CFS:2001/2




COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

27º período de sesiones

Roma, 28 de mayo - 1º de junio de 2001

EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL


Índice


I. RESUMEN

1. El documento comienza examinando la situación alimentaria y el estado de la nutrición en el mundo en desarrollo en el momento actual. Se analizan brevemente por subregiones los cambios registrados en la prevalencia de la subnutrición y el número de personas subnutridas desde los años 1979-81 y a continuación se comparan estos datos con los correspondientes a los tres períodos trienales más recientes, 1995-97 y 1996-98. Estos dos períodos reflejan la situación existente en el momento en que se celebró la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y en el periodo inmediatamente posterior. De las nueve subregiones estudiadas, en siete aumentaron las cifras de personas subnutridas y en tres se produjo un incremento de la prevalencia del hambre crónica y del número de personas que la padecen. Los datos derivados de los indicadores relativos al consumo de alimentos y el estado de la salud y la nutrición correspondientes a esos mismos períodos ponen de manifiesto un grave deterioro de la diversidad de la dieta -un indicador estrechamente relacionado con la situación de la seguridad alimentaria- en varios países del África subsahariana. Ésta es también la única región en la que parece haber disminuido la esperanza de vida, a pesar de que se redujo ligeramente la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años.

2. Se señalan también las zonas más gravemente afectadas por el hambre a comienzos de 2001. De los 35 países que sufren este año situaciones de urgencia alimentaria, 16 se encuentran en el África subsahariana. Sin embargo, en Afganistán, Mongolia y la República Popular Democrática de Corea persisten problemas de enorme gravedad por efecto de la sequía y del frío y la dureza extremos de los inviernos, circunstancias a las que hay que añadir la continuación de los disturbios civiles en Afganistán.

3. A continuación se pasa revista examinan las perspectivas en materia de disponibilidad e inocuidad de los alimentos y el acceso a ellos, basándose en la información más reciente de que se dispone. En conjunto, las indicaciones señalan que la situación del suministro será algo más difícil en los países importadores de cereales durante la campaña de 2000/2001, y que esos problemas se verán atemperados por una nueva reducción de las existencias y por la relativa debilidad de los precios del mercado. En general, las perspectivas de crecimiento económico son favorables, y se prevé un aumento de los ingresos per cápita en las regiones en desarrollo, que oscilará entre el 6 por ciento en la región de Asia oriental y el 1,5 por ciento en el África subsahariana. De que se puedan alcanzar estas tasas de crecimiento en un momento de desaceleración económica mundial y de la distribución de ese crecimiento dependerá, en esencia, que se pueda reducir la subnutrición. Habida cuenta de la experiencia que está viviendo Europa en relación con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), tanto las regiones desarrolladas como en desarrollo están prestando mayor atención a una amplia diversidad de cuestiones relacionadas con la inocuidad de los alimentos.

4. En la última parte del documento se examinan dos cuestiones especiales. En primer lugar, se explica la razón por la que se ha descartado la utilización, como indicador, de la relación entre las existencias de cereales al final de la campaña y la utilización mundial. Por último, se recomienda para su aprobación por el Comité una propuesta para alcanzar un equilibrio entre los indicadores básicos que deberán utilizarse en los documentos de evaluación en el futuro.

II. EL ESTADO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA NUTRICIÓN

A. LA SITUACIÓN ACTUAL

5. En su 27º período de sesiones, celebrado en septiembre de 2000, el Comité ratificó una lista de siete indicadores para el seguimiento de los resultados en materia de seguridad alimentaria mundial en las esferas del consumo de alimentos y el estado de la salud y la nutrición. En el Cuadro 1 del Anexo se consigna la información disponible sobre cada uno de los países en desarrollo o en transición en relación con los seis indicadores siguientes: porcentaje de población subnutrida; suministro medio de energía alimentaria por persona (SEA); parte correspondiente a los cereales, raíces y tubérculos en el SEA total; esperanza de vida al nacer; mortalidad de niños menores de cinco años; y proporción de niños menores de cinco años que padecen insuficiencia ponderal. Apenas se dispone de datos sobre el porcentaje de adultos con un índice de masa corporal (IMC) < 18,5, por lo cual no se han incluido en el cuadro.

6. Durante los 17 años transcurridos entre 1979-81 y 1996-98 (período este último inmediatamente posterior a la CMA), la prevalencia de la subnutrición ha disminuido en el mundo en desarrollo 11 puntos porcentuales, reducción significativa con arreglo a cualquier parámetro que pueda utilizarse. Los mejores resultados se obtuvieron en Asia oriental, sudoriental y meridional, América del Sur, el Norte de África y África occidental; en cambio, la prevalencia de la subnutrición aumentó en el Caribe, el Cercano Oriente y África central, oriental y meridional. En las restantes subregiones apenas se registraron modificaciones.

7. A nivel regional, el Cuadro 1 pone de manifiesto que el África subsahariana, que tiene el porcentaje más elevado de personas subnutridas, no ha registrado progresos importantes en la reducción de la prevalencia de la subnutrición durante los últimos treinta años. Sí se han registrado avances significativos, en cambio, en las dos regiones asiáticas, en las que el porcentaje de población subnutrida era más elevado que en el África subsahariana durante el período 1979-71. En el Cercano Oriente y el Norte de África, así como en América Latina y el Caribe, la situación ha permanecido constante desde 1979-81, si bien es cierto que en ambas regiones se había producido una importante reducción de la subnutrición en el decenio precedente.

Cuadro 1: Porcentaje de la población subnutrida en las regiones en desarrollo

Región Porcentaje de personas subnutridas
1969-71 1979-81 1990-92 1996-98
África subsahariana
Cercano Oriente y Norte de África
Asia oriental y sudoriental
Asia meridional
América Latina y el Caribe

34
25
43
38
19

37
9
29
38
13

35
8
17
26
13

34
10
13
23
11

Todas las regiones en desarrollo

37

29

20

18

8. En el período 1996-98, el número de personas subnutridas existente en el mundo en desarrollo (792 millones) permaneció casi invariable con respecto a la media del período trienal anterior y la prevalencia de la subnutrición permaneció en esas regiones en el 18 por ciento. En el Cuadro 2 se presentan de forma sinóptica los cambios registrados a nivel subregional en la prevalencia de la subnutrición y en las cifras absolutas de personas desnutridas entre los dos períodos trienales señalados. Sólo en dos subregiones -Asia oriental y África meridional- descendió la subnutrición, tanto en términos porcentuales como absolutos. En siete subregiones aumentó el número de personas desnutridas, aunque no se registró un incremento porcentual de la prevalencia, y en cuatro subregiones (América Central, América del Norte -México-, el Cercano Oriente y África central) la situación empeoró ligeramente, tanto por lo que respecta al número de personas subnutridas como a la prevalencia de ésta.

Cuadro 2: Comparación de las estimaciones sobre la subnutrición de los períodos 1995-97 y 1996-98

  1995-97 1996-98
Subregión Número de persona subnutridas Prevalencia de la subnutrición Número de persona subnutridas Prevalencia de la subnutrición
  (millones) (porcentaje) (millones) (porcentaje)
Reducción del número de personas subnutridas y de la prevalencia de la subnutrición
Asia oriental
África meridional
176,8
35,0
14
44
155,0
34.5
12,6
42
Aumento del número de personas subnutridas
Asia sudoriental
Asia meridional
El Caribe
América del Sur
Norte de África
África oriental
África occidental
63,7
283,9
9,3
33,3
5,4
77,9
31,1
13
23
31
10
4
42
16
64,7
294,2
9,6
33,6
5,6
79,9
33
13
23
31
10
4
42
16
Aumento del número de personas subnutridas y de la prevalencia de la subnutrición
América Central
América del Norte
Cercano Oriente
África Central
5,6
5,0
27,5
35,6
17
5
12
48
6,6
5,1
30,3
38,5
20
6
13
50

9. El porcentaje de la energía derivada de alimentos básicos feculentos (cereales, raíces y tubérculos) facilita información adicional sobre la calidad de la dieta de la población. Un alto porcentaje indica una dieta poco variada y una mayor probabilidad de que una proporción elevada de la población que consume ese tipo de dieta padezca subnutrición debido a la cantidad total de alimentos ingerida y sufra de carencia de muchos de los micronutrientes necesarios para gozar de buena salud. Desde el punto de vista de los grupos de ingresos, los ricos tienen una dieta más variada que los pobres. En una dieta adecuada, el porcentaje de alimentos feculentos puede oscilar entre el 55 y el 75 por ciento del SEA total y, por consiguiente, la composición de la dieta puede variar considerablemente entre las distintas estaciones y entre diferentes culturas, sin que ello vaya en detrimento del estado nutricional. En cambio, un porcentaje de alimentos feculentos superior al 70-75 por ciento del SEA ha de ser motivo de inquietud. El Cuadro 3 ofrece información sobre los países en los que ese tipo de alimentos alcanza o supera el 70 por ciento del SEA per cápita. Es interesante observar que en muchos casos existe una relación inversa entre la idoneidad del SEA per cápita y la diversidad de la dieta (SOFI, 2001). La población pobre cuya ingesta de alimentos es insuficiente, dispone también de una menor variedad en la dieta, lo que se traduce en una menor cantidad de energía y en una nutrición más deficiente.

Cuadro 3: Países en los que el 70% o más de la dieta procede de cereales, raíces y tubérculos, 1996-98

Asia sudoriental
Camboya (79)
Indonesia (70)
República Dem. Popular Lao (82)
Myanmar (78)
Viet Nam (76)
Asia Meridional
Bangladesh (84)
Nepal (80)
Cercano Oriente
Afganistán (82)
África central
República Democrática del Congo (75)
África Meridional
Lesotho (80)
Madagascar (74)
Malawi (74)
Namibia (79)
Zambia (79)
África oriental
Eritrea (78)
Etiopía (79)
África occidental
Benin (74)
Burkina Faso (75)
Ghana (75)
Malí (73)
Níger (74)
Togo (77)

10. Los datos antropométricos también permiten calibrar el acceso de la población a los alimentos y si el aprovechamiento biológico de los alimentos consumidos es adecuado. La malnutrición provoca en los niños un desarrollo físico e intelectual inadecuado y una menor resistencia a las enfermedades. La insuficiencia ponderal (falta de peso en relación con la edad) en niños menores de cinco años es un buen indicador de la malnutrición. Basándose en ese indicador, se estima en 174 millones el número de niños menores de cinco años malnutridos en el mundo en desarrollo durante el período 1996-98.

11. Actualmente, más de dos tercios de los niños malnutridos del mundo viven en Asia (especialmente, en Asia meridional); a esa región le siguen por la gravedad del problema África y América Latina. Según la Organización Mundial de la Salud1, más de la mitad de los niños del Asia meridional sufren de malnutrición proteinoenergética, una prevalencia cinco veces superior a la del hemisferio occidental, tres veces superior, al menos, a la del Cercano Oriente y más del doble de la que existe en Asia oriental. Las estimaciones indican una prevalencia de aproximadamente el 30 por ciento en la región del África subsahariana.

12. La tasa de mortalidad de los recién nacidos es un indicador preciso del estado nutricional de las madres, en tanto que en los niños menores de cinco años pone de manifiesto el estado nutricional de los propios niños. Los objetivos de desarrollo internacional propugnan una reducción de dos tercios en esos dos indicadores para el año 2015. Aunque los datos reales o proyectados sobre la mortalidad de los lactantes indican progresos en todas las regiones entre 1990 y 1998, la disminución del 10 por ciento de la mortalidad de los niños menores de un año en los países en desarrollo durante los últimos ocho años parece demasiado reducida para que sea posible cumplir los objetivos mencionados. Algunos países han visto empeorar la situación con respecto a los años noventa. La mortalidad de los niños menores de un año ha aumentado de 45 a 54 en la República Democrática de Corea, de 61 a 74 en Kenya y de 52 a 73 en Zimbabwe. Entre 1970 y 1998, las diferencias entre las tasas de mortalidad de los niños menores de un año de la OCDE y los países en desarrollo disminuyeron en cifras absolutas (de 87 en 1970 a 53 en 1998), pero aumentaron en cifras relativas. En efecto, si en 1970 esa tasa era cinco veces superior en los países en desarrollo que en los de la OCDE, ahora es 10 veces más elevada.

13. Es un hecho admitido que 6,6 millones de los 12,2 millones de fallecimientos de niños menores de cinco años -el 54 por ciento de los que se producen en los países en desarrollo- guardan relación con la malnutrición. La tasa de mortalidad infantil también está descendiendo demasiado lentamente en el mundo en desarrollo para que sea posible conseguir una reducción de dos tercios antes de 2015: debería haber disminuido alrededor del 30 por ciento en el decenio de 1990, pero sólo lo hizo en un 14 por ciento. Entre 1990 y 1998, 17 países en desarrollo consiguieron una reducción suficiente de la mortalidad en los niños menores de cinco años para cumplir el objetivo internacional de desarrollo. Sin embargo, durante ese mismo periodo, la situación empeoró en 14 países, entre ellos la República Democrática de Corea, donde la tasa de mortalidad infantil aumentó de 35 a 68, y Zimbabwe, donde pasó de 76 a 125.

Cuadro 4: Tendencia de la mortalidad en los niños menores de cinco años en determinados años, 1970-1998 (por 1 000)

Regiones 1970 1980 1990 1997 1998 Reducción 1990-1998
Asia oriental y el Pacífico 126 82 55 46 43 22%
Europa y Asia central n.d. n.d. 34 29 26 24%
América Latina y el Caribe 123 78 49 41 38 24%
Cercano Oriente y Norte de África 200 136 71 58 55 22%
Asia meridional 209 180 121 100 89 26%
África subsahariana 222 188 155 153 151 3%
Países en desarrollo 167 135 91 84 79 14%
OCDE 26 14 9 6 6 30%

Fuente: Base de datos del sistema de gestión y análisis de información estadística del Banco Mundial.
Nota:
n.d. No disponible

14. Habida cuenta de que el hambre y la malnutrición acortan la duración de la vida, la esperanza de vida es más baja en los países que tienen una mayor prevalencia de subnutrición. Aunque ha mejorado en cierta medida la tendencia a largo plazo, con un aumento de la esperanza de vida de la población de los países en desarrollo de 55 años en 1970 a 65 años en 1998, está todavía muy por detrás de la de los países de la OCDE, en los que era de 78 años en 1998. La esperanza de vida ha disminuido desde 1990 en 32 países, la mayor parte de ellos azotados por la epidemia del SIDA. En nueve países la reducción fue de más de tres años. Se trata de Botswana (-10,7); Zambia (-6,6), Kenya (-6,1), Zimbabwe (-5,2), Uganda (-4,3), Kazajstán (-3,7), Côte Ivoire (-3,7), la República Centroafricana (-3,2) y Namibia (-3,1).

Cuadro 5: Tendencia de la esperanza de vida, 1970-1998 (años de vida)

Regiones 1970 1982 1993 1997 1998
Asia oriental y el Pacífico 59 66 68 69 69
Europa y Asia central n.d. 68 69 69 69
América Latina y el Caribe 61 65 68 70 70
Cercano Oriente y Norte de África 53 60 65 67 68
Asia meridional 49 55 60 62 62
África subsahariana 44 48 50 51 50
Países en desarrollo 55 61 64 65 65
OCDE 71 75 77 78 78

Fuente: Base de datos del sistema de gestión y análisis de información estadística del Banco Mundial.
Nota:
n.d. No disponible

B. ZONAS MÁS GRAVEMENTE AFECTADAS POR EL HAMBRE

15. En marzo de 2001, alrededor de 60 millones de personas en 35 países se enfrentaban a situaciones de urgencia alimentaria de distinta intensidad. La situación más grave se registraba en el África subsahariana, donde 16 países sufrían situaciones de urgencia alimentaria de excepcional gravedad causadas en su mayor parte por las catástrofes naturales y los disturbios civiles. A pesar de que las condiciones meteorológicas han mejorado recientemente, los efectos de la sequía registrada en el África oriental se dejaban sentir todavía en Etiopía, Eritrea, Kenya, el Sudán y Tanzanía, donde los organismos internacionales de socorro continúan prestando asistencia alimentaria de urgencia a unos 18 millones de personas. Sigue aumentando el número de refugiados y de personas desplazadas en el interior del país como consecuencia de los disturbios civiles, particularmente en las zonas central y occidental de África. En el África meridional, las graves inundaciones, particularmente en Mozambique y Malawi, han ocasionado la pérdida de vidas humanas y daños a las propiedades, la infraestructura y los cultivos.

Cuadro 6: Países que padecen situaciones de urgencia alimentaria a comienzos de 2001 y causas principales que las provocan

África
Angola: Disturbios civiles y desplazamiento de la población Burundi: Disturbios civiles e inseguridad
República Dem. del Congo: Disturbios civiles, personas desplazadas en el interior del país y refugiados República del Congo: Disturbios civiles en períodos anteriores
Eritrea: Personas desplazadas en el interior del país, repatriados y sequía Etiopía: Sequía y personas desplazadas en el interior del país
Guinea: Disturbios civiles y desplazamiento de la población Kenya: Sequía
Liberia: Disturbios civiles anteriores y escasez de insumos Madagascar: Sequía y ciclones
Malawi: Inundaciones Mozambique: Inundaciones
Rwanda: Sequía en algunas zonas del país Sierra Leona: Disturbios civiles y desplazamiento de la población
Somalia: Sequía y disturbios civiles Sudán: Disturbios civiles en el sur y sequía
Tanzanía: Déficit de alimentos en varias regiones Uganda: Disturbios civiles en algunas zonas del país y sequía
Asia/Cercano Oriente
Afganistán: Sequía y disturbios civiles Armenia: Sequía y dificultades económicas
Azerbaiyán: Sequía y dificultades económicas Camboya: Inundaciones
Georgia: Sequía y dificultades económicas Iraq: Sanciones y sequía
Jordania: Sequía Corea, RPD: Condiciones meteorológicas adversas y problemas económicos
Mongolia: Problemas económicos y dureza del invierno Tayikistán: Sequía
Uzbekistán: Sequía en Karakalpakstan  
América Latina
Haití: Problemas económicos estructurales Honduras: Condiciones meteorológicas adversas en un período anterior
Nicaragua: Condiciones meteorológicas adversas en un período anterior El Salvador: Terremotos
Europa
Federación de Rusia: Disturbios civiles en Chechenia y grupos vulnerables República Federal de Yugoslavia: Grupos vulnerables y refugiados

16. En Asia se ha producido una grave crisis alimentaria en Afganistán, provocada por los incesantes disturbios civiles, las sequías sucesivas y los duros inviernos, que han hecho que 25 millones de personas necesiten ayuda alimentaria. En Mongolia, el frío extremo del invierno ha ocasionado la muerte de un gran número de cabezas de ganado, lo que ha agravado la inseguridad alimentaria de los pastores nómadas, que perdieron el año pasado millones de animales. La situación del suministro de alimentos sigue siendo difícil en la República Popular Democrática de Corea a causa de la sequía, las dificultades económicas y la dureza del invierno, el más frío que se recuerda desde hace varios decenios. Por su parte, Armenia, Georgia y Tayikistán sufren problemas de escasez de alimentos debido a la sequía del año pasado. En conjunto, son 11 los países de Asia que afrontan una situación de urgencia alimentaria.

17. Por lo que respecta a América Central, el suministro de alimentos se verá dificultado en El Salvador en 2001 como consecuencia de los daños provocados en la infraestructura por los terremotos que afectaron al país a comienzos de enero y mediados de febrero. En Rusia, la población desplazada en Chechenia y las repúblicas contiguas continúan estando necesitadas de ayuda alimentaria. Además, las perspectivas de la cosecha son desfavorables en cinco países. Son éstos Afganistán, Armenia, Georgia, Jordania y Tayikistán.

III. SEGUIMIENTO DE OTROS ASPECTOS DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

A. DISPONIBILIDAD Y ESTABILIDAD DE LOS SUMINISTROS

18. El Cuadro 7 contiene siete indicadores de la seguridad alimentaria individual que se elaboraron tras la crisis alimentaria de mediados de los años setenta. Esos indicadores, aunque se circunscriben a los cereales, arrojan luz sobre la situación alimentaria mundial presente y futura Este año se ha prescindido de un indicador, referente a la relación entre las existencias y la tendencia del consumo mundial de cereales, dado que la relación considerada por la FAO como nivel de referencia mínimo de seguridad que se considera necesario para garantizar la seguridad alimentaria mundial no puede seguir utilizándose en su función tradicional. En la sección IV se explican los motivos por los que se ha prescindido de este indicador. La Secretaría ya ha comenzado a elaborar indicadores alternativos que tenga en cuenta los factores del mercado para sustituirlo.

19. El segundo indicador mide la capacidad de los cinco principales países exportadores de cereales para satisfacer la demanda de importación de trigo y de cereales secundarios. Se trata de la relación entre la suma de su producción, importaciones y existencias de principios de temporada y la suma del consumo interno más las exportaciones.2 Basándose en las indicaciones sobre la oferta y la demanda para 2000/2001, esta relación se ha estimado en el 1,18 por ciento, cifra ligeramente inferior a la del año anterior pero más alta que la media a mediados de los años noventa, del 1,15 por ciento. Por lo que respecta a la oferta, se estima que la producción total de cereales de los principales países exportadores aumentó en 2000, aunque sus existencias iniciales combinadas son inferiores a las del año anterior. Por lo que se refiere a la demanda, tanto el consumo interno como las exportaciones registrarán probablemente un incremento con respecto al año anterior.

20. El tercer indicador se refiere a la relación entre el volumen de las existencias de final de temporada de que disponen los principales exportadores de trigo, cereales secundarios y arroz, y la desaparición total de dichos cereales (consumo interno más exportaciones). Sobre la base de las estimaciones más recientes para el período 2000/01, se preveía que la relación sería para todos los cereales dos puntos porcentuales inferior a la de la campaña anterior, pero algo más elevada que la media del período 1993/94-1997/98. Se preveía que las relaciones correspondientes al arroz y el trigo experimentarían la reducción más importante, debido fundamentalmente a la disminución de las existencias de final de temporada y al aumento de la utilización interna y de las exportaciones, en especial en el caso de trigo. Se estima que, con la excepción de la CE y el Canadá, la producción de trigo de los principales exportadores disminuyó en 2000, lo que ha contribuido a la reducción de las existencias. En cuanto al arroz, el descenso de la producción en China tras dos años consecutivos de cosechas abundantes explica en gran medida la disminución de sus existencias en casi 6 millones de toneladas. Aunque las existencias de final de temporada de los cereales secundarios permanecían invariables en 77 millones de toneladas entre los principales exportadores, se esperaba un aumento de la utilización interna y las exportaciones durante la campaña de 2000/01. Las abundantes cosechas de la Argentina, la CE y los Estados Unidos han contribuido a mantener las existencias de cereales secundarios necesarias para cubrir la mayor demanda interna y mundial.

Cuadro 7: Variaciones en los indicadores de la seguridad alimentaria que afectan a la disponibilidad y estabilidad

  Promedio 1993/4 - 1997/98 1998/99 1999/2000 2000/01*
1. Existencias mundiales de cereales en porcentaje de las tendencias del consumo mundial de cereales

En la sección dedicada al análisis de cuestiones especiales se explican las razones por las que se ha dejado de utilizar el indicador de la relación entre las existencias de cereales y la utilización

2. Relación entre los suministros de los cinco principales exportadores de cereales y las necesidades**_&

1,15

1,22

1,20

1,18

3. Existencias finales en porcentaje de la desaparición total en los principales exportadores de cereales:  
Trigo ** 17,0 23,5 22,4 19,1
Cereales secundarios ** 13,2 19,6 17,7 17,2
Arroz # 64,3 64,6 64,7 61,5
Total 31,5 35,9 34,9 32,6
  Tasa anual de crecimiento tendencial Cambio porcentual respecto del año anterior
  1990-1999 1998 1999 2000
4. Cambios en la producción de cereales en China, India y la CEI

-0,14

-4,92

2,22

-5,11

5. Cambios en la producción de cereales en los PBIDA

1,98

3,26

0,85

-5,54

6. Cambios en la producción de cereales en los PBIDA, con exclusión de China y la India

2,58

5,82

1,01

-1,68

    Cambio porcentual respecto del año anterior
    1998/99 1999/2000 2000/2001!
7. Variaciones de los precios de exportación _

Trigo (Julio/Junio)

-15,8 -6,3 13,3
  Maíz (Julio/Junio) -15,6 -3,9 -4,6
  Arroz (Ene./Dic.)· 0,5 -10,7 -25,5
Fuente: FAO
* Pronóstico.
& Incluidos el trigo y los cereales secundarios
** Argentina, Australia, Canadá, CE y Estados Unidos de América.
# China, Pakistán, Tailandia, Estados Unidos de América y Viet Nam.
_ Trigo: Duro de invierno Nº 2 Estados Unidos de América; Maíz: amarillo Nº 2 Estados Unidos de América; Arroz: quebrado Thai (A1 Super).
· Los precios del arroz se basan en el año civil del primero de los años indicados.
! En lo que respecta al trigo y el maíz, las variaciones de los precios se basan únicamente en la media de siete meses (julio/enero) en comparación con el período correspondiente de 1999/2000.

21. El cuarto indicador mide los cambios registrados en la producción de cereales en los principales países importadores (China, la India y la CEI) en relación con la tendencia y el año precedente. Este indicador señala para 2001 una reducción de más del 5 por ciento, después del aumento registrado en 1999. El descenso de la producción en este grupo de países en 2000 cabe atribuirlo principalmente a China, donde tras una sucesión de cosechas abundantes, disminuyó la producción de todos los tipos de cereales a causa de las nuevas políticas y de los problemas meteorológicos. En tanto que las cosechas fueron desiguales en las repúblicas de la CEI, la producción aumentó notablemente, después de dos años de malas cosechas, en la Federación de Rusia, principal productor de cereales en este grupo. En la India, el año 2000 fue otro año de cosechas excelentes, especialmente de trigo, lo que podría convertir a este país en exportador neto de trigo en 2000/01 por primera vez en seis años.

22. El quinto indicador se centra específicamente en los cambios registrados en la producción total de cereales de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), un grupo de unos 80 países en desarrollo considerados como los más vulnerables a las fluctuaciones de los suministros y los precios internacionales de los alimentos. En 2000, la producción total de cereales en este grupo de países registró una disminución de más del 5 por ciento con respecto al año anterior. La mayor parte de la reducción tuvo lugar en China y en algunas zonas de África. Como la producción de China y la India podría influir decisivamente en la magnitud global de este indicador, el sexto indicador mide los cambios registrados en la producción total de cereales de los PBIDA con la exclusión de China y la India. Utilizando este procedimiento de medición, la reducción de la producción total de cereales en este grupo de países no es tan elevada (-1,7 por ciento) que si se incluye a China y la india (-5,5 por ciento). De hecho, muchos de los PBIDA asiáticos, como Bangladesh, Indonesia, el Pakistán y Filipinas, recogieron cosechas excelentes de cereales en 2000.

23. El séptimo indicador establece una comparación de los precios de exportación de los principales cereales. Con la excepción del trigo, los precios internacionales de los cereales mantuvieron la tendencia a la baja en la campaña de 2000/01. Los precios internacionales del trigo aumentaron desde el inicio de la campaña como consecuencia del fortalecimiento de la demanda de importaciones comerciales y de la previsión de que disminuyeran las existencias remanentes en los principales países exportadores. No obstante, el alza de precios fue limitada debido a los abundantes suministros de exportación de fuentes no tradicionales como la india y el Pakistán. Además, en algunos países importadores de trigo, como China, el déficit de producción nacional se cubrió principalmente mediante las reservas existentes, en lugar de aumentar las importaciones. En cuanto a los cereales secundarios, pese a que se había previsto una expansión de la demanda mundial de importaciones, la amplia oferta de los principales países exportadores, unida a las cuantiosas ventas efectuadas por China y a los suministros abundantes de trigo para pienso ejercieron una presión al alza sobre los precios del maíz durante la primera mitad de la campaña. Los precios mundiales del arroz mostraron una tendencia a la baja en 2000 a causa de las excelentes cosechas recogidas en varios países importadores. Dada la amplitud de las disponibilidades de exportación, la debilidad del mercado intensificó la competencia entre los exportadores, presionando fuertemente a la baja sobre los precios internacionales del arroz.

24. En el Cuadro II del Anexo se ofrece una información resumida sobre la producción, el comercio y las existencias de los principales alimentos básicos. En general, las proyecciones indican un cierto empeoramiento de la situación en los países importadores de cereales y la situación general de la demanda y la oferta apuntan a una nueva reducción de las existencias al final de las campañas de comercialización de 2001. Como elemento positivo cabe señalar que los precios internacionales de los cereales podrían seguir siendo relativamente bajos, lo cual aliviaría la carga financiera de los países en desarrollo que dependen de las importaciones. La continuación de los suministros de maíz procedente de China en grandes cantidades, especialmente a la luz de los datos que demuestran la existencia de maíz modificado genéticamente en el Japón y la República de Corea, podría seguir mitigando la presión al alza sobre los precios internacionales durante el resto de la campaña.

25. Se prevé que la debilidad de la demanda mundial de importaciones mantendrá la tendencia a la baja de los precios internacionales del arroz, al menos hasta mediados de 2001, en que se dispondrá de información sobre las perspectivas de la producción de este cereal en el hemisferio norte. Las medidas que se están estudiando en la India para aumentar las exportaciones y las que se están considerando en Indonesia, Malasia y Nigeria para incrementar las restricciones de las importaciones harían descender aún más los precios internacionales del arroz. Con este telón de fondo, no cabe pensar en una recuperación notable de los precios durante al menos otra campaña, y ello en el caso de que la producción de cereales experimentara una disminución notable en 2001.

26. En general, los precios relativamente reducidos, o a la baja, de los productos agrícolas básicos se han reflejado en 2000 en una reducción del valor de las importaciones de alimentos de los países en desarrollo y de los PBIDA expresado en dólares3, continuando una tendencia que se inició después de la elevada cota alcanzada en 1996. En cambio, el crecimiento de las importaciones de alimentos4 ha continuado más o menos al mismo ritmo durante todo el decenio de 1990, si se exceptúa una ligera disminución en 1996 originada por un acusado aumento de los precios de la mayoría de los alimentos básicos. Aunque esta evolución indica una mejora de la situación de la seguridad alimentaria nacional en esos grupos de países, son muchos todavía los países, y los grupos vulnerables dentro de ellos, que se enfrentan a problemas muy agudos en materia de seguridad alimentaria.

Cuadro 8: Valor de las facturas de las importaciones de alimentos de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (en miles de millones de dólares EE.UU.)

 

1995/96

1997

1998

1999*

2000*

         
Total - Países en desarrollo 65,3 65,0 63,6 61,7 59,6
del cual:          
Cereales 31,1 28,6 28,5 25,7 24,1
Productos cárnicos 6,8 7,3 6,8 8,5 9,2
Productos lácteos 8,4 7,7 7,3 6,9 8,1
Aceites y semillas oleaginosas 19,1 21,4 21,0 20,6 18,3
           
Total - PBIDA 30,5 29,4 29,4 27,6 25,7
del cual:          
Cereales 15,2 12,3 13,2 11,8 11,3
Productos cárnicos 2,8 3,0 2,9 3,6 3,7
Productos lácteos 2,9 2,8 2,6 2,3 2,4
Aceites y semillas oleaginosas 9,6 11,3 10,8 9,9 8,4

B. ACCESO A LOS SUMINISTROS DISPONIBLES

27. Atendiendo a la petición de información adicional sobre el acceso a los alimentos que formuló el Comité en su último período de sesiones, los datos correspondientes al PNB per cápita se han complementado con otros datos sobre el crecimiento del PNB per cápita a precios constantes, así como sobre el PNB per cápita medido en paridad del poder adquisitivo. La información sobre la distribución de los ingresos se presenta mediante el índice de Gini y la prevalencia de la pobreza medida a nivel nacional e internacional. El Cuadro III del Anexo contiene información por países de esos indicadores. No se ofrecen datos sobre el desempleo debido a la dificultad para obtener datos fiables y comparables sobre el empleo en los países en desarrollo.

28. Se reconoce en general que existe una estrecha relación entre la pobreza y la inseguridad alimentaria, por cuanto la mayoría de las personas pobres se encuentran subnutridas o son vulnerables. Los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) y de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas de reducir a la mitad la subnutrición y la pobreza para el año 2015 están interrelacionados y son interdependientes. Es, pues, conveniente examinar los progresos conseguidos en la reducción de la pobreza para evaluar la situación relativa al acceso de la población a los alimentos en general.

29. En el Cuadro 9 se comparan los resultados de las estimaciones de la FAO sobre el número de personas subnutridas con las que figuran en un estudio reciente del Banco Mundial (2000)5 sobre la pobreza en el consumo, es decir, el porcentaje de personas que viven en familias que consumen menos de 1 dólar al día medido en paridad del poder adquisitivo. En el período comprendido entre 1987 y 1998, la incidencia de la pobreza disminuyó en las regiones de Asia y del Cercano Oriente-Norte de África. Este hecho coincide con los buenos resultados conseguidos en esas regiones en la reducción de la prevalencia de la subnutrición. El estudio del Banco Mundial señala también una clara disminución de la incidencia de la pobreza de consumo, aunque no en grado suficiente como para reducir el número total de personas pobres. El informe atribuye este hecho a la combinación en los países en desarrollo de un bajo crecimiento económico y unas desigualdades persistentes que impiden a los pobres participar en el crecimiento, como lo reflejan los coeficientes de Gini, que van del 28,9 en el caso de Rwanda y Egipto al 62,9 en el caso de Sierra Leona.

Cuadro 9: Comparación de datos sobre la pobreza y la subnutrición

  1998 1996-98 1996-98 1998
Región Personas que viven en familias que consumen menos de 1 dólar al día Personas subnutridas Personas subnutridas Número de personas pobres
  (porcentaje) (porcentaje) (millones) (millones)
Asia oriental
Europa oriental y Asia central
América Latina y el Caribe
Cercano Oriente y Norte de África
Asia meridional
África subsahariana
15,32
5,14

15,57

1,95
39,99
46,30

12
6

11

10
23
34

155,0
26,4

54,9

35,9
294,2
185,9

278,32
23,98

78,16

5,55
522,00
290,87

30. Se prevé que en el transcurso de los dos próximos años el crecimiento disminuirá con respecto al máximo cíclico alcanzado a comienzos de 2000, pero todas las regiones en desarrollo registrarán en 2001 un aumento de los ingresos per cápita, que oscilará entre una cifra cercana al 6 por ciento en Asia oriental y el 1,5 por ciento aproximadamente en las regiones del Cercano Oriente y Norte de África y el África subsahariana. En 2001/02, el crecimiento se moderará probablemente en Asia oriental y se aproximará a las pautas de crecimiento a largo plazo. En Asia meridional, se prevé que el crecimiento medio disminuirá al 5,5 por ciento en 2001/02. En América Latina se dan las condiciones para que se inicie una nueva fase de crecimiento moderado sostenido a lo largo del próximo decenio.

31. Se prevé que en el África subsahariana los ingresos per cápita aumentarán el 1,3 por ciento durante los diez próximos años, resultado que representará una mejora notable con respecto al descenso persistente del decenio de 1990, pero que será únicamente un tercio del crecimiento medio de las economías asiáticas. El VIH/SIDA tendrá efectos negativos importantes en varios países del África subsahariana, en donde se acumula el 70 por ciento de los 34,3 millones de casos de SIDA existentes en el mundo y 12,1 millones de huérfanos causados por esta enfermedad, de los 13,2 millones existentes. Previsiblemente, la actividad económica experimentará un crecimiento modesto en la región del Cercano Oriente y Norte de África, del 3,8 por ciento en 2001 y del 3,6 por ciento en 2002.

C. LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

32. La primera frase de la Declaración de Roma sobre la seguridad alimentaria mundial reafirma "el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, en consonancia con el derecho a una alimentación apropiada y con el derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre". La referencia a los alimentos sanos y nutritivos amplía el concepto de seguridad alimentaria para incluir la inocuidad de los alimentos, un elemento que ha adquirido nueva importancia desde que comenzó a propagarse en Europa la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o "enfermedad de las vacas locas". Sin embargo, las cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos comprenden una serie de riesgos que van mucho más allá del que suscita la atención de la opinión pública en este momento. En el documento CF:2001/Inf.9 se exponen con mayor detalle estos problemas y las iniciativas recientes de la FAO para afrontarlos.

IV. CUESTIONES BÁSICAS SELECCIONADAS

A. RELACIÓN ENTRE LAS EXISTENCIAS Y LA UTILIZACIÓN

33. La FAO utiliza desde hace muchos años un nivel de referencia en la relación entre las existencias de cereales al final de la campaña y la utilización mundial, con el fin de alertar a la comunidad internacional sobre los déficit posibles o inminentes en el suministro mundial de cereales. El nivel de referencia se ha establecido en el 17-18 por ciento.6 Sólo en dos ocasiones se ha situado la relación por debajo del umbral desde que fue aceptada como indicador de la seguridad alimentaria: a mediados del decenio de 1970, la relación descendió al 14-15 por ciento (1973-76) y a mediados del decenio de 1990 al 14-16 por ciento (1996-97).7 Aunque este indicador sólo considera la disponibilidad material de suministros mundiales, en ambos periodos resultó ser un elemento adecuado para predecir un aumento pronunciado de los precios internacionales de los cereales e indicar posibles problemas relacionados con el acceso de grupos de población vulnerables a los alimentos.

34. Aunque la finalidad principal de este indicador era señalar la disponibilidad material de suministros a escala mundial, en la mayor parte de los años ha servido también para predecir la evolución de los precios internacionales. Sin embargo, no siempre ha existido una relación precisa entre el indicador de referencia y los precios internacionales de los cereales. Durante los períodos 1979-80 y 1988-89, en los que la relación se situó claramente por encima del nivel mínimo del 17-18 por ciento, los precios internacionales de los cereales aumentaron y se mantuvieron elevados. Ello ocurrió a pesar de que existían suministros suficientes. Más recientemente, en 2001, la relación entre las existencias remanentes de cereales y la utilización se situó por debajo del umbral, en un nivel comparable al que se relacionaba con el aumento pronunciado de los precios observado a mediados de los años setenta y noventa.8 Sin embargo, los precios internacionales de los cereales continuaron siendo bajos durante la primera mitad de la campaña y en algunos casos descendieron.

35. Además, recientemente se llevó a cabo una revisión sustancial de las existencias históricas de cereales en China. La revisión dio lugar a un aumento significativo de las estimaciones de existencias de cereales en ese país y, por consiguiente, de las existencias mundiales.9 Este hecho menoscabó aún más la pertinencia de la relación de referencia como indicador de la situación de la seguridad alimentaria mundial. Aunque sería posible seguir utilizando una relación de referencia calculando un nuevo nivel mínimo de seguridad, teniendo en cuenta las existencias de cereales de China revisadas y aplicando la metodología original, tal vez no sea adecuado hacerlo. La Secretaría ha comprendido que la metodología original no incluía algunos aspectos que resultan más pertinentes para los indicadores actuales del mercado, como los precios, que tienen una influencia directa en cuestiones relacionadas con el acceso los alimentos. A la luz de las modificaciones que se han registrado en los mercados internacionales de cereales, que reflejan una mayor transparencia en las políticas y las señales del mercado, la mejora de las comunicaciones y el tráfico más eficaz de los productos en el comercio internacional, la Secretaría reconoce la necesidad de elaborar indicadores que tengan más en cuenta los factores relacionados con el mercado para evaluar los cambios que puedan experimentar aquellos aspectos que afectan a la seguridad alimentaria mundial. Entretanto, existen otros indicadores de la seguridad alimentaria mundial que siguen siendo pertinentes para evaluar la situación, según se indica en la sección II. A supra.

B. SELECCIÓN Y SEGUIMIENTO DE INDICADORES BÁSICOS

36. Para poder efectuar comparaciones entre los distintos países y ofrecer un conjunto de datos manejables para controlar los progresos conseguidos en la consecución de los objetivos establecidos a escala mundial en el curso de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, el CSA examinó en su 26º período de sesiones una lista de indicadores básicos que representan un conjunto de variables que se considera que están estrechamente relacionadas con la seguridad alimentaria, la nutrición y la vulnerabilidad.

37. Con el fin de presentar el conjunto de indicadores a partir del cual se efectuaría la selección definitiva, se llevó a cabo un amplio examen de las diferentes listas de indicadores que ya se utilizan o que se están considerando para el seguimiento de los objetivos de desarrollo en diferentes escenarios internacionales. Se han estructurado los indicadores, que figuran en el Cuadro IV del Anexo, con arreglo a las 15 esferas o módulos de información correspondientes al Sistema de Base de Datos de Indicadores Clave (SBDIC) que se está preparando en el marco de la iniciativa del SICIAV. En la columna 1 se enumeran todos los indicadores obtenidos mediante la combinación de las diferentes fuentes. En la columna 2 figuran los indicadores propuestos por el Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI) sobre el SICIAV, mientras que en la columna 3 se presentan los indicadores utilizados por la Secretaría de la FAO para preparar los documentos de evaluación del CSA en 1999 y 2000, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 1999, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2000 y un proyecto de lista de la Secretaría de la FAO para elaborar índices y hacer un seguimiento del Programa 21. La lista de indicadores de la Iniciativa relativa a una base de datos sobre nutrición en África (IBDNA) que figura en la columna 3 se ha elaborado con el fin de garantizar el acceso a datos de alta calidad para controlar las tendencias en la situación nutricional de países africanos.

38. En las columnas restantes se presentan los indicadores que figuran en las listas básicas elaboradas por la OCDE en el marco del programa "Progresos hacia la consecución de los objetivos de desarrollo internacional" y por el Grupo de Desarrollo de las Naciones Unidas para el componente de evaluaciones comunes de los países del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) y por la Sociedad para el Desarrollo Internacional, con el apoyo del PMA, con objeto de hacer un seguimiento de los factores que afectan a los medios de vida sostenibles.

39. Las diferentes características conceptuales de las listas de indicadores se evidencian en las diversas prioridades que conceden a los módulos de información. No obstante, algunos indicadores aparecen tanto en las listas del sistema de las Naciones Unidas como al menos en una de las listas relacionadas con el SICIAV, lo que indica un elevado grado de coincidencia entre los organismos. Cabe señalar que la lista de la OCDE no incluye actualmente ningún indicador que haga referencia expresa a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, aunque varios de los indicadores utilizados para controlar otros objetivos mundiales de desarrollo, especialmente los de la Cumbre Social, son sumamente pertinentes. Tras las fructíferas conversaciones mantenidas entre la Secretaría de la FAO y la de la OCDE, parece probable que uno o dos objetivos expresamente relacionados con la Cumbre Mundial sobre la Alimentación se añadirán a la lista de la OCDE cuando se revise la próxima vez. La Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas de septiembre de 2000 tiene también como meta principal reducir para el año 2015 la proporción de la población del mundo cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario y la proporción de la población que padece hambre.

40. Un factor importante que limita el proceso de selección de los indicadores que debe controlar regularmente el CSA es la falta de datos idóneos. En el Cuadro del Anexo se indica el último año para el cual se dispone de datos pertinentes procedentes de una base de datos compilada a nivel internacional, y se menciona el titular de la base de datos. Sin embargo, para muchos de los indicadores enumerados, la cobertura internacional de las bases de datos y la periodicidad de la actualización no son en la actualidad suficientes para permitir que los cambios se notifiquen de manera sistemática.

41. En su 26º período de sesiones, el CESA ratificó los siete indicadores destinados a controlar a la situación en materia de alimentación, salud y nutrición que se enumeran en el Cuadro 10. No ese adoptó, sin embargo, una decisión sobre la selección de indicadores para controlar los factores subyacentes.

Cuadro 10: Indicadores básicos recomendados para controlar los resultados conseguidos respecto de los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación

Categorías de indicadores de situación
Situación en materia de consumo de alimentos Estado de salud Estado nutricional
Propuestas preliminares contenidas en el documento CFS: 2000/2
· Principal grupo de alimentos en porcentaje de la dieta
· Porcentaje de población subnutrida
· Esperanza de vida al nacer
· Tasa de mortalidad de niños menores de cinco años
· Proporción de niños menores de cinco años con insuficiencia ponderal, retraso en el crecimiento o emaciación
· Porcentaje de adultos con bajo índice de masa corporal
Indicadores refrendados en el 26 período de sesiones del CESA
· Suministro medio de energía alimentaria (SEA)
· Proporción de cereales, raíces y tubérculos en el SEA total
· Porcentaje de población subnutrida
· Esperanza de vida al nacer
· Tasa de mortalidad de niños menores de cinco años
· Proporción de niños menores de cinco años con insuficiencia ponderal
· Proporción de adultos con un índice de masa corporal (IMC) <18,5

42. Se pide al Comité que en el presente período de sesiones examine los grupos de indicadores que se enumeran en el Cuadro IV del Anexo y se presentan de forma resumida en el Cuadro 11, y que dé su parecer sobre la propuesta de la Secretaría de que, por el momento, los documentos de evaluación del CSA se ocupen tan sólo de las condiciones económicas; los riesgos, peligros y conmociones; la disponibilidad de alimentos; el acceso a los alimentos; y la estabilidad de los suministros alimentarios y del acceso a los alimentos, utilizando los indicadores que figuran en las columnas 2 y 3 del Cuadro 11. Más adelante se podría estudiar la posibilidad de añadir indicadores correspondientes a otras esferas si se considera que su seguimiento puede ser pertinente para las deliberaciones del Comité. Salvo indicación en contrario, la información que se facilita para cada uno de los indicadores corresponde al año más reciente o al promedio de los tres últimos años para los que se dispone de datos.

Cuadro 11: Grupos de indicadores y enumeración de indicadores que pueden utilizarse para controlar las condiciones básicas que afectan a la situación alimentaria y nutricional

Grupos de indicadores para medir los factores de vulnerabilidad que figuran en el Cuadro IV del Anexo Indicadores utilizados en el documento CFS: 2001/2 Otros indicadores del Cuadro IV del Anexo que se propone incluir en futuros documentos de evaluación del CSA
Condiciones demográficas    
Condiciones ambientales    
Condiciones económicas
  • PNB per cápita
  • Tasa de crecimiento del PNB per cápita
  • PNB medido en paridad del poder adquisitivo
  •  
    Condiciones políticas    
    Condiciones socioculturales    
    Riesgos, peligros y conmociones _ Número de países que sufren situaciones de urgencia alimentaria  
    Disponibilidad de alimentos
  • Volumen de la producción, utilización de los alimentos, comercio y variaciones de las existencias de los principales alimentos básicos, por grupos de productos y agrupaciones de países
  • Relación entre los suministros y las necesidades de los cinco exportadores principales de cereales
  • Índice de producción alimentos
  • Acceso a los alimentos
  • Índice de distribución de ingresos de Gini
  • Sector de la población que vive por debajo del umbral nacional de pobreza
  • Sector de la población que vive con menos de 1 dólar al día
  •  
    Estabilidad de los suministros alimentarios y del acceso a los alimentos
  • Variaciones en la producción de cereales en China, la India y la CEI
  • Variaciones en la producción de cereales en los PBIDA
  • Variaciones en la producción de cereales en los PBIDA excluidos China y la India
  • Variaciones de los precios de exportación del trigo, el maíz y el arroz
  • Índice de la variabilidad de la producción de alimentos
  • Variabilidad de los precios de los alimentos
  • Características del hogar    
    Salud y saneamiento    
    Sistema de atención y hábitos alimentarios    

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