Centroamérica atraviesa por un conjunto de desafíos de política pública en un contexto de fuertes restricciones fiscales, de una mayor complejidad de dinámicas a escalas territoriales, que implica cambios relacionados con la diversificación económica y nuevas inversiones, así como como una mayor profundización de los impactos del cambio climático. La alta vulnerabilidad de la región al cambio climático, está socavando aún más los históricos problemas de pobreza, exclusión, degradación ambiental y la gobernanza territorial, sobre todo en las zonas rurales. Los problemas alimentarios derivados de los impactos climáticos han estado en el centro de las preocupaciones de varios gobiernos y organizaciones sociales de la región, en tal sentido se han ido desarrollando iniciativas para enfrentar esta problemática que afecta sobre todo a la población que basa sus medios de vida en la producción agrícola. Los proyectos y programas nacionales han buscado no solo contrarrestar la inseguridad alimentaria, además, enfoca temas de importancia para el desarrollo rural como la erradicación de la pobreza, mejora de infraestructura, servicios públicos, la promoción de prácticas agropecuarias sustentables y el fortalecimiento de la agricultura familiar.