Las selvas y los bosques de Gambia están salpicados de vegetación ribereña, palmeras y árboles frondosos, así como de salinas, sabanas y manglares. A primera vista, estas selvas y bosques, teñidos de diferentes tonos de verde, se muestran amenazantes e impresionantes a partes iguales.
Las 480 000 hectáreas de bosques que alberga el país y que están pobladas de prominentes baobabs, llamativos árboles kapok y manglares de color jade tanto en las zonas de interior como en los humedales situados a orillas del río Gambia, esconden un valioso tesoro.
Sin embargo, estos bosques y tierras boscosas han sufrido un drástico agotamiento debido al rápido aumento de la población, así como a la extracción insostenible de recursos y a los incendios forestales incontrolados. La creciente población rural de esta nación de África occidental ha tenido que luchar contra la pobreza y esforzarse por gestionar de forma sostenible estos bosques de tierras secas, de los que depende para su sustento y seguridad alimentaria.
A través de un programa emblemático promovido por la FAO y el Departamento de Bosques de Gambia, el proyecto “Gestión comunitaria sostenible de los bosques de tierras secas” ha dotado a grupos de apicultores comunitarios, conocidos localmente como Grupos empresariales de la miel, de equipos de apicultura como colmenas, uniformes, botas, guantes y herramientas para las colmenas. Con el apoyo de la FAO a través de este proyecto financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), los Grupos empresariales de la miel están fabricando colmenas en el bosque para recolectar miel como medio de subsistencia.
“Nunca habría pensado que nuestro sueño de implementar nuestro plan de desarrollo de empresas mieleras se haría realidad”, aseguró la apicultora comunitaria Kombeh Njie, mientras instala con su equipo 40 colmenas en un apiario en la aldea de Jiffarong, en la región de Lower River, en el sur del país.
“Aunque en el pasado se ha hablado mucho del desarrollo de empresas forestales, solo con el apoyo actual del proyecto del FMAM nuestra comunidad ha tenido alguna oportunidad tangible de incrementar nuestros ingresos y mejorar así nuestros medios de subsistencia mediante la producción de miel. Esto sí que ha cambiado nuestras vidas”.