“En el idioma dinka se dice que ‘Los hombres comen en primer lugar, luego las mujeres y, finalmente, los niños’, pero aquí nosotras, como mujeres, comemos junto a los hombres”.
Apande Dut sonríe al comentar esto sentada con un gran grupo de mujeres bajo la sombra de un mango, descascarillando maníes y, al mismo tiempo, amamantando a sus hijos. Todas son miembros de un grupo de agricultores predominantemente conformado por mujeres de la ciudad de Rumbek (Sudán del Sur).
Hasta 2018, Apande y su colega miembro de la comunidad y amiga, Agok, cultivaban por su cuenta, pero sus conocimientos en materia de agricultura eran limitados y con condiciones de cultivo tan difíciles, los alimentos cultivados nunca eran suficientes.
Se trata además de una zona afectada por los conflictos y la violencia, lo que dificulta el acceso de los agricultores a los mercados. De hecho, tan solo el 31% de los hogares del estado de Lagos pueden acceder a alimentos durante todo el año.
En el momento en que Apande y Agok oyeron hablar de un grupo de agricultores cercano, creado en el marco del proyecto “Agricultura sostenible para la resiliencia económica”, dirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), decidieron unirse.
Nhom Lau significa libertad
El grupo de Apande y Agok está conformado por 28 mujeres y tan solo dos hombres, una rareza en una sociedad como la de Sudán del Sur, tradicionalmente dominada por hombres. Lo denominaron “Nhom Lau”, que significa “libertad” en dinka —su idioma local—, para representar la libertad financiera y social que han alcanzado gracias a este grupo y los medios de vida que apoya. Con la ayuda del proyecto, han aprendido las mejores prácticas agrícolas, han intercambiado información y han empezado a tener una producción y unas ganancias mayores, todo ello al tiempo que se dan ánimo y apoyo de forma mutua para perseverar.
El grupo recibió, a través de reuniones dirigidas por la FAO, instrumentos agrícolas, información y capacitaciones sobre agronomía, así como conocimientos empresariales que se han traducido en una producción mayor y la diversificación de sus productos. El equipo ahora cultiva hortalizas y maní aproximadamente un kilómetro a las afueras de Rumbek.