C 2001/INF/5


Conferencia

31º período de sesiones

Roma, 2-13 de noviembre de 2001

ALOCUCIÓN DEL DIRECTOR GENERAL

 

Señor Presidente de la Conferencia,
Señor Presidente Independiente del Consejo,
Señoras y Señores Ministros,
Excelencias, Señoras y Señores,

        Este 31º período de sesiones de la Conferencia se celebra en un momento en que los terribles acontecimientos del 11 de septiembre acaban de trastornar la quietud y las certezas de muchas personas en el mundo. La comunidad internacional en su conjunto ha condenado firmemente los actos que han provocado la muerte de numerosas víctimas inocentes. Por desgracia, esta tragedia ha precipitado al mundo en una era de turbulencias políticas, diplomáticas y económicas. Y se ha añadido así una nueva zona de enfrentamientos militares a las otras regiones del planeta Tierra donde persisten los conflictos. Ciertamente, se trata de una derrota dolorosa en la construcción de un entorno internacional de paz y seguridad. Es evidente que la inquietud y la decepción caracterizan ahora los sentimientos que se expresan, sobre todo en los medios de difusión. Pero la solidaridad y la fraternidad deben seguir prevaleciendo sobre la división y la exclusión. También hoy, más que ayer, es importante, es urgente intensificar la lucha en favor de los derechos humanos, el más fundamental de los cuales es el de la alimentación. En efecto, es en el terreno de la pobreza y la injusticia donde germinan las semillas de la intolerancia y la violencia.

Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después

        Este período de sesiones de la Conferencia debía acoger la Cumbre Mundial sobre la Alimentación : cinco años después y permitir a los dirigentes de todo el mundo examinar los progresos realizados en la lucha contra el hambre a fin de prever las medidas a adoptar para acelerar este proceso.

        Pero no era oportuno mantener la fecha prevista en las circunstancias internacionales actuales. Sin embargo, teniendo en cuenta que 815 millones de personas no tienen acceso a una alimentación suficiente, de los cuales alrededor de 300 millones son niños abandonados a su triste destino, no es aceptable aplazar durante demasiado tiempo las iniciativas necesarias para alcanzar el objetivo fijado por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996.

        Desearía, pues, agradecer al Consejo que ha comprendido las repercusiones éticas y políticos de esta problemática y ha decidido que la Cumbre, al nivel de jefes de Estado y de Gobierno, se celebre el año próximo, del 10 al 13 de junio.

Desafíos que debe afrontar la Organización

        Los problemas que la Organización debe afrontar a plazo medio son extraordinariamente complejos. En un contexto de inseguridad alimentaria para los pobres, el entorno del planeta es ahora más frágil y está expuesto a sufrir aún más los efectos nefastos de las sequías, inundaciones, huracanes o terremotos. Las enfermedades transfronterizas de los animales y las plantas amenazan la inocuidad de los alimentos, la deforestación en gran escala y los incendios contribuyen a los cambios climáticos, las corrientes marinas desencadenan tempestades y las violaciones de los códigos de conducta internacionales empobrecen los recursos naturales.

Situación de la agricultura y la alimentación

        Aunque la producción agrícola mundial continúa aumentando, su tasa de crecimiento, estimada en el 1,2 por ciento al año para el año 2000, es la más baja desde 1993. Esta desaceleración refleja el bajo crecimiento de la producción vegetal y animal tanto en los países desarrollados como en desarrollo. Se debe a varios factores: condiciones climáticas desfavorables y efectos de los conflictos internos para el Africa al Sur del Sahara; desaceleración de la producción para la región de Asia y el Pacífico; la persistencia de la sequía en el Cercano Oriente y África del Norte. La producción de cereales ha registrado por sí sola la sensible disminución del 1,6 por ciento. Las perspectivas para 2001 son igualmente sombrías. Las últimas previsiones indican una nueva reducción del 1,4 por ciento, lo que hace temer una notable disminución de las existencias.

        Resulta aún más preocupante el número de países que se enfrentan con graves situaciones de escasez de alimentos. El pasado septiembre, eran 34 los que se hallaban en esa situación que afectaba a unos 60 millones de personas.

        En cambio, la producción animal está aumentando considerablemente en los países de bajos ingresos y se espera que se duplique durante los próximos 20 años. Pero este optimismo se ensombrece con la inquietud creciente que suscita el desarrollo insuficientemente controlado de la ganadería intensiva en los países industrializados.

Comercio y OMC

        Garantizar la participación total, equitativa y provechosa de todas las partes en un sistema mundializado y abierto a todos es una responsabilidad compartida.

        Las negociaciones de la OMC sobre la agricultura se hallan en curso desde hace un año. Después de seis años se ha mitigado la aplicación del Acuerdo sobre la agricultura concertado después de las negociaciones de la Ronda Uruguay. El Acuerdo ha contribuido ciertamente ha modificar los instrumentos de la política interna y comercial, pero los cambios efectivos en los niveles de apoyo y protección del sector no han sido lo suficientemente profundos para permitir un comercio mundial de productos agrícolas realmente competitivo.

        La FAO ha hecho recientemente propuestas para fortalecer los efectos de la Decisión de Marrakech, sobre todo con la creación de un fondo rotatorio destinado a ayudar a los países que se enfrentan con aumentos repentinos de sus facturas de importación de alimentos.

Calidad e inocuidad de los alimentos

        A la difusión de las enfermedades de los animales y las plantas han contribuido al crecimiento y la aceleración del comercio, sobre todo, con la multiplicación de los intercambios de productos frescos y animales vivos. La propagación de la enfermedad de las vacas locas y, más aún, la de la fiebre aftosa constituyen un ejemplo significativo a este respecto. Estos problemas, lo mismo que la aparición en los alimentos de bacterias patógenas resistentes a los antibióticos, han incrementado notablemente la toma de conciencia sobre la necesidad de controlar mejor la calidad e inocuidad de los alimentos.

Hambre e inseguridad alimentaria

        El drama del hambre en un mundo de abundancia y despilfarro sigue siendo una realidad inquietante. Según las últimas estimaciones, el número de personas subalimentadas en el mundo asciende a 815 millones: 777 millones en los países en desarrollo, 27 millones en los países en transición y 11 millones en los países industrializados. Durante los años noventa, el total de las personas subalimentadas en los países en desarrollo ha disminuido por término medio al año en la cifra insuficiente de 6 millones. Por consiguiente, para alcanzar en 2015 el objetivo fijado por la Cumbre Mundial de la Alimentación, será necesario reducir en 22 millones cada año la cifra de personas que padecen hambre. Al ritmo actual, harían falta más de 60 años para alcanzar el objetivo fijado para 2015.

        Para luchar eficazmente contra el hambre y la pobreza será preciso, pues, combatir en dos frentes. En casos de crisis provocadas por factores climáticos o conflictos será necesario suministrar una ayuda alimentaria inmediata y selectiva en favor de las poblaciones afectadas. Pero la única solución duradera es la que consiste en ayudar a las comunidades rurales pobres ha prescindir de la ayuda alimentaria incrementado su propia producción, para conseguir la autosuficiencia alimentaria primero y la comercialización de alimentos después.

Señor Presidente,
Excelencias, Señoras y Señores,

Acuerdos de asociación y movilización de recursos

        La FAO no puede ni pretende tratar por sí sola los problemas internacionales de la agricultura y la alimentación. La búsqueda de un número mayor de asociados, para fortalecer la capacidad de la Organización y su apertura al exterior, es uno de los principios básicos de su método de trabajo. Es también un aspecto importante del Plan a Plazo Medio que prevé el establecimiento de acuerdos de asociación con las organizaciones de ayuda multilateral y bilateral con el fin de crear una cooperación coherente a largo plazo en determinados sectores del desarrollo agrícola y rural.

        Este enfoque se concreta por medio de mecanismos de concertación y de acuerdos específicos con varios Estados Miembros. La cooperación con las instituciones internacionales de financiación se orienta hacia la necesidad de tener en cuenta al sector agrícola en las prioridades de la lucha contra la pobreza. Por esta razón, se ha invitado a estas organizaciones a participar en el Grupo de Trabajo de alto nivel sobre la movilización de recursos para la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y la agricultura.

        La FAO colabora también estrechamente con el FIDA y el PMA sobre todo en la preparación de la Conferencia Internacional sobre la Financiación del Desarrollo que se celebrará en marzo de 2002.

        La Organización sigue ayudando a los Estados Miembros a formular proyectos de inversión. En 1999-2000, se aprobaron 65 proyectos preparados con una contribución sustancial del Centro de Inversiones, lo que representa una inversión total de cerca de 3 250 millones de dólares EE.UU., de los cuales, 2 100 millones en préstamos exteriores.
Además, la FAO multiplica sus iniciativas para encontrar y atraer asociados del sector privado con vistas a una cooperación a largo plazo.

        El último bienio se ha caracterizado también por la multiplicación de los contactos con las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil. El año pasado se publicó el documento en el que se definen las orientaciones que deben seguirse en esta esfera, "Política y estrategia para la cooperación con las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil".

Descentralización y programa de campo

        Se ha fortalecido la capacidad de las oficinas existentes para que puedan hacer frente a la transferencia progresiva de responsabilidad en la ejecución de los proyectos operacionales, que comenzó desde fines del año 2000 con el fin de reducir los costos de ejecución de los proyectos. Actualmente los representantes de la FAO aseguran la gestión del 60 por ciento del programa de campo.

Principales progresos

        La Conferencia examinará igualmente el texto del Compromiso Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos, a fin de aprobar un convenio que abarque este tema.

        Después de más de siete años de negociaciones, llevadas a cabo de manera excelente bajo la presidencia del Embajador Gervasi, creo que no tengo necesidad de subrayar la importancia de este acuerdo para la seguridad alimentaria.

        Soy consciente del hecho de que en el texto que tienen ante ustedes figuran todavía algunos corchetes que no se han podido eliminar, aunque las deliberaciones han continuado hasta el último momento. Sin embargo, me atrevo a esperar que conseguirán superar estas divergencias.

        La Conferencia tendrá que examinar nuevos párrafos del Código Internacional de Conducta para la utilización y distribución de plaguicidas. La Organización asegura, junto con el PNUMA, la secretaría del Convenio de Rotterdam, que deberá entrar en vigor durante el próximo bienio. Programas innovadores permitirán reducir los residuos de plaguicidas en la cadena alimentaria en las distintas regiones del mundo.

Ganadería

        El primer informe sobre la situación mundial de los recursos genéticos animales, que se está preparando, permitirá a la comunidad internacional disponer de una evaluación de la situación en un contexto de rápida erosión del potencial y será útil para intensificar de forma sostenible la producción.

Actividad forestal

        "La evaluación mundial de los recursos forestales, 2000", que puede consultarse en Internet, ofrece la evaluación más completa y reciente de la situación y tendencias de los recursos forestales en el mundo. Incluye mapas que proporcionan una visión sinóptica de la cubierta forestal mundial.

        La Organización sigue participando activamente en el diálogo internacional sobre los bosques. Ha apoyado en especial la creación del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques cuyos trabajos está fomentando.

        La FAO es la encargada de la coordinación entre distintos organismos para la organización del Año Internacional de las Montañas en 2002 y se halla empeñada en promover los objetivos del desarrollo sostenible de las zonas de montaña.

Pesca

        El Comité de Pesca recomendó la creación de un nuevo Subcomité sobre acuicultura para tener en cuenta la importancia creciente de este sector en la producción pesquera.

        La FAO y el Gobierno de Islandia, con el copatrocinio de Noruega, han organizado también recientemente con éxito la Conferencia de Reikiavik sobre la pesca responsable en el ecosistema marino. Por recomendación del Consejo, se les presentará durante este período de sesiones la declaración de esta Conferencia.

        Por último, recordaré que, el pasado junio, el Consejo ratificó un plan de acción internacional para prevenir, contrarrestar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Información para la alimentación y la agricultura

        La FAO sigue desarrollando el Centro de Información Agraria Mundial (WAICENT), que es una de las fuentes de información más importantes en este sector, se halla disponible en cinco idiomas y puede consultarse en Internet. Además, la Organización se esfuerza por comunicar su contenido a través de los medios disponibles, especialmente en forma electrónica.

Plan de acción sobre género y desarrollo

        Las desigualdades entre los hombres y las mujeres desempeñan son una de las causas fundamentales de la persistencia de la pobreza y la inseguridad alimentaria. En este marco la Conferencia examinará el "Plan de acción sobre género y desarrollo 2002-2007", cuyas finalidad es situar a las mujeres campesinas en el centro de la reflexión y los trabajos de la Organización.

La ética en la alimentación y la agricultura

        Los debates sobre el modo de producción agrícola en los países desarrollados y sus efectos en la salud pública plantean, más allá de los objetivos económicos y financieros, la cuestión existencial y los valores éticos de las opciones elegidas en relación con los intereses de los consumidores. Por ello, ha sido necesario establecer un Grupo de expertos eminentes sobre estas cuestiones, que se reunió por primera vez el año pasado. Sus trabajos deberían contribuir a enriquecer la reflexión de los Estados Miembros y, más en general, de la comunidad internacional acerca de este tema.

Programa especial para la seguridad alimentaria

        El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) continúa desarrollándose sobre el terreno. Frente a un total de 95 países que han solicitado participar en él, la fase I o fase microeconómica del programa se está ejecutando en 66 y se halla en etapa de formulación en otros 17. Los campesinos han aprendido y adoptado tecnologías sencillas y de bajo costo. Los rendimientos de los cultivos se han duplicado con creces en poco tiempo. La producción pecuaria en pequeña escala, la pesca y la acuicultura han permitido diversificar las actividades, incrementar el aporte proteínico y mejorar las economías de las comunidades rurales pobres. Además, han aumentado notablemente los ingresos de los agricultores, lo que conduce a una mejora de sus condiciones de vida.

        El programa de cooperación Sur-Sur, basado en la solidaridad entre países en desarrollo, se ha convertido rápidamente en un elemento decisivo para la ejecución efectiva del PESA. En este momento, se han firmado 23 protocolos de acuerdo sobre la base de los cuales los países en desarrollo más adelantados se han comprometido a proporcionar 2 300 expertos y técnicos que trabajarán de dos a tres años en los países beneficiarios. Se han formulado otros 17 acuerdos que están a punto de firmarse en los próximos días.

        La consignación del Programa Ordinario para el PESA sigue limitándose a 10 millones de dólares EE.UU. aproximadamente, es decir, menos del 2 por ciento del presupuesto. Se completa con las solicitudes al PCT con arreglo a las modalidades propias de este programa. Los donantes bilaterales y las instituciones internacionales y regionales de financiación seguirán apoyando al Programa Especial. De un total de 290 millones de dólares movilizados para el PESA, la mitad aproximadamente procede de los mismos países beneficiarios, lo que demuestra su confianza en este enfoque.

        Con todo, el PESA no ha conseguido abarcar a todos los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, ni integrar el número recomendado de comunidades agrícolas y actividades dentro de cada país. Se necesitarían 900 millones de dólares EE.UU. para la ejecución adecuada del programa en la totalidad de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos.

        En cuanto al Programa TeleFood, instituido sobre todo para sensibilizar a la opinión pública sobre la lucha contra el hambre, permite también financiar pequeños proyectos en el seno de comunidades rurales pobres. Hasta la fecha, ha financiado más de 960 proyectos en 113 países por un valor de algo más de 6,8 millones de dólares de los 7,8 millones recaudados.

Señor Presidente,
Excelencias, Señoras y Señores,

El Programa de Labores y Presupuesto

        La tarea que nos queda por realizar es inmensa. Hacer cada día más y mejor, con cada vez menos medios, está es la paradoja con que se enfrenta la FAO desde hace seis años. Durante este período, se han realizado esfuerzos enormes para reducir los costos de operaciones de la Organización, para hacerla más eficaz, más moderna, más flexible. Desde 1994, se han tomado desde 1994 numerosas medidas encaminadas a reducir no sólo los costos de los insumos, sino también de los procedimientos. Las economías realizadas gracias a estos esfuerzos se calculan en 50 millones de dólares al año, que se han destinado a nuevas prioridades de la Organización y al mantenimiento de su capacidad normativa y operacional.

        Ningún organismo de las Naciones Unidas ha estado sometido a limitaciones presupuestarias tan drásticas, ya que se han suprimido 650 puestos. Pero todo tiene un límite y no es posible seguir indefinidamente por este camino.

        El Plan a Plazo Medio de la FAO, para el período 2002-2007, cuya realización fue aprobada por el Consejo, prevé un crecimiento indicativo del 9,6 por ciento para el primer bienio. El Consejo pidió también que se utilizara este plan como base para la preparación del Programa de Labores y Presupuesto. Sin embargo, algunos Estados Miembros, que en los Comités de Agricultura, Montes y Pesca solicitaron un aumento de los recursos destinados a estos distintos sectores, han exigido después que el presupuesto total no aumente en absoluto.

        No es posible alcanzar los objetivos fijados si no se ponen los medios. La FAO necesita recursos suficientes para desempeñar debidamente su función y cumplir el mandato que le han asignado los Estados Miembros. Necesita estos recursos para facilitar información y estadísticas; para elaborar normas de calidad, de salvaguardia del ambiente y de facilitación del comercio internacional; para preparar acuerdos internacionales que aseguren la utilización sostenible de los recursos naturales del planeta.

        La FAO tiene también necesidad de recursos para la transferencia de conocimientos, porque ésta es su misión. Por consiguiente, es preciso realizar proyectos experimentales, por que ¿cómo se pueden transferir los conocimientos sobre una base teórica? Si se quiere identificar las tecnologías necesarias para incrementar la productividad en las zonas rurales, es preciso trabajar en las condiciones reales y concretas de los agricultores. Es preciso estar con los pequeños productores y ganaderos, los pescadores artesanales y los trabajadores de las pequeñas explotaciones forestales.

        Hoy en día hay en el mundo 815 millones de personas que están subalimentadas. Esta situación es inaceptable. Y aun así, esta Organización, que debe impulsar la solución de esta cuestión en toda su complejidad y amplitud, ve que se le atribuye un presupuesto que equivale anualmente a 40 centavos por cada persona afectada.

        Los Estados Miembros deben asumir sus responsabilidades ante esta apuesta que es sobre todo política y ética. Porque se trata efectivamente de tener voluntad política y nada más. ¿Qué precio, que prioridad se atribuye al derecho que tiene todo ser humano a alimentarse?

        Es verdad que la FAO desempeña una función relativamente modesta en la financiación de la lucha contra la pobreza, pero el 70 por ciento de los pobres que viven en el medio rural y constituyen la mayor parte de los que han emigrado para convertirse en los pobres de las zonas urbanas. También la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación debe alzar su voz en nombre de la multitud silenciosa de los hambrientos del mundo.

        En tal caso, ¿no es ya hora de que algunos países renuncien a la política del crecimiento nominal cero en el presupuesto de la Organización? ¿No es el momento de hacer una lectura valiente de los mensajes de un mundo en plena mutación. ¿No hace falta hacer hoy y ahora un gesto simbólico, pero muy significativo, para responder a las peticiones desesperadas de los más débiles ? Estoy seguro de que serán ustedes capaces de mostrar esta visión política y esta generosidad humana en beneficio de los más desposeídos de la tierra.

        Muchas gracias por su atención.