Siempre ha habido iconos de la alimentación saludable en la cultura popular. Popeye el marino, un superhéroe de animación delgado y musculoso, alentaba a los niños de su tiempo a consumir más hortalizas engullendo espinacas que le fortalecían al instante. Un ejemplo más reciente es Mulán, la legendaria heroína de la tradición china que, como preparación para el entrenamiento de guerrera, come un bol de sabroso arroz blanco en forma de carita sonriente.
Los superhéroes actuales de la buena nutrición son los líderes juveniles y los profesores que organizan la Insignia de la nutrición en todo el mundo. La iniciativa de la Alianza Mundial de la Juventud y las Naciones Unidas (YUNGA), una asociación entre la FAO, las organizaciones de las Naciones Unidas, la sociedad civil y otras entidades, ya ha inspirado a miles de jóvenes a explorar hábitos alimentarios saludables y ecológicos.
Las insignias de la YUNGA se conceden a los niños y jóvenes que han concluido una serie de desafíos centrados en varios temas, desde el cambio climático y la biodiversidad hasta los polinizadores y la alimentación saludable.
Los profesores y líderes juveniles reciben folletos con asesoramiento científico en materia de inocuidad alimentaria y alimentación y estilos de vida saludables, consejos culinarios y actividades divertidas por las que reciben puntos, como la preparación de comidas informales basadas en una lista de nutrientes esenciales o la celebración de un “Día Saludable” con actividades como carreras de relevos.
La idea es empoderar a los niños y los jóvenes e inspirar actividades en las comunidades que sean a la vez divertidas y adaptadas al contexto local.