COFO/2005/2

Introducción

La enumeración de cuestiones de ámbito regional que deben señalarse a la atención del Comité de Montes (COFO) es un tema permanente del programa de todas las comisiones forestales regionales. En el presente documento se resumen las principales cuestiones sustantivas que cada una de las seis comisiones, en las reuniones que celebraron en 2004, solicitó que se señalaran a la atención del COFO. Además, tres órganos estatutarios técnicos se han reunido desde que se celebró el último período de sesiones del COFO, en 2003, y sus recomendaciones se incluyen asimismo.

• Subrayó la importancia de acuerdos bilaterales, regionales y mundiales sobre los incendios forestales y recomendó que la FAO siguiera apoyando la cooperación en relación con la gestión sobre incendios forestales;
   
• recomendó que se consideraran las funciones ecológicas, económicas y sociales de los bosques y los árboles y pidió a la FAO y a las organizaciones asociadas pertinentes de África que elaboraran metodologías y realizaran estudios de casos sobre la evaluación y valoración de los servicios económicos y ambientales de los bosques en el continente africano;
   
• recomendó que los gobiernos de países con cubierta forestal reducida (PCFR) reforzaran, con el apoyo de la FAO y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Secretaría del PCFR y respaldaran la participación activa de sus países miembros;
   
• refrendó el informe del Grupo de Trabajo sobre la Ordenación de la Flora y Fauna Silvestres y Áreas Protegidas y, en particular, las recomendaciones en las que se pedía a la FAO que prestara asistencia a los países afectados a fin de elaborar estrategias y enfoques comunes para hacer frente con mayor eficacia a los movimientos transfronterizos de flora y fauna silvestres y en las que se pedía a la FAO que siguiera apoyando los esfuerzos relacionados con la cría de especies silvestres como fuente de alimentos;
   
• recomendó que los países, la FAO y otros asociados cooperaran con las organizaciones de las cuencas fluviales para mejorar la ordenación de las cuencas hidrográficas.

• Pidió a la FAO que examinara las ventajas y los inconvenientes potenciales de los acuerdos regionales y mundiales sobre los incendios forestales, incluyendo la posibilidad de elaborar y aplicar un acuerdo mundial sobre los incendios;
   
• solicitó a la FAO y a otros miembros de la Asociación de Colaboración en Materia de Bosques (ACB) que siguieran prestando apoyo a los países miembros en la aplicación de las propuestas de acción del Grupo intergubernamental ad hoc sobre los bosques y el Foro intergubernamental sobre los bosques (GIB/FIB) mediante programas forestales nacionales eficaces, al tiempo que subrayó la importante función del Mecanismo para los programas forestales nacionales;
   
• pidió a la FAO que proporcionara apoyo técnico adicional para ayudar a los países miembros a combatir la explotación forestal ilegal y el comercio conexo, así como a evaluar los costos y las repercusiones de la explotación forestal ilegal;
   
• subrayó la necesidad de fomentar la concienciación respecto de las graves amenazas derivadas de las especies invasivas y la necesidad de fortalecer la capacidad para afrontar dichas amenazas;
   
• pidió a la FAO que siguiera proporcionando información científica sobre las relaciones entre los bosques y el agua, incluidas las inundaciones, y sobre enfoques acertados de ordenación de las cuencas hidrográficas;
   
• subrayó los progresos realizados por muchos países miembros de la región con vistas a formular y aplicar códigos nacionales de prácticas relativos a la explotación forestal, en consonancia con el código regional preparado bajo los auspicios de la APFC, y sugirió que los enfoques y las experiencias de los países de Asia y el Pacífico podrían proporcionar un modelo útil para otras regiones;
   
• reconociendo el gran interés suscitado por las posibilidades de generar ingresos y empleo ofrecidas por los productos forestales no madereros, los servicios ambientales y el ecoturismo, la Comisión pidió a la FAO que facilitara el intercambio de información y experiencia sobre la valoración y el desarrollo de los mercados para estos productos y servicios; y
   
• tras señalar que los enfoques de ordenación forestal estaban evolucionando en todo el mundo, especialmente mediante la utilización de criterios e indicadores para evaluar y vigilar los progresos hechos en relación con la ordenación forestal sostenible, e informar al respecto, y que ello hacía preciso dotar de nuevas competencias y capacidades a los organismos forestales, recomendó que la FAO examinara los cambios que se esperaban de los organismos forestales y que les ayudara a proporcionar nueva capacitación y a reestructurarse, según el caso.

• Reconociendo la importancia de crear un marco institucional para aplicar acuerdos bilaterales, regionales o internacionales relativos a los incendios, pidió al COFO que debatiera los principios relativos al establecimiento de acuerdos para luchar contra los incendios forestales;
   
• reconociendo la importancia de adoptar medidas de colaboración respecto de los incendios forestales y las especies exóticas invasivas, recomendó que se realizaran estudios temáticos pertinentes y que se establecieran redes de información regionales para contrarrestar esas amenazas;
   
• recomendó que se preparara un programa subregional de cooperación técnica para apoyar la rehabilitación y el desarrollo sostenible de los manglares en algunos países de la región;
   
• reconociendo la interdependencia de las estrategias de ordenación forestal, ordenación de los recursos hídricos y mitigación de la pobreza, particularmente en las zonas rurales, pidió a la FAO que incorporara estas estrategias en proyectos y programas de desarrollo en la región del Cercano Oriente;
   
• considerando la necesidad de asistencia técnica para fortalecer la capacidad sobre la ordenación y el aprovechamiento de las aguas, y en particular sobre la recogida de aguas, la utilización de las aguas residuales tratadas y la selección de especies arbóreas que necesitan poca agua, pidió a la FAO que realizara un estudio sobre la función de los árboles y los bosques situados en las cuencas hidrográficas y a lo largo de los cursos fluviales a fin de regular los flujos de agua y su calidad;
   
• pidió a la FAO que, en colaboración con sus asociados, continuara apoyando la aplicación de las propuestas de acción del GIB/FIB en el plano nacional, ayudando a los países a fortalecer las capacidades nacionales en los foros intergubernamentales y siguiendo los progresos de las propuestas;
   
• reconociendo el aumento de las plantaciones de bosques y árboles como resultado de la creciente concienciación sobre la importancia de los bosques, el aumento de la voluntad política y la disponibilidad de aguas residuales tratadas, pidió a la FAO que mantuviera el apoyo técnico a las actividades sobre el terreno y, en particular, a las evaluaciones nacionales de los bosques, y que facilitara el intercambio de información y el fortalecimiento de la capacidad colaborando con los países a fin de promover el intercambio de documentos y de experiencias positivas.

• Recomendó que el COFO abordara los acuerdos marco internacionales o regionales relativos a la gestión sobre incendios forestales;
   
• tras observar que los estudios de perspectivas, como el estudio de perspectivas del sector forestal europeo (EFSOS), son importantes para la comunicación de información y para la elaboración de políticas, pidió a la FAO que considerara los efectos de la globalización en el sector forestal en futuros estudios de perspectivas;
   
• pidió a la FAO que desempeñara un papel más activo en la coordinación de iniciativas encaminadas a abordar cuestiones intersectoriales;
   
• subrayó que la extracción ilegal y el comercio de productos forestales de procedencia ilícita son fenómenos mundiales que los gobiernos deberían abordar urgentemente en cooperación con otras partes interesadas y recomendó que la FAO incluyera esta cuestión en su programa de trabajo, en colaboración con otros asociados;
   
• recomendó que la FAO y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) continuaran participando activamente en el diálogo forestal en los planos mundial y regional. Las comisiones forestales regionales deberían fomentar la coordinación y ayudar a los países a realizar actividades sobre el terreno;
   
• subrayó que la promoción de un uso racional de los productos y servicios madereros y no madereros es esencial para el desarrollo sostenible del sector y para mantener los importantes beneficios que los bosques europeos proporcionan.

• Recomendó que se señalara a la atención del COFO y de la Reunión Ministerial sobre Montes, que se celebrarán en marzo de 2005, la Declaración de San José, emitida como resultado de la Conferencia Panamericana sobre Incendios Forestales;
   
• recomendó que la FAO continuara brindando apoyo a los esfuerzos de los países para mejorar sus sistemas de información forestal, incluyendo los inventarios forestales nacionales, y las contribuciones del sector forestal (productos madereros y no madereros) a las economías nacionales, a fin de apoyar las decisiones de políticas en los países;
   
• recomendó que la FAO ampliara el enfoque de los estudios de perspectivas para incluir productos forestales no madereros, las funciones múltiples de los bosques, pago por servicios ambientales de los bosques, pequeñas y medianas empresas, sanidad forestal y mercados para productos madereros;
   
• observando que muchos países tienen una falta de experiencia o capacidad para desarrollar efectivamente un consenso nacional para el diálogo intergubernamental sobre bosques que incluya a representantes de todas las partes involucradas con el sector forestal, solicitó apoyo del Mecanismo para los programas forestales nacionales;
   
• notando la importancia del comercio y los acuerdos comerciales de productos forestales madereros y no madereros en la región, recomendó que la FAO diera seguimiento a este asunto con la finalidad de cuantificar los impactos potenciales en el sector;
   
• recomendó a la FAO que realizara un seguimiento de la estrecha relación entre criterios e indicadores, la certificación y el comercio de productos forestales con la finalidad de cuantificar sus eventuales impactos;
   
• recomendó que los países incorporaran los bosques en sus planes nacionales de desarrollo y en las estrategias para reducir la pobreza; y
   
• recomendó al COFO que destacara el rol de los bosques a fin de alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio.

• Recomendó que el COFO estudiara las posibilidades de reforzar la cooperación multilateral y regional respecto de la gestión sobre incendios forestales y subrayó la importancia de integrar la gestión sobre incendios en la ordenación general de tierras, recursos y bosque; y la necesidad de adoptar enfoques de la gestión sobre incendios basados en las comunidades en el contexto de las estrategias nacionales;
   
• recomendó que la FAO considerara la posibilidad de convocar una reunión de ministros responsables de los bosques de todos los países, junto con los ministros responsables de la cooperación para el desarrollo, con la finalidad de examinar los vínculos entre los bosques y el desarrollo y, en particular, la contribución que la ordenación forestal sostenible puede hacer a los objetivos de desarrollo del Milenio, así como de alentar a los ministros de desarrollo a no descuidar los bosques en su planificación de programas.
   
• pidió a la FAO que siguiera examinando las formas en que los pagos por los servicios ambientales pueden contribuir a la ordenación forestal sostenible y que propusiera formas de hacer más eficiente el proceso.

• Pidió a la FAO que facilitara el diálogo entre gobiernos, industria, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG) sobre las maneras de hacer frente a la cuestión de la explotación forestal ilegal en los planos nacional e internacional;
   
• pidió a la FAO que siguiera trabajando con vistas a promover la participación de los gobiernos en la cuestión del reconocimiento mutuo de los sistemas de certificación forestal y a facilitar el diálogo con las ONG;
   
• pidió a la FAO que siguiera presentando las ventajas de la madera en relación con otras materias primas competidoras y promoviendo los aspectos positivos del papel y los productos madereros en las diversas reuniones a las que asista;
   
• recomendó que la FAO facilitara el proceso de armonización de las definiciones relativas a la explotación forestal ilegal. Debería organizarse una consulta de expertos con la participación de la industria forestal y de las ONG;
   
• recomendó que la FAO elaborara un marco de mejores prácticas en relación con la responsabilidad social de las empresas, haciendo hincapié en los aspectos sociales, incluida la mitigación de la pobreza;
   
• recomendó que la FAO preparara, en estrecha colaboración con el Consejo Internacional de Asociaciones de Productos Forestales, un proyecto de código de mejores prácticas en relación con la silvicultura de poblaciones forestales artificiales.

• Recomendó que la FAO usara los marcos y los medios de difusión de información apropiados para seguir proporcionando información actualizada sobre la diversidad genética de las especies de árboles forestales;
   
• recomendó que la evaluación global de la diversidad genética forestal incluyera parámetros y valores mensurables vinculados a la utilización de los árboles y la importancia de las metodologías actuales de establecimiento de prioridades;
   
• recomendó que la FAO siguiera estudiando la viabilidad de una evaluación de la biotecnología forestal, utilizando un enfoque pragmático, a largo plazo y gradual de la evaluación genética de los bosques, empleando enfoques de arriba a abajo y de abajo a arriba, combinados con estudios de casos temáticos especializados, usando asociaciones innovadoras para aprovechar otros procesos de evaluación en curso de la FAO y de otros entes;
   
• recomendó que la FAO siguiera prestando una atención adecuada a las actividades en las diversas zonas geográficas y ecorregionales por igual;
   
• subrayó la función de la FAO a fin de promover la concienciación sobre las posibilidades y limitaciones de la biotecnología en el sector forestal y recomendó que la FAO siguiera proporcionando información oportuna, actualizada y correcta desde el punto de vista técnico a los países y organizaciones internacionales sobre cuestiones relacionadas con el empleo de dichas tecnologías.

22ª reunión de la Comisión Internacional del Álamo (CIA)
Santiago (Chile), noviembre – diciembre de 2004

• Reconoció la contribución positiva que los álamos y los sauces pueden hacer a la silvicultura sostenible, la rehabilitación de tierras degradadas, el restablecimiento de los paisajes forestales y el desarrollo rural en las regiones templadas y boreales del mundo, especialmente en los países en desarrollo y los países con economía en transición;
   

• recomendó la promulgación y la aplicación efectiva de políticas, leyes, reglamentos y estrategias claros y coherentes para maximizar la contribución de los álamos y los sauces en la silvicultura, la agricultura y el desarrollo rural integrado;
   
• reconoció la función crítica de la investigación, las actividades de demostración, la enseñanza y la extensión a fin de transmitir conocimientos y tecnología sobre los álamos y los sauces, la elaboración de madera y su uso para maximizar los beneficios sociales, ambientales y económicos;
   
• alentó a los sectores público y privado (tanto empresas como pequeños propietarios), la comunidad de investigación y enseñanza y la sociedad civil a formar asociaciones a fin de reforzar las comisiones nacionales del álamo con objeto de aplicar la ciencia al desarrollo y poner las políticas en práctica;
   
• recomendó que la FAO, por medio de sus oficinas mundiales, regionales y nacionales y del sitio web de la CIA, encabezara los esfuerzos de divulgación a fin de difundir los resultados de las comisiones nacionales del álamo y de los grupos de trabajo, para que esos resultados lleguen con mayor eficacia a los interesados directos y los posibles beneficiarios; y
   
• alentó a los países, especialmente los de las regiones templadas y boreales del mundo, a convertirse en miembros de la CIA, en cuanto foro de intercambio de conocimientos científicos, técnicos, sociales, ambientales y económicos y de tecnología con vistas a realzar la contribución de los álamos y los sauces a la ordenación forestal sostenible y el desarrollo integrado, incluida la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaria.