Hasta hace poco, Mansab Mai trabajaba en la producción de leche. El distrito de Muzaffargarh en Pakistán, donde vive con su familia de nueve miembros, es conocido por la producción láctea, y el ganado es una parte importante del sustento de la población de la zona. Casi todos los hogares tienen vacas o cabras. Sin embargo, desde el confinamiento decretado en el país para contener la pandemia de COVID-19, la familia de Mansab destina la leche a su propio consumo.
El marido y el hijo mayor de Mansab son albañiles y han estado trabajando como jornaleros, pero debido a la crisis se han quedado sin empleo en los últimos meses. Su familia solía depender de estos ingresos para mantenerse. No tenían ahorros a los que recurrir.
Con la aplicación de medidas de confinamiento en países de todo el mundo para contener la pandemia de COVID-19, la situación de Mansab no es, lamentablemente, infrecuente: los pequeños agricultores y las comunidades rurales ya están sufriendo los efectos negativos en sus medios de vida. Para muchas personas, las restricciones para contener la propagación del virus han limitado o bloqueado completamente sus posibilidades de trabajar.
Plantar semillas
Afortunadamente, pocos meses antes de que comenzara la crisis mundial, Mansab se arriesgó a probar un nuevo medio de sustento. Asistió a la Escuela de campo para agricultores de la FAO en noviembre de 2019 junto con otras participantes. Recibieron semillas de canola para ayudarlas a adelantarse a la temporada de cultivo. El aceite de canola (una variante mejorada de la planta de colza, n.d.t) puede utilizarse para el consumo familiar y venderse a buen precio.
Con estas semillas y nuevos conocimientos, Mansab, su esposo y su hijo mayor prepararon y labraron un pequeño pedazo de tierra de su familia para sembrar. Esperaba obtener una buena cosecha, pero como en el pasado sólo había cultivado trigo y hortalizas, no estaba segura de los resultados.
La FAO prestó su apoyo técnico a lo largo del ciclo agrícola, ayudando a los campesinos a tomar decisiones clave sobre la preparación de la tierra, las necesidades de fertilizantes, los métodos de control biológico de plagas y las técnicas de recolección. Con esta ayuda, Mansab podía confiar en que su nueva actividad tendría éxito.