En la lucha contra la inseguridad alimentaria, los sistemas agrícolas y alimentarios actuales se enfrentan a grandes retos medioambientales, climáticos, de biodiversidad y sanitarios. Los sistemas alimentarios también se ven cada vez más afectados por el cambio climático, al tiempo que contribuyen a un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), y determinadas prácticas agrícolas contribuyen de forma significativa a la erosión de la biodiversidad, la contaminación ambiental, la degradación del suelo y la tierra y la escasez de agua. La precariedad de los medios de subsistencia y las desigualdades sociales a las que se enfrentan muches agricultores y trabajadores del sistema alimentario agravan las dificultades para garantizar una nutrición adecuada para todos.

Las múltiples crisis que se entrecruzan en los ámbitos de la alimentación, el clima y la biodiversidad plantean tanto un problema urgente como una oportunidad para reunir a diversos actores en apoyo de una propuesta audaz: transformar los sistemas alimentarios mediante la agroecología.

La agroecología es una ciencia, un conjunto de prácticas y un movimiento social1 reconocido por el sector científico y agrícola, responsables políticos y la sociedad civil.