¿Sabía que en la mayor parte del mundo se utilizan las mismas dos palabras para referirse al té? Una variante es la que se utiliza en inglés (tea), francés (thé), español (té) y holandés (thee). La otra es una palabra que deriva de cha (en mandarín y cantonés), como chai en hindi, shay en árabe y chay en ruso. Hay una razón interesante para ello.
Ambas palabras tienen su origen en China, país que se considera la “patria del té” y donde se domesticó la planta por primera vez, y provienen del carácter chino: 茶.En mandarín y cantonés, se pronuncia “cha”. Los países del mundo que utilizan la palabra “cha” importaban originalmente el té por tierra, a través de la Ruta de la Seda, desde las regiones del norte de China, donde la pronuncian “cha”.
Sin embargo, en el dialecto que se habla en la provincia costera meridional de Fujian, la palabra se pronuncia “te”. Este puerto es el lugar donde los comerciantes holandeses del siglo XVII compraban té para llevarlo a Europa, trayendo consigo esta pronunciación. Por supuesto, hay excepciones. Pero, por lo general, en cualquier lugar del mundo, es muy probable que sepa pedir una taza de té con solo esas dos palabras.
La etimología del té es solo un elemento de su fascinante legado. Su cultivo y producción han formado parte de culturas en todo el mundo durante siglos. Para celebrarlo, cuatro zonas excepcionales de producción de té han sido designadas Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial (SIPAM) por su combinación de paisajes únicos, patrimonio agrícola y métodos de cultivo tradicionales transmitidos de generación en generación.
Agroecosistema tradicional del té Pu'er en la provincia de Yunnan (China)
La provincia de Yunnan está considerada como la cuna del té a nivel mundial. El agroecosistema del té Pu'er, en Yunnan, es la mayor zona del planeta de plantaciones forestales de té, en donde se cultivan juntas muchas plantas de té simulando un ecosistema forestal, creado por pasadas generaciones de aldeanos hace miles de años y cultivado con métodos tradicionales. El sistema es rico en diversidad biológica y cultural y está compuesto por poblaciones de viejos árboles de té silvestres y antiguas plantaciones de té.
Las comunidades locales cultivan el té en equilibrio con otros productos necesarios para su sustento y alimentación. Los bosques de té cultivados suelen tener tres capas: la capa de árboles, la capa de plantas y arbustos de té y la capa de hierba. El estrato arbóreo está formado por altos árboles naturales que ofrecen sombra y protección contra los elementos, mientras que el estrato de plantas y arbustos de té constituye una fuente de ingresos para los agricultores. El estrato herbáceo contiene hierbas naturales, al tiempo que alberga cultivos de cereales y hortalizas.
El control de plagas se realiza con métodos naturales que incluso ayudan a mejorar el sabor del té. Las comunidades locales cultivan algunos árboles, flores, frutales y hortalizas en las plantaciones.