Cuando piensa en las tierras secas, ¿se imagina kilómetros de desierto vacío e infértil? Pues no, ¡mejor que piense de nuevo!
Las tierras secas son en realidad un ecosistema único en su tipo caracterizado por la escasez de recursos hídricos y las bajas precipitaciones. Allí plantas y animales sobreviven con poca agua, adaptados a las sequías y a las olas de calor que son habituales en esas zonas.
Sin embargo, solo porque estas regiones sean secas no significa que sean infértiles. Si bien las tierras secas siguen siendo territorios productivos con un potencial económico y un valor medioambiental considerables, la vigilancia y la rehabilitación de sus ecosistemas no han suscitado tanto interés como otros ecosistemas como, por ejemplo, las pluviselvas. Pese a que las tierras secas son vulnerables, no se les está prestando la debida atención. El cambio climático, el uso insostenible de la tierra y la creciente escasez de agua están haciendo que las tierras secas se degraden sin remedio, afectando a los ecosistemas, dañando la biodiversidad, reduciendo la productividad de la tierra y limitando la producción de cultivos, plantas y ganado, lo cual en todos los casos dificulta la vida de las comunidades que viven allí.
Entonces, ¿por qué debería darse prioridad a las tierras secas?
Porque una cuarta parte de los bosques del mundo se encuentra en tierras secas
Quizá se sorprenda al enterarse de que más de una cuarta parte de los bosques del mundo se encuentra en tierras secas. Los árboles están presentes en casi un tercio de las regiones secas del mundo, lo que equivale a 1 100 millones de hectáreas de bosque, de acuerdo con la última Evaluación de las tierras secas de la FAO. Estos árboles y bosques revisten suma importancia para el planeta. Proporcionan hábitats para la biodiversidad, protegen la tierra de la erosión eólica y la desertificación, dan sombra a los cultivos, los animales y las personas, ayudan a que el agua penetre en los suelos y contribuyen a la fertilidad del suelo.
Tampoco es que el resto de las tierras secas sean solo desierto: el 25 % de las tierras secas del mundo son pastizales y el 14 % son tierras de cultivo.
Porque al proteger las tierras secas se protege la biodiversidad
Las tierras secas albergan más de un tercio de las zonas del mundo cuya biodiversidad está en una situación crítica y ofrecen puntos de migración fundamentales para las aves.
En el desierto sahariano del África septentrional, debido a su ubicación donde confluyen las montañas del Atlas, el río Nilo y el desierto, la región goza de abundante biodiversidad con numerosas especies endémicas. En las tierras secas del África oriental, la vegetación varía desde el monte claro, donde los árboles pueden alcanzar hasta los 15 metros de altura, hasta territorios muy áridos con pocos arbustos.