Fibras del Futuro
 

¿Por qué fibras del futuro?

Gracias a una legislación ambiental restrictiva y a la sensibilización de los consumidores, se está impulsando la transición hacia una economía basada sobre productos biológicos y hacia modelos de desarrollo sostenible, que ofrecen amplias perspectivas para los mercados de fibras naturales. Pasar a una economía biológica requiere la sustitución de muchas materias primas comunes que actualmente se producen a partir de recursos fósiles (petroquímicos) o minerales, con productos producidos a partir de recursos renovables (de origen vegetal o animal).

Las fibras naturales se reconocen cada vez más como un sucedáneo favorable de las fibras sintéticas que utilizan insumos insostenibles. Además de las ventajas técnicas y de costos que comportan, tales productos ejercen una atracción mayor porque responden a la sensibilización del consumidor respecto a las normas ambientales, de sostenibilidad y sociales, lo cual contribuye a: 

• Fomentar el crecimiento de una agricultura sostenible;
• Utilizar tecnologías de producción y elaboración inocuas para el medio ambiente;
• Promover el desarrollo económico, y
• Fortalecer la participación de los pequeños propietarios en la cadena de valor.

Las fibras duras (el abacá, el bonote y el sisal) y las fibras blandas (el yute y el kenaf) son fibras naturales que tienen múltiples usos finales diferentes. Su versatilidad y sus características de inocuidad para el medio ambiente constituyen grandes ventajas con respecto a las fibras sintéticas. Cada una tiene sus propios aspectos positivos, pero todas tienen la ventaja de ser de origen natural y reconocidas cada vez más como una opción sostenible.

La investigación está demostrando cada vez más los beneficios técnicos y económicos que representa la inclusión de componentes naturales en los productos industriales. Por tanto, se están elaborando productos competitivos a base de fibras naturales que arrojan resultados técnicos excelentes y perjudican menos el medio ambiente que los actuales productos basados en materiales petroquímicos. Además de su presencia en los productos tradicionales como sogas, cordeles y alfombras, los compuestos de fibra pueden encontrarse en materiales de embalaje, construcción y mobiliario. El valor económico de los cultivos de fibra depende de sus mercados de uso final y costos de producción.

A medida que se expande la popularidad de las fibras naturales en usos industriales, surgen nuevas oportunidades para que las fibras duras y el yute alcancen mercados de alto valor. El margen de usos posibles de las fibras del futuro es enorme, como se afirma en la declaración de las Naciones Unidas sobre 2009 como Año Internacional de las Fibras naturales (para obtener mayor información, se puede ver el sitio web).



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