La pandemia de coronavirus ha provocado restricciones a los desplazamientos en todo el mundo. En Sudán del Sur, la FAO ha tenido que idear nuevas formas de operar para hacer llegar a los agricultores unas semillas muy necesarias a tiempo para la próxima temporada de siembra. Sin estas semillas, las familias campesinas podrían enfrentarse a una crisis alimentaria además de a la crisis sanitaria mundial.
“Si perdemos esta temporada de siembra, las familias campesinas podrían verse en una situación catastrófica de hambre dentro de unos meses”, afirma el Representante de la FAO en Sudán del Sur, Meshack Malo, en declaraciones desde Juba.
La FAO se enfrenta al enorme desafío de distribuir cerca de 10 000 toneladas de semillas a los agricultores vulnerables, que de otra forma no podrían sembrar. El enorme volumen de semillas –maíz, sorgo, maní, caupí y hortalizas como tomates y berenjenas– llenaría una flota de más de 300 camiones de 18 ruedas. Sería suficiente para producir alrededor de 800 000 toneladas de alimentos para sustentar a varios cientos de miles de personas.
En los Estados Ecuatoriales las lluvias ya han comenzado y hay grandes esperanzas de una buena temporada agrícola si las semillas logran llegar a tiempo.
“Estamos decididos a superar los desafíos que ha planteado el coronavirus, y eso significa actuar de forma rápida para encontrar soluciones que garanticen que los agricultores puedan plantar esta temporada”, explica Malo.
“Tenemos que asegurarnos de que las fronteras y las rutas de transporte puedan permanecer abiertas para estas entregas esenciales y vitales”, añade.
El equipo de la FAO, en asociación con el gobierno, logró un acuerdo para permitir el transporte de semillas a los condados y aldeas donde más se necesitan. Al moverse con rapidez, la FAO ha entregado hasta ahora 4 000 toneladas de semillas y aperos manuales, y todavía queda más material por llegar.