Establecida en diciembre de 2010 con una financiación del gobierno alemán, la Iniciativa “Fibras del Futuro” se propone prestar un apoyo, muy necesario por otra parte, para la promoción del uso de las fibras duras y el yute.
La fibra principal sobre la que se concentra actualmente la atención es el sisal, un cultivo que se produce fácilmente en zonas secas y tiene una amplia gama de aplicaciones y numerosos beneficios sociales, económicos y ambientales, pero es poco utilizado. Se trata de un cultivo versátil, con un gran potencial de desarrollo, que constituye una fuente sostenible de recursos para los pequeños agricultores que viven en lugares expuestos a la sequía donde es muy difícil producir otros cultivos, como es el caso principalmente de Haití, Mozambique y Tanzanía. De esta Iniciativa forma parte el proyecto “Aprovechamiento del potencial comercial de las fibras en los países en desarrollo: Fortalecer las cadenas de valor mundiales para el desarrollo rural, el alivio de la pobreza y el medio ambiente”, ejecutado por la División de Comercio y Mercados (EST) de la FAO.
Siendo un cultivo que crece bien en tierras marginales y climas calientes y secos, no puede subestimarse la importancia del sisal para la subsistencia y seguridad alimentaria de millones de pequeños agricultores que viven en algunas de las regiones más pobres y áridas del mundo. Se necesitan niveles de insumos sumamente bajos para sostener un cultivo que se concentra en tierras en las que la producción de alimentos sería demasiado costosa y requeriría el uso de demasiados recursos. El sisal es un cultivo que contribuye a la seguridad alimentaria de las poblaciones rurales vulnerables brindándoles una fuente de ingresos en períodos de malas cosechas debidas a la sequía. Su producción continúa satisfaciendo la demanda de productos tradicionales, como sogas y cordeles, pero en los últimos años las aplicaciones no tradicionales han ido encontrando cada vez más salidas de mercado. Entre los productos innovadores figuran materiales compuestos (presentes en una amplia gama de aplicaciones industriales, muchas veces como sustitutos de materiales sintéticos), así como pasta de papel, fertilizantes y biogás.
Estas nuevas posibilidades son importantes en vista de la reciente crisis alimentaria y de los problemas relacionados con la utilización industrial de recursos alimentarios para la producción de biocombustibles. Son importantes también en vista del cambio climático, especialmente como orientación para los responsables de las decisiones, sobre un mejor aprovechamiento de la tierra en el futuro.
La contracción de los mercados de los productos tradicionales del sisal (cordeles y sogas), debida a la competencia con las fibras sintéticas basadas en el petróleo crudo, afectó a los pequeños productores, cuyas oportunidades para diversificar la producción de sisal con otros cultivos son limitadas o inexistentes debido a las limitaciones ambientales, climáticas y de recursos. Por eso la Iniciativa "Fibras del Futuro" apunta a penetrar en mercados industriales innovadores y de gran valor, reduciendo al mismo tiempo la degradación ambiental y mejorando la rentabilidad mediante la comercialización de los residuos y desechos, que representan alrededor del 95 por ciento de la biomasa del sisal.
En Haití, Mozambique y Tanzanía, la Iniciativa "Fibras del Futuro" impulsa dinámicamente a los agricultores y comunidades vulnerables a que exploten el potencial comercial y ambiental de las cadenas de valor del sisal aprovechando la ventaja comparativa de que gozan en su cultivo. Mediante iniciativas sostenibles orientadas al mercado, llevadas a cabo en asociación con empresas nacionales y multinacionales, la comunidad científica, los responsables de las políticas y los organismos internacionales en vistas de una visión común, el proyecto sentará las bases de un modelo integrado de cadena de valor centrado en mercados de valor elevado.
La Iniciativa trata de: promover la transferencia de tecnología en el marco de la cooperación Sur-Sur y de la cooperación Norte-Sur; propugnar modelos operativos equitativos que recompensen los emprendimientos de agricultores y otros protagonistas; fomentar la adopción de prácticas sociales éticas, como la promoción de la igualdad de género; y alentar en el mercado ‘opciones responsables’ que promuevan al mismo tiempo la bioeconomía y la sostenibilidad.
La Iniciativa "Fibras del Futuro" representa un esfuerzo innovador basado en el fomento de los productos básicos, encaminado a proyectar al futuro la demanda del sisal, lo que supone un cambio importante en el tipo de diálogo que se necesita entre las partes interesadas para promover asociaciones sostenibles orientadas al mercado, que insistan cada vez más en los usos finales no agrícolas.
Hasta ahora, el proyecto ha creado un sitio web para publicar informaciones relativas a los mercados de fibras y mantener actualizados a los interesados. Se ha creado un logotipo que se usará para promover las actividades y productos del proyecto. En consonancia con la necesidad de sensibilizar acerca de los aspectos positivos de las fibras duras, se han diseñado afiches que contienen mensajes clave sobre sostenibilidad, responsabilidad y atributos técnicos.
El logotipo pueden usarlo también los asociados en el proyecto que producen, comercializan y elaboran materiales y productos de sisal, con objeto de generar valor agregado gracias al reconocimiento de sus atributos positivos por parte de la comunidad internacional.
Se ha organizado una consulta de diversas partes interesadas (15 de noviembre de 2011) en Bahia, Brasil, en la que se reunirán productores de fibras, elaboradores, investigadores, científicos y representantes industriales para examinar las posibilidades de trabajar juntos en el futuro hacia asociaciones más sostenibles, inocuas para el medio ambiente y viables comercialmente. La consulta brinda a los productores, investigadores, elaboradores y responsables de la adopción de decisiones una oportunidad excepcional de reunirse e interactuar, y es un primer paso para la construcción de asociaciones que creen un entorno de objetivos y efectos del proyecto que tengan en cuenta la demanda.
