5, e "intermedia" en la Categoría 3.
En la Figura 3.1 se ofrece la distribución geográfica de los países por regiones. De los 24 países de la Categoría 5, donde la subnutrición es del 35 por ciento o más, 18 se hallan en África al sur del Sahara. La subnutrición se concentra en Asia Meridional y Sudoriental, África y América Latina. Los países pertenecientes a la Categoría 1 de prevalencia de la subnutrición tienen niveles muy bajos de subnutrición y figuran entre ellos países desarrollados como se ve en el mapa siguiente. Hay 26 países en la Categoría 4, y 34 en la Categoría 3.
Hay que señalar que puede haber variaciones en los valores de los indicadores económicos de los países pertenecientes a una determinada categoría de prevalencia.

Figura 3.2: Prevalencia de la subnutrición en los países en desarrollo

18. Donde más bajos son los ingresos nacionales (medidos por el PIB per cápita) (Figura 3.3) es en los países donde la subnutrición es más alta (categorías 4 y 5); además, las tendencias del último decenio muestran que en esas categorías los ingresos per cápita no han mejorado sensiblemente. En tales condiciones, las tasas de ahorro e inversión no pueden ser sino bajas. Por otra parte, es probable que los ahorros de las personas vulnerables y con inseguridad alimentaria se encaucen a bienes que reducen su vulnerabilidad a las crisis, y no a inversiones para incrementar la productividad de los recursos.


Figura 3.3: PIB per cápita por prevalencia de la subnutrición (en $EE.UU. de 1995)*

Fuente: Banco Mundial, Indicadores del Desarrollo Mundial, 2000.

19. La pesada carga de la deuda en los países que tienen una alta prevalencia de subnutrición constituye un drenaje adicional de recursos que podrían invertirse en sectores productivos. En la Figura 3.4 se muestra que, entre los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), donde más difundido está el endeudamiento es entre los países con prevalencia más alta de la subnutrición. Entre los 23 PBIDA con la más alta prevalencia de subnutrición, 17 pertenecen al grupo de países pobres muy endeudados (PPME). Las perspectivas son mucho más positivas para los países con una prevalencia inferior al 20 por ciento. En este grupo, sólo seis de los 21 PBIDA se hallan muy endeudados.

Figura 3.4: Países pobres muy endeudados entre los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos*

Fuente: FAO, El estado de la seguridad alimentaria en el mundo 2000
* No se incluyen 14 PBIDA de los cuales no se tiene información sobre la subnutrición.

20. No es sorprendente que la combinación de baja capacidad de ahorro y elevado endeudamiento dé como resultado una baja capacidad de inversión en el sector agrícola, especialmente en los países donde más se necesitan las inversiones agrícolas para elevar los ingresos de los pobres y mejorar así la seguridad alimentaria. Se tratará esto en la siguiente sección.

B. Inversión Agrícola

21. Se reconoce ahora ampliamente que el concepto de inversión para elevar la capacidad productiva de la agricultura incluye no sólo bienes físicos, sino también difusión de ciencia y tecnología, mejora del capital humano y creación de capital social. El establecimiento de un entorno favorable a la inversión para elevar los niveles de productividad y realizar los necesarios cambios estructurales se convierte en uno de los principales desafíos de política. Es necesario que todo el entorno de política e institucional sea favorable para que agentes privados, en particular los agricultores, efectúen inversiones.

22. Durante los dos últimos decenios, muchos gobiernos han tratado de subsanar los sesgos antiagrícolas del pasado adoptando políticas para quitar los controles de los mercados agrícolas, reducir las distorsiones de precios y dar mayor lugar a los actores privados en la actividad económica. Tales medidas, aunque necesarias, no siempre son suficientes para inducir las inversiones que permitan lograr aumentos sostenidos de la productividad y producción. Para incentivar la inversión se necesitan también políticas que mejoren el acceso a los mercados, aseguren la difusión de información, establezcan normas y proporcionen marcos jurídicos y reglamentarios adecuados. A nivel más general, se reconoce que la estabilidad política y un marco institucional bien definido y aplicado son imprescindibles para garantizar inversiones privadas suficientes. Hace falta también una sólida complementariedad entre la inversión pública y privada para sostener el crecimiento agrícola, mediante la cual los gobiernos invierten en sectores de bienes públicos importantes (investigación, extensión, infraestructura, especialmente control del agua, carreteras, instalaciones de almacenamiento, servicios de mercadeo, y enseñanza, normas y reglamentos).

23. La FAO ha desarrollado una base de datos completa sobre inversiones y bienes de capital agrícolas, utilizando datos de FAOSTAT que se complementan con datos de cuentas nacionales de los distintos países. Estos datos incluyen los bienes de capital (tierras, riego, tractores, ganado, plantaciones, estructuras) para la agricultura primaria en las principales regiones en desarrollo.

24. Para tener en cuenta las variaciones en la intensidad de capital y los niveles de tecnología entre los sectores agrícolas de los distintos grupos de países, en el Cuadro 3.1 los datos sobre bienes de capital por trabajador agrícola se presentan por regiones y categorías de prevalencia. Las dos regiones con la menor incidencia de subnutrición, América Latina y el Cercano Oriente - África del Norte, muestran un capital agrícola por agricultor claramente superior al de otras regiones.

Cuadro 3.1: Bienes de capital por trabajador agrícola ($EE.UU. constantes de 1990)

REGIÓN

1975

1976-80

1981-85

1986-90

1991-1995

1996

1997

América Latina y Caribe

7 335

7 626

7 891

8 371

9 024

9 223

9 364

Cercano Oriente y África del Norte

4 847

4 852

5 182

5 782

5 983

5 870

5 857

África al Sur del Sahara

1 223

1 231

1 198

1 147

1 137

1 143

1 142

Asia Oriental y Sudoriental

898

910

919

933

953

991

977

Asia Meridional

1 032

1 025

1 027

1 036

1 047

1 051

1 053

               

CATEGORÍA DE PREVALENCIA

             

Categoría 1

6 105

6 398

6 685

7 199

7 987

8 186

8 264

Categoría 2

5 139

4 758

4 980

5 681

6 454

6 670

6 796

Categoría 3

1 399

1 424

1 443

1 465

1 496

1 538

1 530

Categoría 4

1 139

1 137

1 140

1 138

1 147

1 151

1 152

Categoría 5

1 087

1 078

1 029

998

963

942

934

Fuente: Estadísticas de la FAO

25. Al cabo del tiempo, las dos mismas regiones han experimentado también un incremento sustancial del capital por trabajador, en comparación con el estancamiento de las otras regiones. En cuanto a las agrupaciones de países por prevalencia de la subnutrición, hay un claro contraste en la intensidad de capital de las dos primeras categorías (baja incidencia de subnutrición) y las otras tres (altos niveles de subnutrición). Existen también diferencias en términos de cambios al cabo del tiempo: Los países con menor prevalencia de subnutrición muestran un incremento más sostenido (período baje 1986-90) en la inversión por trabajador, mientras que los cambios en las demás categorías han sido muy escasos o incluso negativos (Figura 3.5). Por consiguiente, la falta de la acumulación necesaria de capital físico para el crecimiento de la agricultura y la mitigación de la subnutrición resulta evidente. Vale la pena señalar que durante el período considerado, la relación capital-fuerza de trabajo de la categoría con la prevalencia más baja ha aumentado relativamente de seis a nueve veces más que la registrada en la categoría de prevalencia más alta (Cuadro 3.1).


Figura 3.5: Bienes de capital por trabajador agrícola por regiones en desarrollo
(Aumento anual desde 1986-90 en $EE.UU. de 1990)

Figura 3.6: Bienes de capital por trabajador agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición (Cambios anuales desde 1986-90 en $EE.UU. de 1990)

Fuente: Estadísticas de la FAO

C. Inversión agrícola y productividad agrícola

26. La escasez de bienes de capital por trabajador se refleja en una baja productividad por trabajador agrícola en la agricultura, como se muestra en el Cuadro 3.2 para las distintas categorías de prevalencia de subnutrición. De hecho, la amplia divergencia en las relaciones capital-fuerza de trabajo entre las distintas categorías se amplia aún más en términos de productividad laboral, y las tendencias siguen divergiendo al cabo del tiempo. Lo mismo que en el caso de la relación capital-fuerza de trabajo, es evidente una división neta entre las categorías de prevalencia inferior y las demás. En efecto, el valor añadido por trabajador en la categoría de prevalencia más baja era de 14 a 17 veces superior al registrado en la categoría de prevalencia más alta en el período entre 1990 y 1998 (Cuadro 3.2). La estructura de la relación entre productividad y estado nutricional de las distintos grupos sugiere que las diferencias en la eficiencia pueden explicarse, al menos en parte, por la prevalencia de la subnutrición. En realidad, investigaciones recientes ofrecen pruebas cada vez mayores de que los altos niveles de subnutrición comprometen el crecimiento general de los países directamente (mediante la reducción de la productividad de quienes están subnutridos) e indirectamente (por el efecto negativo de la subnutrición sobre la salud)18. Es posible que los países con elevada incidencia de la subnutrición caigan en el círculo vicioso del hambre: la incidencia elevada de la subnutrición causa pérdidas de eficiencia y limita la capacidad de afrontar la subnutrición. Durante el período 1990-1997, la productividad agrícola ha mejorado en la mayoría de las categorías, salvo en aquellas donde la prevalencia de la subnutrición es la más elevada. (Figura 3.7).

Cuadro 3.2: Valor añadido de la agricultura por trabajador agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición* ($EE.UU. constante de 1995)

CATEGORÍA DE PREVALENCIA

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

Categoría 1

3 580

3 656

3 875

3 833

3 876

3 999

4 151

4 181

4 300

Categoría 2

2 220

2 209

2 299

2 261

2 327

2 373

2 425

2 424

2 494

Categoría 3

528

534

553

563

584

606

631

635

547

Categoría 4

421

416

430

432

446

448

475

469

480

Categoría 5

248

249

239

239

230

233

239

242

245

Países Desarrollados*

19 966

19 772

21 679

21 096

22 971

22 910

24 807

26 178

27 348

*Nota: No se incluyen Israel, Luxemburgo, Malta y Suecia. Alemania no incluida en 1990.
Fuente: Estadísticas de la FAO


Figura 3.7: Valor añadido de la agricultura por trabajador agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición

Fuente: Estadísticas de la FAO

27. De estas observaciones surgen dos conclusiones: se necesitan recursos adicionales para fomentar el desarrollo agrícola principalmente en los países con mayor prevalencia de subnutrición; hay amplio margen para mejorar la productividad de los bienes de capital y fuerza de trabajo en los países con prevalencia elevada de la subnutrición. Además, la mitigación de la subnutrición puede ser un paso decisivo para romper el círculo vicioso de la subnutrición y la baja productividad con que se enfrentan muchos países del mundo en desarrollo.

IV. MOVILIZACIÓN DE RECURSOS PÚBLICOS
PARA EL DESARROLLO AGRÍCOLA

28. A nivel nacional los recursos para el desarrollo agrícola y el fomento de la seguridad alimentaria pueden ser privados o públicos, internos o externos. En países con incidencia elevada de la subnutrición, los bajos ingresos per cápita limitarán probablemente los ahorros privados. Por la misma razón, la base imponible de la que los gobiernos obtienen los recursos será probablemente baja. Aunque, en muchos casos, los gobiernos pueden obtener recursos internos adicionales mediante reformas fiscales, hay una serie de países que tienen que seguir dependiendo de recursos externos para obtener fondos que puedan destinar al desarrollo agrícola. En muchos países se están introduciendo diferentes formas y niveles de intervención pública para ajustarse a una base de recursos en general decreciente y a las nuevas condiciones de la escena internacional. En los párrafos siguientes, se examinan la función del gasto público en el sector agrícola y la de la financiación exterior para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria.

A. Gasto público en la agricultura

29. La función del gobierno en apoyo de las actividades económicas en general, y de la agricultura en particular, se ha revisado drásticamente y en muchos casos se ha reducido durante un decenio de reformas estructurales en la mayoría de los países del mundo. En el nuevo "paradigma" del desarrollo se tiende a que los gobiernos centren sus esfuerzos en la utilización de sus recursos para la entrega de bienes y servicios públicos indispensables, y en proporcionar un entorno en el que pueda florecer la iniciativa privada, en lugar de tratar de sustituirla o competir con ella. Aún así, el gasto público sigue siendo una condición indispensable para el desarrollo económico y social. La investigación y extensión agrarias, la infraestructura y servicios públicos, las redes de seguridad contra posibles crisis, programas para facilitar el ajuste de determinados sectores o regiones a fin de adoptar innovaciones arriesgadas que garanticen la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria, son ejemplos de funciones públicas que se deberán seguir exigiendo al sector público, en muchos casos de forma cada vez más descentralizada en asociación con el sector privado y la sociedad civil.

30. Las formas de tributación utilizadas por los gobiernos repercuten también en el nivel de los recursos disponibles, a la vez que constituyen un instrumento eficaz de redistribución. Las reformas de los sistemas fiscales deberán estar también orientadas, entre otras cosas, a garantizar un entorno favorable a la inversión privada tanto extranjera como interna.

31. Sin embargo, son escasas las series cronológicas de datos sobre gastos gubernamentales por sectores. La única fuente de datos completa que documenta gastos de los gobiernos (central, local y estatal) en la agricultura es el FMI19. Hay que señalar inmediatamente que son una minoría los países que notifican datos utilizables, con largos retrasos, como lo demuestra el número bajo y decreciente de observaciones disponibles en esta fuente (Cuadros 3, 4 y 5 del Anexo). En términos de categorías de prevalencia, la escasez de observaciones en la Categoría 2 (informaron 3 países o menos) no justifica el uso de esta categoría.

32. La primera observación es que la proporción del gasto en la agricultura respecto del total del gasto público es muy reducida, ya que las observaciones varían del 0,015 por ciento al 23 por ciento, pero es inferior al 10 por ciento en el 90 por ciento de los casos (Cuadro 7 del Anexo). En el Cuadro 4.1 se resumen estos datos por regiones y categorías de prevalencia de subnutrición. La proporción del gasto en la agricultura no se relaciona de manera sencilla con el tamaño del sector agrícola y depende, entre otras cosas, de la importancia general que se atribuye a las funciones económicas en el presupuesto gubernamental. No obstante, cabría esperar que los países donde la agricultura desempeña una función dominante asignaran una proporción mayor del gasto a este sector. Se examina esto a continuación en relación con dos indicadores principales: la importancia de la mano de obra agrícola en el empleo total y la proporción del valor añadido de la agricultura en el PIB total. Teniendo en cuenta la importancia del crecimiento agrícola para mitigar la inseguridad alimentaria en países con elevada prevalencia de subnutrición, se realiza también el examen en relación con las categorías de subnutrición.

Cuadro 4.1: Proporción del gasto total gubernamental destinado a la agricultura, por
regiones en desarrollo y categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)

REGIÓN

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

América Latina y Caribe

3,2

4,6

3,9

4,2

3,9

3,4

2,7

3,3

1,9

Cercano Oriente y África del Norte

4,1

3,6

3,7

3,6

3,3

3,7

3,5

3,5

1,1

África al Sur del Sahara

6,2

5,8

6,6

5,3

5,5

5,0

5,6

4,7

3,9

Asia Oriental y Sudoriental

6,9

6,5

5,9

6,1

7,0

7,5

7,4

7,1

5,2

Asia Meridional

8,4

10,0

10,4

10,5

11,2

11,2

8,8

6,3

5,4

CATEGORÍA DE PREVALENCIA.

1

5,5

5,1

4,8

4,3

4,3

5,2

4,9

4,3

n/d

2

2,5

2,0

1,9

1,9

2,0

n/d

n/d

n/d

n/d

3

4,5

4,4

4,3

4,6

4,6

5,4

5,5

5,5

3,7

4

7,2

7,6

7,6

7,1

6,9

7,2

6,9

6,0

5,2

5

6,5

6,4

6,8

5,2

4,8

4,2

4,9

n/d

n/d

Fuente: FMI, Government Financial Statistics 2000.

33. Los datos sobre el gasto gubernamental en la agricultura en relación con el PIB agrícola se presentan en el Cuadro 4.2. Los promedios por grupos de países calculados en el cuadro son sin ponderar, a fin de reflejar una imagen de las políticas gubernamentales al respecto. Por regiones, las del Cercano Oriente y África del Norte y de África al Sur del Sahara asignan una proporción mayor que otras regiones. Por prevalencia de subnutrición, la categoría con prevalencia más elevada asigna continuamente a la agricultura la proporción más baja durante el período reseñado.

Cuadro 4.2: Gasto gubernamental en proporción del PIB agrícola por categorías
de prevalencia de subnutrición (1990-1998)

REGIÓN

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

América Latina y Caribe

5,6

8,2

7,6

12,7

14,6

14,0

6,1

10,0

4,5

Cercano Oriente y África del Norte

19,2

11,2

19,1

17,9

16,7

16,6

13,9

26,2

n/d

África al Sur del Sahara

14,1

15,5

16,9

13,1

14,4

16,8

20,9

24,6

23,4

Asia Oriental y Sudoriental

14,1

11,5

11,1

10,1

9,5

11,2

11,4

12,6

6,7

Asia Meridional

8,5

9,1

11,3

12,2

12,0

14,8

9,6

5,4

4,8

CATEGORÍA DE PREVALENCIA

Categoría 1

9,0

9,3

8,8

9,4

10,8

11,3

10,5

10,7

n/d

Categoría 2*

38,2

7,9

36,0

29,9

24,3

n/d

n/d

n/d

n/d

Categoría 3

6,32

5,69

6,41

10,50

13,27

13,73

10,51

12,67

7,62

Categoría 4

12,16

14,65

15,43

10,98

11,45

13,59

17,64

12,25

9,66

Categoría 5

5,18

4,39

4,57

6,44

4,50

4,77

4,07

n/d

n/d

Fuente: FMI, Government Financial Statistics, 2000* Se han excluido de los promedios los años con muy pocas observaciones (menos de 2). Para la segunda Categoría, se dispone de datos sólo de tres países ( Egipto, Kuwait, Uruguay). Si se excluye a Kuwait que registra un valor excepcionalmente alto, el promedio del grupo varía en torno al 6,5% en los años sobre los que hay información.

34. Las limitaciones de recursos con que se enfrentan los países cuyos niveles de subnutrición son elevados pueden exponerse mejor relacionando el gasto gubernamental en la agricultura con el tamaño de la fuerza laboral agrícola (Cuadro 4.3). El cuadro muestra una relación inversa entre la prevalencia de la subnutrición y el gasto público20. Los países con prevalencia de subnutrición más alta gastan mucho menos por trabajador agrícola que los países con una incidencia menor. A este respecto, cabe señalar que el gasto medio por trabajador agrícola en la categoría de mayor prevalencia de subnutrición es, al menos, 30 veces menor que el de la categoría con prevalencia más baja (en los años sobre los que se tienen datos).

Cuadro 4.3: Gasto público en la agricultura por trabajador agrícola, por regiones en desarrollo y categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)
($EE.UU. constantes)

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

REGIÓN

                 

América Latina y Caribe

667

709

623

415

493

958

397

503

677

Cerc. Or. y N. de África

1 598

553

1 101

1 062

1 133

1 473

1 132

863

388

África al Sur del Sahara

103

103

59

59

65

200

239

297

n/d

Asia Oriental y SE*

244

250

259

286

414

463

482

540

n/d

Asia Meridional

32

58

76

97

97

151

73

29

25

CATEGORÍA DE PREVALENCIA

 

Categoría 1

421

483

515

527

668

817

880

870

n/d

Categoría 2

3 662

217

1 892

2 328

2,673

n/d

n/d

n/d

n/d

Categoría 3

222

198

252

214

267

1 085

404

249

242

Categoría 4

73

77

88

92

94

295

165

96

42

Categoría 5

10

15

19

27

20

17

14

n/d

n/d

Fuente: FMI, Government Financial Statistics Yearbook, 2000
* No se incluye Singapur (gasto por trabajador agrícola en torno a 8000$).

35. Por regiones en desarrollo, el gasto por trabajador agrícola es menor en las que existe una mayor incidencia de la subnutrición, es decir, Asia Meridional y África al Sur del Sahara.

36. ¿En qué medida los cambios (al cabo del tiempo y por países/Categorías) en la proporción del gasto público en la agricultura señalan las diferencias en la importancia de la agricultura dentro de la economía? En el Cuadro 4.4 se indica la proporción del gasto total público dedicado a la agricultura en comparación con otros indicadores de la importancia de la agricultura en países en desarrollo agrupados según la prevalencia de la subnutrición. En los países y años de los que se tienen datos sobre gastos, las proporciones de la agricultura en el PIB y en las exportaciones totales aumentan junto con las categorías de prevalencia, poniendo de relieve el hecho bien conocido de que los países más pobres están basados en la agricultura. Los datos disponibles no muestran pruebas sólidas de un descenso (al cabo del tiempo) de la proporción de la agricultura en el PIB total (debido posiblemente al breve período de tiempo y la escasez de los datos), si bien pueden observarse algunas tendencias al descenso (categorías 1, 3 y 5 en algunos años).

37. Las proporciones del gasto dedicadas a la agricultura son algo mayores en países donde la subnutrición es elevada y la agricultura desempeña una función importante. Sin embargo, en los grupos de países informantes dentro de cada Categoría dichas proporciones del gasto son bajas en comparación con las proporciones de la agricultura en los indicadores económicos y demográficos de tales países (Cuadro 4.4). Juntando los datos sobre las proporciones de la agricultura en el PIB y en el gasto podemos construir un "índice de orientación agrícola" que refleja la medida en que el gasto público en la agricultura refleja (o no) la importancia de la agricultura en la economía general. Para construir el índice, la proporción del gasto público total dedicada a la agricultura se divide por la proporción de la agricultura en el PIB. Cuanto más elevado es el índice, tanto más se acerca el gasto público agrícola a la proporción de la agricultura en el PIB21. El índice y los cambios al cabo del tiempo por categorías de prevalencia se indican en la Figura 4.1.


Figura 4.1: Índice1 de orientación agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición
(1990-1998)2
Cuadro 4.4: Proporción del gasto en la agricultura con respecto al gasto total y otros indicadores de la importancia del sector agrícola en los países en desarrollo por categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1993 y 1995-1998)

 

Categorías de Prevalencia de la Subnutrición

 

1
<2,5%
subnutridos

2
2,5-4%
subnutridos

3
5-19%
subnutridos

4
20-34%
subnutridos

5
≥ 35%
subnutridos

 

1990/93

1995/98

1990/93

1995/98

1990/93

1995/98

1990/93

1995/98

1990/93

1995/98

Proporción del gasto público total en la agricultura. (%)

4,9

4,7

2,1

2,0

4,4

4,9

7,4

6,5

6,2

5

Proporción de la agricultura en el PIB (%)

10,9

9,7

11,6

12,7

16,4

18,2

23,1

22,3

31,6

21

Proporción de las exportaciones agrícolas en las exportaciones totales (%)

10,7

9,0

11,2

8,7

11,7

10,7

18,2

15,0

42,2

43,5

Proporción de la población rural en el total (%)

31,8

27,3

52,0

51,6

63,5

59,9

72,8

71,2

74,8

75,8

Fuente: Estadísticas de la FAO


Figura 4.1: Índice1 de orientación agrícola por categorías de prevalencia de subnutrición
(1990-1998)2


1. El índice de orientación agrícola se calcula como:

2. Se ha omitido en este gráfico la Categoría 2 pues sólo se dispone de datos de tres países (Egipto, Kuwait, Uruguay), y Kuwait registra un valor excepcionalmente elevado del gasto público.

38. La Figura 4.1 muestra que el grupo de la Categoría 1 de prevalencia (prevalencia de subnutrición muy baja) tiene, en comparación con los otros grupos, una fuerte orientación agrícola que ha tendido ha aumentar en los últimos años noventa. Por otra parte, en cuanto a la Categoría 5 (prevalencia más alta) la proporción del gasto público dedicada a la agricultura es sustancialmente inferior a la importancia de la agricultura en la economía y, durante el período del estudio, no hay señales de mejora. Este hecho constituye por sí mismo una tendencia preocupante ya que los ingresos generales y la nutrición de este grupo de países dependen enormemente de la agricultura. Cabe señalar que la orientación agrícola de este grupo es constantemente inferior a la de los grupos 1, 3 y 4 durante el período examinado.

39. Aunque los datos son limitados, el análisis precedente muestra que en países con muy elevada incidencia de la subnutrición, el gasto público en la agricultura no refleja la importancia del sector en los ingresos generales y su contribución potencial para reducir la subnutrición. Debido a la escasez de datos, este documento puede indicar sólo la cantidad del gasto público, pero no la calidad o eficacia del mismo. Fan et. al.22, en un estudio sobre el gasto público en las zonas rurales de la India, cuantifican la eficacia de los distintos tipos de gasto público y concluyen que los gastos en inversiones para mejorar la productividad, como los destinados a investigación y desarrollo agrícolas, riego e infraestructura rural (incluidas carreteras y electricidad), tienen grandes efectos en el crecimiento de la productividad agrícola y al mismo tiempo reducen la pobreza. Estos resultados implican que el gasto público puede contribuir a la vez a reducir la pobreza y a intensificar el crecimiento si se dirige eficazmente a los canales adecuados.

B. Recursos financieros externos

40. Para ofrecer una imagen completa de los recursos destinados a promover el desarrollo económico y social y la seguridad alimentaria en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, hay que investigar también las tendencias en el suministro de recursos financieros externos, los cuales pueden ser oficiales o privados. En el Cuadro 4.5 se ofrece una imagen completa de las corrientes de recursos externos y su composición durante la mayor parte de los años noventa.

41. El flujo neto de recursos financieros externos a países en desarrollo ha aumentado de 142 000 a 248 000 millones de dólares en el período entre 1990-92 y 1999. Al mismo tiempo, se ha registrado un cambio espectacular en la composición de tales recursos entre los públicos y los privados. En efecto, la Financiación Oficial para el Desarrollo (corrientes netas totales de fuentes oficiales) se ha estancado en torno a 80 000 millones de dólares (a los precios corrientes), mientras que las corrientes privadas se multiplicaron casi por tres durante el mismo período, pasando de 58 000 a 160 000 millones. El pequeño componente residual está compuesto por créditos para la exportación.

42. Como consecuencia del cambio en la composición de las corrientes externas, la Asistencia Oficial para el Desarrollo se ha reducido del 39 por ciento del flujo externo total en 1990 al 20 por ciento en 1999.

Cuadro 4.5: Corrientes netas totales de recursos de Estados Miembros1 del CAD y organismos multilaterales a los países en desarrollo y en transición (miles de millones $EE.UU. corrientes)

 

1990-92

1993

1994

1995

1996

1997

1998

19992

Corrientes netas totales de recursos

141,7

165,7

225,5

265,1

353,7

321,4

230,8

248,0

Financiación oficial para el desarrollo (FOD)

79,9

82,4

84,5

87,6

73,5

75,3

88,4

84,9

de la cual: AOD3(a)

55,4

55,5

59,6

59,1

55,8

47,7

49,7

51,3

De la cual: Bilateral

40,0

39,4

41,3

40,6

39,1

32,4

35,2

37,9

: Multilateral

15,5

16,1

18,3

18,4

16,7

15,3

14,5

13,4

Créditos totales para la exportación

3,7

-3,0

6,3

5,6

4,0

4,8

8,3

4,0

Corrientes privadas

58,2

86,3

134,7

172,0

276,2

241,3

134,0

159,2

de las cuales: Inversión directa (CAD)

26,8

41,6

52,1

59,6

68,9

102,3

119,8

131,8

Partida de Referencia: Total CAD neto de AOD4

56,8

56,5

59,2

58,9

55,6

48,5

52,1

56,4

1) Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, EE.UU., España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelandia, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia.
2) Provisional
3) Excluyendo las condonaciones de deudas que no son AOD en los años 1990 a 1992.
4) Incluye la AOD bilateral antes indicada, más las contribuciones a organizaciones multilaterales a cambio de los desembolsos de AOD de las organizaciones multilaterales arriba indicados.
Fuente: Development Cooperation Report 2000, OECD, 2000.

43. El aumento de la inversión externa directa de países del CAD en países en desarrollo (variación del 130 por ciento entre 1990 y 1999) es una novedad importante, pero un análisis más detallado del destino de esas corrientes en todo el mundo muestra que su distribución no se ajusta a las necesidades (Recuadro 4.1). En los países más necesitados de recursos para su agricultura y seguridad alimentaria, las fuentes oficiales y ciertamente la AOD seguirán siendo la fuente principal de ayuda exterior para el desarrollo del subsector agrícola.

Recuadro 4.1: Inversión externa directa privada (IED)
En todo el mundo el total de la IED ascendió a 865 000 millones de dólares en 1999, lo que representa un aumento del 27 por ciento con respecto a 1998. Los países en desarrollo recibieron el 24 por ciento de la IED, con un total de 208 000 millones de dólares, es decir, el 16 por ciento más que en 1998. Este incremento, comparado con el estancamiento de 1998, es alentador, pero sigue concentrándose en un pequeño número de países.


Aunque la IED aumento en el mundo en desarrollo, la mayor parte de ella se destinó a países de Asia Meridional, Occidental y Sudoriental, donde su afluencia creció un 11 por ciento ascendiendo a 93 000 millones de dólares en 1999. Este incremento se produjo principalmente en las nuevas economías industrializadas, mientras que la IED en Asia Meridional se redujo en 1999 un 13 por ciento. Asia Meridional, Oriental y Sudoriental absorbió el 46 por ciento de todas la corrientes destinadas a países en desarrollo y un 11 por ciento de la IED mundial. En segundo lugar se situó América Latina con niveles semejantes de afluencia de la IED. África recibió sólo el 1 por ciento de la IED total mundial y el 4 por ciento de la destinada a países en desarrollo. Por consiguiente, la asignación de la Inversión Externa Directa no se realiza ni mucho menos con arreglo a las necesidades (Figura 4.2).

En el período 1993-98, del total de la IED destinada a países en desarrollo, de los 20 países que absorbieron el 72,3 por ciento de la misma, China representó el 25,7 por ciento, seguida de Brasil y México. Los países más pobres tienen dificultades para atraer la IED porque sus mercados financieros están subdesarrollados, la información de que disponen los inversores potenciales es imperfecta y los riesgos de las inversiones a largo plazo son elevados.

Figura 4.2: Porcentaje de la IED destinado a países en desarrollo por regiones, 1999

Fuente: UNCTAD, World Investment Report, 2000

44. El Cuadro 4.6 muestra que, en los países donde predomina la inseguridad alimentaria, es más importante la asistencia exterior para la movilización general de recursos y la actividad económica. En los países con más elevada prevalencia de subnutrición, las relaciones entre los recursos externos y las distintas medidas de la movilización de recursos y el PIB han disminuido durante la segunda mitad de los años noventa, mientras que la ayuda exterior sigue representando hasta el 86 por ciento de la inversión interna bruta y el 51 por ciento del gasto público. Para los países de esa Categoría, la ayuda exterior es una fuente indispensable de financiación del desarrollo.

Cuadro 4.6: La ayuda* en proporción del PIB, del gasto público y de la inversión interna, por categorías de prevalencia de subnutrición (1990-1998)

 

CATEGORÍA DE PREVALENCIA

 

1
<2,5%
subnutridos

2
2,5-4%
subnutridos

3
5-19%
subnutridos

4
20-34%
subnutridos

5
≥ 35%
subnutridos

Ayuda1 (% del gasto del gobierno central)

 

1990-19952

2,1

6,5

11,7

33,1

51,2

1995-1998

0,9

2,1

5,4

19,2

50,5

Ayuda (% del PIB)

 

1990-1995

1,0

1,8

6,9

10,8

19,4

1995-1998

0,4

0,6

4,3

9,0

12,9

Ayuda (% de la inversión interna bruta)

 

1990-1995

5,0

9,1

31,3

51,2

151,8

1995-1998

1,6

3,4

18,6

38,5

86,9

Fuente: Cálculos de la FAO basados en datos del Banco Mundial, Indicadores del Desarrollo Mundial, 2000.

1 Neta de la AOD y neta de la ayuda oficial (la transferencia internacional efectiva hecha por los donantes de recursos financieros o de bienes o servicios valorados al costo para el donante, menos cualquier reembolso del principal de un préstamo durante el mismo período)
2 Los promedios se refieren a promedios simples del grupo y el período.

45. El Cuadro 4.7 muestra que los compromisos totales de AOD de los principales donantes bilaterales y multilaterales destinados a países en desarrollo para el desarrollo agrícola ascendieron a 12 316 millones de dólares en 1998 (datos provisionales) a los precios corrientes. Esta cifra es casi exactamente igual a la registrada en 1997 (12 340 millones), pero inferior a la de 1990. Además, la proporción de la agricultura y el desarrollo rural (tanto en sus definiciones amplia como estricta) en el total de la AOD ha sido mucho menor a mediados de los años noventa que a principios del decenio, si bien se ha recuperado en los dos últimos años de los que se tienen datos.

Cuadro 4.7: Asistencia oficial para el desarrollo total y destinada a la agricultura y el desarrollo rural (millones de $EE.UU. de 1995)

Año

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1998 ($EE.UU. corrientes)

Compromisos totales de AOD

87 392

85 976

76 725

81 919

82 482

75 385

76 542

70 491

69 844

61 533

Compromisos para la agricultura (otros componentes)1)

11 061

9 987

10 580

8 568

10 277

7 245

9 325

9 333

8 337

7 345

Compromisos para la agricultura (otros componentes)

3 836

3 636

3 098

2 919

3 015

4 278

2 867

4 379

5 642

4 971

Compromisos totales para la agricultura (definición amplia)

14 897

13 622

13 678

11 487

13 292

11 522

12 193

13 711

13 980

12 316

Proporción de la agricultura (amplia) en el total (porcentaje)

17,04

15,84

17,82

14,02

16,12

15,28

15,93

19,45

20,02

20,01

1 La definición estricta incluye los sectores siguientes: tierras y aguas; investigación, capacitación y extensión; insumos; servicios agrícolas; producción de cultivos; ganadería; pesca; montes; otros agricultura.
2 La definición amplia incluye todo lo precedente más la fabricación de insumos; protección ambiental, agroindustrias; desarrollo/infraestructura rural; desarrollo regional y de cuencas hidrográficas.

46. Calculados a los precios constantes de 1995, los compromisos totales para la agricultura han aumentado desde 1995, pero siguen siendo inferiores en un 8 por ciento al nivel del comienzo del decenio en 1990 ( Figura 4.2). Las contribuciones de donantes bilaterales, principalmente los países del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD), se mantuvieron en torno a 4 300 millones de dólares en 1997 y 1998. El aumento de la asistencia en 1997 y 1998 con respecto a 1996 se debió totalmente al incremento de la asistencia multilateral, especialmente de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), mientras que la asistencia bilateral fue en realidad inferior a la de 1996 (Cuadro 8 del Anexo y Figura 4.3).


Figura 4.3: Compromisos totales para la agricultura contraídos
por los principales donantes bilaterales y multilaterales
(millones de $EE.UU. 1995)

47. La proporción de la asistencia en condiciones de favor respecto de los compromisos totales para la agricultura se estima en un 65 por ciento en 1998, cifra notablemente inferior a la de 1988 (77 por ciento) y 1996 (74 por ciento). La proporción de las donaciones en el total de los compromisos se ha mantenido relativamente estable durante todos los años noventa y representó el 28 por ciento en 1998.

48. Durante el período de 1990 a 1998, disminuyó la proporción de los fondos totales asignados a la agricultura primaria con respecto a los compromisos totales de AOD para la agricultura (definición amplia), mientras que la proporción destinada a la pesca y los montes se mantuvo estable. Se ha prestado una atención cada vez mayor a otros sectores, en particular la protección ambiental (del 5 por ciento en 1990 al 10 por ciento del total en 1998), desarrollo rural e infraestructura (del 14 por ciento al 25 por ciento) e investigación, extensión y capacitación (del 6 por ciento al 14 por ciento del total) (Cuadro 4.8).

Cuadro 4.8: Compromisos totales de AOD para la agricultura (definición amplia): Proporciones correspondientes a las principales finalidades (agricultura y desarrollo rural)

GRUPOS DE PRINCIPALES FINALIDADES

1990

1995

1998

 

porcentaje

Protección ambiental

5

7

10

Tierras y aguas

13

23

13

Investigación, capacitación y extensión

6

6

14

Insumos

2

4

2

Servicios agrícolas

11

4

6

Producción de cultivos

8

3

2

Ganadería

1

2

1

Pesca

2

2

2

Montes

6

3

3

Agricultura, otros

26

17

16

Fabricación de insumos

2

1

0

Agroindustrias

3

1

1

Desarrollo rural/infraestructura

14

19

25

Desarrollo regional y de cuencas hidrográficas

2

10

5

49. En cuanto a la distribución geográfica de las corrientes de asistencia exterior para la agricultura, la proporción correspondiente a África ha registrado una tendencia descendente durante todos los años noventa. En 1998, la parte mayor de los compromisos se destinó a Asia (46 por ciento), ocupando el segundo lugar América Latina y el Caribe (23 por ciento) y África, el tercero (21 por ciento). Una parte menor correspondió a Europa (2,5 por ciento) (Cuadro 4.8 y Figura 4.4)

Figura 4.4: AOD total para la agricultura por principales grupos beneficiarios en 1990 y 1998 (porcentaje del total $EE.UU.)

Cuadro 4.9: Préstamos para la agricultura por principales instituciones de financiación

Año

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

Total de préstamos para la agricultura (aprobaciones)

 

Banco Mundial/AIF
(Ejercicios económicos)

3 656

3 707

3 894

3 267

3 868

2 752

2 577

3 547

3 052

2 528

1 125

BAfD/F (Años civiles)

683

854

502

592

106

14

105

228

238

458

 

BAsD " "

1 242

1 035

753

361

486

897

802

1 004

421

430

 

BID " "

319

570

735

77

210

552

580

156

122

100

 

FIDA " "

308

276

324

336

349

392

408

398

413

433

 

BERD " "

         

256

268

398

204

222

 

Total General

6 208

6 442

6 208

4 633

5 019

4 607

4 472

5 333

4 246

3 949

1 125

Agricultura en porcentaje del total de préstamos

 

BM/AIF

18%

16%

18%

14%

19%

12%

12%

19%

11%

9%

7%

BafD

21%

25%

17%

24%

7%

2%

13%

13%

14%

27%

 

BasD

31%

21%

15%

7%

13%

16%

14%

11%

7%

9%

 

BID

8%

11%

12%

1%

4%

7%

8%

3%

1%

1%

 

BERD

         

7%

8%

16%

7%

10%

 

El FIDA está destinado en un 100% a la agricultura
En negrita los años de mayor préstamo.
Fuente: Informes anuales; para las cifras de 1998 (además del Banco Mundial) de información obtenida de instituciones financieras por correo electrónico y teléfono (Los informes anuales de estas otras instituciones se suelen publicar solamente en abril/mayo de cada año).
N.B. Desde el ejercicio económico de 1998, se utilizan cifras reclasificadas del Banco Mundial.

50. El Cuadro 4.9 presenta datos sobre las corrientes de recursos externos para la agricultura en forma de préstamos concedidos por las principales instituciones internacionales y regionales de financiación. El total de préstamos para la agricultura disminuyó sustancialmente entre 1990 y 1997. La parte correspondiente a la agricultura en los préstamos totales23 se redujo también durante el mismo período. Los préstamos del Banco Mundial destinados a la agricultura se han reducido de 3 656 millones de dólares en 1990 a 1 125 millones en 2000. Aunque los préstamos a la agricultura representaron el 18 por ciento del total de préstamos del Banco Mundial en 1990, en 2000 esta cifra bajó al 7 por ciento. Excepto el FIDA, cuyos préstamos se destinan totalmente a la agricultura, y el BERD, la parte de cuyos préstamos destinada a la agricultura varía sustancialmente, todas las instituciones de financiación han reducido sus préstamos a la agricultura (Cuadro 4.9).

51. Como los recursos internos son escasos y la cuantía de las inversiones internas necesarias es superior a lo que la mayoría de los países pueden financiar con sus propios ahorros, gran parte de los países dependen decisivamente de la asistencia exterior, dependencia que aumenta debido a la pesada carga de la deuda con que se enfrentan. Hasta que los países con elevada incidencia de subnutrición sean capaces de incrementar sus ingresos a un nivel que les permita generar ahorros suficientes para satisfacer sus necesidades, las transferencias externas desempeñarán una función importante en la lucha para eliminar la inseguridad alimentaria. La mayoría de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos necesitarán recurrir en cierta medida a la financiación oficial todavía durante muchos años.

52. Una de las cuestiones principales que surgen del examen que precede se relaciona con las razones del descenso de las corrientes de recursos externos destinadas al sector agrícola, a pesar de la importancia decisiva de éste para el crecimiento y la seguridad alimentaria de los países en desarrollo. Se indican a continuación algunas de las posibles razones que pueden tener distintos grados de validez dependiendo del país/región y de la fuente de ayuda o préstamo: a) la actual abundancia de disponibilidades mundiales de alimentos que se refleja, entre otras cosas, en los bajos precios de los productos básicos agrícolas, oculta la difícil condición de quienes no pueden tener acceso a los alimentos que necesitan diariamente, ni siquiera a los precios bajos predominantes; b) la mayor antención que prestan los donantes e instituciones de financiación a actividades como la salud, medio ambiente, educación y cuestiones sociales, sin aumentar el total de la financiación en consonancia con estos nuevos sectores de interés. Esta reorientación de la atención se ha puesto de manifiesto en los cambios en el paradigma predominante del desarrollo hacia las distintas manifestaciones de la pobreza y ha sido reiterada por las resoluciones de las cumbres y como resultado de reuniones, conferencias e informes de alto nivel. La agricultura primaria tiene que competir por los recursos con estos otros sectores y actividades; c) quienes se ocupan del desarrollo agrícola y rural carecen de suficiente poder político para influir en los gobiernos nacionales a fin de que dediquen los recursos, incluidas la ayuda y/o las solicitudes de préstamos, hacia la agricultura y el sector rural. En particular, es posible que la urbanización creciente haya incrementado el peso político de las poblaciones urbanas y su exigencia de recursos tanto internos como externos; d) los "mecanismos" de ayuda y préstamo favorecen a sectores y actividades con un rendimiento a plazo breve, por lo que no inducen a los directores de programas y proyectos a emprender proyectos agrícolas y rurales con largos períodos de gestación; e) las experiencias negativas en el funcionamiento (tasa de reeembolso) de las carteras de préstamos agrícolas y rurales de algunos organismos de préstamo han contribuido ulteriormente a desaconsejar los préstamos. Es importante que todos los interesados en el crecimiento del sector agrícola y en la seguridad alimentaria de quienes derivan de él su subsistencia, así como sus aliados en los órganos nacionales e internacionales, analicen las razones de la reducción de las corrientes de recursos destinadas a los sectores agrícola y rural y realicen un esfuerzo concertado para invertir esta tendencia al descenso.

V. NECESIDADES DE RECURSOS PARA ALCANZAR EL OBJETIVO DE LA CMA

A. Inversiones para la Agricultura y Desarrollo Rural24

53. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación había pedido que se cambiaran drásticamente las tendencias y políticas anteriores que habían dado lugar a niveles persistentemente elevados de subnutrición. La Declaración de Roma es clara en este punto:

"Consideramos intolerable que más de 800 millones de personas de todo el mundo, y en particular de los países en desarrollo, no dispongan de alimentos suficientes para satisfacer sus necesidades nutricionales básicas. Esta situación es inaceptable. Los problemas del hambre y la inseguridad alimentaria tienen dimensiones mundiales, y es probable que persistan e incluso se agraven dramáticamente en algunas regiones si no se adopta con urgencia una acción decidida y concertada, dado el incremento de la población mundial previsto y la tensión a que están sometidos los recursos naturales. Estamos resueltos a desplegar esfuerzos para movilizar y aprovechar al máximo la asignación y utilización de los recursos técnicos y financieros de todas las procedencias, incluido el alivio de la deuda externa para los países en desarrollo, con vistas a reforzar las acciones nacionales para aplicar políticas en pro de la seguridad alimentaria sostenible."

54. Es ilustrativo comparar el lento crecimiento observado de los recursos para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria con una estimación, por incierta que pueda ser, de los niveles de inversión necesarios para alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Esta estimación, realizada inicialmente por la FAO en preparación de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, ha sido actualizada con posterioridad a ella y se facilitó a título de información al CSA en su 25º período de sesiones de 1999. Como se muestra en el Cuadro 5.1 la inversión bruta anual total necesaria en la agricultura de los países en desarrollo, incluyendo no sólo la agricultura primaria, sino también el almacenamiento, la elaboración y la infraestructura de apoyo, se ha estimado en 180 400 millones de dólares EE.UU. para el período hasta 2015 en el estudio de la FAO.

Cuadro 5.1: Necesidades de inversión para alcanzar el objetivo de la CMA*
(miles de millones de $EE.UU. de 1995)

    ASIA AMÉRICA LATINA Y CARIBE CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE ÁFRICA SUBSAHARIANA TOTAL
Agricultura primaria Neta 14,3 6,3 2,5 3,8 27,0
Bruta 53,3 19,4 12,0 8,6 93,3
Almacenamiento y elaboración Neta 10,4 4,2 1,5 2,4 18,5
Bruta 26,4 10,7 3,9 6,1 47,1
Inversión total bruta           40,0
Total Bruto           180,4

Fuente: FAO, documento CFS: 99/Inf.7, 1999
* Inversión bruta.

55. El mismo estudio, utilizando una estimación comparable de la inversión efectiva en la agricultura primaria durante el decenio 1986-95, mostraba que la continuación de estas tasas anuales de inversión hasta 2015 sería claramente insuficiente para alcanzar el objetivo de la CMA (Cuadro 5.2). El déficit previsto era del 12 por ciento para el promedio de todas las regiones en desarrollo, con una variación del 38 por ciento en el África Subsahariana a cero en África del Norte y el Cercano Oriente. No se pudieron hacer comparaciones en lo relativo a almacenamiento, elaboración, apoyo e infraestructura, debido a la falta de estadísticas sobre los niveles efectivos de inversión.

Cuadro 5.2: Inversión en el pasado y necesidades futuras en los países en desarrollo - (agricultura primaria) (miles de millones de $EE.UU. de 1995)

    ASIA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE ÁFRICA DEL NORTE Y CERCANO ORIENTE ÁFRICA SUBSAHARIANA TODAS LAS REGIONES EN DESARROLLO
Inversión anual media neta 1986-1995 16,0 3,8 4,0 1,7 25,4
bruta 1986-1995 34,2 11,4 11,4 3,4 60,4
Inversión bruta en el pasado en porcentaje de las necesidades futuras como hasta ahora 94 87 103 82 94
objetivo de la CMA 88 86 101 62 88

Fuente: FAO Documento CFS: 99/Inf.7, 1999

56. Es importante volver a subrayar que la mayor parte de la inversión en la producción primaria se realiza a nivel de las explotaciones agrícolas y, por lo tanto, depende sobre todo de la existencia de un entorno propicio para la inversión privada, es decir, de sólidas políticas de desarrollo agrícola y rural sostenible. Por otra parte, la inversión pública desempeña una función importante proporcionando bienes públicos esenciales sin los cuales no puede florecer la iniciativa privada: creación de conocimientos, información, educación e infraestructura. En muchos PBIDA, no se pueden suministrar estos bienes públicos en un futuro previsible sin recurrir a la asistencia exterior. Los países receptores y las instituciones donantes, bilaterales o multilaterales, tienen que asignar los recursos que se necesiten en estos sectores para que se pueda alcanzar el objetivo de la seguridad alimentaria.

57. Con la finalidad de alcanzar este objetivo, la FAO ha movilizado ya durante cinco años 230 millones de dólares para el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) que está funcionando en varios países de todo el mundo. El objetivo principal del PESA es mejorar la seguridad alimentaria por medio de aumentos rápidos de la productividad y la producción de alimentos, reduciendo la variabilidad interanual de la producción y mejorando el acceso a los alimentos de forma económica y ecológicamente sostenible. El programa, para ser eficaz y alcanzar sus objetivos en unos 80 PBIDA, necesita una financiación anual de alrededor de 1 400 millones de dólares, de los cuales 500 millones procederían del Fondo Fiduciario del PESA de la FAO, 67 millones de los países receptores, 134 millones de donantes bilaterales y 670 millones de instituciones multilaterales de financiación, lo que equivale a unos 17 millones de dólares por país.

58. El déficit creciente de los recursos se amplía aún más si se considera la necesidad de atender también necesidades transitorias de quienes padecen pobreza e inseguridad alimentaria en la vía hacia el desarrollo. De esto se tratará en la siguiente sección.

B. Inversiones para prestar asistencia transitoria a quienes padecen inseguridad alimentaria

59. Es bastante comprensible que, para mitigar la pobreza y la inseguridad alimentaria, se preste mayor atención a las inversiones que pueden mejorar de forma sostenible la capacidad de la gente de mejorar sus condiciones de vida. Por ejemplo, la importancia del sector agrícola y de la pobreza rural ha inducido a muchos países a aplicar estrategias centradas en la reducción de la inseguridad alimentaria crónica incrementando la productividad de los pequeños agricultores. Estas estrategias exigen que se disponga de recursos financieros y capacidad institucional, que los pobres del medio rural puedan tener acceso a tierras productivas e insumos que puedan pagar, y que los pobres no agricultores puedan expresar sus necesidades de alimentos no satisfechas en términos de una demanda efectiva. Sin embargo, en la mayoría de los PBIDA, la capacidad de aplicar esta estrategia está limitada por la falta de recursos, internos y externos, y de capacidad institucional.

60. Como la nutrición, salud y educación elemental adecuadas son condiciones previas indispensables para el crecimiento económico, es posible que la forma más eficaz de utilizar los escasos recursos para alcanzar el objetivo de la CMA sea asegurar a todos el acceso a los alimentos esenciales, agua inocua, atención primaria de salud y educación primaria. Por consiguiente, las intervenciones directas encaminadas a reducir la malnutrición actual y crear condiciones para una vida sana deberán acompañar a las políticas (incluidas las prioridades de la inversión pública) orientadas al desarrollo general y agrícola. En realidad, estas dos necesidades constituyen la premisa del objetivo de 20/20 acordado en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social (destinar a objetivos sociales el 20 por ciento de los presupuestos nacionales y el 20 por ciento de la asistencia internacional).

61. Se ha reconocido la necesidad de este enfoque de vía doble (con objetivos tanto humanitarios como de desarrollo) tanto en la documentación técnica preparada por la FAO para la CMA, como en el documento del Banco Mundial, Rural Development: From Vision to Action, en el del IIPA "2020 Vision for Food Agriculture y the Environment", y en el del FIDA Informe sobre la pobreza rural 2001. Sin embargo, para aplicarlo en la realidad de todos los PBIDA, se requerirá una movilización de recursos y capacidad institucional muy superior a la que se compromete actualmente para afrontar la inseguridad alimentaria.

62. Es difícil ciertamente cuantificar los recursos necesarios para mejorar las condiciones multimensionales de salud y nutrición de las poblaciones de estos países. El costo del suministro de los alimentos necesarios para que quienes padecen subnutrición tengan un nivel de alimentación mínimamente suficiente se ha calculado25 a nivel nacional en unos 13 dólares por persona al año, lo que multiplicado por 800 millones de personas, significa 10 000 millones de dólares al año, pero el costo se reduciría a sólo 5 000 millones de dólares si se alcanzara el objetivo de la CMA. Algunos organismos26 del sistema de las Naciones Unidas han calculado que para asegurar una buena nutrición y salud en los países en desarrollo habría que gastar entre 70 000 y 80 000 millones dólares al año más que los 136 000 millones de dólares que se gastan actualmente. Teniendo en cuenta las limitaciones de los presupuestos públicos internos de los países en desarrollo más pobres y la necesidad de no gravar su frágil macroeconomía con el costo completo de este esfuerzo, no se podrá insistir suficientemente en la urgencia de elevar de forma sostenida la asistencia internacional. Aunque la eficacia de la asistencia exterior depende de su orientación y utilización apropiadas por parte de los donantes y los receptores, ninguna mejora podrá sustituir a la falta de recursos más allá de ciertos límites. Por consiguiente, es preciso estudiar nuevas formas de movilización de los recursos.

63. Los costos necesarios para alcanzar el objetivo del CMA de reducir la subnutrición dependen en gran medida de la estrategia que se adopte. La mejora sostenible de la seguridad alimentaria puede derivarse de un crecimiento económico de amplia base, pero también contribuir a él. Sin embargo, la magnitud del número de personas subnutridas - aún en el caso de que se redujeran de 800 a 400 millones en el plazo de 15 años - exige la adopción de medidas directas y selectivas encaminadas a reducir la subnutrición actual, además de la aplicación de políticas y programas que mejoren su bienestar futuro. Considerando los costos y beneficios de tales medidas, es imprescindible también tener en cuenta los beneficios económicos que se derivarían de su aplicación, además de su justificación humanitaria.

64. La mala salud y la nutrición insuficiente merman la capacidad física y mental y, por lo tanto, la posibilidad de realizar un trabajo productivo. Se ha demostrado esto ampliamente a nivel individual27. Una investigación realizada recientemente sobre el rendimiento económico de un centenar de países a lo largo de tres decenios en relación con su estado de inseguridad alimentaria indica que las pérdidas económicas sufridas por la economía nacional cuando una gran parte de su fuerza de trabajo está impedida por un mal estado nutricional, son realmente importantes y alcanzan magnitudes del orden de un punto del crecimiento del PIB al año. Estas son las condiciones que predominan en países en que un 30 por ciento más de su población padece subnutrición, los cuales, según estimaciones de la FAO, cuentan con una población agregada de 600 millones de habitantes. Es más, desde mediados de los años ochenta la tasa de crecimiento económico (PIB per cápita) ha sido negativa o nula en todos los países donde padece subnutrición el 50 por ciento de su población y en la mayoría de aquellos con una proporción del 20 por ciento al 50 por ciento de personas subnutridas. Sólo en el grupo con menos del 20 por ciento de personas subnutridas la mayoría de los países en desarrollo tuvieron un crecimiento positivo per cápita28. A pesar de que son difíciles de determinar las relaciones causa-efecto ( del crecimiento a la nutrición y de la nutrición al crecimiento), estos resultados indican que la lucha contra el hambre es una inversión económica para elevar el crecimiento, no sólo una obligación por razón de derechos humanos.

VI. CONCLUSIONES

65. Pese al compromiso solemne contraído en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, de realizar un esfuerzo continuo para erradicar el hambre en todos los países con la finalidad inmediata de reducir a la mitad para 2015 el número de personas subnutridas, no hay señales de un cambio significativo en la tasa de reducción de la subnutrición, que sigue siendo demasiado baja. Además, según las proyecciones actuales al 2015, el número previsto de personas subnutridas en ese año ascendería a 580 millones de personas, y el objetivo de la CMA de reducirlo a 400 millones no se alcanzaría antes de 2030. Hay que añadir inmediatamente que éste es sólo un objetivo intermedio. La realidad última es erradicar el hambre en todos los países.

66. La urgencia de medidas correctivas es innegable. Es indispensable que la movilización de recursos para la agricultura (sector fundamental para la seguridad alimentaria en los países en desarrollo) avance hacia los cambios deseados. Los recursos financieros son sólo un elemento de las medidas necesarias para promover la seguridad alimentaria, y el desarrollo agrícola sostenible es uno de los varios componentes indispensables de la estrategia para mitigar la pobreza, en particular la inseguridad alimentaria; no obstante, la importancia de movilizar recursos para la agricultura, especialmente en países donde el sector constituye la base de subsistencia para la gran mayoría de la población pobre, justifica que se considere que los cambios en la asignación de los recursos en favor del sector es el anticipo de la realización de otros cambios positivos.

67. A este respecto, la información y los análisis presentados en este documento no ofrecen prueba alguna de que se haya realizado cambios suficientes en una nueva dirección, si bien es verdad que los datos disponibles para el seguimiento de la situación son evidentemente escasos. La inversión en la agricultura de los países en desarrollo parece seguir el mismo ritmo que dio lugar a los progresos insuficientes observados desde comienzos de los años noventa. La baja productividad de la agricultura en los países pobres está relacionada con su escasez de bienes de capital por trabajador y este déficit en los bienes de capital por trabajador y en la productividad ha ido aumentando continuamente. Los países con baja capacidad de ahorro e inversión siguen dependiendo de la asistencia oficial para el desarrollo como fuente principal de financiación exterior, pero no hay ninguna desviación en las tendencias de la AOD en respuesta a esta necesidad apremiante. La asignación de recursos a la agricultura, por parte de los gobiernos y donantes, sigue siendo muy inferior a la proporción de la agricultura en la generación de ingresos y empleo. Aun así, el 70 por ciento de la población pobre y con inseguridad alimentaria en los países en desarrollo depende de la agricultura, la pesca o la actividad forestal, directa o indirectamente, para mejorar sus medios de subsistencia.

68. No son sólo humanitarias, sino también económicas, las razones que deberían inducir a intensificar los esfuerzos para aliviar la suerte de quienes padecen pobreza e inseguridad alimentaria. De hecho, la asistencia alimentaria inmediata a quienes padecen hambre, en los casos de emergencias causadas por condiciones climáticas o conflictos, además de sostener los esfuerzos de desarrollo, produce efectos económicos individuales y económicos, ya que permite a tales personas contribuir mejor, a plazos corto y largo, al desarrollo económico y a la prosperidad de la comunidad nacional.

69. El mensaje debe ser claro: no puede haber esperanzas de alcanzar el objetivo de la Cumbre si en la asignación de los recursos públicos no se manifiesta la voluntad política de dedicar recursos suficientes a la alimentación y la agricultura, a fin de impulsar y distribuir los aumentos de productividad, fomentar la generación de empleo y el acceso a los alimentos, en particular en las zonas rurales, y crear mejores condiciones de vida para los desposeídos. Dado que muchos países carecen gravemente de recursos para la inversión, la prestación de asistencia internacional, comenzando por la solución duradera del problema de la deuda, sería la prueba tangible de que se está cumpliendo el compromiso de la Cumbre. Deberá hacerse todo lo posible para conseguir que las políticas aplicadas a nivel nacional e internacional creen un entorno que aliente la inversión de los agricultores y otros sectores privados, en un clima de paz, democracia y estabilidad con vistas a un desarrollo humano, social y económico completo.

CUADROS DEL ANEXO

Cuadro 1 del Anexo: Porcentajes de pobreza rural y urbana en países en desarrollo

 

AÑO

RURAL

URBANA

África Occidental y Central

     

Burkina Faso

1998

50,7

15,8

Camerún

1984

32,4

44,4

Chad

1985-1986

67

63

Ghana

1991-1992

33,9

26,5

Guinea-Bissau

1991

60,9

24,1

Mauritania

1996

58,9

19,0

Níger

1989-1993

66

52

Nigeria

1992

   

Senegal

1991

40,4

16,4

Sierra Leona

1989

76

53

África Oriental y Austral

     

Etiopía

1994-1997

45,9

38,7

Kenya

1994

46,7

28,9

Lesotho

1993

53,9

27,8

Madagascar

1993-1994

77

47

Uganda

1997

48,2

16,3

Zambia

1996

74,9

34

Zimbabwe

1996

62,8

14,9

Asia Oriental y Meridional

     

Bangladesh

1995-1996

39,8

14,3

Camboya

1997

43,1

24,8

República Popular de China

1998

4,6

2

India

1997

34,2

27,9

Indonesia

1998

22

17,8

Lao RPD

1993

53

24

Malasia

1989

19,3

14,3

Mongolia

1995

33,1

38,5

Nepal

1995-1996

44

23

Pakistán

1990-1991

36,9

28

Filipinas

1997

51,2

22,5

Papua Nueva Guinea

1996

39,4

13,5

Sri Lanka

1990-1991

24,4

18,3

Tailandia

1992

15,5

10,2

Vietnam

1993

57,2

25,9

América Latina

     

Bolivia

1996

81,7

33,8

Brasil

1995

41,5

13,2

Chile

1995

14,7

5,6

Colombia

1992

31,2

8

República Dominicana

1992

31,2

8

Ecuador

1994

47

25

Guatemala

1989

71,9

33,7

Honduras

1993

51

57

Nicaragua

1993

76,1

31,9

Panamá

1997

64,9

15,3

Paraguay

1995

45,3

7,5

Perú

1997

64,7

40,4

Trinidad y Tabago

1992

20

24

Venezuela

1995

73,1

45,8

       

Cuadro 2 del Anexo: Incidencia de la subnutrición en la población por países, regiones geográficas y categorías de prevalencia

REGION Y PAÍS

PERSONAS SUBNUTRIDAS EN LA POBLACIÓN TOTAL

   
 

Proporción de la población
1990/92
(%)

Proporción de la población
1996/98
(%)

Región
geográfica

Categoría de prevalencia
1996-98

Argentina

*

*

LA

1

China, RAE H. Kong

*

*

ESEA

1

Corea, Rep.

*

*

ESEA

1

Líbano

*

*

NENA

1

Libia

*

*

NENA

1

Malasia

3

*

ESEA

1

Siria

*

*

NENA

1

Túnez

*

*

NENA

1

Turquía

*

*

NENA

1

Emiratos Árabes Unidos

*

*

NENA

1

Arabia Saudita

3

3

LA

2

Kuwait

22

4

NENA

2

Uruguay

7

4

LA

2

Egipto

5

4

NENA

2

Chile

8

4

LA

2

Ecuador

8

5

LA

3

Jordania

4

5

NENA

3

Argelia

5

5

NENA

3

Marruecos

5

5

NENA

3

México

5

5

LA

3

Mauricio

6

6

AF

3

Costa Rica

6

6

LA

3

Indonesia

10

6

ESEA

3

Irán

6

6

NENA

3

Myanmar

10

7

ESEA

3

Gabón

11

8

AF

3

Nigeria

16

8

AF

3

Jamaica

12

10

LAC

3

Brasil

13

10

LA

3

Suriname

12

10

ESEA

3

Ghana

29

10

AF

3

El Salvador

12

11

LA

3

China (Continental y Taiwán)

17

11

ESEA

3

Trinidad y Tabago

12

13

LA

3

Paraguay

18

13

LA

3

Colombia

17

13

LA

3

Mauritania

15

13

AF

3

Swazilandia

9

14

AF

3

Benin 

21

14

AF

3

Côte d'Ivoire

15

14

AF

3

Panamá

19

16

LA

3

Gambia

18

16

AF

3

Venezuela

11

16

LA

3

Iraq

9

17

NENA

3

Guyana

24

18

LA

3

Perú

40

18

LA

3

Togo

29

18

AF

3

Sudán

30

18

AF

3

Cuba

4

19

LA

3

Pakistán

26

20

NENA

4

Tailandia

31

21

ESEA

4

Filipinas

24

21

ESEA

4

India

26

21

SA

4

Viet Nam

28

22

ESEA

4

Honduras

23

22

LA

4

Bolivia

25

23

LA

4

Senegal

21

23

AF

4

Guatemala

14

24

LA

4

Sri Lanka

28

25

SA

4

Botswana

20

27

AF

4

República Dominicana

29

28

LA

4

Nepal

21

28

SA

4

Guinea

37

29

AF

4

Papua Nueva Guinea

26

29

OC

4

Laos

31

29

AF

4

Camerún

29

29

AF

4

Lesotho

31

29

LA

4

Uganda

23

30

AF

4

Nicaragua

29

31

LA

4

Namibia

27

31

AF

4

Burkina Faso

32

32

AF

4

Malawi

47

32

AF

4

Congo, Rep.

34

32

AF

4

Malí

24

32

AF

4

Camboya

41

33

ESEA

4

Yemen

37

35

NENA

5

Zimbabwe

41

37

AF

5

Bangladesh

35

38

SA

5

Chad

58

38

AF

5

Rwanda

37

39

AF

5

Madagascar

33

40

AF

5

Tanzanía

31

41

AF

5

República Centroafricana

46

41

AF

5

Kenya

47

43

AF

5

Angola

51

43

AF

5

Sierra Leona

45

43

AF

5

Zambia

40

45

AF

5

Mongolia

34

45

SA

5

Liberia

49

46

AF

5

Níger

42

46

AF

5

Etiopía

na

49

AF

5

Corea, RDP

19

57

ESEA

5

Mozambique

67

58

AF

5

Congo, R. Democrática

37

61

AF

5

Haití

64

62

LA

5

Eritrea

na

65

AF

5

Burundi

44

68

AF

5

Afganistán

63

70

NENA

5

Somalia

67

75

AF

5

Fuente: Estadísticas de la FAO

Cuadro 3 del Anexo: Gasto total en la agricultura - Gobierno central+local+estatal
(millones $EE.UU.) por países y regiones (1990-1998)

 

Gasto total en la agricultura -
central+local+estatal
(millones $EE.UU.)
POR REGIONES

 

R

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1

Argentina

119

573

747

799

881

823

837

885

0

1

Bahamas

11

13

12

10

11

11

10

12

12

1

Bolivia

18

15

20

24

32

43

16

32

60

1

Brasil

0

0

2 005

0

0

0

0

0

0

1

Colombia

0

206

222

290

0

219

230

334

207

1

Costa Rica

60

46

76

89

121

83

45

0

0

1

Rep. Dominicana

119

193

157

207

162

144

186

229

0

1

Granada

0

9

6

7

10

7

0

0

0

1

México

1 432

1 817

2 412

2 593

2 674

1 532

2 152

3 049

0

1

Ant. Neerl.

5

5

4

0

0

5

0

0

0

1

Nicaragua

14

11

24

29

16

0

0

0

0

1

Panamá

32

36

35

37

36

32

34

43

0

1

Paraguay

6

15

53

48

0

0

0

0

0

1

Trinidad y Tabago

0

0

0

63

52

67

0

0

0

1

Uruguay

32

46

57

52

65

0

0

0

0

2

Bahrein

5

2

2

2

3

9

11

12

11

2

Chipre

157

127

159

166

153

190

207

175

0

2

Egipto

815

474

618

708

835

890

0

1 221

0

2

Irán

5 815

5 111

8 360

849

819

950

767

888

1 004

2

Jordania (*)

34

40

53

48

77

94

101

90

0

2

Kuwait

118

4

48

53

61

67

10

0

0

2

Líbano

0

0

0

17

23

16

27

31

36

2

Marruecos

371

396

429

485

498

456

0

0

0

2

Omán

82

100

104

108

82

80

81

69

57

2

Siria

571

575

703

840

907

1 295

1 386

1 569

0

2

Túnez

341

400

381

350

378

482

525

0

0

2

Turquía

522

631

597

600

343

389

412

3 027

0

2

Em. Árab, Un.

29

31

33

34

30

0

0

35

39

2

Yemen

 

82

107

143

138

46

0

595

400

3

Botswana

82

66

85

99

93

102

154

0

0

3

Burkina Faso

24

22

25

24

0

0

0

0

0

3

Burundi

0

18

20

19

22

16

12

0

0

3

Camerún

106

93

0

91

45

0

0

0

0

3

Etiopía

161

147

164

0

0

0

0

0

0

3

Ghana

32

34

45

44

0

0

0

0

0

3

Kenya

141

142

131

106

163

142

134

0

0

3

Lesotho

31

38

30

0

0

0

0

51

23

3

Madagascar

71

46

69

24

36

34

70

0

0

3

Mauricio

44

40

0

0

0

52

56

46

46

3

Sierra Leona

2

0

0

0

0

0

0

0

0

3

Zimbabwe

0

0

0

171

68

106

72

78

0

4

China, Cont.

2 109

2 264

2 232

2 765

2 193

9 529

12 506

14 478

0

4

Indonesia

1 745

1 838

2 040

1 964

0

2 797

4 154

3 038

1 104

4

Corea, Rep.

3 880

3 864

3 580

4 013

6 733

8 097

7 959

6 620

0

4

Malasia

866

853

938

949

966

996

1 041

918

0

4

Mongolia

 

0

9

 

4

9

7

0

6

4

Myanmar

358

323

0

437

831

1 705

1 777

2 110

0

4

Filipinas

589

637

848

847

0

917

1 101

1 030

0

4

Singapur

52

32

28

27

0

32

35

40

0

4

Tailandia

1 255

1 451

2 092

2 065

2 558

3 001

3 100

0

1 541

5

Bhután

15

15

15

14

20

22

22

19

15

5

India

10 935

9 353

9 511

7 795

8 494

9 128

9 209

3 687

3 560

5

Maldivas

1

5

8

11

10

18

7

2

1

5

Nepal

51

55

52

63

65

67

56

49

48

5

Sri Lanka

131

147

159

141

165

202

164

138

189

6

Islas Fiji

24

24

26

23

34

23

23

0

0

6

Papua N. Guinea

81

80

95

111

132

0

0

0

0

1 Las regiones son las siguientes:
1= América Latina y el Caribe
2= Cercano Oriente y África del Norte
3 =África al Sur del Sahara
4 = Asia Oriental y Sudoriental
5 = Asia Meridional
6= Oceanía

Cuadro 4 del Anexo: Gasto total en la agricultura por categorías de prevalencia de subnutrición: central+local+estatal (millones $EE.UU.)

 

Gasto total en la agricultura - central+local+estatal
(millones $EE.UU.)
(POR PREVALENCIA)

P1

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1

Argentina

119

573

747

799

881

823

837

885

0

1

Corea, Rep.

3 880

3 864

3 580

4 013

6 733

8 097

7 959

6 620

0

1

Líbano

0

0

0

17

23

16

27

31

36

1

Malasia

866

853

938

949

966

996

1 041

918

0

1

Siria

571

575

703

840

907

1 295

1 386

1 569

0

1

Túnez

341

400

381

350

378

482

525

0

0

1

Turquía

522

631

597

600

343

389

412

3 027

0

1

Em. Árab, Un.

29

31

33

34

30

0

0

35

39

2

Egipto

815

474

618

708

835

890

0

1 221

0

2

Kuwait

118

4

48

53

61

67

10

0

0

2

Uruguay

32

46

57

52

65

0

0

0

0

3

Brasil

0

0

2 005

0

0

0

0

0

0

3

China, Cont.

2 109

2 264

2 232

2 765

2 193

9 529

12 506

14 478

0

3

Colombia

0

206

222

290

0

219

230

334

207

3

Costa Rica

60

46

76

89

121

83

45

0

0

3

Ghana

32

34

45

44

0

0

0

0

0

3

Indonesia

1 745

1 838

2 040

1 964

0

2 797

4 154

3 038

1 104

3

Irán

5 815

5 111

8 360

849

819

950

767

888

1 004

3

Jordania (*)

34

40

53

48

77

94

101

90

0

3

Mauricio

44

40

0

0

0

52

56

46

46

3

México

1 432

1 817

2 412

2 593

2 674

1 532

2 152

3 049

0

3

Marruecos

371

396

429

485

498

456

0

0

0

3

Myanmar

358

323

0

437

831

1 705

1 777

2 110

0

3

Panamá

32

36

35

37

36

32

34

43

0

3

Paraguay

6

15

53

48

0

0

0

0

0

3

Trinidad y Tabago

0

0

0

63

52

67

0

0

0

4

Bolivia

18

15

20

24

32

43

16

32

60

4

Botswana

82

66

85

99

93

102

154

0

0

4

Burkina Faso

24

22

25

24

0

0

0

0

0

4

Camerún

106

93

0

91

45

0

0

0

0

4

Rep. Dominicana

119

193

157

207

162

144

186

229

0

4

India

10 935

9 353

9 511

7 795

8 494

9 128

9 209

3 687

3 560

4

Lesotho

31

38

30

0

0

0

0

51

23

4

Nepal

51

55

52

63

65

67

56

49

48

4

Nicaragua

14

11

24

29

16

0

0

0

0

4

Papua N. Guinea

81

80

95

111

132

0

0

0

0

4

Filipinas

589

637

848

847

0

917

1 101

1 030

0

4

Sri Lanka

131

147

159

141

165

202

164

138

189

4

Tailandia

1 255

1 451

2 092

2 065

2 558

3 001

3 100

0

1 541

5

Burundi

0

18

20

19

22

16

12

0

0

5

Etiopía

161

147

164

0

0

0

0

0

0

5

Kenya

141

142

131

106

163

142

134

0

0

5

Madagascar

71

46

69

24

36

34

70

0

0

5

Mongolia

 

0

9

 

4

9

7

0

6

5

Sierra Leona

2

0

0

0

0

0

0

0

0

5

Yemen

!

82

107

143

138

46

0

595

400

5

Zimbabwe

0

0

0

171

68

106

72

78

0

6

Bahamas

11

13

12

10

11

11

10

12

12

6

Bahrein

5

2

2

2

3

9

11

12

11

6

Bhután

15

15

15

14

20

22

22

19

15

6

Chipre

157

127

159

166

153

190

207

175

0

6

Islas Fiji

24

24

26

23

34

23

23

0

0

6

Granada

0

9

6

7

10

7

0

0

0

6

Maldivas

1

5

8

11

10

18

7

2

1

6

Ant. Neerl.

5

5

4

0

0

5

0

0

0

6

Omán

82

100

104

108

82

80

81

69

57

6

Singapur

52

32

28

27

0

32

35

40

0

Categoría de prevalencia de subnutrición

Cuadro 5 del Anexo: Gasto público en la agricultura en porcentaje del PIB de la agricultura, (por regiones)

   

Gasto público en la agricultura en porcentaje del valor añadido de la agricultura (por regiones)

   
                   

R

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1

Argentina

1,04

4,50

5,45

6,57

6,73

5,96

5,48

5,78

0,00

1

Bolivia

2,35

1,83

2,50

2,51

3,14

3,96

1,36

2,34

4,57

1

Brasil

   

7,57

           

1

Colombia

 

2,18

2,42

3,13

 

1,69

1,80

2,36

1,49

1

Costa Rica

6,60

4,68

6,90

7,37

8,83

5,90

3,19

   

1

Rep. Dominicana

12,55

18,37

13,11

16,19

12,34

9,52

10,77

12,29

 

1

Granada

 

35,22

25,26

29,76

46,77

31,71

     

1

México

7,59

8,40

10,85

11,11

12,04

10,70

11,70

15,17

 

1

Ant. Neerl.

                 

1

Nicaragua

4,10

2,21

4,36

4,76

2,64

       

1

Panamá

6,29

6,93

6,41

6,52

6,08

5,31

5,44

7,08

 

1

Paraguay

0,44

0,90

3,33

2,86

         

1

San Vicente

11,98

 

6,05

11,67

10,90

8,47

9,41

25,06

11,75

1

Trinidad Tab.

     

58,11

46,93

57,06

     

1

Uruguay

3,50

4,51

4,64

4,49

4,59

       
 

Nº Inform.

10

11

13

13

11

10

8

7

3

 

promedio

5,64

8,16

7,61

12,70

14,64

14,03

6,14

10,01

4,45

 

máximo

12,55

35,22

25,26

58,11

46,93

57,06

11,70

25,06

11,75

 

mínimo

0,44

0,90

2,42

2,51

2,64

1,69

1,36

2,34

0,00

                     

2

Bahrein

13,99

5,44

4,88

5,63

6,98

17,98

     

2

Chipre

41,12

35,70

40,21

44,89

40,75

       

2

Egipto

7,13

7,79

9,47

9,71

10,27

9,42

 

9,78

 

2

Irán

4,70

3,07

3,56

5,53

5,25

3,54

2,35

   

2

Jordania (*)

12,14

12,83

14,54

17,07

27,80

38,24

44,37

43,19

 

2

Kuwait

103,98

11,49

93,96

75,47

57,88

58,65

     

2

Líbano

       

2,16

1,22

1,88

1,84

1,92

2

Marruecos

8,11

7,08

9,81

12,32

8,85

9,47

     

2

Omán

23,62

26,62

27,70

           

2

Siria

8,37

7,19

             

2

Túnez

17,61

18,37

15,25

16,30

19,25

23,53

19,53

   

2

Turquía

2,07

2,92

2,68

2,28

1,80

1,56

1,45

11,90

 

2

Em. Árab, Un.

5,11

4,37

4,43

4,37

         

2

Yemen

2,19

2,75

2,71

3,08

2,37

1,94

 

64,17

45,71

 

Nº Inform.

13

13

12

11

11

10

5

5

2

 

promedio

19,24

11,20

19,10

17,88

16,67

16,55

13,91

26,18

 
 

máximo

103,98

35,70

93,96

75,47

57,88

58,65

44,37

64,17

 
 

mínimo

2,07

2,75

2,68

2,28

1,80

1,22

1,45

1,84

 
                     

3

Botswana

47,79

38,11

44,19

51,30

49,38

52,38

86,98

   

3

Burkina Faso

2,79

2,41

2,63

2,54

         

3

Burundi

 

3,25

3,77

4,25

5,73

3,71

2,56

   

3

Camerún

3,58

3,23

 

2,99

1,88

       

3

Etiopía

4,05

2,78

3,68

           

3

Ghana

1,21

1,12

1,58

1,99

         

3

Kenya

6,64

7,60

7,18

6,89

8,10

5,96

5,78

   

3

Lesotho

36,69

75,98

64,60

       

53,73

28,84

3

Madagascar

7,86

5,58

7,44

2,29

3,26

3,48

5,94

   

3

Mauricio

16,26

14,84

     

15,51

15,57

14,36

15,36

3

Seychelles

     

26,83

26,38

25,15

25,46

24,77

26,00

3

Sierra Leona

                 

3

Zimbabwe

     

19,04

5,78

11,06

4,29

5,51

 
 

Nº Inform.

7

7

5

6

5

5

5

4

3

 

promedio

14,10

15,49

16,88

13,12

14,36

16,75

20,94

24,59

23,40

 

máximo

47,79

75,98

64,60

51,30

49,38

52,38

86,98

53,73

28,84

 

mínimo

1,21

1,12

1,58

1,99

1,88

3,48

2,56

5,51

15,36

                     

4

China, Cont.

2,01

2,28

2,12

2,31

2,00

6,64

7,51

8,45

 

4

Indonesia

7,85

7,86

7,85

6,95

 

8,07

10,96

8,75

6,00

4

Corea, Rep.

18,05

17,13

15,29

17,32

25,64

26,74

26,20

25,96

 

4

Malasia

10,81

10,53

9,74

9,42

9,44

8,97

8,19

8,21

 

4

Mongolia

   

2,61

3,08

1,74

2,50

1,78

 

1,74

4

Myanmar

2,61

1,85

 

1,18

1,67

2,66

2,27

2,00

 

4

Filipinas

6,07

6,69

7,33

7,21

 

5,72

6,45

6,71

 

4

Singapur

53,23

34,16

28,68

27,42

 

23,01

21,43

28,02

 

4

Tailandia

11,77

11,68

15,26

15,85

16,49

16,11

17,79

 

12,38

 

Nº Inform.

8

8

8

9

6

9

9

7

3

 

promedio

14,05

11,52

11,11

10,08

9,49

11,16

11,40

12,59

6,71

 

máximo

53,23

34,16

28,68

27,42

25,64

26,74

26,20

28,02

12,38

 

mínimo

2,01

1,85

2,12

1,18

1,67

2,50

1,78

2,00

1,74

                     

5

Bhután

12,24

14,64

16,07

15,42

18,37

18,47

17,07

13,03

10,13

5

India

11,94

11,37

11,78

9,80

9,38

9,46

8,68

3,41

3,04

5

Maldivas

   

18,33

25,16

21,76

34,65

13,06

3,19

1,77

5

Nepal

2,99

3,69

3,41

4,38

4,00

4,08

3,25

2,63

2,82

5

Sri Lanka

6,87

6,75

6,98

6,10

6,55

7,52

5,81

4,63

6,33

 

Nº Inform.

4

4

5

5

5

5

5

5

5

 

promedio

8,51

9,11

11,31

12,17

12,02

14,84

9,57

5,38

4,82

 

máximo

12,24

14,64

18,33

25,16

21,76

34,65

17,07

13,03

10,13

 

mínimo

2,99

3,69

3,41

4,38

4,00

4,08

3,25

2,63

1,77

                     

6

Islas Fiji

10,18

9,65

10,09

7,97

9,14

5,98

6,25

   

6

Papua N Guinea

8,63

8,10

8,96

8,14

8,65

       

Cuadro 6 del Anexo: Gasto público en la agricultura en porcentaje del valor añadido de la agricultura, por categoría de prevalencia de subnutrición

   

Gasto público en la agricultura en porcentaje del PIB de la agricultura

   
       

Por categoría de prevalencia

     

P

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

                     

1

Argentina

1,04

4,50

5,45

6,57

6,73

5,96

5,48

5,78

0,00

1

Corea, Rep.

18,05

17,13

15,29

17,32

25,64

26,74

26,20

25,96

 

1

Líbano

       

2,16

1,22

1,88

1,84

1,92

1

Malasia

10,81

10,53

9,74

9,42

9,44

8,97

8,19

8,21

 

1

Siria

8,37

7,19

             

1

Túnez

17,61

18,37

15,25

16,30

19,25

23,53

19,53

   

1

Turquía

2,07

2,92

2,68

2,28

1,80

1,56

1,45

11,90

 

1

Em. Árab, Un.

5,11

4,37

4,43

4,37

         
 

Nº Inform.

7

7

6

6

6

6

6

5

1

 

promedio

9,01

9,28

8,81

9,38

10,84

11,33

10,46

10,74

 
 

máximo

18,05

18,37

15,29

17,32

25,64

26,74

26,20

25,96

 
 

mínimo

1,04

2,92

2,68

2,28

1,80

1,22

1,45

1,84

 
                     

2

Egipto

7,13

7,79

9,47

9,71

10,27

9,42

 

9,78

 

2

Kuwait

103,98

11,49

93,96

75,47

57,88

58,65

     

2

Uruguay

3,50

4,51

4,64

4,49

4,59

       
 

Nº Inform.

3

3

3

3

3

2

0

1

0

 

promedio

38,20

7,93

36,03

29,89

24,25

       
 

máximo

103,98

11,49

93,96

75,47

57,88

       
 

mínimo

3,50

4,51

4,64

4,49

4,59

       
                     

3

Brasil

   

7,57

           

3

China, Cont.

2,01

2,28

2,12

2,31

2,00

6,64

7,51

8,45

 

3

Colombia

 

2,18

2,42

3,13

 

1,69

1,80

2,36

1,49

3

Costa Rica

6,60

4,68

6,90

7,37

8,83

5,90

3,19

   

3

Ghana

1,21

1,12

1,58

1,99

         

3

Indonesia

7,85

7,86

7,85

6,95

 

8,07

10,96

8,75

6,00

3

Irán

4,70

3,07

3,56

5,53

5,25

3,54

2,35

   

3

Jordania (*)

12,14

12,83

14,54

17,07

27,80

38,24

44,37

43,19

 

3

Mauricio

16,26

14,84

     

15,51

15,57

14,36

15,36

3

México

7,59

8,40

10,85

11,11

12,04

10,70

11,70

15,17

 

3

Marruecos

8,11

7,08

9,81

12,32

8,85

9,47

     

3

Myanmar

2,61

1,85

 

1,18

1,67

2,66

2,27

2,00

 

3

Panamá

6,29

6,93

6,41

6,52

6,08

5,31

5,44

7,08

 

3

Paraguay

0,44

0,90

3,33

2,86

         

3

Trinidad Tab.

     

58,11

46,93

57,06

     
 

Nº Inform.

12

13

12

13

9

12

10

8

3

 

promedio

6,32

5,69

6,41

10,50

13,27

13,73

10,51

12,67

7,62

 

máximo

16,26

14,84

14,54

58,11

46,93

57,06

44,37

43,19

15,36

 

mínimo

0,44

0,90

1,58

1,18

1,67

1,69

1,80

2,00

1,49

                     

4

Bolivia

2,35

1,83

2,50

2,51

3,14

3,96

1,36

2,34

4,57

4

Botswana

47,79

38,11

44,19

51,30

49,38

52,38

86,98

   

4

Burkina Faso

2,79

2,41

2,63

2,54

         

4

Camerún

3,58

3,23

 

2,99

1,88

       

4

Rep. Dominicana

12,55

18,37

13,11

16,19

12,34

9,52

10,77

12,29

 

4

India

11,94

11,37

11,78

9,80

9,38

9,46

8,68

3,41

3,04

4

Lesotho

36,69

75,98

64,60

       

53,73

28,84

4

Nepal

2,99

3,69

3,41

4,38

4,00

4,08

3,25

2,63

2,82

4

Nicaragua

4,10

2,21

4,36

4,76

2,64

       

4

Papua N Guinea

8,63

8,10

8,96

8,14

8,65

       

4

Filipinas

6,07

6,69

7,33

7,21

 

5,72

6,45

6,71

 

4

Sri Lanka

6,87

6,75

6,98

6,10

6,55

7,52

5,81

4,63

6,33

4

Tailandia

11,77

11,68

15,26

15,85

16,49

16,11

17,79

 

12,38

 

Nº Inform.

13

13

12

12

10

8

8

7

6

 

promedio

12,16

14,65

15,43

10,98

11,45

13,59

17,64

12,25

9,66

 

máximo

47,79

75,98

64,60

51,30

49,38

52,38

86,98

53,73

28,84

 

mínimo

2,35

1,83

2,50

2,51

1,88

3,96

1,36

2,34

2,82

                     

5

Burundi

 

3,25

3,77

4,25

5,73

3,71

2,56

   

5

Etiopía

4,05

2,78

3,68

           

5

Kenya

6,64

7,60

7,18

6,89

8,10

5,96

5,78

   

5

Madagascar

7,86

5,58

7,44

2,29

3,26

3,48

5,94

   

5

Mongolia

   

2,61

3,08

1,74

2,50

1,78

 

1,74

5

Sierra Leona

                 

5

Yemen

2,19

2,75

2,71

3,08

2,37

1,94

 

64,17

45,71

5

Zimbabwe

     

19,04

5,78

11,06

4,29

5,51

 
 

Nº Inform.

4

5

6

6

6

6

5

2

2

 

promedio

5,18

4,39

4,57

6,44

4,50

4,77

4,07

   
 

máximo

7,86

7,60

7,44

19,04

8,10

11,06

5,94

   
 

mínimo

2,19

2,75

2,61

2,29

1,74

1,94

1,78

   
                     

6

Bahrein

13,99

5,44

4,88

5,63

6,98

17,98

     

6

Bhután

12,24

14,64

16,07

15,42

18,37

18,47

17,07

13,03

10,13

6

Chipre

41,12

35,70

40,21

44,89

40,75

       

6

Islas Fiji

10,18

9,65

10,09

7,97

9,14

5,98

6,25

   

6

Granada

 

35,22

25,26

29,76

46,77

31,71

     

6

Maldivas

   

18,33

25,16

21,76

34,65

13,06

3,19

1,77

6

Ant. Neerl.

                 

6

Omán

23,62

26,62

27,70

           

6

Seychelles

     

26,83

26,38

25,15

25,46

24,77

26,00

6

Singapur

53,23

34,16

28,68

27,42

 

23,01

21,43

28,02

 

6

San Vicente

11,98

 

6,05

11,67

10,90

8,47

9,41

25,06

11,75

 

Nº Inform.

7

7

9

9

8

8

6

5

4

 

promedio

23,77

23,06

19,70

21,64

22,63

20,68

15,45

18,82

12,41

 

máximo

53,23

35,70

40,21

44,89

46,77

34,65

25,46

28,02

26,00

 

mínimo

10,18

5,44

4,88

5,63

6,98

5,98

6,25

3,19

1,77

                     

Cuadro 7 del Anexo: Gasto en la agricultura en proporción del gasto total

Cat. Prev.

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1

Argentina

0,44

1,48

1,50

1,30

1,29

1,19

1,18

1,16

 

1

Corea, Rep.

9,47

7,96

6,85

7,16

10,04

10,02

8,82

7,97

 

1

Líbano

     

0,95

0,71

0,40

0,55

0,48

0,65

1

Malasia

6,72

6,20

5,56

5,70

5,57

5,10

4,78

4,65

 

1

Siria

10,96

8,41

9,20

9,89

7,71

10,24

10,00

9,69

 

1

Túnez

8,00

9,03

7,67

7,25

7,49

8,17

8,23

   

1

Turquía

2,00

1,99

1,82

1,34

1,12

1,03

0,85

5,33

 

1

Em. Árab, Un.

0,73

0,73

0,78

0,80

0,71

   

0,70

0,76

 

Número

7,00

7,00

7,00

8,00

8,00

7,00

7,00

7,00

2,00

 

promedio

5,47

5,11

4,77

4,30

4,33

5,16

4,91

4,29

 
                     

2

Egipto

4,73

4,19

3,76

4,23

4,32

4,39

 

5,27

 

2

Kuwait

1,16

0,02

0,24

0,37

0,44

0,49

0,07

   

2

Uruguay

1,50

1,68

1,69

1,13

1,14

       
 

Número

3,00

3,00

3,00

3,00

3,00

2,00

1,00

1,00

0,00

 

promedio

2,46

1,96

1,90

1,91

1,97

       
                     

3

Brasil

1,17

2,69

1,76

1,36

2,86

       

3

China, Cont.

5,39

6,04

5,75

7,15

4,30

7,48

8,54

8,93

 

3

Colombia

 

4,32

3,31

3,97

 

1,77

1,55

1,95

1,26

3

Costa Rica

4,11

3,27

4,72

4,52

4,77

3,15

1,62

   

3

Ghana

4,10

3,64

3,97

3,50

         

3

Indonesia

7,37

7,59

7,01

6,55

 

9,43

12,48

7,83

6,56

3

Irán

5,43

3,61

4,13

4,77

4,56

3,88

2,17

2,22

2,00

3

Jordania (*)

2,39

2,60

3,32

2,67

4,09

4,46

4,28

3,79

 

3

Mauricio

7,32

6,28

     

5,86

5,85

4,74

5,12

3

México

3,05

3,88

4,59

4,38

4,25

3,36

4,22

4,68

 

3

Marruecos

4,98

5,12

5,02

5,32

5,09

4,15

     

3

Myanmar

9,33

7,34

 

7,54

10,34

14,90

13,12

13,38

 

3

Panamá

2,52

2,62

2,09

2,07

1,82

1,64

1,49

1,82

 

3

Paraguay

1,26

1,96

5,92

5,25

         

3

Trinidad Tab.

   

4,65

3,90

4,49

     
 

Número

13,00

14,00

12,00

14,00

10,00

12,00

10,00

9,00

4,00

 

promedio

4,49

4,36

4,30

4,55

4,60

5,38

5,53

5,48

3,73

                     

4

Bolivia

1,81

1,38

1,49

1,40

1,84

2,40

0,68

1,24

2,21

4

Botswana

6,47

4,95

5,58

6,14

6,24

5,96

8,91

   

4

Burkina Faso

5,83

4,48

4,99

5,14

         

4

Camerún

4,06

3,63

 

5,13

5,15

       

4

Rep. Dominicana

14,45

22,97

13,36

12,42

9,05

7,83

8,92

9,11

 

4

India

11,50

11,02

11,33

9,57

9,27

9,09

8,70

5,72

5,66

4

Lesotho

9,79

10,96

8,15

       

10,01

5,13

4

Nepal

8,47

8,99

8,84

10,53

11,01

9,64

7,24

6,08

6,11

4

Nicaragua

1,77

2,41

4,43

4,83

2,70

       

4

Papua N. Guinea

7,22

5,95

6,78

6,84

8,19

       

4

Filipinas

6,79

7,31

8,14

8,44

 

6,90

7,20

6,50

 

4

Sri Lanka

5,75

5,58

6,09

5,05

5,18

5,28

4,26

3,56

4,81

4

Tailandia

9,68

9,34

11,44

9,59

10,07

10,49

9,40

 

7,46

 

Número

13,00

13,00

12,00

12,00

10,00

8,00

8,00

7,00

6,00

 

promedio

7,20

7,61

7,55

7,09

6,87

7,20

6,91

6,03

5,23

                     

5

Burundi

 

5,49

5,36

6,32

8,24

5,10

4,77

   

5

Etiopía

6,88

6,89

12,41

           

5

Kenya

5,77

5,88

6,30

6,86

6,80

5,52

5,00

   

5

Madagascar

14,47

11,32

12,24

3,68

6,29

6,10

10,21

   

5

Mongolia

   

2,20

2,74

1,92

2,61

2,04

 

1,63

5

Sierra Leona

3,02

               

5

Yemen

2,15

2,23

2,34

2,63

1,93

1,68

     

5

Zimbabwe

     

8,97

3,82

4,18

2,41

2,58

 
 

Número

5,00

5,00

6,00

6,00

6,00

6,00

5,00

1,00

1,00

 

promedio

6,46

6,36

6,81

5,20

4,83

4,20

4,89

   
                     

6

Bahamas

1,96

2,25

1,99

1,73

1,85

1,67

1,45

1,40

1,44

6

Bahrein

0,40

0,16

0,15

0,15

0,19

0,54

0,74

0,71

0,64

6

Bhután

14,45

19,26

18,48

18,02

21,78

19,69

18,65

14,85

9,99

6

Chipre

8,62

6,65

7,09

7,83

6,32

6,59

6,59

5,62

 

6

Islas Fiji

6,75

6,20

5,95

4,70

6,28

4,01

3,59

   

6

Granada

0,00

12,21

8,85

9,08

12,30

9,65

     

6

Maldivas

1,86

5,29

6,99

9,36

8,85

12,07

4,91

1,13

0,57

6

Ant. Neerl.

0,84

0,74

0,53

   

0,57

     

6

Omán

1,97

2,43

2,09

2,22

1,65

1,56

1,66

1,44

1,21

6

Seychelles

     

1,91

2,02

1,99

1,76

1,62

1,54

6

Singapur

0,66

0,34

0,29

0,26

0,00

0,24

0,18

0,25

 

6

San Vicente

6,31

0,00

2,90

4,56

3,28

3,46

3,17

5,01

2,54

 

Número

10

10

11

11

10

12

10

9

7

 

promedio

3,98

5,05

5,03

5,44

5,87

5,17

4,27

3,56

2,56

Cuadro 8 del Anexo: Compromisos totales de los principales grupos de donantes
de 1990 a 1998

 
 

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

*1998

Al precio corriente (millones $EE.UU.)

                 

Total de compromisos de AOD

81 187

78 152

71 815

72 171

74 234

75 385

73 710

63 442

61 533

Total de compromisos

13 839

12 383

12 803

10 120

11 963

11 522

11 742

12 340

12 316

de los cuales donaciones

3 670

3 580

3 833

3 123

3 509

3 366

3 571

3 357

3 433

                   

Bilaterales

5 372

4 196

5 264

4 083

3 967

4 791

5 203

4 260

4 323

de los cuales donaciones

2 927

2 789

3 113

2 413

2 720

2 638

2 844

2 535

2 644

                   

Multilaterales

8 467

8 186

7 539

6 036

7 996

6 732

6 539

8 080

7 993

de los cuales donaciones

743

791

719

711

789

728

727

822

789

                   

Banco Mundial

4 677

5 205

3 715

3 378

4 698

4 490

3 200

4 227

4 682

BIRF

2 426

3 346

1 953

2 448

2 891

2 559

1 853

2 795

3 285

AIF

2 251

1 859

1 761

930

1 807

1 931

1 347

1 431

1 397

FIDA

331

280

374

234

396

276

405

392

431

Bancos Regionales de Desarrollo

2 523

1 911

2 510

1 432

1 896

1 127

1 971

2 278

1 646

GCIAI/FAO/PNUD

698

721

706

672

661

670

659

744

718



1 Incluyendo las economías en transición de Europa Oriental y Asia Central. Un dólar al día a los precios de 1985 utilizando tipos de cambio de paridad de poder adquisitivo de dicho año.

2 Banco Mundial.

3 El umbral utilizado por la FAO/OMS para definir la subnutrición corresponde por término medio - dependiendo del sexo, edad y masa corporal de la población en cuestión - a 1800 kilocalorías por día, nivel muy inferior al de la ingestión de energía proporcionada por la ración de alimentos básicos utilizada para definir el umbral de "extrema pobreza" de 1$ / día.

4 FAO (2000) "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo".

5 FAO (1995) Informe de la Conferencia, C95/REP, Roma.

6 CMA Documentos técnicos de referencia de la CMA (TBD) # 10 "La inversión en la agricultura: evolución y perspectivas", FAO 1996; CMA TBD #14 "Evaluación de los progresos que es posible lograr en materia de seguridad alimentaria", FAO 1996; CFS/99/Inf-7 "Inversión en la agricultura para la seguridad alimentaria: situación y necesidades de recursos para alcanzar los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación", FAO, junio 1999, Roma.

7 FAO, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, 2000

8 Los términos más correctos serían "consumo alimentario aparente medio nacional", ya que los datos proceden de las Hojas de Balance de Alimentos y no de encuestas de consumo. Los términos "consumo de alimentos per cápita" se utilizan en este sentido aquí y en las secciones siguientes.

9 Notablemente superior al 5 por ciento anual, según la publicación de la FAO, 1996 "Evaluación de los progresos que es posible lograr en materia de seguridad alimentaria" CMA-TBD #14

10 Por "subnutrición" se entiende normalmente el estado de las personas cuya ingestión de alimentos no les proporciona calorías suficientes para satisfacer sus necesidades energéticas básicas. El término "desnutrición" denota el estado de las personas cuyas medidas antropométricas indican el resultado no sólo de una ingestión inadecuada de alimentos, sino también de malas condiciones de salud e higiene que pueden impedirles obtener todos los beneficios nutritivos de lo que comen (FAO, "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo", 2000)

11 USDA, US Action Plan on Food Security, Solutions to Hunger. March 1999, Washington, DC.

12 Shaping the 21st century - the contribution of development cooperation, OECD Paris 1996

13 Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial 2000 - Lucha contra la pobreza.

14 La FAO ha presentado las perspectivas de la agricultura y la alimentación hasta 2010 en su estudio "La agricultura mundial: hacia 2010" (AMH 2010).

15 Véase el documento titulado Fomento de la voluntad política para combatir el hambre, FAO, 2001.

16 En este documento los cambios en la prevalencia de la subnutrición de año en año y por grupos se refieren a la prevalencia de la subnutrición en el período 1996-98.

17 No se incluyen en la lista los países con una población inferior al millón de habitantes y aquellos de los que se tienen datos insuficientes sobre la subnutrición.

18 Arcand, J. L. Malnutrition y Growth: The Efficiency Cost of Hunger. FAO, 2000.

19 FMI, Government Financial Statistics, 2000. En la fuente del FMI se documentan 59 países al menos en un año durante el período 1990-1998 y un máximo de 52 países informan en un determinado año, y 20 lo hicieron en 1998.

20 También aquí se excluye el grupo 2 de prevalencia debido a que el promedio simple está dominado por la prevalencia de un país del que se tienen datos.

21 Hay que señalar que la relación de "orientación" es válida para hacer comparaciones entre países o grupos de países, pero no indica el trato relativo de la agricultura (en lo que respecta al gasto público) en comparación con otros sectores de un país. No todas las partidas presupuestarias se destinan a categorías funcionales de actividades.

22 Fan, S., P Hazell, y S.Throat. Linkages between government spending, growth, y poverty en rural India, IFFPRI Research Report No. 110, 1999, IFFPRI, Washington D. C.

23 La reducción del total de préstamos para los países en desarrollo "tradicionales" sería más pronunciada si no se incluyeran los concedidos por el BM y el BERD a los países en transición.

24 Se ha tomado esta sección del documento CFS: 99/Inf.7, Inversión en la agricultura para la seguridad alimentaria: Situación y necesidades de recursos para alcanzar los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

25 Documento técnico de referencia Nº 14 de la CMA, "Seguridad y asistencia alimentarias", FAO1996. Esta estimación se basa en la hipótesis, aunque no sea realista, de que los alimentos se pueden distribuir de forma perfectamente selectiva.

26 Banco Mundial, UNICEF y UNESCO citados en "Ending Malnutrition by 2020: An Agenda for Change en the Millenium", Informe final de la Comisión del SCN/CAC sobre desafíos de la nutrición en el siglo 21.

27 Por ejemplo en una investigación reciente, Strauss y Thomas, J, "Health, Nutrition y Economic Development", Economic Literature, vol XXXVI - June 1998.

28 "El estado de la agricultura y la alimentación en el mundo 1998", FAO 1998.