CL 119/2


Consejo

119º período de sesiones

Roma, 20-25 de noviembre de 2000

EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN

Índice



I. PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

1. Según estimaciones provisionales, la producción agropecuaria mundial aumentó un 1,6 por ciento en 1999. Esta cifra representa una pequeña mejora con respecto a la tasa de crecimiento de 1998 y, aunque es inferior al crecimiento de 1996 y 1997, se aproxima al promedio del 1,7 por ciento correspondiente al período 1990-95. La producción agrícola global aumentó un 1,5 por ciento, mientras que la producción de cereales se mantuvo invariada tras haberse reducido un 1 por ciento en 1998. La producción pecuaria creció sólo un 0,9 por ciento frente a un 2,7 por ciento en 1998. Esta evolución responde en gran medida a la situación en los países desarrollados, donde la producción de cereales ha disminuido en los dos últimos años y los cultivos en general han registrado sólo un modesto aumento en 1999, tras haber disminuido un 3,5 por ciento en 1998. Sin embargo, los países en desarrollo registraron también tasas de crecimiento agrícola más lentas, inferiores al 2 por ciento en 1999.

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2. La producción agrícola en el Lejano Oriente y Oceanía creció un 2,1 por ciento en 1999, lo que representó un aumento marginal con respecto al 1,8 por ciento logrado en 1998 y muy inferior al crecimiento de más del 4 por ciento conseguido como promedio entre 1990 y 1997.

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3. En China, una grave sequía y la reducción de la superficie cultivada como consecuencia de los precios desfavorables se tradujeron en una desaceleración del crecimiento de la producción agrícola al 1,6 por ciento en 1999. En la India, la producción se recuperó con respecto al descenso del 0,5 por ciento en 1998, aumentando hasta el 4,4 por ciento en 1999, y las condiciones atmosféricas satisfactorias en los principales estados productores dieron lugar a una cosecha de trigo sin precedente. Camboya, Filipinas, Laos, Malasia, Myanmar y Viet Nam registraron un crecimiento de la producción superior al 4 por ciento en 1999. Mientras que en casi todos los países hubo una inversión de la tendencia a un crecimiento bajo o negativo del año anterior, en el caso de Laos, y en particular de Viet Nam, representó la continuación de un período de crecimiento constantemente alto. La República Popular Democrática de Corea registró por segundo año consecutivo un crecimiento de la producción superior al 4 por ciento en 1999. Sin embargo, ese aumento había ido precedido por un descenso medio anual del 4 por ciento aproximadamente entre 1990 y 1997. Bangladesh y Tailandia registraron un crecimiento del 2,9 y del 2,3 por ciento respectivamente. La producción agrícola en Indonesia se estabilizó en 1999 tras haber descendido un 2,4 y un 1,8 por ciento en 1997 y 1998 respectivamente. La producción de Pakistán se redujo un 0,8 por ciento en 1999, después de un crecimiento del 5,8 por ciento en 1998.

4. En la región del Cercano Oriente y Africa del norte la sequía redujo la producción agrícola en un 2,5 por ciento en 1999. La región, y en particular África del norte, está expuesta a notables fluctuaciones de la producción agrícola: 1996 y 1998 fueron años de intenso crecimiento, mientras que 1997 y 1999 fueron años de declive. Los dos mayores productores de la región, Turquía e Irán, sufrieron una sequía que redujo su producción en un 1,9 y un 5,4 por ciento respectivamente en 1999. Las condiciones atmosféricas desfavorables dieron también lugar a acusados descensos de la producción en Iraq, Jordania, Marruecos y Siria. Por el contrario, Túnez y Egipto registraron importantes aumentos de la producción, de un 6 por ciento aproximadamente.

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5. En el África subsahariana, la producción agrícola aumentó sólo un 2 por ciento en 1999, descendiendo un 3,9 por ciento con respecto a 1998. Los países del Sahel obtuvieron una cosecha de cereales sin precedente por tercer año consecutivo, mientras que en el África oriental la producción se vio gravemente afectada por sequías o precipitaciones irregulares y algunas zonas del África austral sufrieron las consecuencias de unas precipitaciones excesivas o de unos períodos de sequía prolongados. Nigeria, que es el principal productor de la región, creció un 3,9 por ciento, tras haber registrado un aumento del 8,9 por ciento en 1998. En Benin, Gambia, Ghana, Guinea Ecuatorial, Lesotho, Malawi, Rwanda, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, las Seychelles y Zambia se registró un crecimiento superior al 5 por ciento. Sin embargo, en muchos países de África oriental la sequía o las precipitaciones irregulares en 1999 provocaron una grave situación de escasez de alimentos para más de 16 millones de personas, especialmente las dedicadas al pastoreo. Conflictos civiles o guerras contribuyeron a pronunciados descensos en Angola, Eritrea, la República Democrática del Congo y Sierra Leona.

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6. La producción agrícola en América Latina y el Caribe creció un 2,9 por ciento en 1999, frente a un 1,6 por ciento en 1998. La producción de Brasil, Ecuador, Paraguay, El Salvador, Guyana y Perú aumentó en más de un 5 por ciento, lo que representó una mejora considerable con respecto a 1998, cuando catástrofes naturales en varios países de América Central y del Sur perjudicaron a la producción. En México, el crecimiento de la producción agrícola fue más modesto, con un 2,2 por ciento, mientras que Argentina registró un crecimiento nulo, tras un fuerte aumento del 8,8 por ciento en 1998. En Bolivia, Guatemala, la República Dominicana y Suriname la producción agrícola se redujo entre un 5 y un 10 por ciento aproximadamente, mientras que para Chile, Colombia, Honduras y Uruguay los descensos se estiman en menos de un 2 por ciento.

7. Los países en transición experimentaron un crecimiento del 1,2 por ciento en 1999, tras haber sufrido un descenso de la producción agrícola del 6,3 por ciento en el año anterior. De los tres mayores productores, Rusia y Ucrania registraron un crecimiento del 0,5 por ciento aproximadamente, después de la enorme contracción experimentada un año antes. Polonia, por el contrario, sufrió un descenso de la producción del 3,7 por ciento en 1999, después de haber crecido un 7,2 por ciento en 1998. Según las estimaciones, hubo descensos acusados de la producción en Eslovaquia (-22 por ciento), Bosnia (-21 por ciento), Yugoslavia (-11 por ciento), Letonia (-10 por ciento), Belarús (-8 por ciento), Moldova (menos 8 por ciento) y Tayikistán (-7 por ciento), mientras que en Estonia, Hungría y Eslovenia los descensos fueron inferiores al 5 por ciento. Por el contrario, se registró un crecimiento considerable en Bulgaria, Georgia, Kazajstán, la República Checa, Rumania, Turkmenistán y Uzbekistán.

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8. La producción agrícola de los países desarrollados distintos de los países en transición creció sólo un 1,1 por ciento en 1999, tras un crecimiento ya lento del 1,6 y del 0,3 por ciento en 1997 y 1998 respectivamente. La producción agrícola en los Estados Unidos de América, Australia, Japón y la Unión Europea aumentó menos de un 1 por ciento en 1999. Sudáfrica y Canadá registraron un crecimiento del 4 por ciento o más.

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II. SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE LOS SUMINISTROS MUNDIALES DE CEREALES1

A. LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DE CEREALES AUMENTA EN
EL AÑO 2000 A PESAR DE LA ACUSADA REDUCCIÓN DE LAS COSECHAS EN MUCHOS PAÍSES

9. La producción mundial de cereales en 2000 se cifra en 1 881 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), cifra superior a la de 1999 en 6 millones de toneladas o un 0,3 por ciento. La producción mundial de trigo en 2000 se estima en 587 millones de toneladas, ligeramente menos (-0,4 por ciento) que en el año precedente. En Asia, se pronostica que la producción global de trigo se mantendrá prácticamente invariada con respecto al año anterior. Aunque una grave sequía ha reducido las principales cosechas de secano en varios países, entre ellos la República Islámica del Irán y China, el rendimiento de las principales cosechas de regadío ha sido satisfactorio. En África, debido a la persistente sequía registrada en los principales países productores de trigo del norte de la región, se prevé que la producción de este cereal será menor que la del año precedente. En Europa, la producción total aumentará de manera apreciable con respecto al año anterior, como consecuencia de un aumento considerable de la superficie cultivada en la UE. En América del Norte se prevé que este año la cosecha será menor debido a la reducción de la superficie plantada. En el hemisferio sur, las primeras indicaciones son favorables; en América del Sur y Oceanía se prevén cosechas superiores al promedio.

10. La producción mundial de cereales secundarios se cifra en 896 millones de toneladas, 14 millones de toneladas o un 1,6 por ciento más que en el año anterior. En los Estados Unidos, que es el mayor productor mundial, unas condiciones de crecimiento generalmente favorables y el aumento de la superficie plantada se traducirán probablemente en una producción excepcional. Sin embargo, en Asia se pronostica que la producción total disminuirá apreciablemente, en un 9 por ciento, debido en su mayor parte a un drástico descenso de la producción de maíz en China causada principalmente por la sequía. En Europa, se prevé que la producción de los principales cereales secundarios aumentará en la CE, pero unas condiciones generalizadas y persistentes de sequía durante la primavera afectaron a las cosechas en casi todos los países de Europa oriental y central. En América Central, la sequía registrada durante el período de crecimiento afectó a las cosechas de la primera campaña de 2000/01 en varios países y no es probable que la producción aumente con respecto al año anterior. En América del Sur, se ha concluido la recolección de las cosechas de 2000 y se prevé una producción de maíz superior a la media en muchos países. Por el contrario, en África del norte, la producción total podría ser un 20 por ciento aproximadamente menor que el volumen inferior a la media del año precedente, como resultado de unas condiciones atmosféricas desfavorables. En África austral, se prevé que la recolección de las cosechas de 2000, que sufrió un retraso a consecuencia de las lluvias impropias de la estación caídas en junio, será superior al promedio y como mínimo un 18 por ciento mayor que la del año precedente.

11. Se pronostica que la producción mundial de arroz en 2000 será de unos 398 millones de toneladas (o casi 596 millones de toneladas de arroz con cáscara), un 1,2 por ciento menos que el año anterior. Los datos actuales indican que la superficie plantada de arroz podría reducirse en algunos países, debido a los efectos de las políticas gubernamentales o a los bajos precios internacionales del arroz con respecto a los de cultivos alternativos. En Asia, se pronostica la producción total de arroz con cáscara en 2000 que descenderá un 1,5 por ciento, es decir 8 millones de toneladas, situándose en 541 millones de toneladas. La producción de arroz en China será seguramente inferior a la del año precedente, debido principalmente a la reducción de la superficie plantada. En África, se prevé que la producción de arroz de 2000 será similar a la del año anterior dado que varios países se beneficiaron de unas precipitaciones regulares y bien distribuidas. Sin embargo, los problemas de seguridad seguirán alterando las actividades agrícolas en varios países, entre ellos Sierra Leona, donde se prevé un descenso de la producción. En los Estados Unidos, aunque se pronostica que los rendimientos medios serán un 5 por ciento aproximadamente superiores a los del año anterior, el aumento no será lo suficientemente amplio para compensar la reducción del 10 por ciento de la superficie plantada. En Europa, se prevé que las condiciones de sequía en las zonas meridionales de Portugal y España en la época de la plantación tendrán consecuencias negativas en los rendimientos generales. En el hemisferio sur y en torno a la zona ecuatorial, la recolección de la cosecha principal de arroz de la presente campaña está casi acabada y las evaluaciones iniciales indican un descenso de la producción, atribuible en su mayor parte a una reducción de la superficie sembrada.

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B. OTRA CAMPAÑA COMERCIAL DE GRAN ACTIVIDAD EN 2000/01

12. Se pronostica que el comercio mundial de cereales en 2000/01 se mantendrá en un nivel cercano al volumen relativamente grande del año anterior, con unos 232 millones de toneladas. Se prevé que el comercio mundial de trigo y harina de trigo (en equivalente en grano) en 2000/01 (julio/junio) alcanzará los 107,5 millones de toneladas, cifra ligeramente superior a la del año precedente y la más alta jamás registrada, debido en su mayor parte al probable aumento de las importaciones de los países en desarrollo. En Asia, China (continental) volverá a ser en este año un comprador importante de trigo en el mercado internacional de ese cereal, a causa del descenso de su producción. En África, las importaciones totales podrían incrementarse, debido sobre todo al aumento de los envíos a África del norte, donde las cosechas reducidas por la sequía han impulsado considerablemente la demanda de importaciones en algunos países como por ejemplo Argelia y Marruecos. Las importaciones totales a Europa podrían ser menores en esta campaña, debido en gran parte al acusado descenso de las importaciones de la Federación de Rusia. Se pronostica que las importaciones a la región de América Latina y el Caribe aumentarán ligeramente con respecto al año anterior, principalmente en Brasil como consecuencia de la fuerte demanda.

13. Se espera que las disponibilidades de exportación de trigo, especialmente entre los principales países exportadores, serán más que suficientes para satisfacer la demanda prevista. Aunque la reducción de los suministros en varios países de Europa oriental y central se traducirá en un descenso de las disponibilidades de exportación de esas procedencias, entre los principales exportadores los envíos de los Estados Unidos podrían ser los que más aumentaran. Se prevé que otros exportadores importantes mantendrán o aumentarán ligeramente el volumen de sus exportaciones.

14. El comercio mundial de cereales secundarios en 2000/01 (julio/junio) podría llegar a 101,5 millones de toneladas, cifra ligeramente superior a la del año precedente. En el caso del maíz, que es el cereal secundario que se comercializa en mayores cantidades, la importaciones se cifran en más de 70 millones de toneladas, volumen invariado con respecto al año anterior. Asimismo, se pronostica que las importaciones de sorgo se mantendrán en el volumen del año pasado, de unos 8 millones de toneladas. En el caso de la cebada, se prevé que las importaciones excederán de 19 millones de toneladas, 500 000 toneladas más que en la campaña anterior.

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15. En Asia, la constante firmeza de la demanda de importación de cebada en Arabia Saudita y de maíz en el Lejano Oriente y las necesidades mayores de maíz y cebada de este año en la República Islámica del Irán tendrían como resultado el mantenimiento de su participación en el comercio mundial en un 55 por ciento aproximadamente. En África, se pronostica que las importaciones totales aumentarán con respecto al volumen ya considerable del año anterior, hasta alcanzar una cifra sin precedente de unos 15 millones de toneladas. Teniendo en cuenta la fuerte reducción de las cosechas de África del norte en este año, se pronostica que aumentarán las importaciones de Marruecos y Egipto. También en la región subsahariana, varios países podrían aumentar sus importaciones este año, debido principalmente a la escasez de suministros internos. Entre los países de América Latina y el Caribe, se prevé que las compras de México y Brasil disminuirán. Se pronostica que las importaciones descenderán, sobre todo a causa del aumento de las cosechas internas. En Europa, se estima que las importaciones totales se mantendrán en un volumen similar al del año precedente. Aunque las importaciones de Estados Unidos no sufrirán probablemente variaciones con respecto a la campaña precedente, la reducción de las cosechas de este año en varios países de Europa central y oriental podría traducirse en unas importaciones mucho mayores. Por el contrario, la mejora de las perspectivas de las cosechas podría dar lugar a un acusado descenso de las importaciones en la Federación de Rusia.

16. En lo que concierne a las exportaciones de cereales secundarios, el aumento de los suministros de maíz de este año en los Estados Unidos compensaría con creces la acusada reducción de las disponibilidades de exportación que se producirá probablemente en China y en Hungría a causa del descenso previsto de su producción. Se pronostica un aumento de los envíos de Argentina, Canadá y la República de Sudáfrica, mientras que las exportaciones de Australia y la UE podrían mantenerse invariadas con respecto al año anterior.

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17. El comercio mundial de arroz en 2000 (que está determinado en su mayor parte por la producción de 1999) se cifra en 22,4 millones de toneladas, un 11 por ciento menos que en 1999, debido a las cosechas excepcionales en muchos de los principales países importadores. En el año 2001, se pronostica provisionalmente que el comercio mundial de arroz aumentará ligeramente con respecto al del año en curso, hasta unos 23 millones de toneladas. Indonesia seguirá siendo probablemente el mayor importador mundial de arroz, como lo ha sido en los tres últimos años, mientras que la República Islámica del Irán, Filipinas y Brasil seguirán siendo mercados muy importantes para el arroz. Se prevé que las importaciones de Iraq aumentarán, para compensar la producción de arroz reducida por la sequía.

18. En lo que concierne a las exportaciones, se pronostica que Tailandia y Viet Nam, que son los dos mayores exportadores de arroz, aumentarán en 2001 su volumen en un 7 y un 5 por ciento respectivamente, mientras que los envíos de los Estados Unidos serán similares a los previstos para el año en curso. El volumen de las ventas de arroz de China, que ha sido una importante fuente de suministro durante los tres últimos años, dependerá en gran medida del nivel de las existencias que desee mantener ese país, dado que se pronostica que su producción de arroz disminuirá un 5 por ciento, es decir 9 millones de toneladas.

C. LA UTILIZACIÓN DE CEREALES AUMENTARÁ LIGERAMENTE EN 2000/01

19. Se pronostica que la utilización mundial de cereales aumentará ligeramente (en un 0,5 por ciento aproximadamente) en 2000/01 hasta 1 900 millones de toneladas, pero seguirá manteniéndose por debajo de la tendencia, en unos 13 millones de toneladas, es decir un 0,7 por ciento. La mayor parte del crecimiento corresponderá probablemente a un aumento del consumo humano, especialmente entre los países de la CEI. No obstante, se prevé que el consumo de cereales será menor en muchos otros países, especialmente los afectados en este año por una producción deficitaria,. Aparte de los constantes problemas en África, una grave sequía en algunas partes de Asia podría dar lugar a una grave escasez de alimentos en varios países afectados.

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20. Es probable que la utilización de cereales para pienso aumente ligeramente en 2000/01, impulsada sobre todo por el continuo crecimiento en América Latina y la CE, mientras que las condiciones desfavorables del mercado podrían frenar la utilización de piensos en varios países de la CEI. En Asia se prevé que la utilización total aumentará ligeramente en el Lejano Oriente, debiéndose en su mayor parte este aumento a la gradual recuperación económica. En los Estados Unidos, la cosecha excepcional de maíz prevista para este año impulsará probablemente la utilización de maíz para pienso hasta un volumen sin precedente. Sin embargo, habida cuenta del posible descenso de la utilización de trigo para pienso, la utilización total de cereales para este fin en los Estados Unidos podría mantenerse invariada con respecto a la de 1999/2000.

D. LAS EXISTENCIAS MUNDIALES DE CEREALES DISMINUIRÁN, PERO PODRÍAN AUMENTAR EN LOS PRINCIPALES PAÍSES EXPORTADORES

21. Las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas que terminan en 2001 se cifran en 320 millones de toneladas, volumen inferior al inicial en 22 millones de toneladas, o un 6 por ciento. Según los pronósticos actuales, el coeficiente entre los remanentes mundiales de cereales y la utilización tendencial en 2001/2002 es del 16,5 por ciento, ligeramente por debajo del margen del 17 al 18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial. Aunque se pronostica que en esta campaña las existencias totales de cereales disminuirán a nivel mundial, hay varios indicios de que las existencias en poder de los principales países exportadores son suficientes para cubrir cualquier aumento imprevisto de la demanda mundial durante el presente ejercicio. Las existencias globales de cereales en poder de los principales exportadores de trigo, cereales secundarios y arroz aumentarán probablemente durante esta campaña en al menos 8 millones de toneladas, hasta llegar a 156 millones de toneladas, a pesar del descenso de las existencias de China, que es uno de los principales exportadores mundiales de arroz. En general, la probable expansión de las existencias de cereales en los principales países exportadores podría aumentar su proporción hasta casi el 49 por ciento del total mundial, frente al 43 por ciento en la campaña anterior.

E. LOS PRECIOS DE LOS CEREALES SE MANTENDRÁN BAJOS

22. Los precios internacionales de los cereales se han mantenido bajos desde el comienzo de las actuales campañas de comercialización, en la mayoría de los casos como respuesta al continuo aumento de los suministros de exportación en varios países. La presión descendente sobre los precios ha sido más acusada en el caso del maíz, dadas las perspectivas de una cosecha excepcional en los Estados Unidos.

23. En agosto, los precios de exportación del maíz de los Estados Unidos fueron como promedio de 76 dólares EE.UU. por tonelada, unos 16 dólares EE.UU. por tonelada menos que en agosto de 1999. Al acercarse la recolección del maíz en el hemisferio norte, la presión a la baja sobre los precios del maíz continuará probablemente al menos hasta noviembre de 2000, salvo aumentos repentinos o imprevistos de la demanda mundial.

24. Los precios internacionales del trigo se mantienen en el bajo nivel del año anterior. Los precios del trigo número 2 de los Estados Unidos (HRW fob) fueron como promedio de 115 dólares EE.UU. por tonelada en agosto, más o menos como en agosto de 1999. Teniendo en cuenta que la recolección del trigo casi ha concluido en varios países importantes y que la demanda prevista es relativamente firme, los precios del trigo podrían continuar aumentando. Sin embargo, el alza podría verse limitada, especialmente para el trigo de baja calidad, habida cuenta de los amplios suministros de maíz de este año y del precio ya ventajoso (unos 20 dólares EE.UU. por tonelada) para el maíz en comparación con el trigo de baja calidad (es decir para pienso).

25. Los precios internacionales del arroz se han mantenido también relativamente bajos, debido a la situación de oferta excedentaria en el mercado internacional en relación con la demanda de importación y a la llegada al mercado de las nuevas cosechas en algunos países. En agosto, el índice de la FAO de los precios de exportación del arroz (1982-84=100) fue como promedio de algo más de 95 puntos, un punto por debajo de mayo y 21 puntos menos que en agosto de 1999. Durante el resto del año y suponiendo que no haya grandes alteraciones de la oferta o la demanda, se prevé que los precios internacionales del arroz seguirán siendo bajos.

III. ESCASEZ DE ALIMENTOS Y SITUACIONES DE URGENCIA

26. Al final de agosto de 2000, el número de países en desarrollo que se enfrentaban con graves dificultades alimentarias en todo el mundo ascendía a 362, en comparación con los 32 indicados en febrero de 2000.

27. En África oriental, el número de personas que necesitan urgentemente ayuda alimentaria a causa de las sequías se estima actualmente en 20 millones. En Kenya, la sequía registrada durante la campaña en curso ha exacerbado la escasez ya grave de agua y pastos, provocando cuantiosas pérdidas de ganado. Actualmente se estima que casi 3,3 millones de personas necesitan ayuda alimentaria con urgencia. En Eritrea, el recrudecimiento del conflicto fronterizo con la vecina Etiopía en mayo/junio de 2000 y el consiguiente desplazamiento en gran escala de la población han agravado la situación precaria del suministro de alimentos con que se enfrentaba el país a causa de la sequía y la guerra. Se calcula que más de 1,5 millones de personas, casi la mitad de la población total, están desplazadas. En Etiopía, al malograrse las cosechas de la campaña secundaria Belg ha aumentado el número de personas que necesitan ayuda alimentaria hasta unos 10,2 millones. En Somalia se estima que 750 000 personas necesitan ayuda y se notifican unas tasas de malnutrición grave en aumento. En Sudán, Tanzanía, Uganda y Djibouti, a pesar de que la situación de los suministros alimentarios es por lo general estable, unos 3,7 millones de personas dependen de la ayuda alimentaria a causa de las pérdidas de cultivos provocadas por la sequía y/o los disturbios civiles. La inseguridad obstaculiza la distribución de ayuda alimentaria de emergencia en Burundi, mientras que unas 700 000 personas, incluidos los desplazados, los afectados por la sequía y otros grupos vulnerables, dependerán de la ayuda alimentaria de emergencia hasta bien entrado el año 2001. En Rwanda, persiste la escasez de alimentos en ciertas zonas, especialmente en las provincias del noroeste. En África occidental, persiste la escasez de alimentos en Sierra Leona, donde el recrudecimiento de las actividades de los rebeldes en mayo/junio causó alteraciones de la producción agrícola en el período crítico de la plantación, mientras que en Liberia los efectos de los pasados disturbios civiles siguen entorpeciendo la producción. En África central, la situación humanitaria ha mejorado en la República del Congo, pero el conflicto civil persistente en la República Democrática del Congo ha dado lugar a desplazamientos en gran escala de la población y ha alterado gravemente la producción agrícola. La inseguridad sigue dificultando la asistencia humanitaria. En África austral, la reciente intensificación de los combates en Angola ha dado como resultado nuevos desplazamientos de la población. Unos 1,9 millones de personas necesitan ayuda alimentaria de emergencia, pero hasta 2,8 millones necesitan algún tipo de asistencia humanitaria. En Mozambique, ha concluido la distribución gratuita de alimentos a la población afectada por las inundaciones, pero 172 000 personas siguen necesitando ayuda mediante planes de alimentos por trabajo. Sigue siendo necesaria asistencia en gran escala para la rehabilitación de la infraestructura dañada. También se necesita asistencia de socorro y rehabilitación en Madagascar, devastado por tres ciclones consecutivos al comienzo de este año.

28. En varios países de Asia, sequías seguidas de inundaciones han provocado el desplazamiento de miles de personas y han destruido o dañado las cosechas, causando situaciones localizadas de escasez de alimentos. En la India, tras una grave sequía a comienzos del año, que afectó a varios estados del oeste y el sur del país, las recientes inundaciones registradas en el estado septentrional de Himachal Pradesh causaron la muerte de al menos 150 personas y dejaron a otras muchas sin hogar. Las intensas precipitaciones y las crecidas repentinas han causado también graves daños en los estados nordorientales de Bihar, Bengala occidental y Assam, y en el estado meridional de Andhra Pradesh. El estado de Assam fue el más afectado, estimándose en 2,5 millones las personas que han quedado sin hogar. En China, una grave sequía, la peor en varios decenios, ha destruido las cosechas y ha provocado situaciones generalizadas de escasez de agua en ciertas partes del norte. Las perspectivas iniciales de la producción de cereales destinados al consumo humano en la RPD de Corea son desfavorables después de las precipitaciones irregulares e inferiores al promedio registradas al comienzo de la campaña agrícola de 2000, que habían ido precedidas por precipitaciones inferiores a las normales en 1999. La situación de los suministros alimentarios sigue siendo también sumamente precaria para miles de familias nómadas en Mongolia, donde al comienzo de este año se registró el peor invierno en 30 años, que causó la muerte de 1,5 millones de cabezas de ganado. En Timor oriental, la situación de los suministros alimentarios ha mejorado con la cosecha de maíz y arroz de este año, pero el país sigue necesitando asistencia alimentaria. En el Cercano Oriente, la República Islámica del Irán ha sufrido la peor sequía en varios decenios, que ha afectado gravemente a la agricultura y la ganadería. El vecino Afganistán está padeciendo los efectos de una grave sequía por segundo año consecutivo, empeorada por la inseguridad y las dificultades económicas continuas. Las poblaciones afectadas por la sequía en Iraq, Jordania y Siria siguen necesitando asistencia. La sequía ha afectado gravemente a varios países de la CEI desde el comienzo de la primavera. Los países más perjudicados son Armenia, Georgia y Tayikistán, donde la sequía ha agravado problemas económicos crónicos. Se pronostica que la cosecha de cereales de 2000 en esos países sufrirá un acusado descenso, habiendo solicitado los tres asistencia internacional. En Azerbaiyán, la población vulnerable continúa necesitando ayuda.

29. En América Latina, como resultado de los graves efectos de las catástrofes naturales registradas en los últimos años (El Niño, huracanes "Georges" y "Mitch", etc.) se sigue proporcionando asistencia alimentaria a Cuba, El Salvador Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela. En Haití, se necesita ayuda alimentaria debido a problemas económicos crónicos.

30. En Europa, sigue siendo necesaria asistencia alimentaria para la población vulnerable de los Balcanes, especialmente en Yugoslavia. En la Federación de Rusia, las personas desplazadas y las familias hospedadas en Ingushetia, así como los repatriados a Chechenia, necesitan asistencia para sobrevivir.

IV. ASISTENCIA EXTERNA A LA AGRICULTURA

31. Después de haber disminuido considerablemente desde mediados del decenio de 1980 hasta la primera mitad del decenio de 1990, los compromisos de asistencia oficial para el desarrollo (AOD) destinados al fomento de la agricultura (a precios constantes de 1995) aumentó en 1996-98 durante tres años consecutivos (véase el cuadro). Para 1998, último año sobre el que se dispone de datos completos, esos compromisos ascendieron a un total de casi 14 000 millones de dólares EE.UU. Sin embargo, esta cifra siguió siendo inferior en un 6 por ciento a la de 1990 y en más de un 30 por ciento a la de mediados del decenio de 1980 (cuando la AOD para la agricultura superó los 20 000 millones de dólares EE.UU. en precios constantes).

Cuadro : Asistencia externa a la agricultura
Año

Compromisos totales de donantes
(millones de dólares EE.UU.)

 

A precios corrientes

A precios de 1995

  Bilateral Multilateral Total Bilateral Multilateral Total
1990 5,372 8,467 13,839 5,783 9,114 14,897
1991 4,196 8,186 12,383 4,616 9,006 13,622
1992 5,264 7,539 12,803 5,624 8,055 13,678
1993 4,083 6,036 10,120 4,635 6,852 11,487
1994 3,967 7,996 11,963 4,407 8,884 13,292
1995 4,791 6,732 11,522 4,791 6,732 11,522
1996 5,203 6,539 11,742 5,403 6,790 12,193
1997 4,260 8,080 12,340 4,733 8,978 13,711
1998* 4,323 7,993 12,316 4,906 9,073 13,980
 

* Estimaciones provisionales

Fuente: OCDE

32. La mayor parte del aumento global de los compromisos de AOD para la agricultura en los últimos años correspondió a contribuciones de donantes multilaterales, en particular el Banco Mundial. Los compromisos multilaterales en 1998 excedieron de 9 000 millones de dólares EE.UU. en precios constantes de 1995, cantidad superior en un tercio a la cifra reducida de 1995 pero inferior a la de 1990.

33. Los compromisos de donantes bilaterales, principalmente países del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la OCDE, no siguieron una tendencia clara, oscilando en torno a un promedio anual de unos 5 000 millones de dólares EE.UU. en precios constantes de 1995 durante todo el decenio de 1990. Japón, que es el principal donante entre los miembros del CAD, realizó una contribución de 1 853 millones de dólares EE.UU. en 1998 (un 43 por ciento aproximadamente de los compromisos totales del CAD). Estados Unidos y Alemania, que son el segundo y el tercer donantes en orden de importancia, aportaron 455 millones y 380 millones de dólares EE.UU. respectivamente en 1998.

34. Durante el decenio de 1990, la parte del total correspondiente a los compromisos de AOD en condiciones de favor para la agricultura varió entre el 70 y el 75 por ciento en casi todos los años. Sin embargo, en 1998 dicha parte descendió a un 65 por ciento aproximadamente. Esto se debió a cambios en las condiciones de la AOD multilateral, ya que los compromisos bilaterales se conceden casi exclusivamente en condiciones de favor.

35. Las corrientes de AOD destinadas a la agricultura, definida en sentido "estricto", tendieron a perder importancia relativa con respecto a las actividades agrícolas definidas en sentido "amplio"3. De hecho, la agricultura en el sentido "estricto" sólo recibió el 60 por ciento de la AOD total en 1998, frente al 75 por ciento en 1980. Este cambio de orientación se debió principalmente al aumento del apoyo a las actividades agrícolas en sentido "amplio", como por ejemplo la protección del medio ambiente y el desarrollo y la infraestructura rurales. La protección del medio ambiente, en particular, recibió más del 10 por ciento de todos los compromisos de AOD en 1998, frente a menos de un 5 por ciento al comienzo del decenio de 1990. Por lo que respecta a la definición "estricta", el fomento de tierras y agua siguió recibiendo un volumen importante de asistencia externa durante todo el decenio, pero la investigación, la capacitación y la extensión ganaron bastante terreno con respecto a otras actividades en 1998.

36. La distribución regional de la AOD para la agricultura indica una corriente relativamente estable de fondos hacia Asia, que es la mayor región receptora (el 45 por ciento aproximadamente del total durante el decenio de 1980); unas cantidades variables de AOD a América Latina y el Caribe, con cierto aumento de los compromisos a esta región en 1997-98; corrientes en aumento a países de Europa y economías en transición; y un descenso acusado del volumen de asistencia a África, tanto en términos absolutos como en relación con otras regiones. En precios constantes, África recibió 4 513 millones de dólares EE.UU. en 1990 (el 30 por ciento de la AOD para todas las regiones), pero sólo 2 893 millones de dólares EE.UU. en 1998 (el 21 por ciento de la AOD total).

V. CORRIENTES DE AYUDA ALIMENTARIA Y COSTO DE LAS IMPORTACIONES TOTALES DE CEREALES4 DE LOS PAÍSES EN DESARROLLO

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37. Los pronósticos iniciales de la FAO para los envíos mundiales de ayuda alimentaria en cereales en 2000/01 (julio/junio) son de 9,5 millones de toneladas, un 5 por ciento menos de los 10 millones de toneladas estimados en 1999/2000. El descenso previsto se debería principalmente a la probable reducción de los envíos a la Federación de Rusia, dada la mejora de las perspectivas de la producción de este año en ese país. En la campaña anterior, los envíos totales de cereales en forma de ayuda alimentaria a la Federación de Rusia ascendieron a un total de 2,54 millones de toneladas, 500 000 toneladas más que en 1997/98. En general, cinco países recibieron más de la mitad de los envíos totales en 1999/2000; entre ellos se incluyen la Federación de Rusia (2,5 millones de toneladas), Etiopía (1,1 millones de toneladas), Bangladesh (965 000 toneladas), la República Popular Democrática de Corea (712 000 toneladas) e Indonesia (439 000 toneladas). El resto se repartió entre 87 países o territorios de todo el mundo. El mayor donante durante la campaña de 1999/2000 fue Estados Unidos. Los envíos totales de cereales en forma de ayuda alimentaria de Estados Unidos ascendieron a más de 6,6 millones de toneladas, lo que representa un aumento de 300 000 toneladas con respecto a la campaña anterior y constituye la cifra más alta desde 1993/94. El volumen de los envíos de los otros principales donantes (es decir Australia, Canadá, la Comunidad Europea, Noruega, Suiza y Japón) fue en general análogo al del año anterior.

38. Basándose en el pronóstico relativo a las importaciones totales en 2000/01 y teniendo en cuenta las perspectivas actuales de la ayuda alimentaria en cereales y los precios en el curso de la campaña 2000/01, se calcula que el costo total de las importaciones de cereales de los países en desarrollo se aproximará a los 22 000 millones de dólares EE.UU., cifra superior en poco más de 1 000 millones de dólares EE.UU. a la del año anterior, pero considerablemente inferior a las elevadas cantidades registradas entre 1994 y 1997, cuando los precios de los cereales estaban más altos que en los últimos años. Para los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), el volumen total de las importaciones de cereales en 2000/01 se cifra en 74 millones de toneladas, lo que representaría un millón de toneladas más que en el año precedente, debido sobre todo al probable aumento de las importaciones de varios países de África. En este nivel, se pronostica que el gasto global en importaciones de cereales de los PBIDA como grupo será de 9 500 millones de dólares EE.UU., superior en 500 millones de dólares EE.UU., o un 5 por ciento, al de 1999/2000 pero considerablemente menor que a mediados del decenio de 1990, cuando ascendió a casi 17 000 millones de dólares EE.UU. La reciente alza del valor del dólar EE.UU. frente a casi todas las demás monedas podría traducirse en un costo total aún mayor de las importaciones expresado en monedas nacionales.

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1 El presente documento se basa en la información disponible al 31 de agosto de 2000. Puede encontrarse información actualizada sobre los cereales en la publicación bimensual de la FAO Perspectivas alimentarias.

2 Sin embargo, hay otros países que se han visto seriamente afectados por catástrofes graves pero localizadas, principalmente inundaciones y sequías, que se mencionan en el presente informe pero no se incluyen en la lista. Los países que se enfrentan con emergencias alimentarias excepcionales aparecen subrayados.

3 La "definición estricta" de la agricultura comprende la tierra y el agua, la investigación, la capacitación y la extensión, los insumos, los servicios agrícolas, la producción agrícola, la ganadería, la pesca, la silvicultura y otras actividades relacionadas con la producción primaria. La definición "amplia" abarca también la protección del medio ambiente, la fabricación de insumos, las agroindustrias, el desarrollo y la infraestructura rurales y el desarrollo regional y fluvial.

4 Las estimaciones relativas a los envíos de ayuda alimentaria para la campaña comercial de 1999/2000 se basan en datos recibidos del Programa Mundial de Alimentos hasta mediados de agosto de 2000.