Durante generaciones, el sector de la pesca y la acuicultura se ha considerado erróneamente un mundo de hombres. Pero las mujeres siempre han estado ahí, y ahora se observa un fuerte incremento del número de mujeres que inician sus propios negocios en todos los ámbitos del sector.
En la actualidad, más de 50 millones de mujeres participan en el sector pesquero y acuícola en el mundo y su contribución a los ingresos de los hogares y las comunidades no puede pasarse por alto.
Tomemos el ejemplo de Muzna Saif Rashid Al Hatmi, de la Sultanía de Omán. Siempre soñó con montar su propio negocio. Tras licenciarse en Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana, esta joven líder de 29 años continuó su formación en el Centro de Innovación Industrial —que gestiona el gobierno para apoyar a los jóvenes empresarios en diversos sectores—, antes de crear su propia empresa de elaboración de pescado.
“Creo que todos podemos hacerlo, pero tenemos que convencernos a nosotros mismos de que somos capaces”, afirma Muzna.
Muzna emplea ahora a cuatro mujeres y vende sus productos —como pasta o cubitos de pescado y pescado en polvo a base de sardinas, gambas y anchoas—, en Omán y en el extranjero.
“Hace tres años lanzamos nuestra pequeña empresa pesquera”, explica Muzna. “Nos dedicamos a la comercialización y a ganarnos la confianza de los clientes aquí en Omán. También estamos intentando vender los productos a través de Internet en los países del Golfo, Oriente Medio y Asia oriental”.
Muzna se beneficia del proyecto de la FAO de desarrollo de la capacidad de las asociaciones de mujeres costeras, que apoya y refuerza el papel de estas en el sector de la transformación de la pesca a pequeña escala en el país. Adquirió conocimientos administrativos y de planificación estratégica, lo que la ayudó a elaborar un plan de negocios concreto para su empresa.
La Sultanía es uno de los mayores productores de pescado de la región del Golfo. La producción de la pesca de captura ascendió a 580 000 toneladas en 2019 y el consumo nacional de productos marinos está muy por encima de la media mundial. A pesar de los trastornos causados por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y las repercusiones del ciclón Shaheen en octubre de 2021, Muzna confía en el futuro y afirma que las mujeres que trabajan en la pesca y en las zonas costeras pueden contribuir más si tienen acceso a formación y oportunidades adecuadas.
“Tienen que confiar en sí mismas y en lo que han conseguido, ya sea por sus conocimientos o por sus propias habilidades”, dice.