El coral es uno de los tesoros del mar, ya esté embelleciendo las aguas tropicales poco profundas del Caribe o escondido en las profundidades más oscuras del Océano Pacífico.
No obstante, su belleza no ha pasado desapercibida y a menudo es muy demandado para decorar acuarios grandes y pequeños, crear joyas elegantes y producir medicamentos. Millones de estos pólipos marinos de gran valor se extraen y se venden cada año en todo el mundo.
Pocas personas saben que, en realidad, los arrecifes de coral son organismos vivos. Los corales pueden parecer plantas, pero son animales. Agrupados en coloridas colonias, utilizan las células urticantes que se encuentran en sus minúsculos tentáculos para capturar plancton e incluso pequeños peces. Estos arrecifes constituyen uno de los ecosistemas más diversos de la Tierra. Sin embargo, muchas de nuestras especies de coral están amenazadas.
El aumento de la temperatura del mar y la contaminación del agua han provocado la decoloración y la pérdida generalizadas de arrecifes en todo el mundo. La Gran Barrera de Coral de Australia es un ejemplo destacado de ello.
“Los arrecifes de coral, así como los peces que los habitan, son un elemento fundamental de los ecosistemas costeros tropicales, pero se encuentran bajo presión debido a la contaminación por gases de efecto invernadero que está haciendo aumentar la temperatura del agua hasta el punto de que los corales están muriendo”, dijo la Sra. Kim Friedman, Oficial superior de recursos pesqueros de la FAO.
“Ello no solo pone en peligro a estos maravillosos sistemas, sino también a los alimentos y los medios de vida de muchas personas que dependen de ellos”.