Agricultura familiar en boca de todos
La Agricultura Familiar no es un tema reciente ni desconocido, ya se ha estudiado desde hace varios años. Sin embargo actualmente comienza a estar en boca de todos como concepto revolucionario, esperando llegar a nuestras bocas (literalmente) en forma de bienes de consumo. Por ello, para abordarlo es preciso antes definir el concepto.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se entiende como Agricultura Familiar aquella producción agrícola, pecuaria, forestal, pesquera y acuícola que, pese a su gran heterogeneidad entre países y dentro de cada país, tiene un acceso limitado a recursos de tierra y capital; hace un uso preponderante de fuerza de trabajo familiar, siendo el o la jefa de familia quien participa de manera directa del proceso productivo; y en la cual la actividad productiva es la principal fuente de ingresos del núcleo familiar.
Se plantean tres tipologías de Agricultura Familiar: la de subsistencia, orientada principalmente al auto consumo y no es actividad de dedicación exclusiva, la de transición, que tiene mayor dependencia al auto consumo y genera pocos excedentes, y la consolidada, que abastece el auto consumo y genera excedentes suficientes para la reinversión.