Página precedente Indice Página siguiente


PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS

Segundo informe anual del Comité Intergubernamental (CIG) Naciones Unidas/FAO del Programa Mundial de Alimentos (PMA)

133. El Consejo examinó el Segundo Informe Anual presentado por el Comité Intergubernamental del Programa Mundial de Alimentos al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y al Consejo de la FAO (CL 43/26). El Director Ejecutivo del Programa llamó la atención, entre otras cosas, sobre el hecho de que las promesas totales sumaban actualmente unos 92 millones de dólares, siendo por tanto inferiores en un 8 por ciento a la cifra meta inicial, de 100 millones de dólares. Comunicó que el Gobierno de Sudáfrica había anunciado que debía considerarse revocada su promesa al Programa Mundial de Alimentos, aduciéndose para ello que este país se había retirado de la FAO. La parte en dinero, de unos 19,7 millones de dólares, representaba el 21 por ciento del total, frente al objetivo señalado del 33,3 por ciento. En estas circunstancias, el Programa tendría dinero suficiente para cubrir los gastos administrativos y de ejecución hasta finales de 1965, pero no contaría con efectivo alguno para comprar diversos productos. Además, de no recibir nuevas promesas, no podría atender algunos proyectos valiosos que están ya en tramitación.

134. En los 15 meses transcurridos desde que hizo su primer informe anual, el Programa había pasado gradualmente de la fase de preparación y formulación de proyectos a la de ejecución y evaluación de los mismos, adquiriéndose así mucha experiencia práctica en ambas esferas. Aunque, hablando en términos generales, los países beneficiarios habían colaborado gustosos con el Programa en la evaluación de las actividades de los proyectos, y los países donantes habían cooperado eficazmente en el suministro de los productos, servicios y dinero prometidos, en el momento solicitado, quedaba aún, en ciertos aspectos, mucho margen para hacer mejoras, particularmente en lo relativo a varias de las facetas de la preparación de los proyectos, a la rapidez de su negociación, y a la simplificación de los procedimientos para el suministro de productos. Sería ilusorio, sin embargo, esperar que en un programa de tanta novedad, amplitud y complejidad, funcionase todo a la perfección desde un principio. En general, el cuadro era alentador y la mayoría de los problemas con que se había tropezado podrían resolverse más tarde o más temprano, algunos de ellos en plazo inmediato.

135. La experiencia adquirida hasta ahora en la preparación y ejecución de unos 135 proyectos de muy diferente tipo, tendía a confirmar la hipótesis de que había mucho campo para proporcionar ayuda alimentaria por proyectos y que, a este respecto, el Programa se hallaba, en particular, bien situado, puesto que podía disponer de una variedad relativamente mayor de productos, así como de la vasta y variada experiencia de los técnicos de las Naciones Unidas, de la FAO y de los demás organismos especializados con los que estaba colaborando estrechamente. Se advirtió que los proyectos de desarrollo con ayuda en alimentos podían pertenecer a uno u otro de los siguientes grupos: proyectos de obras que dan ocupación, de alimentación especial, de asentamiento y de ganadería.

136. Los gobiernos tendrán que decidir en 1965 cuál ha de ser el porvenir del Programa. Dicha decisión se tomaría después de examinada toda la información que encierren los cinco estudios técnicos sobre la ayuda alimentaria multilateral aprobados por el Comité Intergubernamental, así como la evaluación preliminar de las realizaciones del Programa que habrá de hacer el Director Ejecutivo hasta finales de 1964. El Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General de la FAO presentarán también un informe con sus respectivas observaciones, en el cual se tendrán en cuenta los cinco estudios mencionados y la evaluación del Director Ejecutivo. Todo este material será presentado al Comité Intergubernamental en la primavera de 1965, al Consejo Económico y Social y al Consejo de la FAO en sus períodos estivales de sesiones de 1965 y, finalmente, a la Asemblea General y a la Conferencia de la FAO, hacia fines de 1965, que será cuando habrá de tomarse la decisión definitiva.

137. El Consejo se mostró satisfecho de los progresos realizados por el Programa desde la presentación del primer informe anual del Comité.

138. Por lo que se refiere a la situación actual de las promesas, el Consejo manifestó la esperanza de que los Estados Miembros y Miembros Asociados que no hubiesen prometido todavía contribuir al Programa, lo hicieran ahora, preferiblemente en dinero, a fin de alcanzar la meta originaria de los 100 millones de dólares; de que los Estados que ya participan en el Programa consideren no sólo la posibilidad de convertir en dinero algunas de las promesas en productos ya hechas, sino, también, la de aumentar la cuantía total de sus compromisos, y de que cumplan sus obligaciones los Estados que hayan hecho promesas al Programa pero que todavía no las hubieran cumplido.

139. También se recordó que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo había recomendado que ampliasen los recursos en dinero del Programa, a fin de permitirle comprar más alimentos que sean deseables desde el punto de vista nutricional, que tales compras fuesen encauzadas en favor de los países en desarrollo exportadores de productos alimenticios, y se tomasen debidamente en cuenta tales posibilidades al considerar la futura evolución del Programa.

140. Se dijo que el Director Ejecutivo debería prestar especial atención a la necesidad de entablar una estrecha cooperación sobre el terreno con los organismos que prestan asistencia bilateral, ya que era parte esencial del cometido señalado al Programa el explorar todos los medios para lograr una concentración productiva de las actividades de ayuda alimentaria que tengan por objeto la promoción del desarrollo económico. Habría también que procurar mantener contactos estrechos y regulares con las administraciones nacionales de los países donantes, con objeto de sacar todo el partido posible de las variaciones estacionales que registren los precios de los productos excedentes.

141. El Consejo adoptó las recomendaciones del CIG en el sentido de modificar las Normas Generales C.7 (a) y E.27, en la forma que aparecen en el documento CL 43/26, como ya lo había hecho el Consejo Económico y Social. El texto reformado de esas normas es el siguiente:

Norma C.7 (a)

“7. Los órganos del Programa Mundial de Alimentos, serán:

a) el Comité Intergubernamental Naciones Unidas/FAO formado por 24 Estados Miembros de las Naciones Unidas o de la FAO;”

Norma E.27

“27. El presupuesto anual del PMA será examinado por el Comité de Finanzas de la FAO y por la Comisión Consultiva en Asuntos Administrativos y del Presupuesto, y será presentado, juntamente con los informes de estos últimos, a la aprobación del Comité Intergubernamental. Los informes financieros del PMA serán presentados al Comité de Finanzas de la FAO y a la CCAAP. Una vez los hayan examinado el Comité de Finanzas de la FAO y la CCAAP, serán sometidos, junto con las observaciones que deseen formular dichos órganos, a la aprobación del Comité Intergubernamental.”


Página precedente Inicěo de página Página siguiente