La mayoría de nosotros tiene una relación de amistad, incluso de amor, con la comida. Nos nutre, nos fortalece e incluso nos hace felices. Pero de vez en cuando, hay un alimento o grupo de alimentos que, sin que sea culpa nuestra, se convierte en el enemigo. Nos provoca sarpullidos, malestar o incluso, en algunos casos extremos, nos mata. Las alergias, intolerancias o sensibilidades alimentarias pueden hacer que nuestra relación con la comida pase de ser una de alegría a ser una de desasosiego.
Es un problema mundial. Las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes en países de todo el mundo. En los países desarrollados, la prevalencia de las alergias alimentarias está aumentando y afecta aproximadamente al 10 % de la población. En los países en desarrollo —donde las alergias alimentarias no se veían antes de forma generalizada—, el número de casos señalados de alergias alimentarias ha aumentado de forma clara.
Definir los alérgenos “prioritarios” y ordenar su etiquetado adecuado ha sido una parte importante del trabajo de la Comisión del Codex Alimentarius, órgano de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicado a establecer normas internacionales de calidad e inocuidad de los alimentos. En 1999, la Comisión del Codex Alimentarius elaboró una lista de alimentos o ingredientes que deben declararse en la etiqueta de los alimentos. Estos alérgenos “prioritarios” son los que causan alergias a poblaciones en todo el mundo y provocan reacciones considerables, incluso cuando se consumen en pequeñas cantidades.
La FAO y la OMS están examinando ahora los nuevos avances científicos en materia de alérgenos alimentarios para garantizar que las normas y orientaciones del Codex estén al día.
Cinco cosas que debe saber sobre los alérgenos alimentarios
1. Una alergia alimentaria es una respuesta inmunitaria anormal
Una alergia alimentaria se produce cuando la exposición a un determinado alimento desencadena una respuesta inmunitaria anormal. Las reacciones alérgicas pueden producirse rápidamente, a los pocos minutos del consumo o la exposición, o pueden tardar hasta varias horas en aparecer. Las reacciones alérgicas son imprevisibles, con síntomas que van desde erupciones leves localizadas hasta una reacción anafiláctica grave. Las intolerancias, como la intolerancia a la lactosa, por ejemplo, no son lo mismo que la reacción inmunitaria anormal causada por una alergia. Por ello, se tratan como una categoría aparte.
Aunque se sabe que algunas alergias alimentarias de la infancia desaparecen con el tiempo y se han logrado algunos éxitos con estudios de desensibilización, no hay cura para las alergias alimentarias. La prevención es la única solución.