El bonote, la más gruesa y resistente de todas las fibras naturales comerciales, es una fibra basta y corta extraída de la corteza exterior del coco. Sus bajas tasas de descomposición constituyen una ventaja fundamental para hacer geotextiles duraderos.
La planta
El bonote se extrae de los tejidos que rodean la semilla de la palma de coco (Cocos nucifera), la cual es cultivada en 10 millones de hectáreas en las zonas tropicales.
La fibra
Las fibras de bonote miden hasta 35 centímetros de largo con un diámetro de 12 a 25 micras. La cosecha de coco se recoge después de 45 días. De 1 000 cocos podrían extraerse 10 kilogramos de bonote. Entre las fibras vegetales, el bonote tiene una de las más altas concentraciones de lignina, que lo hace más fuerte pero menos flexible que el algodón e inadecuado para teñir. La fuerza de tracción del bonote es más baja comparada con la del abacá, pero tiene buena resistencia a la acción microbiana y al daño por agua salada, y no necesita tratamiento químico.
Hay dos tipos de bonote: la fibra marrón, usada más comúnmente, que se obtiene de los cocos maduros, y la fibra blanca, más fina, que se extrae de los cocos verdes inmaduros luego de humedecerlos por un período de hasta 10 meses. En comparación con el lino y el algodón, las fibras del bonote maduro contienen más lignina, un producto químico leñoso complejo, y menos celulosa.
Beneficios ambientales
El bonote es un material ampliamente utilizado para superar el problema de la erosión. Los geotextiles hechos con malla de bonote y colocados en zonas en las que es necesario luchar contra la erosión contribuyen a la repoblación forestal absorbiendo el agua e impidiendo que se seque la capa superficial del suelo. Los geotextiles de bonote tienen una capacidad natural para retener la humedad y proteger contra la radiación solar. Al igual que los suelos naturales, y a diferencia de los materiales geosintéticos, protegen adecuadamente el suelo durante un período de hasta tres años, permitiendo el arraigo de la vegetación natural.
Usos del bonote
Tradicionalmente, el coco se dejaba varios meses en agua (o en salmuera durante un período más largo para las fibras blancas) y después se extraía el bonote. Pero gracias a la tecnología, se usan cada vez más las máquinas desfibradoras de cáscaras de coco.
Normalmente, el bonote blanco convertido en hilo se usa en la manufactura de sogas y, gracias a su fuerte resistencia al agua salada, en redes de pesca. El bonote marrón es más fuerte y se usa más ampliamente que el bonote blanco. Entre sus aplicaciones figuran la tela de embalaje, cepillos, felpudos, tapices, colchones, paneles de aislamiento y empaques.
Geotextiles
El reconocimiento del bonote para una vegetación sostenible y la lucha contra la erosión surge del hecho de que es un recurso natural abundante y renovable con una tasa de descomposición extremadamente baja y una gran fuerza comparada con otras fibras naturales. El bonote se utiliza en textiles gruesos que se aplican como mantas sobre el terreno de zonas expuestas a la erosión. Los geotextiles hechos con malla de bonote son duraderos, absorben el agua, resisten la luz solar, facilitan la germinación de semillas, y son un 100% biodegradables. Estas mantas tienen una gran resistencia y un ritmo lento de degradación que las hace durar varios años en las aplicaciones sobre el terreno.
El bonote se usa ampliamente en la industria de la tapicería, y es un sustituto ventajoso del caucho sintético procesado. También se utiliza combinado con el caucho natural para rellenar colchones, asientos de automóviles, sofás y canapés. En Europa, la industria automotriz tapiza los autos con almohadillas de bonote marrón ensambladas con látex de caucho. El bonote se usa como aislante y en paneles, cámaras frías, en la industria de alimentos, etc.
Chapa de bonote
En la India, la chapa de bonote ha sido bien aceptada por el mercado como un sustituto de la madera terciada. Si otros productos de madera se sustituyeran con bonote se evitaría el corte de una cantidad considerable de árboles tropicales.
La chapa de bonote tiene todas las propiedades de la chapa adherida con fenol, con la fuerza adicional de la fibra. Tiene un alto grado de resistencia a la abrasión de la superficie y resiste las contracciones/expansiones debidas a las variaciones de temperatura.
Subproductos
El producto residual derivado de la trituración del bonote es la turba o médula que sirve de cubierta orgánica y fertilizante de alta calidad. La turba obtenida de los desechos de bonote es un excelente abono orgánico y mejorador del suelo aplicable a los cultivos agrícolas.
Producción y comercio
La industria del bonote está totalmente desarrollada solamente en la India y Sri Lanka, pero es económicamente importante en Brasil, Indonesia, Filipinas y Viet Nam. Los cocos son cultivos típicos de granjeros a pequeña escala, que usan molinos locales para extraer la fibra.
A nivel mundial, se producen anualmente cerca de 650 000 toneladas, principalmente en la India y Sri Lanka. La India y Sri Lanka son también los principales exportadores, seguidos por Tailandia, Indonesia, Malasia, Viet Nam, y Filipinas. Cerca del 80 por ciento del bonote se produce en la forma de fibra bruta. Cantidades más pequeñas se exportan como hilo, esteras y material esterado.
Perspectivas de mercado
La India ha desplegado considerables esfuerzos destinados a promover la industria del bonote, incluido el establecimiento de un festival internacional anual del bonote. Las iniciativas apoyan la expansión del mercado del bonote y la India espera aumentar la producción simplificando el proceso de recolección de la fibra para satisfacer la demanda. Las actividades de investigación y desarrollo continúan centrándose en el uso de los geotextiles de bonote y otras nuevas aplicaciones, ya que los mercados arrojan perspectivas prometedoras. El coco se produce en más de 93 países y, por tanto, hay un margen considerable para desarrollar la industria del bonote en otros países.
Novedades sobre el bonote
Una gran parte de la producción de bonote está en manos de pequeños propietarios, lo que significa que se trata de una producción dispersa y de pequeño volumen. Un sistema agrícola integrado, tipo cooperativa, contribuiría a facilitar la disponibilidad de una tecnología para procesar las cáscaras y extraer la fibra en los volúmenes necesarios para los compradores industriales. Dado que muchos de los países en desarrollo que producen coco no están utilizando las cáscaras de coco para producir productos de valor añadido, la prestación de tales servicios contribuiría a proporcionar oportunidades de empleo, aumentar los ingresos de los productores de coco, reducir la pobreza, y proporcionar beneficios ambientales relacionados con el uso de productos desechados ricos en micronutrientes.
Un proyecto en Sri Lanka financiado con cargo al Fondo Común para los Productos Básicos (FCPB) estableció un Centro de investigación y desarrollo y de capacitación en una zona rural para demostrar las prácticas mejores en la elaboración del bonote. La mejora de la producción (cantidades mayores y de mejor calidad) debe conjugarse con el mejoramiento de las condiciones laborales y del entorno productivo actualmente vigentes, lo cual aumentará los niveles de rentabilidad en el tramo final de la cadena de producción del bonote.